Deporte que contiene un gran conjunto de disciplinas agrupadas en carreras, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas y marcha. Es el arte de superar el rendimiento de los adversarios en velocidad o en resistencia, en distancia o en altura (…) Los Juegos Olímpicos son el evento internacional más prestigioso. Se celebran cada cuatro años desde 1896 y el atletismo es la disciplina más importante en ellos. (Wikipedia)
«Un atleta no puede correr con dinero en sus bolsillos. Debe correr con esperanza en su corazón y sueños en su cabeza»
Emil Zatopek (1922-2000) Atleta checo especialista en pruebas de fondo
CARROS DE FUEGO (Chariots of fire) – 1981
Director Hugh Hudson
Guion Colin Welland
Fotografía David Watkin
Música Vangelis
Producción Allied Stars Ltd./Enigma/Goldcrest Films Ltd./Warner Bros.
Nacionalidad Reino Unido
Duración 123m. Color
Reparto Ben Cross, Ian Charleson, Ian Holm, Alice Krige, John Gielgud, Nigel Havers, Lindsay Anderson, Nigel Davenport, Cheryl Campbell.
«Uno puede loar al Señor pelando una patata si lo hace a la perfección. No te comprometas, comprometerse es un lenguaje del demonio. Corre en nombre del Señor y deja que el mundo se asombre»
El mayor triunfo crítico/comercial de David Puttnam, un creativo productor británico que años más tarde presidiría la Columbia Pictures hollywoodiense y ocuparía diversos cargos para el gobierno blairiano, coincidió con la primera y más distinguida realización del posteriormente devaluado Hugh Hudson. En ella se reconstruían las experiencias previas, la ardua preparación y el concurso final en los Juegos Olímpicos de París, en 1924, de dos atletas de divergente condición, personalidad e ideología, a los que les unía una contumaz y desafiante antipatía por los obstinados y conservaduristas convencionalismos de su época: Eric Liddell, un ferviente católico escocés aspirante a misionero, y Harold M. Abrahams, un marginado universitario de Cambridge de origen judío. Sustentada en una exquisita reproducción ambiental y en un eficaz dibujo de los personajes, la película deviene un estimulante, fogoso y también algo almibarado enaltecimiento a la perseverancia y al afán de superación que requiere la dedicación a cualquier deporte, que perdurará para siempre por la pegadiza banda sonora compuesta por Vangelis.
Otras películas sobre ATLETISMO
El colegial – James W. Horne (1927)
Olimpiada – Leni Riefenstahl (1938)
La soledad del corredor de fondo – Tony Richardson (1962)
Olimpiada, gran film, y de una sabiduría fílmica y plástica impresionante
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No creo que haya ningún otro film que, más allá de su ideología, plasme la práctica del deporte de alta competición con tanta belleza, dinamismo y plasticidad.
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Nunca logré conectar con este filme. Me pareció una soflama patriótica (y muy aburrida, casi peor aún), inscrita a conciencia dentro de ese cine británico alineado con los valores nacionalistas y conservadores del thatcherismo al mando.
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Dejando aparte su tufillo chauvinista y una sonrojante escasez de rigor histórico, me parece una película muy bien manufacturada y para nada aburrida. La he visto varias veces y nunca se me ha hecho pesada,
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No intuyo en tu crónica fervor por esta película, pero sí un grado de reconocimiento estatutario. Estoy convencido que al final coincidiremos en que en su día nos causó especial interés por su hermosa banda sonora (se puso muy en boga) y los premios que la encumbraron, pero seguidamente fue apreciada en menor medida por todo aquello que está vinculado con el éxito y en claro antagonismo con lo «off class» (igualmente muy demodé en aquellos tiempos).
Personalmente me sigue pareciendo un ejemplo interesante de un tipo de producción clásica y comercial, en en fondo esencia del propio cine, y que sin poder ser considerada un clásico, sí sustenta un cúmulo de elementos para recompensar. Icónica en su tiempo, hoy seguirá siendo fastuosamente entretenida (no observé en su día y en el segundo visionado tal aburrimiento que sugiere Abúlico, si bien el cine británico de esa época no se vinculó narrativamente con el norteamericano, ver por ejemplo la notable «Otro país», que en unión de algunas otras supusieron cierta recuperación del cine británico en general), pese a las innegables miserias que pone de manifiesto nuevamente Abúlico, el que por otro lado es incapaz de verlas (son infinitamente mayores) en «Tropa de élite». Digamos que los gustos de los formatos han cambiado (formalmente) y las exigencias igualmente siguen siendo someras en el ámbito medular, lo que sí es preocupante.
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Coincido con tu opinión, lo que equivale a afirmar que has intuido perfectamente mi sentir por ella. Imagino que los que hemos sido educados con el cine clásico tenderemos siempre a ser más benévolos con este tipo de producciones que los que han encauzado su cinefilia con otros estilos y formatos, siempre igual de respetables.
Siento no poder dar mi opinión sobre «Otro país» ni por la muy debatida «Tropa de élite», pues no he tenido aún la oportunidad de verlas.
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Cuando he escrito Abúlico quería decir Plared, pues el primero sí pone de manifiesto su crítica de fondo sobre la película brasileña. Disculpa el error.
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Una de las pruebas más evidentes de que me estoy haciendo viejo, cascarrabias e intransigente, lo asumo cuando leo las listas de las mejores películas y los cambios que en ellas se están produciendo conforme avanzan los años.
Lo lógico es que con el paso del tiempo uno asimile que la verdad es absolutamente relativa, que los gustos no solo varían con las sociedades, igualmente en el periplo vital personal; pero hay ciertas selecciones que desafortunadamente no llego a comprender y me invade, cuando menos, algo de nostalgia rancia y probablemente trasnochada. Síntoma inequívoco de que no evoluciono adecuadamente.
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En materia cinematográfica, la tan cacareada frase «Todo tiempo pasado fue mejor» cobra visos de rotundo axioma…
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Ay, cuando recuerdo esta película… siempre me vienen a la cabeza todas las parodias que se han hecho de determinadas escenas…, parodias de distintos cómicos. Y me río un montón.
¿Por qué hay ciertas películas que dan o inspiran más para la parodia que otras?
Me estoy acordando de otra película que me encanta LOS FABULOSOS BAKER BOYS y la escena de Michelle Pfeifer encima del piano… ¿cuánta veces se ha parodiado?
Besos
Hildy
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Sólo recuerdo la que hizo Mr. Bean. En cuanto a otras películas parodiadas, siempre me viene a la cabeza el famoso baile de «Fiebre del sábado noche», especialmente la caricatura que de éste se hizo en «Aterriza como puedas».
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