King Vidor

DESFILE (El gran desfile)

Acción de desfilar. (RAE)
Un desfile militar es un acto o evento en el que los soldados de una o más unidades del ejército de una nación u organización militar marchan ordenadamente en formaciones a través de las calles de una ciudad ante una autoridad y el público asistente, sea con propósito ceremonial, de rendir honores, conmemorativo o de propaganda (mostrar la capacidad armamentística y de fuerzas de la nación que lo realiza). Durante el mismo llevan sus uniformes, distintivos, enseñas y parte de sus armas y vehículos. Suelen estar acompañados de música o marchas militares. (Wikipedia)

«La modestia y la veracidad de un Einstein o un Schweitzer han hecho avanzar mucho más nuestra civilización que los discursos y desfiles de tantos césares que se creían providenciales»
Mariano Picón Salas (1901-1965) Escritor, diplomático y académico venezolano

EL GRAN DESFILE (The big parade) – 1925

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Director King Vidor
Guion Harry Behn
Fotografía John Arnold
Producción Metro-Goldwyn-Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 126m. B/N
Reparto John Gilbert, Renée Adorée, Hobart Bosworth, Karl Dane, Rosita Marstini, Claire McDowell, Claire Adams, Tom O´Brien.

«¡Qué curioso el patriotismo! Pasamos años sin recordarlo. De pronto irrumpen marchas militares, las banderas, amigos que nos aclaman… Y el patriotismo se convierte en la emoción más intensa de la vida»

La producción de mayor envergadura realizada hasta la fecha en torno a la Gran Guerra, inspirada en la pieza teatral What price of glory? de Laurence Stallings y Maxwell Anderson, posteriormente adaptada por Raoul Walsh (1926) y John Ford (1952), que, todavía hoy, se eleva como una esplendorosa e incuestionable obra maestra del cine de todos los tiempos. Con el fin de reproducir el tránsito a la madurez de un indolente joven de la alta burguesía estadounidense a través de sus experiencias en el frente, King Vidor mostró por primera vez el conflicto bélico desde una óptica humana y antimilitarista, implantando una poética visual armoniosa y realista, de la que subyacen instantes de una sublimidad apoteósica, casi espectral, como la marcha colectiva hacia el frente o las escenas de combate en el bosque de Belleau. El colosal éxito del film (el más rentable de los primeros quince años de la Metro) consolidó el perspicaz instinto del productor Irving Thalberg y encumbró a la fama tanto a su director como a sus magníficos protagonistas, John Gilbert y René Adorée, que representaban una de las más hermosas historias de amor en tiempos de guerra jamás filmadas.

Otras películas que contienen un DESFILE militar

El triunfo de la voluntad – Leni Riefenstahl (1935)
Cleopatra – Joseph L. Mankiewicz (1963)
Doctor Zhivago – David Lean (1965)

PÚA (La pradera sin ley)

Cuerpo pequeño, delgado, firme y acabado en una punta afilada. (google.com)
El alambre de púas es uno de los tipos más elaborados de obstáculos militares de alambre. Las barreras de alambre de espino pueden llegar a tener varios metros de grosor y altura, formando una tupida malla de alambre con púas (…) Hoy en muchos lugares del mundo este alambre se utiliza para dividir fronteras o cercar lugares restringidos evitando así la entrada de intrusos. (Wikipedia)

«El vestido de una mujer debería ser como una cerca de alambre de púas: sirve su propósito sin obstruir la vista»
Sophia Loren (1934-) Actriz italiana

LA PRADERA SIN LEY (Man without a star) – 1955

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Director King Vidor
Guion Borden Chase y D.D. Beauchamp
Fotografía Russell Metty
Música Joseph Gershenson
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 86m. B/N
Reparto Kirk Douglas, Jeanne Crain, Claire Trevor, William Campbell, Jay C. Flippen, Richard Boone, Mara Corday.
* Frankie Laine – Man without a star

«Esa es la historia de tu vida, Dempsey. Un hombre como tú no puede hacer otra cosa que ir siempre de un lado para otro. Pero, es igual, vayas donde vayas tropezarás con la misma cerca: con esa alambrada de espinos.»

Soberano western de trazo psicológico, basado en una novela homónima de Dee Lindford, que tomaba como asunto central el enfrentamiento entre los ganadores colonizadores de las praderas de Wyoming y los especulativos granjeros que arribaban a dichas tierras con la intención de asentar su porvenir doméstico y laboral. Este clásico y contumaz motivo argumental se ajustaba como anillo al dedo a las profundas convicciones sociológicas de King Vidor, quien formuló una firme y respetable apología de la propiedad privada frente a los principios colectivistas, del individualismo frente al progreso, que incidía en diáfanas simbologías hacia el sistema capitalista liberal americano, subrayadas en la extrema aversión del personaje protagonista a los alambres de púas. Un largometraje pletórico de pasión y dinamismo, poderosamente fotografiado por Russell Metty y surtido de un modélico reparto capitaneado por un efusivo y socarrón Kirk Douglas, en su época de máximo esplendor, cuya implacable composición revelaba un hermoso canto al héroe errante, solitario e independiente.

Otras películas con ALAMBRES DE PÚAS

Kapo – Gillo Pontecorvo (1960)
La gran evasión – John Sturges (1963)
War horse (Caballo de batalla) – Steven Spielberg (2011)

CONFORMISMO (Cenizas de amor)

Postura o actitud hacia la vida, que sumerge al individuo en un pozo de ciega aceptación, independientemente de si las circunstancias son negativas o positivas, y que elimina toda posibilidad de cambio y progreso. Esto, en algunas ocasiones, puede simplemente ser una decisión tomada para hacer frente a determinadas oportunidades, como una especie de herramienta que evitaría la salida de la zona de confort. (conceptodefinicion.de)

“Tiene que haber una rebelión contra el conformismo, contra la respetabilidad, porque el hombre respetable es el hombre mediocre”
Jiddu Krishnamurti (1895-1986) Escritor y orador en materia filosófica y espiritual

CENIZAS DE AMOR (H.M. Pulham Esq.) – 1941

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Director King Vidor
Guion King Vidor y Elizabeth Hill
Fotografía Ray June
Música Bronislau Kaper
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 120m. B/N
Reparto Robert Young, Hedy Lamarr, Ruth Hussey, Charles Coburn, Leif Erikson, Van Heflin, Fay Holden, Bonita Granville, Douglas Wood.
* Julián Robledo – Three o’clock in the morning

«¿Eres feliz? Sí, claro que soy feliz. Lo dije sin titubear, pero… ¿de verdad lo soy? ¿De verdad lo he sido alguna vez?»

La amarga fluctuación que invade a un rico heredero bostoniano de mediana edad, obligado a escoger entre su rutinaria y conformista vida conyugal o entregarse por completo al pretérito amor que sublimó su etapa como publicista en Nueva York, aparece como pretexto argumental de esta sutil y reflexiva adaptación de una novela costumbrista de John P. Marquand, muy bien interpretada y sabiamente estructurada en flashbacks. Exteriorizando una asombrosa serenidad narrativa, así como una agradecida capacidad para captar la emoción sin ningún tipo de estridencia, King Vidor estableció una introspectiva disquisición psicológica acerca de la influencia que distintos factores como el puritanismo, el éxito o la reputación ejercen sobre las relaciones afectivas; análisis que retomaría en 1949 con EL MANANTIAL, pero con un romanticismo mucho más desaforado. Muy mal acogida en el momento de su estreno, su notoriedad ha ido acrecentándose con el paso de los años hasta convertirse en una de las obras más delicadas y excepcionalmente juiciosas de su realizador.

Otras películas sobre el CONFORMISMO

Antes de la revolución – Bernardo Bertolucci (1964)
Los puentes de Madison – Clint Eastwood (1995)
Whisky – Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll (2004)

MOTIVO (Noche nupcial)

Aquella cuestión, razón, circunstancia, entre otras alternativas, que mueve a alguien a hacer algo, o que provoca tal o cual acción. (definicionabc.com)

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desee»
Paulo Coelho (1947-) Novelista, dramaturgo y letrista brasileño.

NOCHE NUPCIAL (The wedding night) – 1935

Director King Vidor
Guion Edith Fitzgerald
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción Howard Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 82m. B/N
Reparto Gary Cooper, Anna Sten, Ralph Bellamy, Helen Vinson, Esther Dale, Sig Rumann, Walter Brennan, Leonid Snegoff, Elinor Wesselhoeft.
* Fred Meinken – Wabash blues

«Nunca hubiera escrito el libro de no haber sido por ti (…) Me diste un motivo. Siempre hay que tener un motivo para todo: para trabajar, para vivir… Y el mío estaba muy desgastado»

A partir de un eficaz guion inspirado en un pasaje de la vida de su amigo Scott Fitzgerald, King Vidor dirigió un sensible, distinguido y muy poco evocado melodrama romántico que hermanaba su sensitiva devoción por la naturaleza con un poderoso ímpetu pasional para narrar la historia de un afamado escritor en franca decadencia anímica y creativa, que, a fin de recuperar la inspiración perdida, decide abandonar el alboroto de la metropoli neoyorquina para refugiarse en la casa de campo de sus padres en Connecticut, donde conocerá a una adorable inmigrante polaca de la que se enamorará intensamente. Aunque acabó fracasando en su propósito de lanzar a Anna Sten como nueva estrella del género, el todopoderoso Samuel Goldwyn sí consiguió engendrar una producción de emocionante y desencantada tersura dramática, donde sobresalía la siempre imponderable fotografía de Gregg Toland y un formidable reparto, encabezado por Gary Cooper, cuyo monólogo final subsiste como uno de los instantes más poéticos y conmovedores de la majestuosa filmografía vidoriana.

Otras películas donde el amor actúa como MOTIVO de inspiración literaria

Shakespeare in love – John Madden (1998)
La joven Jane Austen – Julian Jarrold (2007)
Cartas a Roxane – Alexis Michalik (2018)

ARQUITECTO (El manantial)

Profesional que se encarga de proyectar, diseñar, dirigir la construcción y el mantenimiento de edificios, urbanizaciones, ciudades y estructuras de diverso tipo. Su arte se basa en reflexionar sobre conceptos del habitar bajo necesidades sociales. Es un profesional con nivel de estudios superiores, que requiere una profunda formación técnica, artística y social. Proyectar edificaciones, espacios urbanos o varias estructuras, y velar por el adecuado desarrollo de su construcción y mantenimiento, es la consecuencia de dicha reflexión, generando un entorno y espacios habitables para el ser humano. (Wikipedia)

“El arquitecto debe ser un profeta. Un profeta en el verdadero sentido del término. Si no puede ver por lo menos diez años hacia adelante no lo llamen arquitecto”
Frank Lloyd Wright (1867-1959) Arquitecto estadounidense

EL MANANTIAL (The fountainhead) – 1949

Director King Vidor
Guion Ayn Rand
Fotografía Robert Burks
Música Max Steiner
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 114m. B/N
Reparto Gary Cooper, Patricia Neal, Raymond Massey, Kent Smith, Robert Douglas, Henry Hull, Ray Collins, Jerome Cowan.

«Todo lo que tenemos, todos los grandes logros, han surgido del trabajo independiente de mentes independientes, y todos los horrores y destrucciones de los intentos de obligar a la humanidad a convertirse en robots sin cerebro ni alma, sin derechos personales, sin ambición personal, sin voluntad, esperanza o dignidad. Es un conflicto antiguo y tiene otro nombre: lo individual contra lo colectivo»

Enardecida introspección reivindicativa de la creación artística y su autoría frente a los mediocres intereses comerciales del poder establecido, basada en la novela homónima de Ayn Rand (pseudónimo de la escritora rusa de origen judío Alisa Zinóvievna Rosenbaum), que, con toda justicia, ha pasado a la posteridad como uno de los melodramas hollywoodienses más recordados de los cuarenta. En una sesgada apología del individualismo sin concesiones y, en consecuencia, del sistema capitalista liberal, en discrepancia con el vulgarizante parasitismo del ideario colectivista, desarrollaba la implacable lucha de un arrogante e innovador arquitecto (trasunto de Frank Lloyd Wright) para no ver alterada su obra y sobrellevar el desbordante romance adúltero que vive con la esposa de un magnate periodístico sin escrúpulos. King Vidor, que se vio obligado a cambiar el final por imposiciones de la productora, supo conferir la emoción y el dinamismo adecuados a la puesta escena e imbuir de una tremenda fuerza erótica las tórridas escenas de pasión entre unos ya de por sí intensamente enamorados Gary Cooper y Patricia Neal, en lo que significaría uno de los romances cinematográficos más arrebatadores del momento.

Otras películas protagonizadas por un ARQUITECTO

Un extraño en mi vida – Richard Quine (1960)
Antonio Gaudí – Hiroshi Teshigahara (1984)
El vientre del arquitecto – Peter Greenaway (1987)