Navío o buque capaz de navegar bajo la superficie del agua del mar o sumergido (…) Los submarinos son muy útiles desde el punto de vista militar por ser difíciles de detectar y destruir cuando navegan a gran profundidad. (Wikipedia)
«Con el submarino ya no habrá más batallas navales, y como se seguirán inventando instrumentos de guerra cada vez más perfeccionados y terroríficos, la guerra misma será imposible»
Julio Verne (1828-1905) Escritor, poeta y dramaturgo francés
EL SUBMARINO (Das boot) – 1981
Director Wolfgang Petersen
Guion Wolfgang Petersen
Fotografía Jost Vacano
Música Klaus Doldinger
Producción Bavaria Film/Radiant Film/SDR/WDR
Nacionalidad Alemania Federal
Duración 149m. Color
Reparto Jürgen Prochnow, Herbert Grönemeyer, Klaus Wennemann, Hubertus Bengsch, Otto Sander, Ralf Richter, Erwin Leder, Jan Fedder.
«Ahí fuera todo es diferente. Espero que esté anotándolo todo. Tal vez los peces gordos le escuchen y puedan ver que esto no es un juego»
Establecido en la industria hollywoodiense desde 1986 a base de productos de acción, intriga y grandes efectos especiales, de entre los que sobresale el thriller EN LA LINEA DE FUEGO (1993) con Clint Eastwood y John Malkovich, Petersen rubricó sin embargo su mejor película hasta la fecha en su Alemania natal cuando adaptó con desgarrador realismo la novela homónima de Lothar-Gunther Buchheim sobre sus memorias como corresponsal bélico en la Segunda Guerra Mundial. Al margen de desafiar con tenacidad las contrariedades técnicas que garantizaban el rodaje en el interior de un sumergible, entre ellas la imposibilidad de grabar el sonido en directo, imprimió al relato un perturbador carácter de angustiosa fisicidad y supo sostener la necesaria tensión claustrofóbica que requería la narración de la temeraria misión secreta encomendada al submarino germano U-96. Sin caer en condescendencias de carácter nacionalista, suscribió un alegato antibelicista de una más que meritoria sordidez metafísica, al que únicamente se le puede reprochar un lustre dudosamente estereotipado.
Otras películas sobre SUBMARINOS
Destino Tokyo – Delmer Daves (1943)
20000 leguas de viaje submarino – Richard Fleischer (1954)
Operación Pacífico – Blake Edwards (1959)
Una gran película, fascinante de principio a fin.
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Me satisface postear películas que os apasionan. Por cierto, ¿sabías la historia de Mello, el protagonista de «Orfeo negro«?
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No, no la conocía. Creo que no es inhabitual, ¿No estaba así o casi Tony Leblanc cuando le rescató Santiago Segura -creo-?
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Das boot
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En muchos sitios se la conoce por su título original, «Das boot», sobre todo porque en 1997 se volvió a estrenar una versión del director (con ese nombre) de una hora más de duración. En su momento (si es que todavía no lo es) fue el largometraje más caro en la historia de la cinematografía alemana.
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En efecto, Santiago, hay infinidad de casos de este tipo en el mundo del cine, del deporte o de la música. Tony Leblanc estaba retirado hace décadas cuando lo recuperó Segura, ahora no sé si se hallaba en una situación parecida, yo diría que no. Ahora, infinidad de estrellas vivieron en la más absoluta ruina, desde el gran George Méliès hasta la actriz erótica Sylvia Kristel (protagonista de «Emmanuelle»), por poner sólo dos ejemplos.
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Esta la vi hace poco por una entrada en un blog y la verdad es que me gustó más que bastante, de principio a fin, te hace sentirte dentro del barco y sí, es claustrofóbica de narices, una gran peli.
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Es verdad, está muy bien filmada y con sus movimientos de cámara (y encuadres) hace que te sientas uno más de la tripulación. De las películas más claustrofóbicas que he visto, sin duda.
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Claustrofóbica, sí, Petersen sabe captarlo y expresarlo muy bien, pero también es cierto que se me ocurren pocos sitios más asfixiantes que un submarino (todo olor a sobaco, a pies, contacto permanente, las mismas caras durante meses, sin intimidad, a un pelo de irte al infierno de un bombazo,…) Y es larga de narices, hay algún rato que ya como que se me atasca un poquito, no soy un gran fan del cine bélico puro.
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Dan ganas de vivir una aventura en submarino, tal y como lo has descrito… Sí, es my larga, imagínate como era el «director’s cut» de ¡209 m.!
Yo tampoco soy un fan acérrimo del cine bélico. Prefiero las pistolas a las bombas, los sombreros a los cascos, las estrellas a los galones, los caballos a los tanques o los salones a las trincheras…
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