Comedia de enredos

ABANICO (El abanico de Lady Windermere)

Instrumento y un complemento de moda ideado para que con un juego de muñeca rítmico y variable se pueda mover aire y facilitar la refrigeración cuando se está en un ambiente caluroso. Se considera originario de Oriente y su fabricación es delicada, en especial cuando presenta diseños artísticos y materiales de calidad. Con antecedentes en el flabelo egipcio, su estructura evolucionó del tipo fijo circular al modelo plegable. (Wikipedia)

“Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto… ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia.”
Groucho Marx (1890-1977) Actor, humorista y escritor estadounidense

EL ABANICO DE LADY WINDERMERE (Lady Windermere’s Fan) – 1925

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Director Ernst Lubitsch
Guion Julien Josephson, Maude Fulton y Eric Locke
Fotografía Charles Van Enger y Willard Van Enger
Productora Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 98m. B/N
Reparto Ronald Colman, Irene Rich, May McAvoy, Bert Lytell, Edward Martindel, Carrie Daumery, Helen Dunbar.

«La relación de un caballero con una dama se conoce por cómo llama él a la puerta de ella»

En su sexta película para el cine hollywoodiense, Lubitsch asumió la difícil y contradictoria osadía de abordar con las limitaciones expresivo-comunicativas del cine mudo la perspicaz, seductora y extravagante locuacidad del universo dramatúrgico de Oscar Wilde, en concreto, la homónima obra teatral que posteriormente adaptarían con menor ingenio Luis Saslavsky (1948), Otto Preminger (1949) o Mike Barker (2004), entre otros. Preludiando los componentes que adecuarían su famoso ‘toque’, el cineasta berlinés superó el reto trazando un mecanismo escénico de una sugerente inventiva visual, relevante en su sabia utilización del espacio en off, donde urdía un ocurrente juego de equívocos y apariencias alrededor de los esfuerzos de una pintoresca mujer de dudosa reputación para ser aceptada entre la alta sociedad londinense, a la que pertenece la hija que abandonó recién nacida. Una desafiante sátira sobre la hipócrita, prejuiciosa y remilgada falsa moral victoriana, que perdura como el mejor largometraje silente de su realizador, junto con LOS PELIGROS DE FLIRT.

Otras películas con la decisiva presencia de un ABANICO

El héroe sacrílego – Kenji Mizoguchi (1955)
María Antonieta – Sofia Coppola (2006)
Snow flower and the secret fan – Wayne Wang (2011)

AGUDEZA (Un sombrero de paja de Italia)

Aptitud que se tiene, para captar, a través de la razón o los sentidos, los detalles menos perceptibles de las cosas o situaciones, de modo rápido y certero. Podemos hablar de agudeza sensorial (especialmente referida a la vista y al oído) y de agudeza mental. (deconceptos.com)

“La agudeza consiste en saber la semejanza de las cosas diferentes, y la diferencia de las cosas semejantes”
Madame de Staël (1766-1817) Escritora suiza

UN SOMBRERO DE PAJA DE ITALIA (Un chapeau de paille d’Italie) – 1928

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Director René Clair
Guion René Clair
Fotografía Nikolas Roudakoff y Maurice Desfassiaux
Producción Films Albatros
Nacionalidad Francia
Duración 112m. B/N
Reparto Albert Préjean, Geymond Vital, Olga Tschechowa, Paul Ollivier, Jim Gérald, Alex Alin, Alice Tissot, Marise Maia.

«¡Madame es una mujer casada! No puede volver a casa sin un sombrero exactamente igual. ¡Debe encontrarlo!»

René Clair dio comienzo a su estimulante obra satírica con esta bulliciosa e ingrávida comedia de enredo, que ponía a prueba la agudeza visual del espectador al describir como un novio, en el mismo día de su boda, se ve obligado a buscar un determinado sombrero de paja por todo París, con el apremiante propósito de impedir que se destape la adúltera relación que una dama mantiene con un petimetre teniente de lanceros. En su primera película con argumento ajeno, el ingenioso cineasta soslayaba el origen teatral de este armonioso y coreográfico retrato costumbrista, sustentado tanto en su raudo y persistente ritmo narrativo como en una astuta distribución de los gags. Basada en una homónima pieza vodevilesca de Eugène Labiche y Marc Michel, posteriormente versionada por Maurice Cammage (1944), Oldrich Lipsky (1971) y Leonid Kvinikhidze (1974), deparaba una perspicaz, chispeante y desenfrenada caricatura de la relamida burguesía francesa del momento, segunda fracción del siglo XIX, embellecida por un fastuoso diseño de producción y vestuario.

Otras comedias que ponen a prueba la AGUDEZA visual del espectador

Las vacaciones del señor Hulot – Jacques Tati (1953)
Uno, dos, tres – Billy Wilder (1961)
Zelig – Woody Allen (1983)

PAUTA (Amor y periodismo)

Norma o modelo que sirve de guía para hacer algo. (google.com)
Marcar una pauta. Establecer, indicar o sugerir un modelo que sirve o puede servir de guía en un terreno determinado. (expresiones.info)

“La marca característica de nuestra época es su repulsión hacia las pautas impuestas”
Herbert Marshall McLuhan (1911-1980) Filósofo, erudito y educador canadiense

AMOR Y PERIODISMO (Kärlek och journalistik) – 1916

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Director Mauritz Stiller
Guion Harriet Bloch
Fotografía Gustaf Bode
Producción Svensk Biografteatern
Nacionalidad Suecia
Duración 40m. B/N
Reparto Richard Lund, Karin Molander, Jenny Tschernichin-Larsson, Stina Berg, Gucken Cedeborg, Julius Hälsig.

«Tienes que encontrar una manera. Después de todo, eres muy imaginativa. Tráeme una buena historia con fotos bonitas, y conseguirás un fabuloso aumento»

Con el fin de eludir el reclutamiento militar, Mauritz Stiller abandonó su Finlandia natal para recaer en territorio sueco, donde tras ser incorporado a la Svenska Biografteatern de la mano del productor Charles Magnusson, acabaría concibiendo un nuevo género en la cinematografía europea: la sofisticada y elegante comedia de enredos. El primer gran ejemplo de este patrón que tanto marcaría las pautas en el cine norteamericano de los treinta, fue esta infalible combinación de humor y romance, que desarrollaba a través de una narración dinámica y con una notable profusión de lujo, tanto el decorado como en el vestuario, la sucesión de equívocos y cómicas situaciones que comportaba la intrusión de una avispada reportera en el hogar de un célebre explorador. Esta benévola crítica al periodismo especializado en asuntos del corazón, y al ineluctable gravamen que uno ha de hacer frente cuando es apresado por la fama, fue retomada en 1937 por Darryl F. Zanuck para una chispeante versión en clave ‘screwball’, dirigida por Tay Garnett e interpretada por Tyrone Power y Loretta Young.

Otras películas pioneras que marcaron la PAUTA en el desarrollo de un género

El estudiante de Praga – Stellan Rye y Paul Wegener (1913)
Cabiria – Giovanni Pastrone (1914)
Nanuk, el esquimal – Robert J. Flaherty (1922)

MAQUINACIÓN (Mujeres en Venecia)

Plan urdido para conseguir algún propósito, generalmente sirviéndose de medios poco honestos. (Espasa-Calpe)

«Y ten paciencia con la maquinación de los envidiosos, porque tu paciencia los matará, porque el fuego se come a sí mismo si no encuentra a quien comerse»
Proverbio árabe anónimo

MUJERES EN VENECIA (The honey pot) – 1967

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Director Joseph L. Mankiewicz
Guion Joseph L. Mankiewicz
Fotografía Gianni Di Venanzo
Música John Addison
Producción Famous Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 130m. Color
Reparto Rex Harrison, Cliff Robertson, Maggie Smith, Susan Hayward, Capucine, Eddie Adams, Adolfo Celi, Hugh Manning, David Dodimead.

«¡Qué poca gente valora el tiempo! La gente vulgar, como todo lo demás, elige lo que es mayor, no lo que es mejor. Incluso en el tiempo, rezarán para vivir cien largos y miserables años y se sentirán engañados si viven cincuenta de los mejores. Cantidad, sí, calidad, no.»

La frustración acumulada durante la caótica realización de CLEOPATRA (1963) acrecentó el perfil esquivo y nihilista de Mankiewicz hasta impulsarlo a trazar una postrera trilogía demiúrgica sobre juegos de identidades, completada con las igualmente brillantes EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS (1970) y LA HUELLA (1972). La primera entrega de este peculiar resarcimiento con la industria partió de la novela The evil of the day de Thomas L. Sterling y de la pieza teatral de Frederick Knott The fox of Venice, a su vez inspiradas en el clásico Volpone de Ben Johnson, en la que mostraba con cinismo y una redundante elocuencia descriptiva la pérfida maquinación escénica con trasfondo testamentario que un extravagante millonario estadounidense organiza en su palacio veneciano a costa de tres antiguas amantes. Planeada como un extensivo e ingenioso discurso acerca de la inconsistencia del fingimiento y la mentira, acaba tanteando con acritud y lucidez un interesante abanico de temas como la creación artística, la codicia o la frustración espiritual que conduce al infructuoso desafío contra el paso del tiempo. Lamentablemente, obtuvo un fracaso en taquilla más que contundente.

Otras películas determinadas por una MAQUINACIÓN de sustrato afectivo

Las damas del bosque de Bolonia – Robert Bresson (1945)
Divorcio a la italiana – Pietro Germi (1961)
Las amistades peligrosas – Stephen Frears (1988)

MIMOSA (Un drama singular)

Planta arbustiva o arbórea mimosácea de hojas pequeñas y flores amarillas olorosas agrupadas en cabezuelas, muy apreciada en jardinería. (2016 Larousse Editorial)

«La mimosa es, entre las flores, el canario entre las aves»
Jules Renard (1864-1910) Escritor, poeta, dramaturgo, crítico literario y de teatro francés

UN DRAMA SINGULAR (Drôle de drame) – 1937

Director Marcel Carné
Guion Jacques Prévert
Fotografía Eugène Schufftan
Música Maurice Jaubert
Producción Productions Corniglion-Molinier
Nacionalidad Francia
Duración 96m. B/N
Reparto Michel Simon, Françoise Rosay, Louis Jouvet, Annie Cariel, Jean-Louis Barrault, Henri Guisol, Jean-Pierre Aumont, Jeanne Lory.

«A fuerza de escribir cosas terribles, cosas terribles terminan ocurriendo»

La fructífera colaboración entre Jacques Prévert y Marcel Carné se inició con esta disparatada adaptación del relato policíaco His first offence de J. Storer Clouston, que en su momento sorprendió a propios y extraños por el sesudo e irreverente cinismo con el que se desenvolvía su enmarañado juego de equívocos, así como por la exquisita humanidad que destilaba el dibujo de su pintoresca galería de personajes, entre ellos, un botánico obnubilado por el mimetismo de las mimosas y secreto autor de novelas detectivescas. El despampanante guion, básicamente influenciado en el vodevil clásico y en el ‘teatro del absurdo’ fomentado por Ionescu, alcanzaba un doble objetivo: por un lado, sometía a un afilado e inverosímil proceso de satirización a la estricta sociedad del Londres eduardiano y, por otro, parodiaba sin clemencia el tradicional género policíaco, tan arraigado en la literatura anglosajona. La realización, amparada por uno de los repartos más sobresalientes del cine francés de la época, mantenía en todo momento el ritmo narrativo que la desconcertante intriga requería, erigiéndose en el primer gran largometraje de su autor.

Otras películas con presencia de alguna que otra MIMOSA

Carmen – Ernst Lubitsch (1918)
Los intrusos – Lewis Allen (1944)
El jardín secreto – Agnieszka Holland (1993)