Recipiente utilizado para servir café y el aparato de cocina que permite preparar café como bebida caliente. Los primeros aparatos aparecen desde principios del siglo XIX. Antes, el café se mezclaba directamente con agua hirviendo. El complemento de la cafetera es el molinillo de café con que se muele el grano a un tamaño concreto para cada tipo de cafetera. (Wikipedia)
“Una noche, cuando aún estaba en los brazos de la niñera, quise tocar la cafetera, que estaba hirviendo alegremente… La niñera me lo hubiese impedido, pero mi madre dijo ‘Déjale que la toque’. Así que la toqué… y esa fue mi primera lección del significado de libertad.”
John Ruskin (1819-1900) Escritor, crítico de arte y sociólogo británico
LOS SOBORNADOS (The big heat) – 1953
Director Fritz Lang
Guion Sydney Boehm
Fotografía Charles Lang
Música Daniele Amfitheatrof
Producción Columbia
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 90m. B/N
Reparto Glenn Ford, Gloria Grahame, Lee Marvin, Jocelyn Brando, Alexander Scourby, Jeanette Nolan, Peter Whitney, Willis Bouchey.
«¡No hay lugar para un policía apestoso! Es solo un lugar para un matón que construyó esta casa a partir de veinte años de corrupción y asesinato. Te voy a decir algo. Sabes, no podrías plantar suficientes flores por aquí para matar el olor…»
Impresionante adaptación de una novela de William P. McGivern, publicada por entregas en el Saturday Evening Post, que marcó un decisivo punto de inflexión en el cine negro americano debido a su contundente realismo, a su ambivalencia moral y a su febril tratamiento de la violencia, tanto física como emocional. El colérico, escabroso y ofuscador itinerario justiciero emprendido por un sargento de policía tras el suicidio de un compañero vinculado con la mafia local y el posterior asesinato de su esposa, deparaba una indecorosa ensalada de odio, furor y venganza, cuya intrínseca capacidad para producir empatía hacia el protagonista fomentaba un alegato en favor de la responsabilidad individual para combatir la corrupción e impunidad del crimen organizado. Respaldado por un reparto en estado de gracia, Fritz Lang, consolidado ya como el gran maestro del género, plasmó su impronta expresionista y dotó a la narración de un prodigioso sentido del ritmo, legando a la posteridad fílmica escenas tan impactantes como la del coche bomba o la de la cafetera hirviente.
Otras películas que contienen una destacada escena con CAFETERA
Siempre hay un mañana – Douglas Sirk (1955)
Los creyentes – John Schlesinger (1987)
The green hornet – Michel Gondry (2011)