Alfred Hitchcock

EPÓNIMO (Rebeca)

Persona o lugar cuyo nombre se usa para nombrar a un pueblo, concepto u objeto de cualquier clase, habitualmente como una forma de homenaje a dicha persona (…) La eponimia era una costumbre ya presente en épocas arcaicas, en las que era frecuente llamar a un período por el gobernante que ocupase el cargo. (Wikipedia)

«Hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña, al terminar su obra maestra, al afeitarse sin un solo tajito; no toda recaída va de arriba a abajo, porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa cuando ya no se sabe adónde se está. Probablemente Ícaro creía tocar el cielo cuando se hundió en el mar epónimo, y Dios te libre de una zambullida tan mal preparada.»
Julio Cortázar (1914-1984) Escritor, profesor y traductor argentino

REBECA (Rebeca) – 1940

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Director Alfred Hitchcock
Guion Robert E. Sherwood y Joan Harrison.
Fotografía George Barnes
Música Franz Waxman
Producción Selznick International
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 130m. B/N
Reparto Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson, Nigel Bruce, Reginald Denny, C. Aubrey Smith, Gladys Cooper.

«Quisiera que se inventara algo para embotellar los recuerdos, igual que los perfumes, y que nunca se desvaneciesen. Y que cuando yo quisiera, pudiera revivirlos destapando la botella.»

‘Anoche soñé que regresaba a Manderley…’ Esta mítica frase servía como evocadora introducción a esta magistral combinación de drama romántico/psicológico y lúgubre intriga de terror gótico, basada en una más bien discreta novela homónima de Daphne du Maurier, que supuso el pistoletazo de salida a la etapa de Hitchcock en Hollywood, donde acudió contratado por el todopoderoso David O. Selznick. En un auténtico portento de dinamismo narrativo, barroca estilización plástica y subyugante sentido de la atmósfera, el maestro del suspense dimensionaba el romance entre una dulce y apocada dama de compañía y un atormentado aristócrata inglés, atenazado por el misterioso atolladero de melancolías, recelos y veladas pasiones que suscita el omnipresente e idealizado recuerdo de su difunta primera esposa. En España, la película alcanzó tanto éxito que su título sirvió para bautizar el tipo de chaquetilla de punto abotonada que lucía su protagonista y la vileza de su principal personaje secundario (una Judith Anderson de presencia casi espectral) para acuñar una expresión coloquial comparativa: ‘Eres más mala que el ama de llaves de Rebeca’.

Otras películas cuyo personaje del título ha dado lugar a un EPÓNIMO

Svengali – Archie Mayo (1931)
Lolita – Stanley Kubrick (1962)
La Celestina – César Fernández Ardavin (1969)

ACUSACIÓN (El proceso Paradine)

Cargo que se formula ante autoridad competente contra una o varias personas determinadas, por considerarlas responsables de un delito o falta, con el objetivo de que se le aplique la sanción prevista. Esta persona recibe el nombre de acusado. (Wikipedia)

“Casi siempre. a las acciones de los malvados las persigue primeramente la sospecha, luego el rumor y la voz pública, la acusación después y, finalmente, la justicia”
Marco Tulio Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.) Político, filósofo, escritor y orador romano

EL PROCESO PARADINE (The Paradine case) – 1947

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Director Alfred Hitchcock
Guion David O. Selznick y Alma Reville.
Fotografía Lee Garmes
Música Franz Waxman
Producción ABC/David O. Selznick
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 125m. B/N
Reparto Gregory Peck, Ann Todd, Alida Valli, Charles Laughton, Charles Coburn, Ethel Barrymore, Louis Jourdan, Leo G. Carroll.

«Los mejores hombres siempre acaban con las peores mujeres»

La inevitable pugna entre la obsesiva meticulosidad de Hitchcock y el intrusivo autoritarismo megalomaníaco de David O. Selznick, contenida en sus tres brillantes colaboraciones previas, estalló por fin con este subestimado melodrama judicial, basado en una novela homónima de Robert S. Hichens. La imposición del productor de ciertos actores (Gregory Peck, entre ellos), su implicación en el guion o sus constantes interferencias en el rodaje no consiguieron aplacar la perversa inventiva y la pasión por el detalle ostentadas por el realizador británico para elucidar el paulatino proceso de degradación personal y profesional que sufre un prestigioso, honesto y felizmente casado jurista londinense tras aceptar la defensa de una misteriosa y altiva dama de la alta sociedad, acusada de haber envenenado a su invidente esposo. La clásica dicotomía entre razón y pasión dominaba una intriga de opresiva escenografía, enfermizo sentido de la moral y poderosa capacidad expresiva, especialmente palpable en la destreza de sus encuadres y en unos movimientos de cámara tan estilosos como innovadores.

Otras películas que describen la defensa de una ACUSACIÓN de asesinato

Testigo de cargo – Billy Wilder (1957)
El sargento negro – John Ford (1960)
Matar un ruiseñor – Robert Mulligan (1962)43

BESO (Encadenados)

Contacto o presión que se hace con los labios sobre una persona o una cosa, contrayéndolos y separándolos, en señal de amor, afecto, deseo, saludo, respeto, etc. (Oxford Languages)

“Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción” (canción Siete crisantemos)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor, poeta y pintor español

ENCADENADOS (Notorious) – 1946

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Director Alfred Hitchcock
Guion Ben Hecht
Fotografía Ted Tetzlaff
Música Roy Webb
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 101m. B/N
Reparto Cary Grant, Ingrid Bergman, Claude Rains, Louis Calhern, Leopoldine Konstantin, Reinhold Schünzel, Ivan Triesault.

«No hay nada como una canción de amor para hacerte reír»

A finales de la Segunda Guerra Mundial, una atractiva joven de vida disoluta (hija de un espía alemán recién condenado por traición) conoce y se enamora de un agente de la CIA, que le propone colaborar con el gobierno estadounidense para desarticular una organización nazi con base en Brasil. Hitchcock alcanzó las mas altas cotas de inspiración y madurez estilística en esta prodigiosa hibridación entre thriller de espionaje y drama romántico, libremente basada en el relato The song of the dragon, escrito por John Taintor Foote y publicado en dos partes en el Saturday Evening Post, veinticinco años atrás. El eterno conflicto entre la pasión amorosa y el sentido del deber sobrevuela esta intriga de contornos turbios, pletórica de angustiosos lances de suspense (el robo de la llave, la escena de la bodega o el opresivo clímax final), a menudo, resueltos con sutiles movimientos de cámara y un virtuoso uso del plano secuencia. El maestro británico supo, además, burlar los tres segundos por beso permitidos por el Código Hays con una sensual sucesión de ósculos, susurros y carantoñas entre sus brillantes protagonistas de casi tres minutos de duración.

Otras películas que contienen un BESO para el recuerdo

Lo que el viento se llevó – Victor Fleming (1939)
El hombre tranquilo – John Ford (1952)
De aquí a la eternidad – Fred Zinnemann (1953)

REFINAMIENTO (Atormentada)

Actitud de la persona que se caracteriza por su exquisitez y delicadeza. (Larousse Editorial)

«El vampiro está propenso a ser víctima de vehementes pasiones, parecidas a las del amor, ante determinadas personas. Para obtener su sangre, pone en juego una paciencia infinita y recurre a toda clase de estratagemas a fin de superar los obstáculos que le separan del objeto deseado. No desiste de su empresa hasta que su pasión ha sido colmada y ha podido sorber la vida de la codiciada víctima. Llegan incluso a contraer matrimonio con ella, prorrogando su placer criminal con el refinamiento de un epicúreo» (novela Carmilla)
Sheridan Le Fanu (1814-1873) Escritor irlandés

ATORMENTADA (Under capricorn) – 1949

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Director Alfred Hitchcock
Guion James Bridie
Fotografía Jack Cardiff
Música Richard Addinsell
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Reino Unido
Duración 117m. Color
Reparto Ingrid Bergman, Joseph Cotten, Michael Wilding, Margaret Leighton, Cecil Parker, Denis O’Dea, Jack Watling, Harcourt Williams.

«A una mujer refinada aquí se le hace el tiempo muy largo (…) El refinamiento es algo importante, y, sin embargo, es una carga»

En su circunstancial regreso a Inglaterra, Hitchcock cosechó un severo fracaso crítico-comercial al trasladar al cine la homónima obra teatral de John Colton y Margaret Linden, a su vez, basada en una novela original de Helen Simpson, por medio de una estructura explícitamente melodramática que desatendía el tratamiento del suspense en beneficio de un estudio de caracteres de sutil enjundia psicológica, con evidentes ecos de REBECA y la cukoriana LUZ QUE AGONIZA. Con la perspectiva del tiempo transcurrido, este envolvente y obsesivo relato ubicado en el prejuicioso Sydney colonial de 1835 emerge hoy como un drama gótico de refinada ambientación, desaforado romanticismo e inusitado vigor expresivo, donde la siempre estelar Ingrid Bergman deslumbra en la piel de una dócil y perturbada aristócrata irlandesa de oscuro pasado, refugiada en el alcohol. Persistiendo en un método similar al empleado en LA SOGA, el realizador inglés supeditó la puesta en escena a la elaborada complejidad de sus planos secuencia y a la trascendencia de unos diálogos tan ingeniosos como innecesariamente dilatados.

Otras películas que plasman el REFINAMIENTO de la nobleza

El gatopardo – Luchino Visconti (1963)
My fair lady – George Cukor (1964)
Sentido y sensibilidad – Ang Lee (1995)

ERROR (Falso culpable)

1. Concepto equivocado o juicio falso.
2. Acción desacertada o equivocada.
(RAE)
Un error judicial es una categoría de abuso a los derechos humanos y, según definición de lo que uno podría llamar estado de derecho, una infracción judiciaria cometida generalmente por órganos estatales judiciales contra privados que exigen la indemnización1​ de la víctima del mismo error. Entre los casos más famosos de error judicial se cuentan el caso de Alfred Dreyfus y el Crimen de Cuenca. (Wikipedia)

“Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia”
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) Médico español

FALSO CULPABLE (The wrong man) – 1956

Director Alfred Hitchock
Guion Maxwell Anderson y Angus MacPhail
Fotografía Robert Burks
Música Bernard Herrmann
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 105m. B/N
Reparto Henry Fonda, Vera Miles, Anthony Quayle, Harold J. Stone, Nehemiah Persoff, Charles Cooper, Richard Robbins, Tuesday Weld.

«Un hombre inocente no tiene nada que temer, recuérdelo»

Hipnótica versión cinematográfica de un verídico y lamentable caso de error judicial acaecido en 1953, según el libro The true story of Christopher Emmanuel Balestrero de Maxwell Anderson y un artículo de Herbert Brean publicado en la revista Life bajo el título A case of identity, que Hitchcock convirtió en una de las obras más atípicas, dramáticas y estremecedoramente realistas de su filmografía. Prescindiendo de su habitual sentido de la intriga para plasmar en imágenes simplemente la verdad, tal y como el indicaba a modo de prólogo en su característica aparición, describía en un tono fatalista absolutamente sobrecogedor la trágica historia de un honrado contrabajista de Nueva York que es confundido con un peligroso atracador de bancos y encarcelado por ello, hundiendo a su familia en la más cruel desgracia. Modelada con una precisión casi documental, llegándose incluso a rodar en los escenarios donde ocurrieron los hechos, presume de las soberbias interpretaciones de Henry Fonda y una extraordinaria Vera Miles, en una de las caracterizaciones más impactantes de su carrera.

Otras películas cuyo argumento versa sobre un ERROR JUDICIAL

La senda tenebrosa – Delmer Daves (1947)
El dinero – Robert Bresson (1983)
Présumé coupable – Vincent Garenq (2011)