Samuráis

CEGUERA (Zatoichi)

Discapacidad sensorial que consiste en la pérdida total o parcial del sentido de la vista. Existen varios tipos de ceguera parcial dependiendo del grado y tipo de pérdida de visión, como la visión reducida, el escotoma, la ceguera parcial (de un ojo) o el daltonismo. (Wikipedia)

“Hay una condición peor que la ceguera, y es ver algo que no es.”
Thomas Hardy (1840-1928) Novelista y poeta inglés

ZATOICHI (Zatoichi) – 2003

zatoichi

Director Takeshi Kitano
Guion Takeshi Kitano
Fotografía Katsumi Yanagishima y Hitoshi Takaya
Música Keiichi Suzuki
Producción Office Kitano/Saito Entertainment/TV Asahi/Dentsu Inc./Tokio FM/Bandai Visual
Nacionalidad Japón
Duración 115m. Color
Reparto Takeshi Kitano, Tadanobu Asano, Michiyo Oguso, Yui Natsukawa, Guadalcanal Taka, Daigoro Tachibana, Ittoku Kishibe.

«Incluso con los ojos abiertos, no veo absolutamente nada.»

Dispuesto a agregar el ‘chambara’ o drama de época japonés (jidaigeki) de capa y espada a su productiva adaptación de estilos y géneros, Takeshi Kitano recuperó uno de los personajes de ficción más célebres de la cultura tradicional nipona, concebido por el escritor Kan Shimozawa y hasta entonces caracterizado siempre para el cine por Shintaro Katsu, en un total de veintiséis películas, desde LA HISTORIA DE ZATOICHI (1962) de Kenji Misumi hasta ZATOICHI: LA OSCURIDAD ES SU ALIADO (1989), dirigida por él mismo. A través de un estimulante alarde de desenvoltura narrativa, revestido de pinceladas poéticas y continuos desahogos cómicos, emplazaba en una pequeña población rural, sometida y extorsionada por las huestes de un clan mafioso, las desinteresadas andanzas justicieras del errante masajista-samurái, cuya ceguera fortalecía su invulnerabilidad con la katana y acrecentaba su instinto para las apuestas de dados. Los heterodoxos incisos musicales que atenuaban sus ineludibles destellos de violencia coreografiada culminaban en una delirante, jubilosa y embelesadora secuencia final a modo de tap dance.

Otras películas determinadas por la CEGUERA de su protagonista

Sola en la oscuridad – Terence Young (1967)
Perfume de mujer – Dino Risi (1974)
Ray – Taylor Hackford (2004)

DEFENSA (Los siete samuráis)

Acción y resultado de defender o defenderse. Conjunto de técnicas basadas en la habilidad y la fuerza que sirven para hacer frente a un ataque. (Larousse Editorial)

“El acto de defensa es ya un ataque. Las armas para la defensa son siempre un pretexto para los que instigan las guerras. La calamidad de la guerra se origina en el fortalecimiento y potenciación de las distinciones sin sentido entre yo/otro, fuerte/débil, atacar/defender”
Masanobu Fukuoka (1913-2008) Agricultor, biólogo y filósofo japonés

LOS SIETE SAMURÁIS (Shichinin no samurai) – 1954

siete8

Director Akira Kurosawa
Guion Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni
Fotografía Asakazu Nakai
Música Fumio Hayasaka
Producción Toho
Nacionalidad Japón
Duración 205m. B/N
Reparto Toshirô Mifune, Takashi Shimura, Yoshio Inaba, Seiji Miyaguchi, Minoru Chiaki, Daisuke Kato, Isao Kimura, Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima.

«¡Recordad! Las guerras consisten en correr. Se corre tanto en el ataque como en la defensa. Si ya no puedes correr, es tu fin»

Una de las obras cumbres de su realizador, y, con casi toda seguridad, la película japonesa que mayor influencia ha tenido en el mercado occidental y, muy especialmente, en el género del western, siendo emulada en infinidad de ocasiones, entre ellas, el sobrevalorado clásico LOS SIETE MAGNÍFICOS de John Sturges. Ambientada en un Japón medieval devastado por la pobreza derivada de sus intermitentes guerras feudales, planteaba una loa al esfuerzo colectivo de poderoso aliento fordiano a partir de la numantina defensa de un pequeño pueblo de campesinos, atemorizados por las terribles incursiones de los bandidos. Un monumento fílmico de abrumadora belleza plástica y excepcional fuerza descriptiva, que fragmentaba su constante antagonismo dramático entre avezada serenidad (Shimura) y temerario entusiasmo (histriónico Mifune) en tres nítidos segmentos: el arduo reclutamiento de los samuráis a cambio de manutención, las distintas relaciones de los personajes ante la estrategia y adiestramiento de los aldeanos para el combate y, por último, los contingentes de una épica batalla final bajo la lluvia y el lodo.

Otras películas determinadas por la DEFENSA de un territorio o emplazamiento

Beau Geste – William A. Wellman (1939)
Zulú – Cy Enfield (1964)
La defensa del Dnieper – Denis Skvortsov (2009)

ANDROGINIA (Gohatto)

La androginia se refiere a un organismo que tiene características tanto masculinas como femeninas. La Real Academia Española, proporciona para ‘andrógino‘ una definición alternativa que especifica ‘Dicho de una persona: cuyos rasgos externos no corresponden definidamente con los propios de su sexo’. El andrógino sería pues o bien un ser físicamente intermedio, con rasgos sexuales de hombre y de mujer, o bien un hombre o una mujer que no aparenta de forma clara el sexo al que pertenece. (Wikipedia)

“Es ridículo decir que soy sexista, cuando soy el hombre más femenino de España, predico alcanzar el andrógino y toda mi vida me he esforzado por desarrollar la mujer que llevo dentro; y es igualmente ridículo decir que soy racista, cuando mi mujer es japonesa, he vivido la mayor parte de mi vida en Asia y África, y no me gusta vivir en Europa”
Fernando Sánchez Dragó (1936-) Escritor español

GOHATTO (Gohatto) – 1999

Director Nagisa Oshima
Guion Nagisa Oshima
Fotografía Toyomichi Kurita
Música Ryuichi Sakamoto
Producción BS Asahi/Eisei Gekijo/Bac/Kadokawa Shoten/Imagica/Oshima/RPC/Shochiku/Canal+
Nacionalidad Japón/ Francia/ Reino Unido
Duración 100m. Color
Reparto Takeshi Kitano, Ryuhei Matsuda, Shinji Takeda, Koji Matoba, Tadanobu Asano, Masatô Ibu, Masa Tommies, Uno Kanda, Yoichi Sai.

«El valor del samurái depende absolutamente de la compasión que tenga»

Tras superar múltiples problemas de financiación y recuperarse de una inoportuna apoplejía, Nagisa Oshima volvió a la dirección de películas de ficción tras casi catorce años de inactividad para retomar el motivo capital que estableció su transgresora notoriedad como cineasta: el impacable poderío del deseo físico. Adaptando conjuntamente dos relatos cortos de Ryotaro Shiba (Maegami no sozaburo y Sajoseki ranjin), ambientados en el siglo XIX e incluidos en la serie conocida como Shinsegumi keppuroku, oteaba con una densa pulcritud el inflexible hermetismo militar nipón a través de la convulsión viril avivada por un recluta samurái de belleza andrógina en el templo Nishi-Honganji de Kioto, en vísperas de la era Meiji. Habituado a romper tabúes a lo largo de su dilatada trayectoria, el realizador de EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS se adentraba en el hasta entonces prohibido tema de la homosexualidad según la tradición shudo con sinceridad e inescrutable cadencia descriptiva, gravitando su hálito contemplativo en una excepcional delicadeza plástica y el óptimo acompasamiento musical de Ryuichi Sakamoto.

Otras películas determinadas por una presencia ANDRÓGINA

Muerte en Venecia – Luchino Visconti (1971)
Something must break – Ester Martin Bergsmar (2014)
La chica danesa – Tom Hooper (2015)

TESTIMONIO (Rashomon)

Declaración que hace una persona para demostrar o asegurar la veracidad de un hecho por haber sido testigo de él. (google.com)

“La verdadera razón por la cual no tenemos los diez mandamientos en las cortes: No puedes poner no robarás, no cometerás adulterio y no prestarás falso testimonio en un edificio lleno de abogados, jueces y políticos. Crearía un ambiente de trabajo hostil”
George Carlin (1937-2008) Comediante, actor, autor y crítico social estadounidense

RASHOMON (Rashômon) – 1950

Director Akira Kurosawa
Guion Akira Kurosawa y Shinobu Hashimoto
Fotografía Kazuo Miyagawa
Música Fumio Hayasaka
Producción Daiei
Nacionalidad Japón
Duración 88m. B/N
Reparto Toshirô Mifune, Machiko Kyô, Masayuki Mori, Takashi Shimura, Minoru Chiaki, Kichijirô Ueda, Noriko Honma, Daisuke Katô.

«Los hombres siempre decimos mentiras. Tenemos tantas cosas ocultas que no somos sinceros ni con nosotros mismos»

Majestuosa adaptación del relato homónimo de Ryunosuke Akutagawa, inspirado en la recopilación anónima de cuentos clásicos Konjaku Monogatarishu, que significó la revelación al amplio mercado occidental de su eminente realizador y, por añadidura, el descubrimiento del formidable potencial creativo que aglutinaba la cinematografía japonesa del momento. A través de una curiosa estructura espacio-temporal sustentada en flashbacks con historias cruzadas, narraba desde múltiples perspectivas los contradictorios testimonios que relacionaban a un bandido con la cruenta violación de la esposa de un samurái y el posterior asesinato de éste. Kurosawa resolvió esta trágica fabula medieval sobre la mentira como factor intrínseco en el desarrollo de las relaciones humanas por medio de una puesta escena de impoluta solemnidad, singularizada por un extraordinario ritmo descriptivo, un presuntuoso virtuosismo visual y un rotundo dominio en la dirección de actores. La película ha sido reinterpretada u homenajeada en múltiples ocasiones, entre las que destaca el musical LES GIRLS (1957) de George Cukor o el western CUATRO CONFESIONES (1964) de Martin Ritt.

Otras películas construidas a partir de distintos TESTIMONIOS sobre un mismo suceso

Ciudadano Kane – Orson Welles (1941)
Forajidos – Robert Siodmak (1946)
Testigo de cargo – Billy Wilder (1957)

SEPPUKU (Harakiri)

Suicidio ritual japonés por desentrañamiento. El seppuku formaba parte del bushidō, el código ético de los samuráis, y se realizaba de forma voluntaria para morir con honor en lugar de caer en manos del enemigo y ser torturado, o bien como una forma de pena capital para aquellos que habían cometido serias ofensas o se habían deshonrado. La ceremonia del seppuku es parte de un ritual más elaborado que se realiza generalmente delante de espectadores clavándose un arma corta en el abdomen, tradicionalmente un tantō, y realizando un corte de izquierda a derecha. (Wikipedia)

«Quería haber utilizado su sangre para escribir el carácter que significa espada, pero el dolor pudo con él. Para acabar el seppuku, dos de sus ayudantes le decapitaron. El denominado por la prensa incidente tuvo repercusión mundial: Mishima había sido propuesto tres veces al Nobel, y en Japón su ideología fascista había cuajado en ciertos sectores» (artículo La vida de Yukio Mishima, una obra de arte y muerte)
Gregorio Belinchón (1971-) Cineasta y crítico de cine español

HARAKIRI (Seppuku) – 1962

Director Masaki Kobayashi
Guion Shinobu Hashimoto
Fotografía Yoshio Miyajima
Música Tôru Takemitsu
Producción Shochiku Kinema Kenkyû-jo/Shôchiku Eiga
Nacionalidad Japón
Duración 133m. B/N
Reparto Tatsuya Nakadai, Rentarô Mikuni, Akira Ishihama, Shima Iwashita, Tetsurô Tanba, Masao Mishima, Ichirô Nakatani, Kei Satô.

«Esa es vuestra espada, por ella moriréis. Para un samurái, su espada es su alma. Por lo tanto, ¿qué otra podría ser más apropiada para él?»

Instaurada la paz en pleno shogunato Tokugawa (1630), miles de guerreros nipones padecen una desesperada situación de indigencia que les obliga a pedir limosna o, incluso, a plantearse el suicidio por desentrañamiento según regula el código ético de los samuráis (Bushido). A través de un insuperable armazón descriptivo fundamentado en un ejemplar encadenamiento de flashbacks y un impresionante tratamiento visual en Scope con una rigurosa concepción arquitectónica del espacio, Kobayashi fusionaba drama, intriga y acción al pormenorizar porqué un veterano ronin (excelso Tatsuya Nakadai) acude al palacio de un respetado clan a fin de solicitar los requisitos necesarios para formalizar dicha ceremonia mortuoria (Seppuku). Esta emblemática obra maestra del cine japonés, basada en la novela Ibun rônin-ki de Yasuhiko Takiguchi y recientemente versionada por Takashi Miike (2011), deviene un visceral reproche a la ruindad, la hipocresía y el insustancial tradicionalismo que imperaba en la sociedad feudal bajo erróneos conceptos del honor, la valentía, el orgullo o la dignidad. Imposible resulta olvidar la brutal crudeza de la escena del harakiri, el fantasmagórico duelo a espadas en la llanura campestre o la coreográfica lucha final del protagonista contra decenas de samuráis.

Otras películas sobre el ritual del SEPPUKU

Los cuarenta y siete samuráis – Kenji Mizoguchi (1941)
Patriotismo (El rito de amor y muerte) – Yukio Mishima y Domoto Masaki (1966)
Mishima: Una vida en cuatro capítulos – Paul Schrader (1985)