Mes: enero 2020

HEMIPLEJIA (Amor)

Trastorno del cuerpo del paciente en el que la mitad contra lateral de su cuerpo está paralizada. Es normalmente el resultado de un accidente cerebrovascular, aunque también pueden provocarla enfermedades que afecten la espina dorsal o los hemisferios cerebrales. La parálisis cerebral también puede afectar un solo hemisferio, resultando en una limitación de funciones. Esto no causa parálisis necesariamente pero sí espasmos. La parálisis cerebral en la que este sea el único síntoma también puede denominarse hemiplejia.

«Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral»
José Ortega y Gasset (1883-1955) Filósofo y ensayista español

AMOR (Amour) – 2012

Director Michael Haneke
Guion Michael Haneke
Fotografía Darius Khondji
Música Franz Schubert, Ludwig van Beethoven y Johann Sebastian Bach
Producción Les Films du Losange/X Filme Creative Pool/Wega-Film/France 3 Cinéma/ARD degeto/BR/WDR/France Télévisions
Nacionalidad Austria/ Francia/ Alemania
Duración 127m. Color
Reparto Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva, Isabelle Huppert, William Shimell, Ramón Agirre, Rita Blanco, Alexandre Tharaud, Laurent Capelluto.
* Ludwig van Beethoven – Bagatelle opus 126 no.2

«No hay ninguna razón para seguir viviendo. Ya sé que sólo puedo empeorar. ¿Por qué imponernos esto a ti y a mi?»

Apartándose del sendero de la crueldad y la violencia para penetrar en el todavía para él ignoto territorio de la tristeza y el dolor de índole amorosa, Haneke nos impulsaba a presenciar el consternador e irreversible trance que subvierte la vida en común de una octogenaria pareja de profesores de música parisinos, que no es otro que el instante en el que ella queda hemipléjica y él asume su cuidado con entereza, resignación y entrega absoluta. Evidenciando un insuperable dominio del espacio interior, el perturbador cineasta austriaco proponía un sombrío y desasosegante recorrido emocional por el deterioro físico y psíquico que conlleva la vejez a través de una puesta en escena que transpiraba cierta esencia bergmaniana por su aséptica y retorcida premiosidad descriptiva, fundamentada en la abrumadora semántica del plano sostenido. Una película humana, metafórica e incómodamente realista, exenta de afectaciones tremendistas ni señuelos sentimentaloides y ennoblecida por las portentosas interpretaciones de su perfecta pareja protagonista.

Otras películas en las que uno de sus principales personajes sufre una HEMIPLEJIA

Torrente, el brazo tonto de la ley – Santiago Segura (1998)
Rancho aparte – Edi Flehner (2007)
Poesía – Lee Chang-Dong (2010)

TRANSMUTACIÓN (El lobo humano)

Acción de cambiar o transformarse una persona o cosa. (K Dictionaries Ltd)

«Para amarte me he desgarrado el mundo de los hombros y he quedado desierta en mar y estrella, sencilla como la claridad. Aquí no hay geografía para manos ni espíritu. Estoy sobre el silencio y en el silencio mismo de una transmutación donde nada es orilla» (poema Transmutación)
Julia de Burgos (1914-1953) Poetisa portorriqueña

EL LOBO HUMANO (Werewolf of London) – 1935

Director Stuart Walker
Guion Robert Harris
Fotografía Charles Stumar
Música Karl Hajos
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 79M. B/N
Reparto Henry Hull, Warner Oland, Valerie Hobson, Lester Matthews, Spring Byington, Ethel Griffes, Clark Williams, J.M. Kerrigan.

«El hombre lobo no es hombre ni lobo, sino una criatura satánica con las peores cualidades de ambos»

Primera incursión sonora en el tema de la licantropía, que, junto a otra proverbial y algo vetusta producción de la Universal, EL HOMBRE LOBO (1941) de George Waggner, contribuyó a establecer las bases fímicas para futuras manifestaciones del personaje, sin duda, uno de los más emblemáticos y prolíficos de la historia del género fantástico. Si bien esta segunda versión, deslucida por la espantosa actuación de Lon Chaney Jr. y un sentido de la atmósfera harto discutible, afianzó el definitivo arquetipo de este atormentado ser, la película de Stuart Walker adquiere en la actualidad mayor interés por el atractivo lirismo primitivo de su realización y por un argumento mucho más persuasivo, aderezado con precisos toques de osado humor negro, donde el origen de la maldición se localizaba en las montañas del Tíbet y la víctima era un destacado doctor en botánica londinense. El estupendo maquillaje de Jack Pierce (responsable también de la subsiguiente transmutación) inspiraría posteriores relecturas del mito, como la preciosista y filosófica LOBO (1994) de Mike Nichols.

Otras películas que contienen una TRANSMUTACIÓN licantrópica

La maldición del hombre-lobo – Terence Fisher (1961)
Un hombre-lobo americano en Londres – John Landis (1981)
El hombre lobo – Joe Johnston (2010)

INSTITUTRIZ (Sonrisas y lágrimas)

Mujer encargada de la educación o instrucción de uno o varios niños de una familia. (Larousse Editorial)

«Reina Victoria, mi padre y todo su tabaco te amaban. Yo también te amo en todas tus formas. La virgen delgada y encantadora flotando entre la cerveza alemana, la institutriz media de los enormes mapas rosados, el doliente solitario de un príncipe…» (canción Queen Victoria)
Leonard Cohen (1934-2016) Poeta, novelista y cantautor canadiense.

SONRISAS Y LÁGRIMAS (The sound of music) – 1965

Director Rober Wise
Guion Ernest Lehman
Fotografía Ted McCord
Música Irving Costal
Producción 20th. Century Fox/Argyle Enterprises
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 168m. Color
Reparto Julie Andrews, Christopher Plummer, Eleanor Parker, Richard Haydn, Peggy Wood, Charmian Carr, Heather Menzies, Duane Chase.

«Eres la duodécima de una larga lista de institutrices que han venido a cuidar a mis hijos desde que murió su madre. Confío en que será una mejora respecto a la última. Ella se quedó solo dos horas»

Un ilusorio canto a la pasión de vivir, a la armonía familiar y al esplendor de la naturaleza, basado en el exitoso musical homónimo que Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II concibieron a partir de la novela autobiográfica de Maria von Trapp, previamente adaptada al cine por Wolfgang Liebeneiner en 1956, en torno a la atractiva institutriz de pasado novicio que trunca con su comprensión, simpatía y viveza la tan estricta como burda cotidianeidad disciplinaria impuesta a sus siete hijos por un retirado oficial de la marina austríaca en los albores de la Segunda Guerra Mundial. La majestuosa realización de Robert Wise y la sensacional dirección artística de Boris Leven, unidas a la dulce y cristalina voz con la que Julie Andrews enriquecía canciones tan pegadizas como My favourite things, Edelweiss, Do-re-mi, Something good o el título que da nombre a la película, The sound of music, eximían de su almibarada cursilería a este gratificante reclamo al inaplazable anhelo de alcanzar la felicidad, localizado en los bucólicos prados y montañas nevadas de Salzburgo, excelsamente fotografiadas por Ted McCord.

Otras películas protagonizadas por una INSTITUTRIZ

Alma rebelde – Robert Stevenson (1943)
Suspense – Jack Clayton (1961)
Ana y los lobos – Carlos Saura (1972)

CATARSIS (Secretos y mentiras)

1. Entre los antiguos griegos, purificación de las pasiones del ánimo mediante las emociones que provoca la contemplación de una situación trágica.
2. Liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso. (google.com)

«Incendios que se pueden armar, catarsis que nos pueden calar hasta los huesos. Sabes que soy un experto, además últimamente siempre estoy en mi peor momento» (canción No te preocupes por mí)
José Miguel Conejo ‘Leiva’ (1980-) Músico y cantautor español

SECRETOS Y MENTIRAS (Secret and lies) – 1996

Director Mike Leigh
Guion Mike Leigh
Fotografía Dick Pope
Música Andrew Dickson
Producción Channel Four Films/Thin Man Films/CiBy 2000
Nacionalidad Gran Bretaña/ Francia
Duración 142m. Color
Reparto Brenda Blethyn, Marianne Jean-Baptiste, Timothy Spall, Phyllis Logan, Lee Ross, Claire Rushbrook, Elizaneth Berrington, Ron Cook.

«Secretos y mentiras. Todos estamos sufriendo. ¿Por qué no podemos compartir nuestro dolor? Me he pasado toda la vida tratando de hacer feliz a la gente… y las tres personas que más amo se odian. ¡Yo estoy en el medio! ¡No lo soporto más!»

Sublime y conmovedor monumento al melodrama social contemporáneo, centrado en el controvertido tema de la adopción y la necesaria búsqueda por ratificar nuestra identidad, que representó la definitiva consagración de un realizador especializado en documentar con sátira las máculas de la neoliberalista sociedad thatcheriana. La historia de una joven negra de la burguesía londinense, que, tras el fallecimiento de sus padres adoptivos, decide investigar sus antecedentes hasta descubrir que su madre biológica es una soltera de edad madura, de clase media-baja y de raza blanca, confluía en una catarsis emocional idónea para profundizar en los prejuicios, inquinas, hipocresías, desafecciones y problemas de comunicación que convergen en muchos entornos familiares. La película, diseccionada con absoluta sinceridad a través de una sobria narración de acentuado carácter realista, ennoblece y humaniza gracias a una perspicaz e inspirada dirección de actores, todos ellos espléndidos en sus improvisadas interpretaciones, entre los que sobresale una frágil, sensible y sobrecogedora Brenda Blethyn.

Otras películas donde se desata una especie de CATARSIS emocional de ámbito familiar

Martín (Hache) – Adolfo Aristarain (1997)
Celebración – Thomas Vinterberg (1998)
Todos lo saben – Asghar Farhadi (2018)

TAMAÑO (El increíble hombre menguante)

Magnitud o dimensión de un elemento. El tamaño puede medirse en longitud, ancho, altura, diámetro, perímetro, área, volumen o masa. La forma más frecuente de percepción del tamaño para los humanos es a través de la vista. La forma más común de percibir una medida es comparar la de un elemento observado por primera vez con la medida de un objeto que te resulte familiar. La visión binocular es la capacidad de los humanos para percibir la profundidad, ella permite saber qué elemento están más cerca y cuáles más lejos. La percepción del tamaño puede manipularse, jugando con distintos puntos de vista y perspectivas. (Wikipedia)

“A todo hombre le ocurren grandes aventuras, a pesar de que esté encerrado en un cuarto de diez metros, pues el tamaño de los sucesos individuales se mide por la repercusión en el alma”
Fernando González Ochoa (1895-1964) Escritor y filósofo colombiano

EL INCREÍBLE HOMBRE MENGUANTE (The incredible shrinking man) – 1957

Director Jack Arnold
Guion Richard Matheson
Fotografía Ellis W. Carter
Música Joseph Gershenson
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 81m. B/N
Reparto Grant Williams, Randy Stuart, April Kent, Paul Langton, Raymond Bailey, William Schallert, Billy Curtis.

«Sentí que mi cuerpo disminuía, se disolvía, se convertía en la nada. Desapareció el miedo y se convirtió en aceptación. Toda la majestuosa grandeza de la creación debía tener un significado y yo tenía un significado. Sí, yo, el más pequeño entre los pequeños, también tenía un significado»

Impecable adaptación de la no menos estupenda novela de Richard Matheson The shrinking man, guionizada por el propio escritor, que perdura como la categórica obra maestra de su realizador y despunta como uno de los más exuberantes clásicos del cine fantástico engendrados en el Hollywood de los años cincuenta. A través de una narrativa lineal de vigorosa concisión y una enjundia visual apabullante, pletórica en la rentabilización de sus tersos trucajes artesanales, proponía una perversa fábula de trasfondo filosófico e inesperado colofón panteísta (ni el realizador ni el guionista comulgaron ante semejante imposición del estudio) en torno al sobrecogedor e imparable proceso de empequeñecimiento que experimenta un ciudadano de clase media a raíz de entrar en contacto con una fortuita aleación de niebla radiactiva e insecticida. El magistral uso de las maquetas hechas a escala, los efectos ópticos y las transparencias fue decisivo para transmitir la alteración del orden cotidiano y su gradual sucesión de peligros: entre ellos, el ataque de una mascota felina, la amenaza de una araña común o el cariz torrencial y tempestuoso que adquiere un mero escape de agua.

Otras películas donde algún que otro personaje pierde TAMAÑO hasta límites insospechados

Muñecos infernales – Tod Browning (1936)
Cariño, he encogido a los niños – Joe Johnston (1989)
Una vida a lo grande – Alexander Payne (2017)