Anthony Quinn

MAR (El mundo en sus manos)

Masa de agua salada que cubre la mayor parte de la superficie terrestre. (RAE)
Alta mar Zona del mar alejada de las costas. En particular, zona del mar sobre la que ningún Estado tiene soberanía, y sujeta a normas específicas de derecho. (wiktionary.org)

«Enfrentaba a los salvajes en playas tropicales, aplastaba motines en alta mar, y en un botecito, en el océano, mantenía vivo el espíritu de hombres desesperados… ejemplo, siempre, de la dedicación al deber, y héroe tan impávido como los de los libros» (novela Lord Jim)
Joseph Conrad (1857-1924) Escritor británico de origen polaco

EL MUNDO EN SUS MANOS (The world in his arms) – 1952

mundo

Director Raoul Walsh
Guion Borden Chase
Fotografía Russell Metty
Música Frank Skinner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 104m. Color
Reparto Gregory Peck, Ann Blyth, Anthony Quinn, John McIntire, Andrea King, Sig Ruman, Carl Esmond, Eugenie Leontovich, Hans Conried.

«Este caballero no es un caballero. Es un ladrón marino que se gana la vida robando focas a los rusos. No se baña, ni se afeita, ni conoce el tacto del buen lino limpio. Cuando la luna brilla, se queda afuera toda la noche y aúlla como un perro, luego se acurruca y duerme en el suelo hasta el mediodía. ¿No es cierto, Portugués?»

En pleno apogeo del cine de aventuras marítimas surgió este esplendoroso e irresistible clásico del género, basado en la homónima y postrera novela de Rex E. Beach, que constituye una de las películas de raigambre piratesca más renombradas de todos los tiempos. La afectuosa rivalidad que nace, allá por el 1850, entre un capitán dedicado al comercio de pieles de focas y un rufián filibustero apodado ‘El Portugués’, con el exótico estímulo de una sugestiva condesa rusa de por medio, sirvió a Raoul Walsh para cumplimentar una nueva demostración de su insólito talento compositivo e incansable vitalidad narrativa, en esta ocasión pulimentada a través de una miscelánea de aliento épico, indisimulado alarde patriotero y burlesco sentido del humor. Entre las numerosas secuencias sugerentes de este cautivador elogio al mundo marino y a las múltiples tareas de navegación, beneficiado por una óptima nómina actoral y la extraordinaria fotografía en Technicolor de Russell Metty, sobresale la trepidante y antológica carrera/persecución de goletas entre San Francisco y Alaska.

Otras películas ambientadas en ALTA MAR

El navegante – Donald Crisp y Buster Keaton (1924)
Rebelión a bordo – Frank Lloyd (1935)
20000 leguas de viaje submarino – Richard Fleischer (1954)

FORTÍN (Los cañones de Navarone)

Pequeño fuerte o construcción militar para resistir ataques enemigos. (google.com)

«Nunca gana el ganador, siempre pierde el perdedor, brama en su trono el rey de bastos víctima del desamor. Eva deshoja la flor roja de su corazón y alrededor del fortín se cuece el motín de la desesperación» (canción Tiempo después)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor, poeta y pintor español

LOS CAÑONES DE NAVARONE (The guns of Navarone) – 1961

navarone

Director J. Lee Thompson
Guion Carl Foreman
Fotografía Oswald Morris
Música Dimitri Tiomkin
Producción Highroad Productions/Columbia
Nacionalidad Reino Unido/ Estados Unidos
Duración 150m. Color
Reparto Gregory Peck, David Niven, Anthony Quinn, Stanley Baker, Anthony Quayle, Irene Papas, James Darren, James Robertson Justice.

«Todo puede ocurrir en la guerra. En medio de la locura total, la gente revela los más extraordinarios recursos: ingenio, valor, sacrificio…»

Paradigmático ejemplar del cine de acción y aventuras bélicas producido a lo largo de los años sesenta, basado en la novela homónima de Alistair McLean, que enfatizaba con una impecable graduación de la intriga la misión casi suicida que un escuadrón aliado de élite acomete en la isla del título para devastar el inexpugnable fortín artillado alemán que obstruye la navegación por el mar Egeo, en plena Segunda Guerra Mundial. Reemplazando a última hora a Alexander Mackendrick, despedido por el productor Carl Foreman a causa de insalvables desavenencias creativas, el eficaz artesano J. Lee Thompson asumió la responsabilidad de encauzar este apoteósico ensalzamiento al coraje marcial, encomiado por un explosivo despliegue de efectos especiales, un espectacular reparto internacional y una lograda banda sonora a cargo de Dimitri Tiomkin, inspirada en melodías tradicionales griegas, que realzaba la percepción de epopeya y heroicidad que transmiten sus imágenes. En 1978, Guy Hamilton dirigiría una aceptable secuela bajo el título FUERZA 10 DE NAVARONE.

Otras películas determinadas por la presencia de un FORTÍN

Pampa bárbara – Lucas Demare y Hugo Fregonese (1945)
Zulú – Cy Enfield (1964)
El destierro – Arturo Ruiz (2015)

ADULTERACIÓN (Buffalo Bill)

Alteración o falseamiento del sentido auténtico de una cosa o de la verdad de un asunto. (google.com)

«La condición de todo arte requiere tanto la libertad de la restricción, como la libertad de adulteración y de la intrusión de cuerpos extraños»
Willa Cather (1873-1947) Escritora estadounidense

BUFFALO BILL (The plainsman) – 1936

buffalo

Director Cecil B. De Mille
Guión Waldemar Young, Harold Lamb y Lynn Riggs
Fotografía Victor Milner y George Robinson
Música George Antheil
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 115m. B/N
Reparto Gary Cooper, Jean Arthur, James Ellison, Charles Bickford, Helen Burgess, John Miljan, Porter Hall, Paul Harvey, Anthony Quinn.

«Puedes predecir lo que va a hacer un indio, pero jamás lo que va a hacer una mujer»

Resulta paradójico que el western que más adulteró la vida de William Frederick Cody, alias Buffalo Bill, permanezca aún como el largometraje más atrayante jamás realizado sobre tal personaje, uno de los mitos más universales de cuantos fomentan la iconografía del Lejano Oeste. Sin desatender su consabido sentido del espectáculo, Cecil B. De Mille traspasó el protagonismo a otras dos figuras emblemáticas del momento, el valeroso explorador/pistolero/aventurero/alguacil Wild Bill Hickock y la impetuosa Calamity Jane, para reconstruir un episodio acontecido recién finalizada la Guerra de Secesión, en el que los tres citados héroes, unidos al también legendario general Custer, pretendían proteger un fuerte amenazado por tribus cheyennes que habían sido abastecidas con rifles automáticos por uno de esos traficantes sin escrúpulos que pululaban por aquellos contornos. Una aventura de desfachatada infidelidad histórica, pero insuflada por un notable brío narrativo, una música particularmente inspirada y un apropiadísimo reparto, liderado por la siempre viril y carismática presencia de Gary Cooper.

Otras películas que ADULTERAN aspectos básicos de la historia en la que se basa

El patriota – Roland Emmerich (2000)
La ola – Dennis Gansel (2008)
El renacido – Alejandro González Iñárritu (2015)

PIRATA (Viento en las velas)

Individuo dedicado a realizar robos y secuestros en embarcaciones. Los piratas, por lo tanto, son criminales que actúan en alta mar y que abordan barcos con fines delictivos. Los piratas antiguos constituían un gran peligro para los Estados ya que la navegación era el medio de transporte más habitual para unir grandes distancias y llegar a otros continentes. Las cargas de los barcos que atravesaban los océanos eran tesoros muy preciados para estos delincuentes. (definicion.de)

“Creo que todos tenemos un pirata dentro de nosotros. Nos traslada a cuando éramos niños y queríamos ser piratas, karatekas o cowboys. Tiene que ver con la libertad, la rebelión y el sentimiento de no tener responsabilidades”
Johnny Depp (1963-) Actor y productor estadounidense

VIENTO EN LAS VELAS (A high wind in Jamaica) – 1965

viento

Director Alexander MacKendrick
Guion Stanley Mann, Roland Harwood y Dennis Cannan
Fotografía Douglas Slocombe
Música Larry Adler
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Gran Bretaña/ Estados Unidos
Duración 106m. Color
Reparto Anthony Quinn, James Coburn, Deborah Baxter, Dennis Price, Nigel Davenport, Lila Kedrova, Gert Fröbe, Isabel Dean, Ben Carruthers.

«Tenemos una tripulación supersticiosa en este barco. Quieren abandonar a los niños en la primera isla. Dicen que mientras estén a bordo, estamos malditos»

Delicada y emotiva adaptación de la brillante novela A high wind in Jamaica de Richard Hughes, donde el capcioso poder de las apariencias, la compleja indeterminación de la inocencia infantil o la incapacidad para sortear las paradojas del azar ejercían como factores determinantes a la hora de encauzar el peculiar e insensible enfrentamiento psicológico que aflora en la relación de convivencia entre unos facinerosos piratas y la media docena de niños que han raptado en su trayecto desde las Antillas hacia Inglaterra. MacKendrick volvió a poner de manifiesto su singular e ingeniosa mordacidad estilística al tratar con persistente sutileza, vigor y sensibilidad este clarividente estudio del misterioso universo de la infancia, embellecido por una espléndida fotografía en Cinemascope de Douglas Slocombe y unas magníficas interpretaciones, con una Deborah Baxter sobresaliente en la piel de una niña que conquista el corazón del inspirado Anthony Quinn. Sin duda alguna, una de las películas más amargas, cáusticas y reflexivas en la historia del subgénero de aventuras piratescas.

Otras películas de PIRATAS

El capitán Blood – Michael Curtiz (1935)
El capitán Kidd – Rowland V. Lee (1945)
El temible burlón – Robert Siodmak (1952)

FORZUDO (La strada)

Persona, en general de sexo masculino, que realiza demostraciones atléticas de fuerza dentro de un circo, vaudeville o un freak show. https://es.wikipedia.org/wiki/Forzudo

«La trapecista polaca se encaprichó de un forzudo caminito de Moscú. Cambió mi oro por su alpaca, maldita ley del embudo, no valgo menos que tú» (canción Vinagre y rosas)
Joaquín Sabina (-1949) Cantautor y poeta español

LA STRADA (La strada) – 1954

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Director Federico Fellini
Guión Federico Fellini, Ennio Flaiano y Tullio Pinelli
Fotografía Otello Martelli
Música Nino Rota
Producción Ponti-De Laurentiis Cinematografica
Nacionalidad Italia
Duración 104m. B/N
Reparto Giuletta Masina, Anthony Quinn, Richard Basehart, Aldo Silvani, Marcella Rovere, Livia Venturini, Gustavo Giorgi, Mario Passante.

«¿Yo que sé? Si lo supiera, ¿sabes quién sería? (…) El Padre Eterno, que lo sabe todo. Cuando naces, cuando mueres… ¿Quién puede saberlo? No, no sé para qué sirve esta piedra, pero para algo debe servir. Porque si fuera inútil, entonces todo sería inútil, incluso las estrellas. Al menos eso creo. Y también tú, también tú sirves para algo con tu cabeza de alcachofa»

La definitiva consagración internacional de Fellini llegó con este entrañable, resplandeciente y poético drama social de acepción católica y ostensibles vínculos feministas acerca de la triste historia de una bobalicona campesina, que, en los míseros años de posguerra, se convertía en la fiel y maltratada ayudante del forzudo Zampanó, un acerbo y salvaje hombre de circo ambulante. La bondad, la dulzura y la jovialidad mantenían un constante enfrentamiento con el desarraigo, la rudeza y el egoísmo para dilucidar una fábula social sobre las complejidades del alma humana y el suplicio que conlleva la imposibilidad de amar, fragmentada en episodios tragicómicos que basculaban tenazmente entre las inflexiones poéticas y un inconfundible impulso neorrealista. A la perenne sensación de complacencia e hipnotismo que irradiaba la cinta, a la postre el primer esbozo intuitivo del futuro espíritu felliniano y uno de sus más grandes éxitos crítico-comerciales, contribuyó sobremanera la bellísima partitura de Nino Rota y, por supuesto, la chapliniana composición de Giuletta Masina como la cándida y pusilánime Gelsomina.

Otras películas entre cuyos personajes protagonistas hallamos a un FORZUDO

Justicia ciega (La noche de la venganza) – Benjamin Christensen (1916)
Garras humanas – Tod Browning (1927)
Invencible – Werner Herzog (2001)