Jules Furthman

SILBIDO (Tener y no tener)

Sonido agudo que se produce al pasar con cierta fuerza el aire por la boca con los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella convenientemente. (google.com)

«A martillazos de cristal el pecho espera que el dolor le alumbre un llanto de música esperanza. Y mientras tanto, silbo en silencio, contemplando el techo» (poema Ni él ni tú)
Blas de Otero (1916-1979) Poeta español

TENER Y NO TENER (To have and have not) – 1944

Director Howard Hawks
Guion Jules Furthman y William Faulkner
Fotografía Sid Hickox
Música Franz Waxman
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 100m. B/N
Reparto Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Walter Brennan, Dolores Moran, Hoagy Carmichael, Sheldon Leonard, Marcel Dalio.
* Hoagy Carmichael & Lauren Bacall – Am I blue?

«Sabes que conmigo no tienes que fingir, Steve. No tienes que decir nada y no tienes que hacer nada. Nada en absoluto. O tal vez solo silbar. Sabes cómo hacerlo, ¿verdad Steve? Tienes que juntar los labios y… soplar»

Magnífica combinación de aventuras, melodrama y cine negro, basada libremente en una discreta novela homónima de Ernest Hemingway, que, más allá de sus indiscutibles virtudes cinematográficas, ha pasado a la historia por ser la película durante la cual se produjo el idilio entre Humphrey Bogart y una tan sensual como fotogénica Lauren Bacall de diecinueve años de edad, que formalizaba aquí su primera aparición en pantalla. Ambientada en la isla de la Martinica, poco después de la capitulación francesa en la Segunda Guerra Mundial, narraba con estimulante dinamismo descriptivo y bajo una enigmática iluminación tenebrista cómo un desarraigado aventurero estadounidense acepta el temerario encargo de transportar en su embarcación de pesca a un cabecilla de la Resistencia, para así poder ayudar a regresar a su país a una joven compatriota. Obra paradigmática del personal estilo hawksiano, siempre dispuesto a reflexionar sobre la amistad y la búsqueda de la libertad, cuyos diálogos cortantes e ingeniosos resultaban idóneos para enriquecer la química especial que irradiaba la pareja protagonista, que prosiguió su romance tras las cámaras para contraer matrimonio un año más tarde.

Otras películas donde se emite algún famoso SILBIDO

Scarface, el terror del hampa – Howard Hawks (1932)
El puente sobre el río Kwai – David Lean (1957)
La vida de Brian – Terry Jones (1979)

SALMÓN (Lobos del norte)

Pez teleósteo de hasta metro y medio de longitud, de cuerpo rollizo, cabeza apuntada y una aleta adiposa dorsal junto a la cola, de lomo azulado, vientre plateado, con reflejos irisados en los costados, que remonta los ríos para desovar, y cuya carne, rojiza y sabrosa, es muy apreciada. (RAE)

“Grande el salmón, que navega contra corriente para vivir”
Andrés Calamaro (1961-) Músico, compositor, intérprete y productor argentino

LOBOS DEL NORTE (Spawn of the north) – 1938

Director Henry Hathaway
Guion Jules Furthman, Talbot Jennings y Dale Van Every
Fotografía Charles Lang Jr.
Música Dimitri Tiomkin
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 110m. B/N
Reparto George Raft, Henry Fonda, Dorothy Lamour, Akim Tamiroff, John Barrymore, Louise Platt, Lynne Overman, Vladimir Sokoloff.

«No hay nadie más terco defendiendo la moralidad que un pecador reformado»

Enérgica y sensible adaptación de un relato aventurero homónimo de Florance Barrett Willoughby, ambientada en la frontera de Alaska a lo largo del primer decenio del siglo XX, que enaltecía con solidez y concisión descriptiva, ensalzable apariencia documental y cierto matiz poético el sacrificio cotidiano de los pescadores de salmón a partir de la peculiar relación de amistad, antagonismo y redención entre un modesto empresario conservero y un ambicioso trotamundos marino. Estupendas secuencias costumbristas, como la etnológica ceremonia ritual india que invoca fortuna para la pesca al son de los tambores, apasionadas escenas de loable intensidad dramática y un emocionante epílogo que concentra las embarcaciones alrededor de los gigantescos icebergs enaltecen este largometraje de resonancias fordianas, salpimentado con un sentido del humor tan distante e introspectivo como cáustico y provocador. Admirable caracterización del gran Henry Fonda para una película que sería revisionada con no demasiada destreza por Jerry Hooper en 1952, bajo el título de CHACALES DEL MAR.

Otras películas sobre la pesca del SALMÓN

Humanoides del abismo – Barbara Peeters y Jimmy T. Murakami (1980)
El rey del río – Manuel Gutiérrez Aragón (1995)
La pesca del salmón en Yemen – Lasse Hallström (2011)

MUELLE (Los muelles de Nueva York)

Construcción de piedra y ladrillo fabricada en el agua, ya sea en el mar, en un lago o en un río, afianzada en el lecho acuático por medio de bases que lo sostienen firmemente, y que permite a barcos y embarcaciones atracar a efectos de realizar las tareas de carga y descarga de pasajeros o mercancías (…) En los puertos grandes, los muelles están generalmente especializados en un tipo de actividad, ya sea el transporte de pasajeros, la carga y descarga de vehículos, de contenedores y otras muchas. (Wikipedia)

«Sentándome aquí, descansando mis huesos. Esta soledad no me dejará solo. Son dos mil millas por las que he deambulado, solo para hacer de este muelle mi hogar» (canción [Sittin’ on] The dock of the bay)
Ottis Redding (1941-1967) Cantante, compositor, productor de discos estadounidense

LOS MUELLES DE NUEVA YORK (The docks of New York) – 1928

Director Josef Von Sternberg
Guion Jules Furthman
Fotografía Harold Rosson
Música Gaylord Carter
Producción Paramount/Famous Players-Lasky
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 76m. B/N
Reparto George Bancroft, Betty Compson, Olga Baclanova, Clyde Cook, Mitchell Lewis, Gustav von Steiffertitz, Guy Oliver, May Foster.

«El muelle de Nueva York: el final de muchos viajes, el inicio de muchas aventuras»

Una de las películas más avanzadas, florecientes y equilibradas de su realizador, y, por consiguiente, de los anales del cine mudo estadounidense, que reproducía íntegramente en estudio la sórdida marginalidad del entorno portuario neoyorquino y sus contiguos turbios arrabales para plasmar en imagenes de un poético y ofuscado preciosismo el fugaz pero conmovedor devaneo amoroso entre un zafio fogonero de barco mercante y una hermosa vagabunda suicida, según el argumento ideado por John Monk Saunders bajo el título The dock walloper. Sin la necesidad de escarbar en el pasado de sus protagonistas, ni siquiera en los razonamientos, sentimientos y designios que les arrastran a cometer sus impulsivos actos, el reputado creador de ambientes y atmósferas de origen vienés plasmó un conjunto naturalista de enfurecida sensualidad y romanticismo fatalista, potenciado por la sobriedad y contención de sus interpretaciones, una maravillosa aplicación de la técnica del claroscuro y un cautivador decorativismo interiorista a cargo del director artístico de origen alemán Hans Dreier.

Otras películas mayoritariamente ambientadas en un MUELLE

A la sombra de los muelles – James Cruze (1933)
Ambición rota – Lloyd Bacon (1938)
Puerto de Nueva York – Laslo Benedek (1949)

EMBROLLO (El sueño eterno)

Situación o asunto confuso, desordenado, problemático o difícil de resolver. (google.com)

«Echamos a caminas tras la banda y en ese instante me hubiera gustado decirles a mis hijos que esa mujer era su tercera abuela, pero reservé para mí el embrollo genealógico» (novela Tierra de campos)
David Trueba (1969-) Escritor, periodista, director de cine, guionista y actor español

EL SUEÑO ETERNO (The big sleep) – 1946

Director Howard Hawks
Guion William Faulkner, Leigh Brackett y Jules Furthman
Fotografía Sid Hickox
Música Max Steiner
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 114m. B/N
Reparto Humphrey Bogart, Lauren Bacall, John Ridgely, Martha Vickers, Dorothy Malone, Regis Toomey, Elisha Cook Jr., Peggy Knudsen.

«Caramba, caramba. Tantas armas en la ciudad y tan pocos cerebros. ¿Sabe? Es usted el segundo tipo que veo hoy convencido de que con una pistola en la mano es el dueño del mundo»

El designio de perpetuar la electrizante química que irradió la pareja formada por Humphrey Bogart y la jovencísima Lauren Bacall en su anterior película, TENER Y NO TENER (1944), impulsó a Howard Hawks a dirigir con su proverbial elegancia descriptiva esta adaptación de la novela homónima en la que Raymond Chandler presentaba por primera vez al personaje de Philip Marlowe, a partir de entonces prototipo por antonomasia del detective privado sagaz, cínico y desencantado. Erigida en una de las obras cumbres del cine negro, supedita su incuestionable notoriedad en una urdimbre argumental absolutamente enrevesada, dispuesta a desbaratar sin compasión la lógica y el sentido común de los acontecimientos hasta conformar un embrollo dramático inasequible, un enjambre de subtramas corruptas y criminales deleitoso, sensual y absorbente, colmado de diálogos irrepetibles por su mordacidad y doble sentido. La Warner no consiguió hacerse con los servicios del escritor del relato, por entonces en nómina con la Paramount, razón que probablemente influyó en la decisión de los guionistas de cambiar el final de la historia.

Otras películas construidas a partir de un EMBROLLO argumental

Un marido rico – Preston Sturges (1942)
Matrix – Lilly y Lana Wachowski (1999)
Origen – Christopher Nolan (2010)

TRATAMIENTO (La venus rubia)

En medicina, tratamiento es el conjunto de medios (higiénicos, farmacológicos, quirúrgicos u otros) cuya finalidad es la curación o el alivio (paliación) de las enfermedades o síntomas. Es un tipo de juicio clínico. Son sinónimos: terapia, terapéutico, cura, método curativo. (Wikipedia)

«El mejor tratamiento médico es adoptar una mentalidad relativista. Por muy mal que se encuentre usted, consuélese pensando que hay alguien que se encuentra mucho peor» (novela El simpatizante)
Viet Thanh Nguyen (1971-) Novelista vietnamita-estadounidense

LA VENUS RUBIA (Blonde Venus) – 1932

Director Josef von Sternberg
Guion Jules Furthman y S.K. Lauren
Fotografía Bert Glennon
Música Oscar Potoker
Producción
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 94m. B/N
Reparto Marlene Dietrich, Herbert Marshall, Cary Grant, Dickie Moore, Gene Morgan, Francis Sayles, Robert E. O’Connor, Sidney Toler, Evelyn Preer.
* Marlene Dietrich – Hot Voodoo!

«¿Qué puede saber un hombre del amor maternal?»

Una excantante de cabaret alemana decide regresar a los escenarios para costear el tratamiento médico al que su esposo, un químico norteamericano dañado por unas fatídicas radiaciones de rayos X, ha decidido someterse en Europa; determinación que causará múltiples altibajos en su vida, desde el romance con un acaudalado playboy (Cary Grant) y un relumbrante éxito profesional como artista de variedades hasta una desesperada etapa de indigencia o unas dolientes calamidades de signo familiar. Este híbrido folletín de escasa credibilidad e irreverente capacidad de sugestión, ideado por el propio Josef von Sternberg, dio lugar al cuarto de los seis apreciados films que el director rodó con su musa Marlene para la Paramount a principios de los treinta. Si bien no es uno de los mejores, adquiere una categoría más que respetable gracias al incomparable magnetismo de la actriz, el contrastado dinamismo narrativo y la sapiencia en el campo de la iluminación de su realizador o un obsequio fetichista en forma de exótica y simiesca representación musical, de título Hot Voodoo!.

Otras películas sobre la tenacidad para costear el TRATAMIENTO de un ser querido

Irina Palm – Sam Garbarski (2007)
Weaving girl – Wang Quan’an (2009)
La espuma de los días – Michel Gondry (2013)