Michel Piccoli

POLAR (El confidente)

En la Francia de la segunda mitad de siglo XX se adoptó incluso un término propio para hablar de las películas de gánsteres: el Cine Polar. Se trata de una apócope de ‘policier’, es decir, el cine negro francés combinado con el realismo poético, que era la corriente cinematográfica imperante en el país galo antes de la Segunda Guerra Mundial. El detonante que hizo surgir el subgénero Polar fueron, cómo no, las películas policíacas de los años treinta y cuarenta importadas de Hollywood que tanto influyeron a espectadores y críticos franceses. A través de este género se adaptaron los cánones del noir clásico a la tradición y a la narrativa del cine francés dotándolo de una singularidad inconfundible. (alianzafrancesamalaga.es)

«El polar es género degenerado y bastardo, que toma prestado lo que quiere y más de la tradición del noir estadounidense y de la novela hard boiled, pero imprimiendo consciente e inconscientemente un sello de francesidad intrínseca en sus mejores (y en algunos de los peores) ejemplos.» (artículo El polar francés’: ¿cuál es el presente y el futuro del cine negro galo?)
Jesús Palacios (1964-) Escritor y crítico de cine español

EL CONFIDENTE (Le doulos) – 1962

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Director Jean-Pierre Melville
Guion Jean-Pierre Melville
Fotografía Nicolas Hayer
Música Paul Misraki
Producción
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 108m. B/N
Reparto Jean-Paul Belmondo, Serge Reggiani, Michel Piccoli, Monique Hennessy, Jean Desailly, René Lefèvre, Philippe Nahon.

«Hay que elegir: morir o mentir.»

Las retorcidos, arteros y biliosos vínculos entre lealtad y felonía que confinan a un apesadumbrado criminal exconvicto (inmenso Reggiani) y a un impertérrito hampón metido a confidente (Belmondo), según la homónima novela policíaca del especialista Pierre Lesou, depararon la consagración del ‘polar’ melvilliano de acuerdo a un depurado prontuario estilístico basado en la sordidez atmosférica, el fatalismo existencial y la ambigüedad moral de sus personajes. Acogiéndose a una tenebrosa imaginería visual de notorio arraigo expresionista, propia del mejor clásico cine negro americano, el realizador parisino transitó el abrupto e inexorable sendero de la fatalidad con inequívoca sequedad dialéctica y ciertos visos de tragedia clásica para formular una turbia e intrincada radiografía de la traición. Un largometraje admirado por cineastas como Martin Scorsese, quien lo consideraba como su filme de gángsters predilecto, o Quentin Tarantino, que siempre se ha referido a él para mencionar su decisiva infuencia en la concepción de su brillante ópera prima, RESERVOIR DOGS.

Otras películas adscritas al POLAR francés

Rififí – Jules Dassin (1955)
Max y los chatarreros – Claude Sautet (1971)
Policía Python 357 – Alain Corneau (1976)

SENSACIÓN (Mala sangre)

1. Impresión que percibe un ser vivo cuando uno de sus órganos receptores es estimulado.
2. Percepción psíquica de un hecho.
3. Presentimiento de un hecho. (RAE)

“Juzgo todo por las sensaciones.»
Marqués de Sade (1740-1814) Filósofo y escritor francés

MALA SANGRE (Mauvais sang) – 1986

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Director Leos Carax
Guion Leos Carax
Fotografía Jean-Yves Escoffier
Música Varios
Producción Les Films Plain Chant/Soprofilms/FR3 Films Production/UNITE 3/CNC/Sofima
Nacionalidad Francia/ Suiza
Duración 114m. Color
Reparto Denis Lavant, Michel Piccoli, Juliette Binoche, Julie Delpy, Hans Meyer, Serge Reggiani, Hugo Pratt.
* David Bowie – Modern love

«Hay momentos en los que no se puede cambiar nada, sin que cambie todo. Hay momentos en los que no se puede desatar nada, sin que se desate todo. Espero sobre todo que mis huellas sobre ti se borren. Sé que tu juventud conservará la sorpresa renovada de no entender nada, y eso está bien. No cuentes con que pase el tiempo. Muévete deprisa, deprisa…»

Dos años después de irrumpir con acometividad en la escena alternativa francesa, recuperando el espíritu de libertad creativa aflorado con la nouvelle vague, Leos Carax afianzó su candidatura a erigirse en uno de los realizadores más provocativos, vanidosos e imprevisibles del llamado posmodernismo cinematográfico con esta experimental y distópica fusión de thriller neo-noir y drama romántico, ambientada en un París abrumado por el calor asfixiante que suscita la perturbadora proximidad del cometa Halley. La captación de un trilero con facultades ventrílocuas como vital colaborador para materializar el plan tramado por dos veteranos ladrones (hacerse con el exclusivo antídoto de un virus que contagia a los que practican el amor sin sentimiento) actuaba como mera excusa para desplegar un poético y ambivalente entramado de sensaciones, matices y referencias. La ensoñadora belleza tanto de Julie Delpy como de Juliette Binoche, a la que el cineasta de Suresnes no cesa de acariciar fervorosamente con la cámara, atenuaba el exuberante grado de pretenciosidad que transmitía este estilizado y críptico manual sobre la pasión no correspondida.

Otras películas que despliegan un heterogéneo cúmulo de SENSACIONES

Mulholland drive – David Lynch (2001)
Laurence anyways – Xavier Dolan (2012)
Parásitos – Bong Joon-ho (2019)

INODORO (El fantasma de la libertad)

Aparato sanitario utilizado para recoger y evacuar los excrementos sólidos y líquidos de los humanos hacia una instalación de saneamiento y que impide, mediante un sistema de sifón de agua limpia, la salida de los olores desagradables de la cloaca o alcantarillado hacia los espacios habitados (…) Generalmente, las tazas de baño se fabrican de porcelana, pero también de acero inoxidable y cualquier otro material impermeable y liso. (Wikipedia)

«El inodoro tuvo que ser inventado por alguien que no sabía nada de hombres» (libro El amor en los tiempos del cólera)
Gabriel García Márquez (1927-2014) Escritor y periodista colombiano

EL FANTASMA DE LA LIBERTAD (Le fantôme de la liberté) – 1974

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Director Luis Buñuel
Guion Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière
Fotografía Edmond Richard
Producción Eurointer/Greenwich Film Productions
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 104m. Color
Reparto Michel Piccoli, Jean Rochefort, Michael Lonsdale, Monica Vitti, Adriana Asti, Jean-Claude Brialy, Adolfo Celi, Paul Frankeur, Milena Vukotic.
* Johannes Brahms – Rapsodia para piano Op. 79 núm. 2

«¿Cómo será el planeta en veinte años, considerando la explosión demográfica? Te hace pensar. (…) Considere la cantidad de productos tóxicos que vertemos en nuestros ríos: insecticidas, detergentes, todo el residuo industrial…»

Elevando hasta cotas insospechadas el talante subversivo e irracional que singularizó su última etapa francesa, Buñuel compuso este homenaje al desenfreno creativo de clarividente narrativa episódica y bullicioso espíritu surrealista, fragmentado en catorce anécdotas entrelazadas por un personaje a través de tesituras tan azarosas como imprevisibles. Desde un preámbulo de corte histórico, ubicado en la catedral de Toledo en plena invasión napoleónica, proponía una delirante sucesión de estampas cotidianas para flirtear por vía de la sátira con lo políticamente incorrecto (necrofilia, pedofilia, sadomasoquismo, gerontofilia…) y arremeter sin pudor con lo moralmente susceptible (la inutilidad del militarismo, la degeneración del clero, la ridiculez de ciertas convenciones sociales…) hasta conformar una osada denuncia a la prejuiciosa vacuidad e hipocresía de la sociedad bienpensante. Entre sus más recordadas viñetas sobresale el disparatado gag sobre la pareja que denuncia la desaparición de su hija, con la niña presente en comisaría, así como la antológica velada burguesa con anfitriones e invitados sentados a la mesa sobre inodoros.

Otras películas que contienen una recordada escena de INODORO

Psicosis – Alfred Hitchcock (1960)
La conversación – Francis Ford Coppola (1974)
Trainspotting – Danny Boyle (1996)

FRIALDAD (Max y los chatarreros)

Tipo de emoción que distorsiona el carácter, el individuo empieza a mostrar una actitud distante frente a todas aquellas personas que muestren afecto o amabilidad para con el mismo (…) En algunas ocasiones, puede llegar a no sentir necesidad de contacto con los demás (…) La frialdad es una de las tantas cualidades que posee una persona interesada; los cuales son aquellos individuos donde solo les importa lo que quieren obtener sin mirar quienes son los afectados. (conceptodefinicion.de)

“Todo hombre tiene sus penas secretas que el mundo no conoce. Por eso a veces acusamos de frialdad a un hombre que en realidad, sólo es un hombre triste.”
Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) Poeta estadounidense

MAX Y LOS CHATARREROS (Max et les ferrailleurs) – 1971

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Director Claude Sautet
Guion Claude Sautet, Jean-Loup Dabadie, Claude Néron
Fotografía René Mathelin
Música Philippe Sarde
Producción Lira Films/Fida Cinematografica/Sonocam
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 106m. Color
Reparto Michel Piccoli, Romy Schneider, François Périer, Georges Wilson, Bernard Fresson, Philippe Léotard, Dominique Zardi.

«Si tampoco quieres hablar, me pregunto por qué estoy aquí (…) Mi profesión no es ver a un tío arreglar su reloj o hacer fotos tontas. Mi profesión cuesta lo suyo, sobre todo con gente como tú que mira siempre por encima del hombro.»

Atormentado por antiguas frustraciones, acuciado por su vanidad herida y revestido por una máscara de maquiavélica frialdad, un adinerado inspector de policía (antiguo juez) concibe un ruin y manipulador plan de instigación delictiva con el obsesivo propósito de detener a una malhechora banda de chatarreros en pleno atraco a una sucursal bancaria. La decisiva contribución de Claude Sautet al ‘polar francés’ concluyó con esta oscura adaptación de la novela homónima de Claude Néron, a su vez, vértice central de una arrebatadora trilogía sobre las complejidades del amor, iniciada con LAS COSAS DE LA VIDA y clausurada con ELLA, YO Y EL OTRO (1972), todas ellas con protagonismo femenino de una bellísima Romy Schneider, aquí en la piel de una dulce y sensual prostituta de origen alemán. Un sustancioso ejercicio de fluidez y persuasión narrativa, desprovisto de efectismos e inercias poéticas, que sobresale por el matizado retrato psicológico de sus personajes, una enardecedora luminosidad e intensidad cromática y un desenlace tan revelador como inesperado.

Otras películas determinadas por la estremecedora FRIALDAD de su protagonista

La loba – William Wyler (1941)
Déjame entrar – Tomas Alfredson (2008)
Shame – Steve McQueen (2011)

LIMÓN (Atlantic City)

Fruto del limonero, de forma ovoide, con unos diez centímetros en el eje mayor y unos seis en el menor, pezón saliente en la base, corteza lisa, arrugada o surcada según las variedades, y frecuentemente de color amarillo, pulpa amarillenta dividida en gajos, comestible, jugosa y de sabor ácido. (RAE)

“La vida es como un limón, que te tiren a la mar exprimido y seco”
Rafael Alberti (1902-1999) Escritor español

ATLANTIC CITY (Atlantic City) – 1980

Atlantic

Director Louis Malle
Guion John Guare
Fotografía Richard Ciupka
Música Michel Legrand
Producción Paramount/Famous Players/International/Merchant/Neighbor/Selta/CFDC
Nacionalidad Canadá/ Estados Unidos/ Francia
Duración 104m. Color
Reparto Burt Lancaster, Susan Sarandon, Kate Reid, Michel Piccoli, Hollis McLaren, Robert Joy, Robert Goulet, Al Waxman, Moses Znaimer.
* Nikolai Rimsky-Korsakov – Song of India

«Te veo. Te quitas la blusa y luego dejas correr el agua. Tomas una botella de perfume de oro y la pones en el fregadero. Luego cortas los limones. Abres una caja de jabón azul. Pasas las manos debajo del agua para sentir la temperatura. Luego tomas el jabón en tus manos y…»

En el mejor largometraje de su irregular periplo norteamericano, Louis Malle contraponía con amarga causticidad la decadente mutación de la otrora esplendorosa ciudad de New Jersey al patético atisbo por restituir su autoestima que un melancólico y marchito ex-guardaespaldas de la mafia, metido a vejatorio gigoló y recaudador de apuestas ilegales, vislumbra en un ocasional retorno al hampa como mediador en un negocio de drogas y en el falso vínculo protector que le une a una joven camarera con aspiraciones a «croupier». El efusivo apego del cineasta galo hacia la cultura norteamericana y la consabida mitología que la sustenta cristalizó en esta apasionada, nostálgica y hermosa reflexión sobre el fracaso y la soledad en clave de romántico thriller gangsteril, donde la templada fluctuación narrativa de su desarrollo era compensada por un preciso dibujo de sus personajes y unas memorables interpretaciones. Inolvidable prólogo, donde el carismático Burt Lancaster espía a una rutilante Susan Sarandon a través de la ventana mientras ésta lava y aromatiza su torso desnudo con zumo de limón.

Otras películas con protagonismo del LIMÓN

Los limoneros – Eran Riklis (2008)
Love and lemons – Teresa Fabik (2013)
Road to the lemon grove – Dale Hildebrand (2019)