Alfred Newman

CONDENA (Sólo se vive una vez)

Pena impuesta por un juez o un tribunal. (google.com)

«Somos los pequeños y hermosos ladrones y tú estás parado en nuestras calles. Donde Héctor fue el primero de la banda que tuvo una pistola en la mano y el primer en cumplir una condena. El primero de la banda en morir» (canción The first of the gang to die)
Morrissey (1959-) Cantante, compositor y autor británico

SÓLO SE VIVE UNA VEZ (You only live once) – 1937

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Director Fritz Lang
Guion Graham Baker y Gene Towne
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 86m. B/N
Reparto Henry Fonda, Sylvia Sidney, Barton McLane, William Gargan, Margaret Hamilton, Jerome Cowan, Jean Dixon, Ward Bond.

«Quizás nuestro hogar sea cualquier sitio. El coche, ahí fuera bajo aquella estrella… Cualquier sitio es nuestro hogar»

En su segundo largometraje hollywoodiense, Fritz Lang persistió en indagar acerca de la inexorable fatalidad del destino, la culpabilidad y la relatividad de la justicia, obsesiones temáticas que seguirían alimentando el grueso de su filmografía, al describir con precisión y dinamismo la incapacidad de un exconvicto para reinsertarse a una sociedad egoísta, discriminatoria y colmada de prejuicios. La sorprendente simbiosis entre la progresiva inclinación romántico/poética de su autor y una rigurosidad compositiva dimanante de su anterior etapa expresionista dio como fruto una cálida, apasionada y conmovedora obra maestra, tanto por el paulatino desarrollo de su angustiosa intriga como por la intensa atmósfera de desesperanza que impregna una narración pletórica de grandes momentos, como la hermosa y premonitoria escena en el estanque de ranas. Mención especial merece el trabajo de la sublime pareja protagonista, cuyo quehacer interpretativo alcanza unas cotas de intensidad dramática difícilmente superadas en los anales del género negro estadounidense.

Otras películas cuyo protagonista sale de prisión tras cumplir una CONDENA

Las uvas de la ira – John Ford (1940)
Rififí – Jules Dassin (1955)
Lo que arde – Oliver Laxe (2019)

BIGOTE (El pistolero)

Pelo que crece en la región de la cara comprendida entre el límite inferior de la nariz y el labio superior. Los pelos verdaderamente son conspicuos en los hombres adultos, como también lo suele ser la barba (…) En algunos casos sirve para cubrir defectos en la piel o cicatrices, o utilizarse simplemente como adorno o según la moda. Suele ser necesario cuidarlo y recortarlo regularmente. (Wikipedia)

«Bajo el bigote gris, labios de hastío, y una triste expresión que no es tristeza, sino algo más y menos, el vacío del mundo en la oquedad de su cabeza» (canción Del pasado efímero)
Joan Manuel Serrat (1943-) Cantautor, compositor, actor, escritor, poeta y músico español

EL PISTOLERO (The gunfighter) – 1950

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Director Henry King
Guion William Bowers y William Sellers
Fotografía Arthur C. Miller
Música Alfred Newman
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 84m. B/N
Reparto Gregory Peck, Helen Westcott, Millard Mitchell, Jean Parker, Karl Malden, Mae Marsh, Richard Jaeckel, Skip Homeier.

«En realidad, no vives… Sin alegría alguna, no tienes donde ir, solo evitar que puedan asesinarte (…) Esperando caer en manos de otro bravucón que sea como uno era»

En uno de los largometrajes más redondos de su filmografía, el versatil Henry King aunaba la intensidad dialéctica traslucida en JOHNNY GUITAR u otros ‘western de interiores’ con las claustrofóbicas coordenadas espacio-temporales propias de denominado ‘western psicológico’, subgénero efímero que tuvo en SOLO ANTE EL PELIGRO a su más prestigioso espécimen y del que este film se erige en uno de sus más dignos precursores. A partir de un argumento ideado por el también realizador André De Toth, describía la llamativa arribada a la pequeña localidad de Cayenne de un legendario pistolero, que, en un decidido propósito de redención, pretende recuperar el amor de su esposa y de su hijo en común para emprender una nueva vida familiar, lejos de una reputación que lo convierte en ansiado blanco de todo tipo de matones. Ejemplar interpretación de Gregory Peck como obvio trasunto del mítico forajido Johnny Ringo (de ahí su singular bigote) para una película de voluntad realista e idiosincrasia desmitificadora, que sobresale por la circunspecta modulación de su urdimbre dramática.

Otras películas cuyo protagonista sucumbió de forma puntual a la estética del BIGOTE

Viva Zapata – Elia Kazan (1952) / Marlon Brando
Easy rider (Buscando mi destino) – Dennis Hopper (1969) / Dennis Hopper
Sérpico – Sidney Lumet (1973) / Al Pacino

CARBÓN (¡Qué verde era mi valle!)

Roca sedimentaria organógena de color negro, muy rica en carbono y con cantidades variables de otros elementos, principalmente hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno. Principalmente es utilizada como combustible fósil.
El objetivo de la minería de carbón es la obtención de carbón y a veces otros recursos del suelo. El carbón es valorado por su contenido energético y, desde la década de 1880, ha sido ampliamente utilizado para generar electricidad. Las industrias de acero y cemento usan carbón como combustible para la extracción de hierro de rocas y minerales y para la producción de cemento. (Wikipedia)

“El amor se parece al carbón: cuando está candente quema; cuando está frío, ensucia”
Vasili Grossman (1905-1964) Escritor y periodista soviético

¡QUÉ VERDE ERA MI VALLE! (How green was my valley (1941)

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Director John Ford
Guion Philip Dunne
Fotografía Arthur B. Miller
Música Alfred Newman
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 118m. B/N
Reparto Walter Pidgeon, Maureen O’Hara, Roddy McDowall, Donald Crisp, John Loder, Anna Lee, Arthur Shields, Barry Fitzgerald, Patric Knowles.

«Formen su sindicato. Lo necesitan. Solos son débiles, unidos serán fuertes. Pero recuerden que a la fuerza se une la responsabilidad hacia ustedes y hacia los demás, porque no se puede vencer la injusticia con más injusticia»

Emocionante y poética adaptación de la famosa novela homónima de Richard Llewellyn, producida por el omnipotente Darryl F. Zanuck, que, con todo merecimiento, ocupa un lugar de privilegio entre las obras más ilustres y prestigiosas obras de la majestuosa filmografía fordiana. La paulatina desintegración de una familia numerosa de mineros del carbón en el tradicional y devoto sur del País de Gales de finales del siglo XIX, evocada con nostalgia por el miembro más joven de la misma, sirvió para analizar con suma agudeza costumbrista el tema de la explotación proletaria, sus consecuentes brotes sindicalistas y su obvia incidencia en la fortaleza del núcleo familiar. La vertiente humana, romántica y melancólica de su realizador quedó reafirmada en esta oda al caprichoso e implacable fluir de la memoria, embellecido por la espléndida fotografía de Arthur B. Miller, una sensacional dirección artística a cargo de un equipo liderado por el canadiense Richard Day y, sobre todo, un inspiradísimo conjunto de intérpretes, del que sobresale una Maureen O’Hara tan conmovedora como absolutamente esplendorosa.

Otras películas ambientadas en el mundo de la MINERÍA DEL CARBÓN

Carbón – G.W. Pabst (1931)
Le point du jour – Louis Daquin (1949)
Germinal – Claude Berri (1993)

DESIGUALDAD (Calle sin salida)

Condición o circunstancia de no tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma que otro, o de diferenciarse de él en uno o más aspectos. (google.com)
Se entiende por desigualdad social a una situación de disparidad o desventaja de alguna porción de la ciudadanía de un país, o entre países de una región, o entre regiones del mundo, respecto a otras que se ven favorecidas injustamente. (concepto.de)

“No tiene sentido decir que los hombres son iguales ante la ley, cuando es la ley mantenedora de su desigualdad”
Ramiro de Maeztu (1875-1936) Diplomático y escritor español

CALLE SIN SALIDA (Dead end) – 1937

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Director William Wyler
Guion Lillian Hellman
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 93m. B/N
Reparto Sylvia Sidney, Joel McCrea, Huphrey Bogart, Marjorie Main, Claire Trevor, Ward Bond, Wendy Barrie, Allen Jenkins, Billy Halop.

«Puede ser que esté equivocado. Todos cometemos errores, jefe. Por eso ponen la goma en los extremos de los lápices»

Una de las obras más insólitas surgidas de la fructífera asociación entre William Wyler y el productor Samuel Goldwyn la encontramos en esta notable combinación de drama social y cine negro, basada en la homónima pieza teatral realista de Sidney Kingsley, que, con el tenue trasfondo de una sensible historia de amor, presentaba la vida cotidiana en un conflictivo suburbio neoyorquino (impecablemente recreado en estudio) para incidir en la desigualdad económica y el paro como principales causas de la delincuencia. Sin poder evitar la procedencia escénica del relato, la película fundamentó su valor artístico en la habitual destreza descriptiva de su infravalorado realizador, así como en sus elevadas dotes en la dirección de actores, comandados por un Humphrey Bogart en plena ascensión al estrellato. Entre el reparto, cabía destacar la incorporación a la gran pantalla de los ‘Dead End Kids’, un grupo juvenil procedente del East Side que ya había protagonizado la versión teatral en Broadway, y, que a partir de entonces, gozaría de cierta fama llegando a intervenir en otros seis largometrajes, entre ellos el insigne clásico ÁNGELES CON CARAS SUCIAS.

Otras películas determinadas por el estigma de la DESIGUALDAD SOCIAL

Cadenas rotas – David Lean (1946)
Macario – Roberto Gavaldón (1960)
Parásitos – Bong Joon-ho (2019)

RULETA (La ciudad sin ley)

Juego de azar que se juega principalmente en los casinos y en el que los participantes apuestan sobre unos números que figuran en un tablero; se lanza una bola sobre una rueda horizontal que gira dividida en 36 casillas radiales numeradas y alternativamente rojas y negras; cuando la rueda se para, la bola cae en uno de los números y reciben premio los que hayan apostado sobre él, sobre su color, sobre la línea en que figura este en el tablero, etc. (google.com)

“Y no habléis demasiado pronto, pues la ruleta todavía está girando y no ha nombrado quién es el elegido, porque el perdedor ahora será el ganador más tarde porque los tiempos están cambiando” (canción The times they are a-changing)
Bob Dylan (1941-) Músico, compositor, cantante y poeta estadounidense

LA CIUDAD SIN LEY (Barbary Coast) – 1935

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Director Howard Hawks
Guion Ben Hecht y Charles MacArthur
Fotografía Ray June
Música Alfred Newman
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 97m. B/N
Reparto Miriam Hopkins, Edward G. Robinson, Joel McCrea, Walter Brennan, Frank Craven, Brian Donlevy, Harry Carey, Donald Meek.

«Hay algo del alma que no se puede tocar. Podemos hundirnos en el barro hasta el cuello, pero ese algo sigue limpio y brillante (…) Tienes que creerme porque es cierto, el amor borra todo lo demás»

Impecable aleación de western, comedia, drama romántico y cine negro, ambientada en la floreciente pero caótica, hostil y corrupta San Francisco de la fiebre del oro, allá por 1849, que exponía con vigoroso ritmo descriptivo la relación triangular entre una ambiciosa y refinada mujer de oscuro pasado, el disoluto e implacable propietario del salón de juego donde trabaja manejando la ruleta y un enamoradizo ‘forty-niner’ neoyorquino con vocación de rapsoda. A través de una puesta en escena de irrespirable intensidad dramática, fundamentada en unos diálogos tan mordaces como absorbentes, la película hurgaba en los brumosos confines que separan la civilización de la barbarie o el progreso del primitivismo, amparándose en un terceto protagonista de excepción y el consorcio de una lujosa nómina de secundarios, entre ellos el imperecedero Walter Brennan. Obra menor dentro de la abundante y conspicua filmografía hawksiana, pero lúcida e interesante en todos los sentidos, que incidía en la denuncia de la injusticia social con absoluta firmeza, sobriedad y academicismo.

Otras películas en las que se juega a la RULETA

Casablanca – Michael Curtiz (1942)
La bahía de los ángeles – Jacques Demy (1963)
Los Pelayos – Eduard Cortés (2012)