Beulah Bondi

COSECHA (El hombre del sur)

1. Conjunto de frutos, generalmente de un cultivo, que se recogen de la tierra al llegar a la sazón.
2. Ocupación de recoger los frutos de la tierra. (RAE)

“Más vale sembrar una cosecha nueva, que llorar la que se perdió”
Alejandro Casona (1903-1965) Dramaturgo y poeta español

EL HOMBRE DEL SUR (The southerner) – 1945

southerner

Director Jean Renoir
Guion Jean Renoir, Hugo Butler
Fotografía Lucien N. Andriot
Música Werner Janssen
Producción Loew-Hakim
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 92m. B/N
Reparto Zachary Scott, Betty Field, J. Carrol Naish, Beulah Bondi, Blanche Yurka, Percy Kilbride, Charles Kemper, Estelle Taylor.

«Esas máquinas suyas están bien, me doy cuenta, pero seguro que no pueden comerlas. De vez en cuando tienes que comer un trozo de carne y unas mazorcas de maíz para llenar tu barriga. Ustedes, la gente de la ciudad, son muy inteligentes. Pero me temo que sin nosotros, los granjeros, estarían muy flacos»

Solvente adaptación de la novela Hold autumn in your hand de George Sessions Perry, que constituye una de las películas más sencillas, hermosas y enriquecedoras de la nunca suficientemente valorada etapa norteamericana de Jean Renoir. Ambientada en la población algodonera de San Pedro (Texas), en los duros años de la Gran Depresión, fundamentaba un drama social de elocuente realce humano a propósito de las penalidades económicas, los conflictos vecinales, los trastornos de salud (escorbuto) o las inclemencias climatológicas que ha de hacer frente una humilde familia de agricultores para sacar adelante la primera cosecha de su propia plantación. Cuestionando los ardides propagandísticos del New Deal rooseveltiano, el cineasta francés sacó a relucir su poderoso influjo naturalista para plasmar sin apenas resortes sentimentalistas la explotación y precariedad del trabajador agrario, haciendo especial hincapié en el arrojo, la perseverancia y el espíritu de sacrificio con el que se aferran a sus tierras para afrontar los diversos envites de la naturaleza.

Otras películas donde se llevan a cabo otros tipos de COSECHA

Arroz amargo – Giuseppe de Santis (1949)
Días del cielo – Terrence Malick (1978) / trigo
Alcarràs – Carla Simón (2022) / melocotones

IMPERCEPTIBILIDAD (El rastro de la pantera)

Imposibilidad de que una cosa pueda percibirse, en especial por los sentidos. (Larousse Editorial)

“La cólera se transforma muy fácilmente en concupiscencia agresiva y la pena, si se la da una oportunidad, se convierte, de modo casi imperceptible, en la sensualidad más deliciosa”
Aldous Huxley (1894-1963) Escritor británico

EL RASTRO DE LA PANTERA (The track of the cat) – 1954

track

Director William A. Wellman
Guion A.I. Bezzerides
Fotografía William A. Clothier
Música Roy Webb
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 102m. Color
Reparto Robert Mitchum, Teresa Wright, Tab Hunter, Diana Lynn, Beulah Bondi, Philip Tonge, William Hopper.

«Cuando me asalta el temor de que quizás deje de existir…»

Insólita conjunción de western, suspense y drama psicológico de cariz shakesperiano, basada en la alegórica novela homónima de Walter Van Tilburg Clark, que desvelaba con desusada premiosidad narrativa la tensa, enfermiza y soterrada angustia que alimenta una disfuncional familia de rancheros, aferrada a los convencionalismos y oprimida por el fanatismo religioso, en su afán por neutralizar la ominosa e imperceptible amenaza de un felino negro que atemoriza su ganado. Ubicada en las níveas montañas de California, a finales del siglo XIX, deviene una experiencia cromática de palpitante creatividad, salpimentada con una plétora de ominoso simbolismo e inquietantes concesiones a la fantasmagoría por el siempre eficiente William A. Wellman, que, probablemente, firmó aquí su última gran película a pesar del fracaso en taquilla. Portentosa fotografía en Technicolor y Cinemascope a cargo del fordiano William H. Clothier e impecable reparto, encabezado por el impertérrito Robert Mitchum y enaltecido por una estupenda Beulah Bondi, en el papel de intransigente matriarca del clan.

Otras películas cuya intriga está determinada por la IMPERCEPTIBILIDAD de una amenaza

La amenaza de Andrómeda – Robert Wise (1971)
Stalker – Andrei Tarkovsky (1979)
El bosque – M. Night Shyamalan (2004)

FISCAL (Recuerdo de una noche)

Funcionario (magistrado en algunos países), integrante del Ministerio Público, que lleva materialmente la dirección de la investigación criminal y el ejercicio de acción penal pública; es decir, es a quien corresponde desempeñar directa y concretamente, en un proceso penal, las funciones y atribuciones del ministerio público, en los casos que conoce. (Wikipedia)

«El mayor fiscal de mis obras soy yo»
Luis de Góngora y Argote (1561-1627) Religioso y poeta español del Siglo de Oro

RECUERDO DE UNA NOCHE (Remember the night) – 1940

Director Mitchell Leisen
Guion Preston Sturges
Fotografía Ted Tetzlaff
Música Frederick Hollander
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 92m. B/N
Reparto Barbara Stanwyck, Fred MacMurray, Beulah Bondi, Sterling Holloway, Elizabeth Patterson, Willard Roberson, Charles Waldron.
James Pierpont – Jingle bells

«Está bien. Mire cuando el tribunal vuelva a reunirse, haré todo lo posible por encarcelarla por un buen tiempo. Ese es mi cometido, pero aún no ha sido condenada, así que no entiendo por qué no debería disfrutar la Navidad como el resto de nosotros»

A partir de un prodigioso guión de Preston Sturges, que inquiría con perspicaz sarcasmo en el mito cultural estadounidense de la familia como núcleo fundamental e indisoluble, Mitchell Leisen resolvió con pulcritud formal y portentosa armonía descriptiva esta sugestiva amalgama de comedia romántica y melodrama costumbrista, ribeteada con ciertos apuntes de «screwball», acerca de la peculiar relación amorosa que florece entre entre un bondadoso fiscal y una joven e impenitente ladrona de joyas durante las fiestas navideñas que comparten en la Indiana natural de ambos. Relaciones hogareñas colmadas de afabilidad, comprensión y ternura eran explotadas con sorprendente naturalidad, delicadeza y verosimilitud por el últimamente reivindicado realizador de Michigan, en su día denostado sin compasión y por evidentes motivos personales por Billy Wilder, quien, por cierto, no tuvo ningún reparo en culminar su magistral contribución al cine negro, PERDICIÓN (1944), volviendo a sacar partido de la especial química evidenciada aquí por la impecable pareja protagonista.

Otras películas protagonizadas por un FISCAL

El justiciero – Elia Kazan (1947)
La costilla de Adán – George Cukor (1949)
Presunto inocente – Alan J. Pakula (1990)

LOCURA (Nido de víboras)

Privación del uso de la razón o del buen juicio. Hasta finales del siglo XIX, la locura se relacionaba con el rechazo de las normas sociales establecidas. Incluso, era común que se confundiera con ciertos trastornos, tales como la epilepsia o la bipolaridad. En la actualidad, la noción de locura está vinculada a un desequilibrio mental que se manifiesta en una percepción distorsionada de la realidad, la pérdida del autocontrol, las alucinaciones y los comportamientos absurdos o sin motivo. (definicion.de)

«En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón»
Friedrich W. Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán

NIDO DE VÍBORAS (The snake pit) – 1948

Director Anatole Litvak
Guion Frank Partos y Millen Brand
Fotografía Leo Tover
Música Alfred Newman
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 108m. B/N
Reparto Olivia de Havilland, Mark Stevens, Leo Genn, Celeste Holm, Leif Erikson, Beulah Bondi, Lee Patrick, Betsy Blair.

«Recuerdo que una vez leí en un libro que, hace mucho tiempo, solían poner a la gente loca en fosas llenas de serpientes. Creo que pensaron que algo que podría volver loca a una persona normal, podría devolverle la cordura a una persona enferma. ¿Alguna vez oíste hablar de eso?»

Una de las primeras películas norteamericanas en abordar de lleno el complejo mundo de la locura, basada en la homónima y parcialmente autobiográfica novela de May Jane Ward, donde lejos de exprimir la vertiente psicoanalítica del relato (tan de moda en el cine hollywoodiense del momento) se optaba por recrear con poderosa fuerza dramática y desde un siniestro prisma de claustrofóbico onirismo tantos los horrores cotidianos como los dudosos métodos rehabilitadores de cualquier sanatorio mental, sirviéndose para ello de una puesta en escena de trazo expresionista y unas convincentes interpretaciones femeninas encabezadas por una extraordinaria Olivia de Havilland. Aderezando la narración con una oportuna utilización del flashback, el ucraniano Anatole Litvak evidenció una solvencia caligráfica más que notable al describir el enquistado complejo de culpabilidad que atormenta y trastorna al personaje protagonista en este rabioso melodrama negro, que, pese a tener ciertos problemas con la censura, alcanzó una importante resonancia hasta convertirse en un producto sumamente rentable.

Otras películas que abordan el tema de la LOCURA

Repulsión – Roman Polanski (1965)
Una mujer bajo la influencia – John Cassavetes (1974)
Spider – David Cronenberg (2002)

ALTRUISMO (¡Qué bello es vivir!)

Tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio. (google.es)

“Descubrir la energía interior y entregarla para renovar el mundo; he aquí el altruismo”
Rafael Barrett (1876-1910) Escritor y periodista español

¡QUÉ BELLO ES VIVIR! (It’s a wonderful life) – 1946

wonderful

Director Frank Capra
Guión Frank Capra, Frances Goodrich y Albert Hackett
Fotografía Joseph Walker y Joseph Biroc
Música Dimitri Tiomkin
Producción RKO/Liberty Films Inc.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 130m. B/N
Reparto James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers, Beulah Bondi, Frank Faylen, Ward Bond, Gloria Grahame.

“La vida de cada hombre afecta a muchas vidas. Y cuando él no está, deja un hueco terrible”

Con el fin de concienciar y animar a la entonces alicaída población estadounidense nació esta maravillosa comedia dramática con tintes fantásticos, inspirada en un relato de ecos dickensianos que Philip Van Doren adjuntó en sus tarjetas navideñas de 1943, que perdura como el clásico por excelencia de estas fechas tan familiares y, aún hoy, despunta como inexcusable piedra de toque para todo aquel que decida poner a prueba sus glándulas lacrimales. Esta positivista fábula capriana sobre el altruismo, la solidaridad y el espíritu de superación, este pedagógico elogio de la sencillez como aspiración vital, reproducía en un largo flashback la razón del mandato divino encomendado a un ángel de segunda clase sin alas, es decir, la gravosa pugna contra la adversidad y la injusticia social que induce al suicidio en Nochebuena a un generoso y responsable prestamista de Bedford Falls (Connecticut). Modélica en lo referente a construcción de guión, puesta en escena y sentido narrativo, presumía además de un reparto de campanillas liderado por un inmenso Stewart, tras cinco años de ausencia por servir a la patria como piloto de bombardero, y enaltecido por el gran Lionel Barrymore, que actuaba en silla de ruedas debido a una parálisis sufrida en 1939.

Otras películas sobre el ALTRUISMO

Barbarroja – Akira Kurosawa (1965)
Gandhi – Richard Attenborough (1982)
Diarios de motocicleta – Walter Salles (2004)