Nagisa Oshima

ANDROGINIA (Gohatto)

La androginia se refiere a un organismo que tiene características tanto masculinas como femeninas. La Real Academia Española, proporciona para ‘andrógino‘ una definición alternativa que especifica ‘Dicho de una persona: cuyos rasgos externos no corresponden definidamente con los propios de su sexo’. El andrógino sería pues o bien un ser físicamente intermedio, con rasgos sexuales de hombre y de mujer, o bien un hombre o una mujer que no aparenta de forma clara el sexo al que pertenece. (Wikipedia)

“Es ridículo decir que soy sexista, cuando soy el hombre más femenino de España, predico alcanzar el andrógino y toda mi vida me he esforzado por desarrollar la mujer que llevo dentro; y es igualmente ridículo decir que soy racista, cuando mi mujer es japonesa, he vivido la mayor parte de mi vida en Asia y África, y no me gusta vivir en Europa”
Fernando Sánchez Dragó (1936-) Escritor español

GOHATTO (Gohatto) – 1999

Director Nagisa Oshima
Guion Nagisa Oshima
Fotografía Toyomichi Kurita
Música Ryuichi Sakamoto
Producción BS Asahi/Eisei Gekijo/Bac/Kadokawa Shoten/Imagica/Oshima/RPC/Shochiku/Canal+
Nacionalidad Japón/ Francia/ Reino Unido
Duración 100m. Color
Reparto Takeshi Kitano, Ryuhei Matsuda, Shinji Takeda, Koji Matoba, Tadanobu Asano, Masatô Ibu, Masa Tommies, Uno Kanda, Yoichi Sai.

«El valor del samurái depende absolutamente de la compasión que tenga»

Tras superar múltiples problemas de financiación y recuperarse de una inoportuna apoplejía, Nagisa Oshima volvió a la dirección de películas de ficción tras casi catorce años de inactividad para retomar el motivo capital que estableció su transgresora notoriedad como cineasta: el impacable poderío del deseo físico. Adaptando conjuntamente dos relatos cortos de Ryotaro Shiba (Maegami no sozaburo y Sajoseki ranjin), ambientados en el siglo XIX e incluidos en la serie conocida como Shinsegumi keppuroku, oteaba con una densa pulcritud el inflexible hermetismo militar nipón a través de la convulsión viril avivada por un recluta samurái de belleza andrógina en el templo Nishi-Honganji de Kioto, en vísperas de la era Meiji. Habituado a romper tabúes a lo largo de su dilatada trayectoria, el realizador de EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS se adentraba en el hasta entonces prohibido tema de la homosexualidad según la tradición shudo con sinceridad e inescrutable cadencia descriptiva, gravitando su hálito contemplativo en una excepcional delicadeza plástica y el óptimo acompasamiento musical de Ryuichi Sakamoto.

Otras películas determinadas por una presencia ANDRÓGINA

Muerte en Venecia – Luchino Visconti (1971)
Something must break – Ester Martin Bergsmar (2014)
La chica danesa – Tom Hooper (2015)

DESEO (El imperio de los sentidos)

Anhelo de saciar un gusto (…) consecuencia final de la emoción inducida en origen por la variación del medio (…) A cada deseo le precede un sentimiento, se puede decir que al deseo sexual le precede un sentimiento de atracción: Las normas sociales actuales hacen imposible que esta frase sea de uso cotidiano, sobre todo por el miedo al rechazo. No obstante, el deseo (sea del tipo que sea) y su satisfacción, forman parte de la naturaleza humana. Satisfacer los deseos de forma adecuada implica el uso de la empatía para evitar agredir, y en consecuencia, provocar respuestas violentas en personas que, adecuadamente estimuladas, accederían sin problemas. (Wikipedia)

«Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos»
Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592) Escritor, filósofo, humanista y político francés

EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS (Ai no korîda) – 1976

sentidos

Director Nagisa Oshima
Guion Nagisa Oshima
Fotografía Hideo Ito
Música Minoru Miki
Producción Argos/Oshima/Shibata
Nacionalidad Japón
Duración 105m. Color
Reparto Eiko Matsuda, Tatsuya Fuji, Aio Nakajima, Meika Seri, Kanae Kobayashi, Taiji Tonoyama, Kyôji Kokonoe, Naomi Shiraishi.

«¿Por qué usar estas manos para matar cuando puedes usarlas para el placer?»

Desasosegadora recreación de un suceso real ocurrido en el Japón de 1936, llevado a la pantalla un año antes y de forma muy loable por Akio Kido en EL ABISMO DE LOS SENTIDOS, que por el incomparable grado de magnetismo sensual y físico que derrochaban sus imágenes despuntó como uno de los films más transgresores e impactantes de su tiempo. La pasión incontrolada, voraz e inconformista entre una joven meretriz y el cónyuge de la madame del prostíbulo en el que se hospedan, ambientada en vísperas de la invasión nipona a China, sirvió para efectuar una profunda reflexión sobre los límites del deseo y la sexualidad, abordada con una sublime elegancia estética y un realismo tan explícito y turbador como conmovedoramente sorpresivo. El enorme escándalo que provocó su estreno, refrendado con su prohibición en numerosos países, no impidió la obtención de un gran reconocimiento crítico, encumbrando la carrera de Nagisa Oshima e impulsándolo a completar al año siguiente un particular díptico sobre el sexo y la muerte con la asimismo controvertida EL IMPERIO DE LA PASIÓN.

Otras películas sobre el DESEO

El amargo deseo de la propiedad – Elio Petri (1973)
La ley del deseo – Pedro Almodóvar (1987)
Deseo, peligro – Ang Lee (2007)