Comedia de terror

FUNERARIA (La comedia de los terrores)

Negocio que brinda los servicios de velatorio y entierro a una familia y de cremación para los fallecidos y servicios funerales y de velación para sus familiares. Estos servicios pueden incluir la preparación del velatorio y el funeral. (Wikipedia)

«Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta»
Mark Twain (1935-1910) Escritor estadounidense

LA COMEDIA DE LOS TERRORES (The comedy of terrors) – 1963

Director Jacques Tourneur
Guión Richard Matheson
Fotografía Floyd Crosby
Música Les Baxter
Producción American International Pictures
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 84m. Color
Reparto Vincent Price, Peter Lorre, Boris Karloff, Joyce Jameson, Basil Rathbone, Joe E. Brown, Beverly Powers, Buddy Mason.

«Permítame, en estos momentos de desolación, que alivie su terrible dolor evitándole la desagradable tarea del ‘exequiem sepulcrum’ (…) Yo me ocuparé de enterrarlo. Se da la afortunada y curiosa circunstancia, señora, de que soy propietario y director de una agencia de pompas fúnebres (…) Y como siempre decimos a nuestros clientes: ‘Cuando sus seres queridos yacen dormidos ‘in eternum’ en el lecho mortuorio, deja a Hinchley & Trumbull ocuparse de su envoltorio'»

Aprovechando no solo los mismos decorados que entonces servían a Roger Corman para albergar su serie de adaptaciones sobre relatos de Edgar Allan Poe, sino incluso recurriendo a la columna vertebral de aquel género equipo artístico (Matheson, Price, Crosby, Baxter y el decorador Daniel Haller), la AIP produjo esta ocurrente y desenfrenada comedia macabra con el objetivo de autoparodiar su íntegra dedicación a un cine de terror de serie B tan personal y exuberante como imaginativo. Para ello, confiaron la realización a un auténtico especialista del fantástico como Jacques Tourneur, quien, arropado por algunos de los «malvados» más ilustres del género, expuso con ingeniosas soluciones narrativas y visuales el horripilante procedimiento empleado por un alcohólico tirano para reavivar su desacreditado negocio funerario en la Nueva Inglaterra de finales del siglo XIX. Sus burlescos diálogos y la estupenda fotografía en formato Panavision robustecieron un conjunto audaz, chocante e insólito, cuyo título jugaba con el shakespeariano relato The comedy of errors, pero no pudieron impedir un estrepitoso fracaso de crítica y público.

Otras películas cuyo argumento gira alrededor de una FUNERARIA

The Marathon family – Slobodan Sijan (1982)
Funerarias, S.A. – Nick Hurran (2002)
Despedidas – Yojiro Takita (2008)

PARODIA (El jovencito Frankenstein)

Obra satírica que caracteriza o interpreta humorísticamente otra obra de arte, un autor o un tema, mediante la emulación o alusión irónica. Modernamente, la parodia no implica necesariamente la burla del texto parodiado. (Wikipedia)

«Las parodias y las caricaturas son las críticas más penetrantes»
Aldous Huxley (1894-1963) Escritor británico

EL JOVENCITO FRANKENSTEIN (The young Frankenstein) – 1974

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Director Mel Brooks
Guion Mel Brooks y Gene Wilder
Fotografía Gerald Hirschfeld
Música John Morris
Producción 20th. Century Fox/Crossbow
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 108m. B/N
Reparto Gene Wilder, Peter Boyle, Marty Feldman, Madeline Kahn, Teri Garr, Liam Dunn, Cloris Leachman, Kenneth Mars, Richard Haydn.

«No pueden evitarlo. Todos estos científicos son iguales, le dicen a uno que están trabajando para nuestro bien y lo que realmente quieren es dominar el mundo»

El descubrimiento internacional del iconoclasta humor de Mel Brooks llegó gracias a esta hábil parodia del cine clásico de terror, básicamente de la inmortal versión producida por la Universal sobre el mítico relato de Mary Shelley, que, sin discusión, permanece como el trabajo más aceptable de su excéntrica obra. Al contrario que la desmedida y ramplona sarta de imitaciones que originó su bullicioso éxito, algunas de un culto desmedido como el musical THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW (1975) de Jim Sharman, y a la que sucumbió sin decoro su propio autor, hallaba la proporción justa entre la comicidad hiperbólica y el guiño cinefílico, evitando incurrir en la ordinariez y superfluidad inherentes a esta subclase de humor, y obtenía un tratamiento plástico exquisito gracias a la fotografía de Gerald Hirschfeld y a una ambientación que aprovechaba decorados del film dirigido por James Whale en 1931. Gene Wilder, como el cirujano obstinado en crear una criatura con restos inanimados y Feldman, en su indeleble caracterización de Quasimodo, alcanzaron la cúspide de sus respectivas carreras.

Otras PARODIAS cinematográficas

¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú – Stanley Kubrick (1964)
El baile de los vampiros – Roman Polanski (1967)
La vida de Brian – Terry Jones (1979)