Dana Andrews

BUSCAVIDAS (¿Ángel o diablo?)

Persona ingeniosa para buscar un medio de vida. Suele tener sentido peyorativo. (Espasa-Calpe)

«El sur tiene sus cosas, sus cositas, que lo hacen expuesto y promisorio: verdes de paz y cumbres de ironía, mascarones de proa y pánicos de popa, arroyitos de sangre junto a mares de sal, pellejos blancos y pieles oscuras, granujas del poder y buscavidas, proveedores de amén y novamás galones y agonías…» (poema Signos del sur)
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor, poeta y dramaturgo uruguayo

¿ÁNGEL O DIABLO? (Fallen angel) – 1945

angel2

Director Otto Preminger
Guion Harry Kleiner
Fotografía Joseph LaShelle
Música David Raksin
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 97m. B/N
Reparto Dana Andrews, Alice Faye, Linda Darnell, Anne Revere, Charles Bickford, Bruce Cabot, John Carradine, Perry Kilbride, Olin Howlin.
* Dick Haymes – Slowly

«Lo que fácil viene, fácil se va. Todo lo consigo hablando sin parar, en un mundo que nos escucha y luego se convierte en nada.»

El aparente sosiego de una pequeña localidad californiana se verá dramáticamente alterado ante la llegada de un intrigante buscavidas, que, pese a enamorarse de una ardiente camarera sin escrúpulos, acabará casándose por dinero con la campante pero desafortunada hija del alcalde. Partiendo de este tópico planteamiento surgido de la homónima novela policíaca de Marty Holland, Preminger realizó con la perspicacia y ambigüedad que siempre le caracterizaron su segunda incursión en los ya de por sí indeterminados postulados del cine negro, evidenciando una más que laudable y refinada facultad para generar atmósferas perturbadoras, nocturnas e ilícitas. Aunque su condición de «film noir» haya sido puesta en entredicho en alguna que otra ocasión, lo cierto es que su validez ha ido acrecentándose gracias a un magnífico elenco y a la penumbrosa pero sutil fotografía de Joseph LaShelle hasta aparecer hoy en día como un brillante razonamiento sobre la súbita y heterogénea conducta del ser humano, capaz de albergar un catálogo de tipologías y actitudes ciertamente interesantes.

Otros clásicos del cine negro protagonizados por un BUSCAVIDAS

El cartero siempre llama dos veces – Tay Garnett (1946)
Gilda – Charles Vidor (1946)
El callejón de las almas perdidas – Edmund Goulding (1947)

INTEMPERANCIA (Al borde del peligro)

1. Falta de templanza o moderación.
2. Incapacidad para cambiar las opiniones o ideas o para ser persuadido.
(Larousse Editorial)

“Inseparable compañera de la injusticia es la intemperancia.”
Fray Luis de León (1527-1591) Poeta, humanista y religioso agustino español

AL BORDE DEL PELIGRO (Where the sidewalks ends) – 1950

borde

Director Otto Preminger
Guion Ben Hecht
Fotografía Joseph LaShelle
Música Cyril J. Mockridge
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Dana Andrews, Gene Tierney, Gary Merrill, Karl Malden, Ruth Donnelly, Robert Simon, Bert Freed, Tom Tully, Craig Stevens, Neville Brand.

«No odia a los malhechores. Le gusta golpearles. Disfruta pegándoles. Le gusta verse en los periódicos como el policía duro que no teme a nada ni a nadie. ¡Su trabajo es atrapar a criminales, no hacer de verdugo!»

Uno de los magistrales policíacos producidos y dirigidos por Otto Preminger entre mediados de los cuarenta y principios de los cincuenta, sin duda una de las páginas más ilustres en la historia del género negro, donde se cuestionaban los angostos límites que separan la inocencia de la culpabilidad, o, lo que es lo mismo, la frontera entre el Bien y el Mal, a partir de la espiral de amoralidad y violencia a la que se ve abocado un detective neoyorquino de intemperantes maneras tras matar por accidente al principal sospechoso de un asesinato. Firmemente asentada en un eficaz guión de Ben Hecht, surgido de la novela Night cry de William L. Stuart, la película sobresale por la consecución de un clima de angustiosa e inquieta destemplanza, así como por la plausible carencia de maniqueísmo con la que el realizador de origen austríaco dibujaba situaciones y personajes, representados por un magnífico reparto con su pareja predilecta al frente: el impertérrito Dana Andrews y la esplendorosa Gene Tierney.

Otros retratos de policías caracterizados por su INTEMPERANCIA

La casa en la sombra – Nicholas Ray (1951)
L.A. Confidential – Curtis Hanson (1997)
No habrá paz para los malvados – Enrique Urbizu (2011)

JUSTICIA (Más allá de la duda)

Concepción que cada época y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un valor determinado como bien común por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de pautas y criterios que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones. (Wikipedia)

“La justicia es igual a las serpientes. Sólo muerden a los que están descalzos”
Óscar Romero (1917-1980) Sacerdote católico salvadoreño

MÁS ALLÁ DE LA DUDA (Beyond a Reasonable Doubt) – 1956

más

Director Fritz Lang
Guion Douglas Morrow
Fotografía William E. Snyder
Música Herschel Burke Gilbert
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 80m. B/N
Reparto Dana Andrews, Joan Fontaine, Sidney Blackmer, Arthur Franz, Robin Raymond, Ed Binns, Shepperd Strudwick, Barbara Nichols.

“Nadie tiene el derecho moral de quitar la vida a otro y la pena de muerte nunca ha conseguido disuadir al criminal”

Harto de los mangoneos y las intromisiones de los productores en su trabajo, Fritz Lang finiquitó sus veinte años de gloriosa carrera hollywoodiense con este film de perversa negritud y cáustica ambigüedad moral, en el que describía la osada artimaña criminal de un escritor contrario a la pena de muerte para poner en evidencia el funcionamiento del sistema jurídico y, por añadidura, reprobar el particularísimo concepto de justicia que prevalece en la sociedad estadounidense. Nuevamente, la firme afinidad langiana por la inexorable fatalidad del destino circundaba un relato marcado por una permanente sensación de angustia, causada en gran medida por la simétrica exactitud de sus encuadres, algún que otro imprevisto giro argumental y la nula complacencia con la que se dibujaba a sus personajes. La cinta, que sin llegar a ser (ni mucho menos) redonda, supera con creces el olvidable remake homónimo de Peter Hyams (2009), aparece hoy como una lúcida y desencantada reflexión sobre las apariencias, un perceptible alegato contra la sentencia capital y, ante todo, un amargo reproche de su realizador a los despóticos procedimientos maccarthystas.

Otras películas sobre las dobleces y limitaciones de la JUSTICIA

Doce hombres sin piedad – Sidney Lumet (1957)
El proceso – Orson Welles (1962)
Cadena perpetua – Frank Darabont (1994)

AFECTIVIDAD (Los mejores años de nuestra vida)

Capacidad de reacción de un sujeto ante los estímulos que provienen del medio externo o interno, cuyas principales manifestaciones son los sentimientos y las emociones. (Espasa-Calpe)

«El matrimonio es un contrato de afectividad que no garantiza nunca su cumplimiento, pues el cariño se revisa cada mañana»
Pierre J. Proudhon (1809-1865) Filósofo político y revolucionario francés

LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA (The best years of our lives) – 1946

best

Director William Wyler
Guión Robert E. Sherwood
Fotografía Gregg Toland
Música Hugo Friedhofer
Producción Samuel Goldwyn
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 172m. B/N
Reparto Fredric March, Dana Andrews, Harold Russell, Myrna Loy, Theresa Wright, Virginia Mayo, Cathy O’Donnell, Hoagy Carmichael.

«Lo que más miedo me da es que ahora van a tratar todos de rehabilitarme»

La dura experiencia vivida por William Wyler en la Gran Guerra resultó fundamental a la hora de aceptar la propuesta del entonces productor independiente Samuel Goldwyn de dirigir una película sobre las dificultades del regreso a la vida civil de los excombatientes en la Segunda Guerra Mundial, tanto en su readaptación laboral como en la reconstrucción de su entorno familiar. El resultado fue un emotivo melodrama realista, inspirado en el relato Glory for me de McKinlay Kantor, que yuxtaponía en un tono profundamente melancólico las diferentes contrariedades de carácter social y afectivo que experimentan un sargento de infantería de acomodada situación profesional (Fredric March), un capitán de aviación sin empleo (Dana Andrews) y un mutilado marinero de clase media (Harold Russell, auténtico veterano de guerra). La pureza y sobriedad de su realización, la enternecedora delicadeza de sus interpretaciones y una majestuosa fotografía de Gregg Toland, con especial esmero en la profundidad de campo, convierten al film en uno de los títulos hollywoodienses más sugestivos, emblemáticos e influyentes de los años cuarenta.

Otras películas que expresan grandes dosis de AFECTIVIDAD

La gran ilusión – Jean Renoir (1937)
¿Dónde está la casa de mi amigo? – Abbas Kiarostami (1987)
Tierras de penumbra – Richard Attenborough (1993)

LINCHAMIENTO (Incidente en Ox-Bow)

Ejecución sin proceso legal por parte de una multitud, a un sospechoso o a un reo. Puede producirse sin llegar a causar la muerte a la víctima, aunque esa suele ser la intención inicial de la agresión. Normalmente es un acto que está fuera de la ley, y penado para proteger el orden público, ya que el Estado debe defender su monopolio de la fuerza. Se suele producir de forma espontánea por motivos sociológicos concretos, normalmente por la conmoción social de un delito concreto. Sin embargo, también puede producirse por motivos racistas, religiosos, políticos, etc., e incluso estar planificado con antelación. (Wikipedia)

«No podemos considerar que haya normas que regulen el linchamiento de un ser aterrorizado, perseguido, hostigado, insultado, golpeado, cegado, herido. No podemos considerar que todo eso es aceptable o reprobable solo si se comete un metro de polvo más allá o un metro de polvo más acá. Ese linchamiento es la burda, bestial manifestación de un poder al que no podemos permitirnos sometimiento»
Ruth Toledano (1963-) Periodista y poeta española

INCIDENTE EN OX-BOW (The Ox-Bow incident) – 1942

oxbow

Director William A. Wellman
Guión Lamar Trotti
Fotografía Arthur Miller
Música Cyril J. Mockridge
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 75m. B/N
Reparto Henry Fonda, Dana Andrews, Henry Morgan, Anthony Quinn, Mary Beth Hughes, William Eythe, Jane Darwell, Harry Davenport.

«La ley es mucho más que palabras que pones en un libro, o jueces o abogados o sheriffs que contratas para llevarla a cabo. Es todo lo que la gente ha descubierto sobre la justicia y lo que está bien o mal. Es la conciencia de la humanidad»

Con casi toda seguridad, el western más completo del especialista William A. Wellman y, sin ningún tipo de dudas, uno de los títulos fundamentales en la evolución del género, pues acrecentó las propuestas del mismo al insertar por primera vez y sin ningún tipo de concesiones un enérgico contenido de denuncia social, orientado a recriminar ciertos estigmas nacionales tan arraigados como la intolerancia racial o la arbitraria usurpación del poder jurisprudente. Tales impulsos, a menudo acrecentados por un fanático e irrefrenable deseo de venganza, son los que espolean a la enfervorizada comitiva de ciudadanos de una pequeña localidad fronteriza de Nevada a procesar injustamente a tres ganaderos en esta adaptación de un relato homónimo de Walter Van Tilburg Clark, escrita y producida por Lamar Trotti, que permanece absolutamente vigente gracias a la concisión y transparencia de una puesta en escena tan áspera como lúgubre y deprimente, así como por un soberbio conjunto de actuaciones. A pesar de su excelsitud, la cinta cosechó un notorio fracaso comercial, en gran medida motivado por su marcada orientación progresista.

Otras películas que condenan la práctica del LINCHAMIENTO

Furia – Fritz Lang (1936)
La jauría humana – Arthur Penn (1966)
Canoa – Felipe Cazals (1975)