Joseph LaShelle

FEALDAD (Marty)

La fealdad es el alejamiento del canon de belleza que es el conjunto de aquellas características que una sociedad considera convencionalmente como bonito, atractivo o deseable, sea en una persona u objeto. Usualmente indica hacia algo que provoca repulsión o terror. El término, sin embargo, es usado con mayor frecuencia en referencia a la apariencia humana. (Wikipedia)

«Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés, pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculo mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo» (relato La noche de los feos)
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo

MARTY (Marty) – 1955

Director Delbert Mann
Guion Paddy Chayevsky
Fotografía Joseph LaShelle
Música Roy Webb
Producción Hecht/Hill & Lancaster/Steven
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 88m. B/N
Reparto Ernest Borgnine, Betsy Blair, Esther Minciotti, Joe Mantell, Joe De Santis, Karen Steele, Augusta Ciolli, Jerry Paris, Frank Sutton.

«Acepto que no sé qué buscarán las mujeres, pero yo no lo tengo. Ya perseguí suficientes chicas y fui a suficientes bailes. Ya me lastimaron bastante. No quiero más»

Mientras Hollywood encauzaba el grueso de su producción hacia magnos espectáculos rodados en su flamante Cinemascope brotó en el cine norteamericano una nueva tendencia proveniente del ámbito televisivo que apostaba por incorporar los ya casi expirados principios neorrealistas a un puñado de episodios cotidianos protagonizados por seres modestos, cercanos, que, en la mayoría de los casos, radicaban su existencia en una continua batalla por materializar sus pretensiones laborales y afectivas. Eso es precisamente lo que cuenta Delbert Mann en esta emotiva historia de amor entre una carnicero candoroso, algo maduro y poco agraciado y una profesora de similares características, cuya sencillez dramática y espontaneidad interpretativa inauguró la citada corriente expresiva, alcanzando un éxito de crítica y público inusitado y encumbrando de forma efímera a sus dos protagonistas. El argumento de Paddy Chayevsky, quizás la más certera pluma del movimiento, permitió dibujar una sugestiva y veraz crónica costumbrista del quehacer diario en un barrio neoyorquino.

Otras películas determinadas por la FEALDAD del personaje protagonista

Nosferatu, vampiro de la noche – Werner Herzog (1979)
Cyrano de Bergerac – Jean-Paul Rappeneau (1990)
El monstruo de St. Pauli – Faith Akin (2019)

SACRIFICIO (Siete mujeres)

Esfuerzo, pena, acción o trabajo que una persona se impone a sí misma por conseguir o merecer algo o para beneficiar a alguien. (google.es)

“El valor de un sentimiento se mide por la cantidad de sacrificio que estás preparado a hacer por él”
John Galsworthy (1867-1933) Novelista y dramaturgo inglés

SIETE MUJERES (Seven women) – 1966

Director John Ford
Guion Janet Green y John McCormick
Fotografía Joseph LaShelle
Música Elmer Bernstein
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 87m. Color
Reparto Anne Bancroft, Sue Lyon, Margaret Leighton, Mildred Dunnock, Flora Robson, Eddie Albert, Betty Field, Anne Lee, Woody Strode.

«¿Normal? ¿Qué demonios hay de normal en mi vida? Tardé ocho años en hacerme médico; lo dejé todo por estudiar. ¿Y para qué? No conseguí hacer nada. No hay buenos empleos para mujeres médicos. No conseguí poner una consulta decente; tuve que sudar en los peores hospitales. Y cuando al final tuve tiempo para dedicarme un poco al amor, terminé escogiendo al tipo equivocado»

Espléndido drama femenino, basado en la novela Chinese finale de Norah Lofts, que sirvió para clausurar la impresionante filmografía de su autor, y, por tanto, para poner fin a la hermosa doctrina ética, vital y cinematográfica que éste promulgó a lo largo de sus cuarenta y ocho años de trayectoria profesional. Acusado de machista durante la misma, Ford quiso ofrecer una imagen positiva del sexo femenino al enfatizar con placidez y entusiasmo la fuerza de voluntad y el espíritu de sacrificio de un grupo de misioneras cristianas en la convulsa China de 1935, y, apoyándose en un ritmo pausado y una puesta en escena tan refinada como aromática, pormenorizar en las tensas relaciones que irrumpen con la nueva doctora, una mujer con pasado, atea, valiente y desprendida que choca con el sistema devoto, puritano y enfermizamente represivo que impera en la comunidad. A destacar la magnífica fotografía en Panavision de Joseph La Shelle, así como la inolvidable interpretación de Anne Bancroft en uno de los grandes papeles de su carrera.

Otras películas que abordan el concepto de SACRIFICIO como conducta humana

Stella Dallas – King Vidor (1937)
¡Qué bello es vivir! – Frank Capra (1946)
Estrella nublada – Ritwik Gathak (1960)

ASCENSORISTA (El apartamento)

Persona que tiene por profesión el manejo de un ascensor. La profesión de ascensorista fue muy popular en la época en que los ascensores se gestionaban manualmente pero prácticamente se extinguió con la aparición de los ascensores automáticos. (Wikipedia)

«Se parece a un ascensorista que conocí en Lima, Ohio, hace quince años» (Durante una entrevista, un redactor de la revista ‘Variety’ le pregunta qué le enamoró de su última esposa)
Groucho Marx (1890-1977) Actor y humorista estadounidense

EL APARTAMENTO (The apartment) – 1960

apartment

Director Billy Wilder
Guion Billy Wilder e I.A.L. Diamond
Fotografía Joseph LaShelle
Música Adolph Deutsch
Producción The Mirisch Corporation
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 125m. B/N
Reparto Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Jack Kruschen, David Lewis, Ray Walston, Joan Shawlee, Hope Holiday.

«¿Cuántos días tarda uno en desintoxicarse de quien está colgado? Ojalá inventaran una sonda para lavar el corazón»

A partir de un modélico guion escrito con su fiel asociado I.A.L. Diamond, Wilder alumbró una obra maestra de seductora ambivalencia y meticulosidad que fluctuaba constantemente entre la comedia ácida, el romántico melodrama sentimental y una crítica socio-costumbrista de despiadado cinismo sobre la deshumanización del mundo laboral moderno. Un modesto y apocado contable de una compañía de seguros prospera a base de ceder su apartamento para las furtivas citas que sus superiores traban con sus respectivas amantes, entre ellas, una ascensorista de la que está platónicamente enamorado. La relación entre estos dos personajes, tan vulnerables como solitarios, tan adorables y henchidos de humanidad, permitía componer una lúcida reflexión moral sobre la humillante hipocresía existente en la competitiva sociedad capitalista, apoyada en un refinamiento narrativo y en una elocuencia dialéctica que conserva hoy en día toda su magia, fuerza y vigencia. Inolvidables actuaciones de Jack Lemmon y Shirley MacLaine, así como espléndido el trabajo del escenógrafo de origen húngaro Alexander Trauner, especialmente visible en los decorados de la opresiva e inmensa oficina, todo un prodigio de perspectiva.

Otras películas con protagonismo de un/a ASCENSORISTA

Sube y baja – Miguel M. Delgado (1959)
El río – Tsai Ming-liang (1997)
De ahora en adelante – Richard LaGravenese (1998)

BUSCAVIDAS (¿Ángel o diablo?)

Persona ingeniosa para buscar un medio de vida. Suele tener sentido peyorativo. (Espasa-Calpe)

«El sur tiene sus cosas, sus cositas, que lo hacen expuesto y promisorio: verdes de paz y cumbres de ironía, mascarones de proa y pánicos de popa, arroyitos de sangre junto a mares de sal, pellejos blancos y pieles oscuras, granujas del poder y buscavidas, proveedores de amén y novamás galones y agonías…» (poema Signos del sur)
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor, poeta y dramaturgo uruguayo

¿ÁNGEL O DIABLO? (Fallen angel) – 1945

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Director Otto Preminger
Guión Harry Kleiner
Fotografía Joseph LaShelle
Música David Raksin
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 97m. B/N
Reparto Dana Andrews, Alice Faye, Linda Darnell, Anne Revere, Charles Bickford, Bruce Cabot, John Carradine, Perry Kilbride, Olin Howlin.

«Lo que fácil viene, fácil se va. Todo lo consigo hablando sin parar, en un mundo que nos escucha y luego se convierte en nada»

El aparente sosiego de una pequeña localidad californiana se verá dramáticamente alterado ante la llegada de un intrigante buscavidas, que, pese a enamorarse de una ardiente camarera sin escrúpulos, acabará casándose por dinero con la campante pero desafortunada hija del alcalde. Partiendo de este tópico planteamiento surgido de la homónima novela policíaca de Marty Holland, Preminger realizó con la perspicacia y ambigüedad que siempre le caracterizaron su segunda incursión en los ya de por sí indeterminados postulados del cine negro, evidenciando una más que laudable y refinada facultad para generar atmósferas perturbadoras, nocturnas e ilícitas. Aunque su condición de «film noir» haya sido puesta en entredicho en alguna que otra ocasión, lo cierto es que su validez ha ido acrecentándose gracias a un magnífico elenco y a la penumbrosa pero sutil fotografía de Joseph LaShelle hasta aparecer hoy en día como un brillante razonamiento sobre la súbita y heterogénea conducta del ser humano, capaz de albergar un catálogo de tipologías y actitudes ciertamente interesantes.

Otros clásicos del cine negro protagonizados por un BUSCAVIDAS

El cartero siempre llama dos veces – Tay Garnett (1946)
Gilda – Charles Vidor (1946)
El callejón de las almas perdidas – Edmund Goulding (1947)

INTEMPERANCIA (Al borde del peligro)

1. Falta de templanza o moderación.
2. Incapacidad para cambiar las opiniones o ideas o para ser persuadido.
(Larousse Editorial)

“Inseparable compañera de la injusticia es la intemperancia”
Fray Luis de León (1527-1591) Poeta, humanista y religioso agustino español

AL BORDE DEL PELIGRO (Where the sidewalks ends) – 1950

borde

Director Otto Preminger
Guion Ben Hecht
Fotografía Joseph LaShelle
Música Cyril J. Mockridge
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Dana Andrews, Gene Tierney, Gary Merrill, Karl Malden, Ruth Donnelly, Robert Simon, Bert Freed, Tom Tully, Craig Stevens, Neville Brand.

«No odia a los malhechores. Le gusta golpearles. Disfruta pegándoles. Le gusta verse en los periódicos como el policía duro que no teme a nada ni a nadie. ¡Su trabajo es atrapar a criminales, no hacer de verdugo!»

Uno de los magistrales policíacos producidos y dirigidos por Otto Preminger entre mediados de los cuarenta y principios de los cincuenta, sin duda una de las páginas más ilustres en la historia del género negro, donde se cuestionaban los angostos límites que separan la inocencia de la culpabilidad, o, lo que es lo mismo, la frontera entre el Bien y el Mal, a partir de la espiral de amoralidad y violencia a la que se ve abocado un detective neoyorquino de intemperantes maneras tras matar por accidente al principal sospechoso de un asesinato. Firmemente asentada en un eficaz guión de Ben Hecht, surgido de la novela Night cry de William L. Stuart, la película sobresale por la consecución de un clima de angustiosa e inquieta destemplanza, así como por la plausible carencia de maniqueísmo con la que el realizador de origen austríaco dibujaba situaciones y personajes, representados por un magnífico reparto con su pareja predilecta al frente: el impertérrito Dana Andrews y la esplendorosa Gene Tierney.

Otros retratos de policías caracterizados por su INTEMPERANCIA

La casa en la sombra – Nicholas Ray (1951)
L.A. Confidential – Curtis Hanson (1997)
No habrá paz para los malvados – Enrique Urbizu (2011)