Susan Hayward

MENTOR (Hombres errantes)

Consejero o guía que a través de la experiencia y el conocimiento ayuda a otra persona a llevar a cabo sus objetivos. (economipedia.com)

“Frecuentemente me piden que sea mentor de alguien. Una de las cosas en común que he notado es cuán pocas de esas solicitudes vienen con una de las palabras más importantes en los negocios. Y esa palabra es intercambio. En otras palabras, si usted pide algo, ¿qué es lo que usted está dispuesto a dar?”
Robert Kiyosaki (1947-) Empresario, inversionista, escritor y orador motivacional estadounidense

HOMBRES ERRANTES (The lusty men) – 1952

lusty

Director Nicholas Ray
Guion Horace McCoy y David Dortort
Fotografía Lee Garmes
Música Roy Webb
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 113m. B/N
Reparto Robert Mitchum, Susan Hayward, Arthur Kennedy, Arthur Hunnicutt, Frank Faylen, Glenn Strange, Lane Chandler, Walter Coy, Carol Nugent.

«La esperanza es algo curioso, puede uno tenerla aún sin que le den motivos para ello. Ahora puedes decirme que me calle y que siga mi camino, como si hubiera llamado a tu puerta para venderte algo que no te interesa»

Amarga crónica realista del errático y decadente mundo del rodeo, libremente inspirada en la novela de Claude Stanush King of the cowpokes, que hurgaba con estremecedora inclemencia dialéctica en la añoranza, el desarraigo y la inestabilidad emocional de sus personajes a través de la andadura de un veterano campeón de Texas recién retirado, que, atraído por la esposa de un prometedor jinete y fiel admirador suyo, decide convertirse en su socio y mentor para recorrer junto a ambos el circuito estadounidense de tan extremo deporte. Nicholas Ray improvisó el guion sobre la marcha, al parecer con la colaboración del propio Mitchum, dotó a las escenas de acción de un impactante rigor documental (espléndidamente fotografiadas por Lee Garmes) y extrajo unas soberbias interpretaciones de sus tres protagonistas para ahondar en el nostálgico y poético romanticismo de la derrota con absoluta espontaneidad, nitidez y delicadeza. Uno de esos excepcionales ejemplos de cómo una mera película de encargo acaba convirtiéndose en una irrebatible obra maestra, pese a los fortuitos pormenores de su gestación.

Otras películas donde uno de sus protagonistas ejerce de MENTOR

El color del dinero – Martin Scorsese (1986)
Entrevista con el vampiro – Neil Jordan (1994)
El club de la lucha – David Fincher (1999)

MAQUINACIÓN (Mujeres en Venecia)

Plan urdido para conseguir algún propósito, generalmente sirviéndose de medios poco honestos. (Espasa-Calpe)

«Y ten paciencia con la maquinación de los envidiosos, porque tu paciencia los matará, porque el fuego se come a sí mismo si no encuentra a quien comerse»
Proverbio árabe anónimo

MUJERES EN VENECIA (The honey pot) – 1967

mujeres

Director Joseph L. Mankiewicz
Guion Joseph L. Mankiewicz
Fotografía Gianni Di Venanzo
Música John Addison
Producción Famous Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 130m. Color
Reparto Rex Harrison, Cliff Robertson, Maggie Smith, Susan Hayward, Capucine, Eddie Adams, Adolfo Celi, Hugh Manning, David Dodimead.

«¡Qué poca gente valora el tiempo! La gente vulgar, como todo lo demás, elige lo que es mayor, no lo que es mejor. Incluso en el tiempo, rezarán para vivir cien largos y miserables años y se sentirán engañados si viven cincuenta de los mejores. Cantidad, sí, calidad, no.»

La frustración acumulada durante la caótica realización de CLEOPATRA (1963) acrecentó el perfil esquivo y nihilista de Mankiewicz hasta impulsarlo a trazar una postrera trilogía demiúrgica sobre juegos de identidades, completada con las igualmente brillantes EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS (1970) y LA HUELLA (1972). La primera entrega de este peculiar resarcimiento con la industria partió de la novela The evil of the day de Thomas L. Sterling y de la pieza teatral de Frederick Knott The fox of Venice, a su vez inspiradas en el clásico Volpone de Ben Johnson, en la que mostraba con cinismo y una redundante elocuencia descriptiva la pérfida maquinación escénica con trasfondo testamentario que un extravagante millonario estadounidense organiza en su palacio veneciano a costa de tres antiguas amantes. Planeada como un extensivo e ingenioso discurso acerca de la inconsistencia del fingimiento y la mentira, acaba tanteando con acritud y lucidez un interesante abanico de temas como la creación artística, la codicia o la frustración espiritual que conduce al infructuoso desafío contra el paso del tiempo. Lamentablemente, obtuvo un fracaso en taquilla más que contundente.

Otras películas determinadas por una MAQUINACIÓN de sustrato afectivo

Las damas del bosque de Bolonia – Robert Bresson (1945)
Divorcio a la italiana – Pietro Germi (1961)
Las amistades peligrosas – Stephen Frears (1988)

PULPO (Piratas del mar Caribe)

Animal acuático invertebrado, que forma parte del filo de los moluscos. Dispone de un cuerpo blando, sin concha que lo proteja, y tiene ocho tentáculos. Por esta característica, los pulpos también se conocen como octópodos. Estos tentáculos poseen ventosas que son adherentes. Los pulpos también tienen tres corazones: un par de ellos se encargan de llevar sangre hacia las branquias, mientras que el restante promueve la circulación a las otras regiones corporales.Otras características son la presencia de una especie de sifón que le permite expulsar agua para avanzar y de una reserva de tinta que el animal emplea para huir de los depredadores (…) El aspecto del pulpo ha sido motivo suficiente para convertirlo en el antagonista de más de una historia de terror, tanto en su forma original como en versiones propias de la fantasía. (definicion.de)

«Oscuro dios de las profundidades, helecho, hongo, jacinto, entre rocas que nadie ha visto, allí, en el abismo, donde al amanecer, contra la lumbre del sol, baja la noche al fondo del mar y el pulpo le sorbe con las ventosas de sus tentáculos tinta sombría»
José Emilio Pacheco (1939-2014) Escritor y poeta mexicano

PIRATAS DEL MAR CARIBE (Reap the wild wind) – 1942

reap2

Director Cecil B. De Mille
Guion Alan LeMay, Charles Bennett y Jesse Lasky Jr.
Fotografía Victor Milner y William V. Skall
Música Victor Young
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 124m. Color
Reparto Ray Milland, John Wayne, Paulette Godard, Raymond Massey, Charles Bickford, Robert Preston, Walter Hampden, Susan Hayward.

«Pero hay una mujer ahí abajo, bajo diez brazas de aguas verdes, sola en un barco muerto donde el tiburón y el pulpo gigante nadan en las sombras profundas. El barco no gritó. Fue una mujer»

Tomando como base un relato homónimo de Thelma Strabel publicado por fascículos en la revista Saturday Evening Post y basado en unos hechos reales acontecidos en las costas de Florida durante 1840, Cecil B. De Mille surtió al género de aventuras marinas con su solemne colosalismo patriótico para enaltecer las actividades navieras estadounidenses, y, de ese modo, proseguir con su particular revisión glorificadora al progreso histórico de la nación que conformó desde mediados de los treinta hasta finales de los cuarenta. La peliaguda erradicación de la delictiva supremacía marítima imputada a una pintoresca banda de piratas para recuperar el tráfico comercial en el litoral atlántico, guarnecida por las rivalidades amorosas entre sus protagonistas, suplía su irónica superficialidad con un poderoso ritmo narrativo, una espléndida nómina actoral (con la viperina columnista Hedda Hopper como invitada de lujo) y un sentido visual tan ostentoso como sugestivo y evocador, que deparaba escenas tan memorables como la espectacular lucha con un pulpo gigante.

Otras películas donde aparece un PULPO gigante

La venganza del bergantín – Edward Ludwig (1948)
Tentáculos – Ovidio G. Assonitis (1977)
Ed Wood – Tim Burton (1994)

REENCARNACIÓN (Me casé con una bruja)

Creencia consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo (…) La creencia en la reencarnación ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, en la mayoría de las religiones orientales, como el hinduismo, el budismo y el taoísmo, y también en algunas religiones africanas y tribales de América y Oceanía. En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir o aparecer con otro cuerpo (con una personalidad generalmente más evolucionada) ha sobrevivido incluso dentro de las religiones judeocristianas (cristianismo, judaísmo e islamismo). Son prácticamente las únicas que no la contemplan, pero han permanecido bajo la forma de diversas herejías y posturas no oficiales. (Wikipedia)

“Si crees en la reencarnación, no te rías de la fealdad del sapo”
Roberto Fontanarrosa (1944-2007) Humorista gráfico y escritor argentino

ME CASÉ CON UNA BRUJA (I married a witch) – 1942

married

Director René Clair
Guion Robert Pirosh y Marc Connelly
Fotografía Ted Tetzlaff
Música Roy Webb
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 79m. B/N
Reparto Fredric March, Veronica Lake, Robert Benchley, Susan Hayward, Cecil Kellaway, Elizabeth Patterson, Robert Warwick.

«Sería bonito tener labios. Labios para susurrar mentiras. Labios para besar a un hombre y hacerle sufrir. Padre, ¿por qué no puedo tener labios, ni ojos, ni cabellos…?»

Simpática e ingeniosa comedia romántica, basada en la novela The passionate witch de Thorne Smith y producida por el gran Preston Sturges, que constituye la mejor de las cinco películas que René Clair rodó durante la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, es decir, en el país que lo acogió tras una provisoria estancia en el Reino Unido. Aunque en esta etapa hollywoodiense resulta difícil identificar la profusa distinción imaginativa del creador francés, es precisamente en este ingenuo cuento fantástico donde afloran con mayor constancia algunas de las marcas de fábrica que lo encumbraron como uno de los más agudos e irónicos cronistas de lo cotidiano, como su desparpajo para incorporar en su comicidad temas de carácter ilusorio, la inventiva de ciertas soluciones visuales o argumentales (como el portentoso triple prólogo inicial) o su marcada predisposición a confeccionar planos-secuencia. Por otro lado, el film impulsó definitivamente a Veronica Lake como fugaz estrella popular, gracias a su papel de cautivadora reencarnación de una bruja del S. XVII, enamorada del descendiente del hombre que la condenó a la hoguera.

Otras películas donde se trata el tema de la REENCARNACIÓN

Las dos vidas de Audrey Rose – Robert Wise (1977)
Pequeño Buda – Bernardo Bertolucci (1993)
No te mueras sin decirme adónde vas – Eliseo Subiela (1995)

DESFILADERO (El jardín del diablo)

Abertura angosta y alargada formada por la erosión fluvial antigua en terrenos generalmente calizos o kársticos y al que, después, el agua llega a abandonar el cauce, dejándolo seco, como sucede en el canal de desagüe de muchos torrentes, en barrancos o en muchas ramblas de corto recorrido. Es una forma menor del relieve. John B. Whittow define escuetamente este concepto como: ‘Paso estrecho, de tipo garganta, en una región montañosa’. (Wikipedia)

«Tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada, sitios en donde el tiempo no transcurre, valles que sólo mis labios conocen, desfiladero de la una que asciende a tu garganta entre tus senos, cascada petrificada de la nuca, alta meseta de tu vientre, playa sin fin de tu costado»
Octavio Paz (1914-1998) Poeta, ensayista y diplomático mexicano

EL JARDÍN DEL DIABLO (Garden of evil) – 1954

garden

Director Henry Hathaway
Guion Frank Fenton
Fotografía Milton Krasner
Música Bernard Herrmann
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 100m. Color
Reparto Gary Cooper, Richard Widmark, Susan Hayward, Cameron Mitchell, Rita Moreno, Hugh Marlowe, Víctor Manuel Mendoza.

«Digan los hombres lo que digan, lo que hacen es lo que importa»

Movidos por una libidinosa codicia, cuatro hombres (entre ellos, un íntegro exsheriff y un cínico jugador) aceptan le remunerada propuesta de una valerosa mujer para acometer una peligrosa expedición por escarpados desfiladeros hacia territorio apache con el propósito de salvar a su marido, apresado en una mina de oro. A partir de esta insensata historia novelada por F. Freiburger y W. Tunberg, transformada en un guión bastante disperso por Frank Fenton, Hathaway realizó este llamativo, aunque no demasiado acreditado western de itinerario, recordado eminentemente por sus espectaculares paisajes en Technicolor y Cinemascope. Más allá de sacar el máximo partido posible a los vastos y desérticos paisajes naturales del sur de México, aspecto en el que se erigió en uno de los precursores del western clásico, el efectivo y versátil director imprimió cierto dinamismo, concisión y fluidez narrativa a un proyecto que incrementó su valía gracias a una memorable nómina de intérpretes y a una apropiada banda sonora del siempre inconfundible Bernard Herrmann.

Otras películas con imágenes de DESFILADEROS

Horizontes perdidos – Frank Capra (1937)
Dos hombres y un destino – George Roy Hill (1969)
Pathfinder, el guía del desfiladero – Nils Gaup (1987)