Donna Reed

REVOLCÓN (De aquí a la eternidad)

1. Acción o resultado de revolcar o revolcarse
2. Jugueteo sexual con intercambio de caricias y abrazos apasionados entre dos personas.
(Larousse Editorial)

«Blas, como un muro de lamentaciones con ojos, escuchaba y se frotaba las manos ante la perspectiva de un revolcón cariñoso y rápido mientras la chica te llora en el hombro. El llamado polvo de consuelo, cuyo mérito consiste en depredar al otro en el momento más bajo de su autoestima» (novela Cuatro amigos)
David Trueba (1969-) Escritor, periodista, director de cine, guionista y actor español.

DE AQUÍ A LA ETERNIDAD (From here to eternity) – 1953

Director Fred Zinnemann
Guión Daniel Taradash
Fotografía Burnett Guffey
Música George Duning
Producción Columbia
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 118m. B/N
Reparto Burt Lancaster, Deborah Kerr, Montgomery Clift, Frank Sinatra, Donna Reed, Ernest Borgnine, Jack Warden, Mickey Saughnessy.

«Nunca imaginé que pudiera ser así… Nadie me había besado nunca como tú»

Memorable adaptación del polémico best-seller homónimo de James Jones sobre la controvertida cotidianeidad latente en el acuartelamiento yanqui de Schofield (Honolulu), en los meses previos al ataque de la aviación japonesa a la base de Pearl Harbour, que bifurcaba su entramado dramático en la simultaneidad de diversas historias paralelas, entre ellas, la abusiva sucesión de presiones a las que es sometido un degradado cabo de cornetas para que represente al equipo pugilístico de la unidad (inmenso Montgomery Clift) y la apasionada relación adúltera que florece entre un competente sargento de infantería y la frustrada e insatisfecha esposa de su capitán. Evidenciando su particular capacidad de agudeza psicológica, Zinnemann alcanzó altos niveles de profundidad dramática y confirió un excepcional ritmo narrativo a este solapado encomio al honor y a la lealtad castrense, enaltecido con las categóricas actuaciones de un reparto de campanillas y perpetuado por el tórrido revolcón en la playa hawaiana de Halona Cove entre Burt Lancaster y Deborah Kerr.

Otras películas que contienen una escena de REVOLCÓN

Duelo al sol – King Vidor (1946)
La pianista – Michael Haneke (2001)
Match point – Woody Allen (2005)

RETRATO (El retrato de Dorian Gray)

Pintura o efigie principalmente de una persona. También se entiende por retrato la descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona. Por lo tanto, la primera definición de retrato es aquella que se refiere a la expresión plástica de una persona a imitación de la misma, lo que ocurre en la pintura, la escultura y la fotografía. En un retrato predomina la cara y su expresión. Se pretende mostrar la semejanza, personalidad e incluso el estado de ánimo de la persona. (Wikipedia)

“La librería de un hombre es también su retrato, y tan fino que no pueden igualarle ni los pinceles más exactos ni la pluma más penetrante y fiel del mejor biógrafo. Los libros que cada cual escoge para su recreo, para su instrucción, incluso para su vanidad, son verdaderas huellas dactilares del espíritu, que permiten su exacta identificación”
Gregorio Marañón (1887-1960) Médico endocrino, científico, historiador, escritor y pensador español

EL RETRATO DE DORIAN GRAY (The picture of Dorian Gray) – 1945

dorian

Director Albert Lewin
Guion Albert Lewin
Fotografía Harry Stradling
Música Herbert Stothart
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 106m. B/N y Color
Reparto Hurd Hatfield, George Sanders, Donna Reed, Angela Lansbury, Peter Lawford, Lowell Gilmore, Richard Fraser, Douglas Walton.

«Una persona debería vivir plena y completamente, dar forma a cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada sueño. Cada impulso que reprimimos anida en la mente envenenándonos. Sólo hay un modo de vencer la tentación y es ceder ante ella. Resístala, y el alma enfermará con el ansia de las cosas que se ha prohibido a sí misma. No hay nada que pueda curar el alma, salvo los sentidos, del mismo modo que nada puede sanar los sentidos sino el alma»

La mejor adaptación al cine de la afamada novela homónima de Oscar Wilde la encontramos en esta cautivadora y atípica producción de Pandro S. Berman, que explotaba la sensibilidad literaria y la refinada exquisitez estilística de Albert Lewin sorteando toda presunción de grandilocuencia para consumar un drama victoriano de inspiración onírica y regusto barroco, encauzado a prevenir sobre el severo e insalvable peaje a pagar cuando alguien pretende desafiar con amoralidad las inmutables leyes de la naturaleza. La perturbadora e ignominiosa relación de un joven y atractivo aristócrata londinense con su pernicioso retrato al óleo fue plasmada a través de una atmósfera tupida y angustiosa, enaltecida por una intensidad formal de carácter expresionista y punteada por Harry Stradling con alguna circunstancial pero inolvidable ilustración en Technicolor. Cabe destacar la prodigiosa caracterización de George Sanders, actor fetiche del realizador, como el jactancioso Lord Henry Wotton, un dandy de filosofía hedonista acostumbrado a alardear de su verborrea y mundología por medio de disertaciones aceleradas, mordientes e incisivamente profundas.

Otras películas en las que un RETRATO adquiere una importancia vital

Laura – Otto Preminger (1944)
La mujer del cuadro – Fritz Lang (1944)
En algún lugar del tiempo – Jeannot Szwarc (1980)

ALTRUISMO (¡Qué bello es vivir!)

Tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio. (google.es)

“Descubrir la energía interior y entregarla para renovar el mundo; he aquí el altruismo”
Rafael Barrett (1876-1910) Escritor y periodista español

¡QUÉ BELLO ES VIVIR! (It’s a wonderful life) – 1946

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Director Frank Capra
Guión Frank Capra, Frances Goodrich y Albert Hackett
Fotografía Joseph Walker y Joseph Biroc
Música Dimitri Tiomkin
Producción RKO/Liberty Films Inc.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 130m. B/N
Reparto James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers, Beulah Bondi, Frank Faylen, Ward Bond, Gloria Grahame.

“La vida de cada hombre afecta a muchas vidas. Y cuando él no está, deja un hueco terrible”

Con el fin de concienciar y animar a la entonces alicaída población estadounidense nació esta maravillosa comedia dramática con tintes fantásticos, inspirada en un relato de ecos dickensianos que Philip Van Doren adjuntó en sus tarjetas navideñas de 1943, que perdura como el clásico por excelencia de estas fechas tan familiares y, aún hoy, despunta como inexcusable piedra de toque para todo aquel que decida poner a prueba sus glándulas lacrimales. Esta positivista fábula capriana sobre el altruismo, la solidaridad y el espíritu de superación, este pedagógico elogio de la sencillez como aspiración vital, reproducía en un largo flashback la razón del mandato divino encomendado a un ángel de segunda clase sin alas, es decir, la gravosa pugna contra la adversidad y la injusticia social que induce al suicidio en Nochebuena a un generoso y responsable prestamista de Bedford Falls (Connecticut). Modélica en lo referente a construcción de guión, puesta en escena y sentido narrativo, presumía además de un reparto de campanillas liderado por un inmenso Stewart, tras cinco años de ausencia por servir a la patria como piloto de bombardero, y enaltecido por el gran Lionel Barrymore, que actuaba en silla de ruedas debido a una parálisis sufrida en 1939.

Otras películas sobre el ALTRUISMO

Barbarroja – Akira Kurosawa (1965)
Gandhi – Richard Attenborough (1982)
Diarios de motocicleta – Walter Salles (2004)

LANCHA (No eran imprescindibles)

Embarcación pequeña de vela y remos, o bien de vapor o de motor (en estos casos, los más habituales hoy en día, se denomina lancha de motor), que se utilizó históricamente para servicios auxiliares de los barcos (dentro de los puertos), para el transporte de cabotaje entre puertos de la misma costa o para misiones de combate en ríos de bajo calado o para proteger el acceso a puertos. En los casos de lanchas armadas recibían el nombre de lancha cañonera, montando habitualmente un mortero o un cañón largo, o, después de 1860, torpederas. Es la mayor de las barcas que pueden llevar a bordo los buques. (Wikipedia)

«La única manera de llegar a Aracataca desde Barranquilla era en una destartalada lancha de motor por un caño excavado a brazo de esclavo durante la Colonia, y luego a través de una vasta Ciénaga de aguas turbias y desoladas, hasta la misteriosa población de Ciénaga» (libro Vivir para contarla)
Gabriel García Márquez (1927-2014) Escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista colombiano

NO ERAN IMPRESCINDIBLES (They were expendable) – 1945

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Director John Ford
Guion Frank Wead
Fotografía Joseph H. August
Música Herbert Stothart
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 135m. B/N
Reparto Robert Montgomery, John Wayne, Donna Reed, Jack Holt, Cameron Mitchell, Ward Bond, Marshall Thompson, Leon Ames.

«Los hombres que luchan con una fe inquebrantable son de carne y hueso, pero no de acero. El cuerpo debe al fin rendirse. La resistencia se desvanece. Llega el final. Bataan ha caído»

Desde la retaguardia del Pacífico en plena Segunda Guerra Mundial, donde militaba en calidad de responsable de la unidad de fotografía naval, John Ford rodó además de algunos ensalzados documentales de carácter propagandístico esta descarnada y poética adaptación de un libro homónimo de William L. White en torno a las experiencias en el frente de John Buckley, teniente versado en la utilización de pequeñas lanchas torpederas (PT Boat) como expeditivos vehículos de asalto. Considerado durante décadas como un film menor dentro de la ilustre antología fordiana, emerge en la actualidad como un decoroso enaltecimiento del heroísmo beligerante, a su soledad, estoicismo y capacidad para afrontar el dolor, graduado con una loable sencillez expositiva y un amargo regusto melancólico. Cabe subrayar el pundonoroso realismo de las escenas de combate y los oportunos contrastes lumínicos que para los momentos dramáticos aplicó el realizador mainés, que, tras romperse una pierna, tuvo que consignar la última fase de la realización y el control del montaje a Robert Montgomery.

Otras películas con la decisiva participación de alguna que otra LANCHA

Persecución mortal – Rowdy Herrington (1993)
Madison – William Bindley (2005)
El niño – Daniel Monzón (2014)