Rama de la geografía que estudia los ríos, lagos, mares, océanos y cualquier espacio del mundo acuático de la Tierra, estudiando todo lo relacionado a él desde los procesos biológicos, físicos, geológicos y químicos que se dan en los mares y en los océanos. La misma ciencia es llamada también en español con las expresiones ciencias del mar, oceanología y ciencias marinas. (Wikipedia)
«Sabemos muy poco de la forma en que los vientos y la corriente empujan a la deriva objetos como barcos abandonados y cuerpos humanos. Es un punto ciego en la oceanografía, ya que a los oceanógrafos no se les da bien medir con exactitud en la superficie del mar»
Curtis Ebbesmeyer (1943-) Oceanógrafo estadounidense
20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO (Twenty thousand leagues under the sea) – 1954
Director Richard Fleischer
Guion Earl Felton
Fotografía Franz F. Planer
Música Paul J. Smith
Producción Walt Disney
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 127m. Color
Reparto Kirk Douglas, James Mason, Paul Lukas, Peter Lorre, Robert J. Wilke, Carleton Young, Ted De Corsia, Percy Helton, Ted Cooper.
«La mar lo es todo, un inmenso depósito de la naturaleza por el que transito a mi antojo»
La célebre novela homónima de Jules Verne, que en su primera adaptación oficial (realizada por Stuart Paton en 1916) ya reivindicó un pequeño lugar en la historia del cine por ser la primera película de ficción en utilizar cámaras submarinas, conquistó semejante deferencia al convertirse a mediados de los cincuenta en la primera producción con personas reales de Walt Disney, y, lo que es mucho más importante, asentarse entre los grandes clásicos del género de aventuras fantásticas para todas las edades. Richard Fleischer, hasta entonces curtido con todos los honores en la serie B, supo plasmar con una imponente fuerza dramática y un excepcional vigor narrativo la odisea por los mares del Pacífico Sur del capitán Nemo a bordo del ‘Nautilus’ (un submarino propulsado eléctricamente que aterrorizaba el mundo naviero allá por el 1868) y su encuentro con una expedición integrada por un oceanógrafo, su ayudante y un revoltoso arponero. Solemne actuación de James Mason y escenas antológicas como la lucha contra el pulpo gigante o el entierro del navío entre formaciones de coral.
Otras películas sobre OCEANOGRAFÍA
El mundo del silencio – Jacques-Yves Cousteau (1956)
Abyss – James Cameron (1989)
Life Aquatic – Wes Anderson (2004)
Quería darte una noticia:
¡Te he nominado AL WONDERFUL TEAM MEMBER READERSHIP AWARD!
¿Quieres saber más? ¡Pasa por aquí!
http://emocionesencadenadas.wordpress.com/2014/09/29/apuntan-hacia-aca/¡Nos leemos!
Un saludo,
Gema Albornoz
Me gustaMe gusta
Muchísimas gracias, Gema. Creo que es la segunda vez que recibo una nominación tuya en poco tiempo… Atribuyo tal circunstancia a que mi blog te gusta bastante y, si es así, no sabes cuánto me alegro.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Por supuesto! Haces unas reseñas excelentes.
Si me siguen llegando, en alguna ocasión y haciendo cambios, ya haré otras.
Un saludo,
Gema.
Me gustaMe gusta
Es posible que a las audiencias jóvenes, sobrealimentadas con la sofisticada parafernalia de las nuevas tecnologías digitales, el film que comentamos pueda resultarles «insuficiente», pero lo cierto es que en su momento marcó un hito en el género de aventuras y fantasía, contándose entre los más brillantes logros de la factoría Disney que para la ocasión requirió los servicios del vigoroso director Richard Fleischer. Esta elección, en verdad insólita, benefició a la película, liberándola en buena medida de esa blandenguería narrativa que siempre ha distinguido los productos de la casa. A ello contribuyeron también las actuaciones del visceral Kirk Douglas y muy especialmente del sutil y elegante James Mason que compuso un fascinante capitán Nemo.
Un saludo.
Me gustaMe gusta
Como ya he comentado en alguna otra ocasión en el blog, soy de los que piensan que el raudo progreso de la tecnología digital y los efectos especiales jamás podrá superar la creatividad e inventiva exhibida en el género fantástico por algunos de los grandes maestros del cine clásico. Aquí tenemos un buen ejemplo. Además, si al poderoso vigor descriptivo de Fleischer le añadimos dos monstruos de la interpretación, la excelsitud final queda prácticamente asegurada.
Un saludo, Teo.
Me gustaMe gusta