Nueva versión de una película o de una serie de televisión que repite con bastante fidelidad su historia y que mantiene los mismos personajes (…) Suele consistir en narrar lo mismo que ya se narró con anterioridad, pero empleando actores diferentes o modificando el contexto del relato, por citar algunos de los cambios más frecuentes. (definicion.de)
«Se hacen llamar secuelas, pero en realidad tienen espíritu de remakes y todo en ellas pasa por decisiones oficiales, porque no puede ser de otra manera. Esa es la naturaleza de las franquicias cinematográficas modernas: tienen mercados estudiados, están probadas con audiencias y son analizadas, modificadas, vueltas a analizar y vueltas a modificar hasta que están listas para el consumo»
Martin Scorsese (1942-) Director, guionista y productor de cine estadounidense
EL PRISIONERO DE ZENDA (The prisioner of Zenda) – 1952
Director Richard Thorpe
Guion John Balderston y Nigel Langley
Fotografía Joseph Ruttenberg
Música Alfred Newman
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 102m. Color
Reparto Stewart Granger, Deborah Kerr, James Mason, Jane Greer, Robert Douglas, Louis Carlhern, Robert Coote, Lewis Stone.
“La fidelidad es la mejor arma de una mujer madura y la mayor hipocresía de una mujer encantadora»
Encomiable película de aventuras de capa y espada, que, aunque tan solo se limitaba a reproducir plano a plano la versión dirigida en 1937 por John Cromwell a partir del homónimo relato de Anthony Hope, ha conseguido inscribirse entre los inolvidables clásicos que Hollywood aportó al género durante los años cincuenta. Esta solapada intriga de maquinaciones palaciegas, suplantaciones de personalidad y amores inalcanzables, ambientada en un imaginario reino centroeuropeo, resultó favorecida por aquel inolvidable estilo visual que la Metro de la época implantó amparándose en el esplendoroso Technicolor y los siempre fastuosos decorados concebidos por Cedric Gibbons. Pese a estar realizada con presteza y absoluta dedicación por un acomodadizo artesano como Richard Thorpe, únicamente logró superar a su ilustre precedente en el apartado interpretativo, despuntando por encima de un sublime reparto la inmaculada elegancia de Deborah Kerr, como la enamoradiza princesa Flavia, y la refinada versatilidad del gran James Mason, dando vida al infame Rupert de Hentzau.
Otros REMAKES homónimos en color de una película original en blanco y negro
Ha nacido una estrella – George Cukor (1954)
Tú y yo – Leo McCarey (1957)
El cabo del miedo – Martin Scorsese (1991)