Atractivo que despierta una cosa que puede resultar desagradable, cruel, prohibida o que va contra la moral establecida. (google.com)
«Vivo justo detrás de la esquina, no me acuerdo si tengo marido, si me quitas con arte el vestido te invito a champan. Le solté al barman mil de propina, apuré la cerveza de un sorbo, acertó quien el Templo del Morbo le puso a este bar» (canción Peor para el sol)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor, poeta y pintor español.
LUNAS DE HIEL (Lunes de fiel) – 1992
Director Roman Polanski
Guion Roman Polanski, Gérard Brach y John Brownjohn
Fotografía Tonino Delli Colli
Música Vangelis
Producción Columbia/Alain Sarde/Canal+/Burrill Productions/RP Productions
Nacionalidad Francia/ Reino Unido/ Estados Unidos
Duración 138m. Color
Reparto Hugh Grant, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Peter Coyote, Sophie Patel, Victor Banerjee, Patrick Albenque, Luca Vellani.
«¿Alguna vez has idolatrado a una mujer? Nada puede ser obsceno cuando se ama así. Todo lo que ocurre entremedias se convierte en un sacramento»
Tras permanecer cuatro años alejado de las cámaras, asimilando los fracasos de sus dos últimas películas, Polanski arriesgó al reanudar su actividad profesional con este drama descarnado, inicuo y esencialmente morboso, basado en la polémica novela homónima de Pascal Bruckner, donde, a través de un truculento y claustrofóbico encadenamiento de flashbacks, transformaba una dolorosa y verosímil historia sobre una pasión visceral, malsana y destructiva en una absorbente aunque algo superficial radiografía de la fragilidad sentimental de la naturaleza humana, en la que se daban cita impactantes trastornos emocionales y choques eróticos de un recalcado apasionamiento. Un soberbio Peter Coyote era el encargado de dar vida a un individuo norteamericano paralítico, que, a lo largo de una travesía en crucero, explicaba sin ahorrar detalles a otro pasajero el ofuscador y paulatino proceso de degeneración sexual que consumió la relación con su esposa; una Emmanuelle Seigner tan profusa, lujuriosa y tentadoramente carnal como limitada en sus menesteres interpretativos.
Otras películas que irradian altas dosis de MORBO
El último tango en París – Bernardo Bertolucci (1972)
Crash – David Cronenberg (1996)
La pianista – Michael Haneke (2001)