Aventuras épicas

DEFENSA (Los siete samuráis)

Acción y resultado de defender o defenderse. Conjunto de técnicas basadas en la habilidad y la fuerza que sirven para hacer frente a un ataque. (Larousse Editorial)

“El acto de defensa es ya un ataque. Las armas para la defensa son siempre un pretexto para los que instigan las guerras. La calamidad de la guerra se origina en el fortalecimiento y potenciación de las distinciones sin sentido entre yo/otro, fuerte/débil, atacar/defender”
Masanobu Fukuoka (1913-2008) Agricultor, biólogo y filósofo japonés

LOS SIETE SAMURÁIS (Shichinin no samurai) – 1954

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Director Akira Kurosawa
Guion Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni
Fotografía Asakazu Nakai
Música Fumio Hayasaka
Producción Toho
Nacionalidad Japón
Duración 205m. B/N
Reparto Toshirô Mifune, Takashi Shimura, Yoshio Inaba, Seiji Miyaguchi, Minoru Chiaki, Daisuke Kato, Isao Kimura, Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima.

«¡Recordad! Las guerras consisten en correr. Se corre tanto en el ataque como en la defensa. Si ya no puedes correr, es tu fin»

Una de las obras cumbres de su realizador, y, con casi toda seguridad, la película japonesa que mayor influencia ha tenido en el mercado occidental y, muy especialmente, en el género del western, siendo emulada en infinidad de ocasiones, entre ellas, el sobrevalorado clásico LOS SIETE MAGNÍFICOS de John Sturges. Ambientada en un Japón medieval devastado por la pobreza derivada de sus intermitentes guerras feudales, planteaba una loa al esfuerzo colectivo de poderoso aliento fordiano a partir de la numantina defensa de un pequeño pueblo de campesinos, atemorizados por las terribles incursiones de los bandidos. Un monumento fílmico de abrumadora belleza plástica y excepcional fuerza descriptiva, que fragmentaba su constante antagonismo dramático entre avezada serenidad (Shimura) y temerario entusiasmo (histriónico Mifune) en tres nítidos segmentos: el arduo reclutamiento de los samuráis a cambio de manutención, las distintas relaciones de los personajes ante la estrategia y adiestramiento de los aldeanos para el combate y, por último, los contingentes de una épica batalla final bajo la lluvia y el lodo.

Otras películas determinadas por la DEFENSA de un territorio o emplazamiento

Beau Geste – William A. Wellman (1939)
Zulú – Cy Enfield (1964)
La defensa del Dnieper – Denis Skvortsov (2009)

PELÍCULA (Lo que el viento se llevó)

Obra de arte realizada a través de la sucesión de imágenes en video y con sonido. El cine, o el arte de hacer películas de diverso tipo, es considerado uno de los siete artes y es hoy en día uno de los más populares ya que llega a una importante y claramente variada cantidad de público (…) Independientemente de las cuestiones técnicas, requiere un gran esfuerzo de producción. Mientras que la actuación o la dirección de la misma siempre son los elementos que más destacan, también son imprescindibles cuestiones tales como el vestuario, la musicalización, la fotografía, la creación de los ambientes apropiados, la edición, el sonido, la utilización de efectos especiales, etc. (definicionabc.com)

«Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta»
Orson Welles (1915-1985) Actor, director, guionista y productor estadounidense

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (Gone with the wind) – 1939

Director Victor Fleming
Guion Sidney Howard, Oliver H.P. Garrett, Ben Hecht, Jo Swerling y John Van Druten
Fotografía Ernest Haller
Música Max Steiner
Producción Selznick International Pictures/Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 238m. Color
Reparto Vivien Leigh, Clark Gable, Olivia de Havilland, Leslie Howard, Hattie McDaniel, Thomas Mitchell, Barbara O’Neil, Ona Munson, Ann Rutherford, Ward Bond.

“A Dios pongo por testigo que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar, ¡a Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre!”

Cautivador e irrepetible melodrama sureño, basado en una novela homónima de Margaret Mitchell, que ha pasado a los anales del séptimo arte como la mayor superproducción hollywoodiense de su dorada primera etapa sonora, así como la película más popular, junto a CASABLANCA, y taquillera (si adecuamos sus ingresos de acuerdo a la inflación) de toda la historia del cine. Ambientada en la época de la guerra de secesión y el subsiguiente período de reconstrucción, narra la triste y arrebatadora relación de amor entre la coqueta, decidida y caprichosa hija de un rico plantador de algodón de Georgia, de nombre Escarlata O’Hara, y un escéptico, vividor y arrogante aventurero llamado Rhett Butler, dos apasionantes personajes que marcaron para siempre la carrera de sus inolvidables intérpretes. El megalómano productor David O. Selznick fue el gran artífice de este glorioso espectáculo de larga y azarosa gestación (en su convulso rodaje intervinieron George Cukor, sustituido por presiones de Clark Gable, o Sam Wood, entre otros realizadores), repleto de frases míticas, bellísimos fotogramas en un novedoso technicolor y momentos imperecederos determinados por el impagable diseño artístico de William Cameron Menzies, como la fiesta aristocrática o el incendio en Atlanta. Antológica banda sonora de Max Steiner.

Otras PELÍCULAS que ejemplifican la grandeza del cine

Ciudadano Kane – Orson Welles (1941)
2001: una odisea del espacio – Stanley Kubrick (1968)
El padrino – Francis Ford Coppola (1972)

AVENTURA (El hombre que pudo reinar)

Suceso extraño o poco frecuente que vive o presencia una persona, especialmente el que es emocionante, peligroso o entraña algún riesgo. (google.es)
Género de aventuras. Dicho de una obra literaria o cinematográfica que centra su atención en los episodios sucesivos de una acción tensa y emocionante. (RAE)

“Cualquiera que sea el tiempo en que se nace hay que embarcarse en la aventura de ese tiempo o quedas varado hasta que te mueres, sea en el siglo que sea. Solo te conceden una vida, unos años, si los vives intensamente es como si vivieras diez vidas”
Alberto Vázquez-Figueroa (1936-) Novelista, periodista e inventor español

EL HOMBRE QUE PUDO REINAR (The man who would be king) – 1975

Director John Huston
Guion John Huston y Gladys Hill
Fotografía Oswald Morris
Música Maurice Jarre
Producción Columbia/Devon/Persky-Bright/Allied Artists
Nacionalidad Reino Unido/ Estados Unidos
Duración 129m. Color
Reparto Sean Connery, Michael Caine, Christopher Plummer, Saeed Jaffrey, Doghmi Larbi, Shakira Caine, Karroom Ben Bouih, Jack May, Mohammed Shamsi.

«No creo que el mundo haya mejorado gracias a nosotros (…) Ni tampoco creo que nadie llore nuestra muerte (…) No hemos realizado muchas buenas acciones (…) Pero, ¿cuánta gente ha viajado lo que nosotros y visto lo que nosotros?»

Recuperando el viejo espíritu de los grandes clásicos de aventuras, John Huston trasladó su tierno pero implacable entusiasmo por la mítica del perdedor a los imperiales confines del colonialismo anglosajón del siglo XIX para formalizar un sarcástico y vitalista ensalzamiento a la lealtad, a la épica de la ilusión y los anhelos fraguados de poder y fortuna, que muy bien podría ser encuadrado entre lo mejor de su dilatada filmografía. Tomando como punto de partida un relato corto de Rudyard Kipling, incluido como un personaje más en el transcurso de la narración, reconstruía los distintos avatares de dos pícaros trotamundos huidos del ejército británico en la India de 1880, que, movidos por la ambición y la soberbia, llegan hasta las ignotas tierras de Kafiristán con la vanidosa pretensión de levantar un imperio. A través de una narración impecable, un tratamiento visual francamente atractivo y una pareja protagonista de excepción, la película reflexiona con lúcido discernimiento humanista sobre la amistad, el heroísmo, el frenesí por la aventura y la impostura que genera la codicia.

Otras grandes películas del género de AVENTURAS

Robin de los bosques – Michael Curtiz y William Keighley (1938)
Lawrence de Arabia – David Lean (1962)
En busca del arca perdida – Steven Spielberg (1981)

LÍDER (Alexander Nevsky)

Persona con capacidad para ejercer influencia sobre otros con el fin de guiarlos y dirigirlos hacia el logro de los objetivos comunes. (quesignificado.com)
En su acepción militar más corriente, reconocemos como tal al que posee la capacidad de comprometer emocionalmente y guiar la conducta de un individuo o grupo, en beneficio de la organización militar y sus misiones. Su material de trabajo son las personas y su potencial se expresa en el grado de seducción logrado para subordinarlas a su voluntad, más que en el puro ejercicio de la autoridad formal que posee. (revistamarina.cl)

“Si tus acciones inspiran a otros para soñar más, aprender más, hacer más y cambiar más, tú eres un líder”
John Quincy Adams (1767-1848) Diplomático y político estadounidense

ALEXANDER NEVSKY (Aleksandr Nevskiy) – 1938

Director Sergei M. Eisenstein
Guion Sergei M. Eisenstein y Piotr A. Pavlenko
Fotografía Eduard Tissé
Música Sergei Prokofiev
Producción Artkino
Nacionalidad Unión Soviética
Duración 112m. B/N
Reparto Nikolai Cherkasov, Nikolai Okhlopkov, Andrei Abrikosov, Dmitri Orlov, Anna Danilova, Vasili Novikov, Varvara Massalitinova.

«¡Alzaos, gentes libres, en defensa de la santa tierra! En nuestra madre Rusia, en la gran Rusia, no habrá enemigos»

Tras un convulso y algo frustrante periplo por tierras estadounidenses y mexicanas, donde no consiguió estrenar ni una sola película, Eisenstein regresó a su patria natal para concebir como vehículo de propaganda una superproducción de tono operístico en torno a la figura del príncipe y líder miltar Alexander Nevsky, que, a la postre, se erigiría en su primer largometraje sonoro y en uno de los grandes hitos de la cinematografía soviética. La perseverante y victoriosa defensa a ultranza del territorio de Novgorod por parte del susodicho héroe nacional, a posteriori santificado por la iglesia ortodoxa, fue representada por medio de una puesta en escena ejemplar, fruto de una perfecta conjunción entre imagen y sonido, cuyo punto culminante residía en la célebre, prodigiosa e influyente secuencia de la batalla contra el ejército de los caballeros teutónicos sobre la superficie congelada del río Peipus (1242), que ocupa prácticamente un tercio del metraje total. Solemne caracterización de Nikolai Cherkasov y antológica partitura de Sergei Prokofiev, asidua en las salas de concierto gracias a la cantata para mezzosoprano, coro y orquesta, Opus 78, que el compositor elaboró a raíz del éxito del film.

Otras películas centradas en la figura de un LÍDER MILITAR

Napoleón – Abel Gance (1927)
Escipión, el africano – Carmine Gallone (1937)
Rommel, el Zorro del Desierto – Henry Hathaway (1951)

EGOÍSMO (Ran)

Actitud de quien manifiesta un excesivo amor por sí mismo, y que solamente se ocupa de aquello que es para su propio interés y beneficio, sin atender ni reparar en las necesidades del resto (…) El egoísmo también puede reconocerse en todas aquellas acciones realizadas por interés personal, para provecho propio, y sin mirar en las necesidades, opiniones, gustos o intereses de los demás (…) Como tal, es una actitud que dificulta la relación con el prójimo, pues la persona egoísta trata y hace sentir a los demás como si no existieran, o como si sus preocupaciones o ideas no importaran. (significados.com)

“El egoísmo no es el amor propio, sino una pasión desordenada por uno mismo”
Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.) Filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia

RAN (Ran) – 1985

ran

Director Akira Kurosawa
Guion Akira Kurosawa, Hideo Oguni y Masato Ide
Fotografía Takao Saito y Masaharu Ueda
Música Tôru Takemitsu
Producción Greenwich/Herald Ace/Nippon Herald
Nacionalidad Japón/ Francia
Duración 154m. Color
Reparto Tatsuya Nakadai, Akira Terao, Jinpachi Nezu, Yoshiro Miyazaki, Takeshi Nomura, Daisuke Ryo, Mieko Harada, Hisashi Igawa.

«Todos los hombres nacen llorando y mueren cuando ya han llorado lo suficiente»

La capacidad de Kurosawa para conjugar la más arcaica tradición nipona con la cultura clásica occidental halló su definitivo pináculo estilístico en esta solemne y majestuosa transposición del King Lear shakespeariano al Japón feudal del siglo XVI. La fratricida y codiciosa rivalidad surgida entre tres hermanos tras la discutida herencia de su anciano padre servía como base para manifestar un profundo y amargo discurso sobre el honor, el egoísmo desmesurado y la avidez de poder, desarrollado a través de una formulación plástica de una cautivadora y deslumbrante luminosidad. La demencia autodestructiva del ser humano o la moldeable fortaleza de los lazos paterno-filiales eran otros de los temas analizados con lucidez y una impávida meticulosidad en esta ceremoniosa tragedia humana, saturada de momentos de una brillante espectacularidad como la toma del castillo, paradigma absoluto de puesta en escena cinematográfica. Mención aparte merecen sus perfectas interpretaciones, la inspirada decoración de Yoshiro y Shinobu Muraki, así como el impecable vestuario diseñado por Emi Wada.

Otras películas sobre el EGOÍSMO desmesurado

La marcha nupcial – Erich Von Stroheim (1928)
La loba – William Wyler (1941)
Se acabó el negocio – Marco Ferreri (1964)