Lee Remick

TRAGO (Días de vino y rosas)

1. Acción de pasar un líquido de la boca al estómago.
2. Porción de líquido que se ingiere de una vez.
3. Porción de una bebida alcohólica. (K Dictionaries)

“Ese es el problema con la bebida, pensé, mientras me servía un trago. Si ocurre algo malo, bebes para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, bebes para que pase algo”
Charles Bukowski (1920-1994) Escritor y poeta estadounidense

DÍAS DE VINO Y ROSAS (Days of wine and roses) – 1962

Director Blake Edwards
Guion J.P. Miller
Fotografía Philip Lathrop
Música Henry Mancini
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 117m. B/N
Reparto Jack Lemmon, Lee Remick, Charles Bickford, Jack Klugman, Alan Hewitt, Debbie Megowan, Jack Albertson, Tom Palmer.

«En la vida del alcohólico llega un momento en que la botella es Dios. Nadie importa, nada importa, sólo otro trago»

A partir de un extraordinario guion de J. P. Miller, posteriormente novelado por el propio autor y basado en un episodio homónimo dirigido por John Frankenheimer para la serie televisiva Playhouse 90, de la CBS, Blake Edwards formalizó con apasionada sensibilidad este patético, degradante e intemporal manifiesto acerca del infierno de la autodestrucción dipsómana o, dicho de otro modo, sobre el perpetuo y doloroso cautiverio del último trago al que se enfrenta una pareja de clase media de San Francisco, excelsamente declamada por Jack Lemmon y Lee Remick. Un largometraje de modélica puesta en escena, enriquecido por una triste banda sonora de Henry Mancini, cuyo intenso desarrollo argumental transitaba de la comedia romántica al sórdido drama familiar con hondura social, loable disposición realista y una portentosa carga poética hasta organizar una áspera travesía por los vericuetos más enrevesados de la conducta humana. Por cierto, su magnífico título se inspiraba en el texto de un poema sin título del londinense Ernest Dowson.

Otras películas cuyo protagonista subsiste abocado a la urgencia del siguiente TRAGO

Días sin huella – Billy Wilder (1945)
Fuego fatuo – Louis Malle (1963)
Solas – Benito Zambrano (1999)

ASMA (Chantaje contra una mujer)

Enfermedad crónica del sistema respiratorio caracterizada por vías respiratorias hiperreactivas (es decir, un incremento en la respuesta broncoconstrictora del árbol bronquial). Las vías respiratorias más finas disminuyen ocasional y reversiblemente por contraerse su musculatura lisa o por ensanchamiento de su mucosa al inflamarse y producir mucosidad, por lo general en respuesta a uno o más factores desencadenantes3 como la exposición a un medio ambiente inadecuado (frío, húmedo o alergénico), el ejercicio o esfuerzo en pacientes hiper-reactivos, o el estrés emocional (…) El asma provoca síntomas tales como respiración sibilante, falta de aire (polipnea y taquipnea), opresión en el pecho y tos improductiva durante la noche o temprano en la mañana. (Wikipedia)

«Yo fui un niño con asma inducido a creer que no conseguiría gran cosa en la vida»
Martin Scorsese (1942-) Director, guionista, actor y productor estadounidense de cine

CHANTAJE CONTRA UNA MUJER (Experiment in terror) – 1962

terror

Director Blake Edwards
Guion Mildred Gordon y Gordon Gordon
Fotografía Phil H. Lathrop
Música Henry Mancini
Producción Geoffrey-Kate Productions/Columbia
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 123m. B/N
Reparto Glenn Ford, Lee Remick, Ross Martin, Stefanie Powers, Roy Poole, Ned Glass, Anita Loos, Patricia Huston, Clifton James, Al Avalon.

«He conocido a un montón de periodistas en mi vida: buenos, malos… Sólo los buenos tienen ética»

Blake Edwards hizo un oportuno paréntesis en su casi exclusiva dedicación a la comedia para realizar, en un mismo año, dos de las películas más acabadas y creativas de su filmografía: el categórico drama sobre el alcoholismo DÍAS DE VINO Y ROSAS y este desapacible thriller policíaco, basado en la novela Operation Terror del matrimonio de escritores conocido como The Gordons. Desde su claustrofóbico punto de partida hasta su portentosa e imitadísima conclusión en el Candlestick Park Stadium, el realizador de Tulsa dominaba los habituales resortes del suspense con auténtica convicción y sin caer en ningún indicio tremendista, apoyándose en una excepcional fotografía de contrastes y en una innovadora banda sonora a cargo de su inseparable Henry Mancini. Íntegramente localizado en la ondulante urbe de San Francisco, describía con un versado preciosismo descriptivo la concienzuda actuación de un agente del FBI para erradicar la desazón y la inestabilidad emocional que oprimen a una empleada de banca ante la aterradora coacción de la que es objeto por parte de un peligroso criminal aquejado de asma.

Otras películas con personajes aquejados de ASMA

Salvaje como un ciclón – Yasuzo Masumura (1960)
Praise – John Curran (1998)
Diarios de motocicleta – Walter Salles (2004)

PROCESO (Anatomía de un asesinato)

Conjunto de actividades mutuamente relacionadas o que al interactuar juntas en los elementos de entrada los convierten en resultados. El proceso judicial es básicamente la exigencia constitucional para el desarrollo rogado de la jurisdicción. El proceso sirve a la satisfacción de los intereses jurídicos socialmente relevantes, siendo el medio constitucionalmente instituido para ello (…) Incluye también las relaciones entre los sujetos intervinientes, las relaciones entre éstos y el objeto del proceso, etc. Además, aspira a una finalidad, que es la terminación o justa composición del litigio, y para llegar a ella emplea el procedimiento como medio. (Wikipedia)

«Después de la Segunda Guerra Mundial, los vencedores (los Estados Unidos y la Unión Soviética) juzgaron a los perdedores por ‘crímenes de guerra’ y ‘crímenes contra la humanidad’ (…) Este proceso judicial imparcial resultó en muchas ejecuciones, castigando ejemplarmente a aquellos que cometieron atrocidades bajo la excusa de la guerra. Sin embargo, nadie en el lado ganador fue acusado de un sólo crimen de guerra»
Joseph Sobran (1946-2010) Periodista, escritor y columnista estadounidense

ANATOMÍA DE UN ASESINATO (Anatomy of a murder) – 1959

anatomia3

Director Otto Preminger
Guion Wendell Mayes
Fotografía Sam Leavitt
Música Duke Ellington
Producción Columbia/Carlyle Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 161M. B/N
Reparto James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara, Arthur O’Connell, Joseph N. Welch, George C. Scott, Eve Arden, Murray Hamilton.
* Duke Ellington – Main title/Anatomy of a murder

“No es necesario que me extienda sobre mis métodos. Un juez es como… otro juez. La única diferencia está en cómo haga la digestión o en su facilidad para quedarse dormido. En cuanto a mí, digiero una barra de hierro y, aunque les parezca que duermo a ratos, descubrirán que despierto con facilidad, sobre todo si un abogado hace una argumentación que a mí me parezca brillante”

Inestimable melodrama judicial basado en la novela homónima del magistrado Robert Traver en torno al crudo proceso de homicidio a un oficial del ejército, acusado de asesinar al individuo que supuestamente violó a su esposa, que decide afrontar un veterano fiscal de Michigan con la insegura colaboración de un amigo letrado aficionado a la bebida. En un conjunto apasionante compuesto con una firmeza absoluta y conducido a través de una impetuosa atmósfera de suspense, Preminger expuso una sorprendente combinación de nihilismo y mordacidad para manifestar la tenuidad e incoherencia del sistema judicial y, de paso, reprochar la endeblez humana y moral de la sociedad norteamericana. Sus estupendas interpretaciones, entre ellas un James Stewart realmente sublime, los admirables títulos de crédito a cargo de Saul Bass y una hermosa banda sonora a ritmo de jazz redondeaban esta mítica película, que, gracias a la minuciosa descripción de los hechos y al intrépido vocabulario utilizado durante la vista, escandalizó a los sectores más conservadores del país, erigiéndose como una de las cintas precursoras de la libertad de expresión.

Otras películas que giran en torno a un PROCESO JUDICIAL

Testigo de cargo – Billy Wilder (1957)
La herencia del viento – Stanley Kramer (1960)
Veredicto final – Sidney Lumet (1982)

MANIPULACIÓN (Un rostro en la multitud)

Ejercicio no confesado del poder a través de medios no institucionalizados, a fin de producir en los individuos determinados efectos. Las posibilidades de manipulación han aumentado considerablemente con el desarrollo de los medios de comunicación de masas. (Larousse Editorial)

“Con una hábil manipulación de la prensa, pueden hacer que la víctima parezca un criminal y el criminal, la víctima”
Malcolm X (1925-1965) Orador, ministro religioso y activista estadounidense

UN ROSTRO EN LA MULTITUD (A face in the crowd) – 1957

face

Director Elia Kazan
Guion Budd Schulberg
Fotografía Gayne Rescher y Harry Stradling
Música Tom Glazer
Producción Newton Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 125m. B/N
Reparto Andy Griffith, Patricia Neal, Anthony Franciosa, Lee Remick, Walter Matthau, Percy Waram, Rod Brasfield, Charles Irving.

«Campesinos sureños, chiflados, paletos, amas de casa, inválidos, recolectores de legumbres… Todo el mundo tiene que saltar cuando alguien hace sonar el silbato. Ellos todavía no lo saben (…) pero, ¡son míos!, ¡soy su dueño! Piensan como yo. Sólo ellos son más estúpidos que yo, así que tengo que pensar por ellos»

Tras anunciar la dolorosa degeneración del profundo sur norteamericano desde un ámbito estrictamente pasional en la escandalosa BABY DOLL (1956), Kazan continuó su particular proceso de descargo a su colaboración en el sumario maccarthysta con esta feroz denuncia de la perniciosa e infalible capacidad de influencia y manipulación sobre las masas que poseen los medios de comunicación, tema rabiosamente actual en los tiempos que corren. Sirviéndose de la narración corta The Arkansas traveler de Budd Schulberg, la cinta exponía la traumática conversión en fulgurante estrella mediática de un vagabundo cantarín (excesiva interpretación de Andy Griffith) con la suficiente fuerza descriptiva, visual y crítica como para alertar sobre el riesgo que comportan este tipo de efímeros y alienadores encumbramientos a la fama. Además de erigirse en una de las primeras producciones norteamericanas en abordar este comprometido tema, el film siempre figuró entre los favoritos del impopular realizador pese a no encontrarse, ni de lejos, entre los mejores de su filmografía.

Otras películas sobre MANIPULACIÓN de masas

Juan Nadie – Frank Capra (1941)
El gran carnaval – Billy Wilder (1951)
Ciudadano Bob Roberts – Tim Robbins (1992)

DESILUSIÓN (El detective)

1. Impresión negativa que experimenta alguien al comprobar que la realidad de algo no responde a la esperanza o la ilusión puestas en ello.
2. Falta de ilusión.
(Larousse Editorial)

“Aquellos que ven en cada desilusión un estímulo para mayores conquistas, ésos poseen el recto punto de vista para con la vida”
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) Poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán

EL DETECTIVE (The detective) – 1968

douglas

Director Gordon Douglas
Guion Joseph F. Biroc
Fotografía Abby Mann
Música Jerry Goldsmith
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 114m. Color
Reparto Frank Sinatra, Lee Remick, Ralph Meeker, Jack Klugman, Horace MacMahon, Jacqueline Bisset, William Windom, Robert Duval.

«Yo era un buen policía y vi cosas que me horrorizaron. Creía que estaba por encima de ellos, pero ¡qué va…!»

Entre las andanzas de perfil jamesbodiano del detective privado Tony Rome, HAMPA DORADA (1967) y su secuela LA MUJER DE CEMENTO (1968), según las tópicas novelas de Marvin H. Albert, Douglas filmó siempre con el protagonismo del ya marchito Sinatra esta compleja adaptación de la novela homónima de Roderick Thorp en torno a las profusas desilusiones cotidianas, tanto profesionales como personales, de un honesto, receloso e intuitivo sargento de homicidios neoyorquino, de nombre Joe Leland. La aparición del cadáver de un homosexual de clase pudiente determinaba el punto de partida sobre el que se expandía un thriller policial de extrema sordidez y áspera gradación psicológica, guionizado por el ‘black-listed’ Aby Mann, cuyo depurado verismo expresivo dejaba entrever síntomas de la corriente renovadora que por entonces ya invadía el género. Audaz y descorazonadora denuncia a la corrupta especulación que se anida en las altas esferas, presumía de una tenebrosa fotografía del aldrichiano Joseph Biroc y un preciso punteado jazzístico a cargo de Jerry Goldsmith.

Otras películas invadidas por el fantasma de la DESILUSIÓN

Desengaño – William Wyler (1936)
El crack – José Luis Garci (1981)
El mismo amor, la misma lluvia – Juan José Campanella (1999)