John Gavin

REPUDIO (Imitación a la vida)

Rechazo de algo o su no aceptación (…) El origen latino de la palabra repudio es ‘repudium’ , cuyo significado indica rechazo o acto de rechazo hacia algo que causa vergüenza. (definicion.de)

“La voz del intelecto es callada, pero no ceja hasta conquistar una audiencia y, en última instancia, después de interminables repudios consigue su objetivo. Es éste uno de los pocos aspectos en los que cabe cierto optimismo sobre el futuro de la humanidad”
Sigmund Freud (1856-1939) Médico neurólogo austriaco

IMITACIÓN A LA VIDA (Imitation of life) – 1959

imitation

Director Douglas Sirk
Guion Eleanore Griffin y Allan Scott
Fotografía Russell Metty
Música Frank Skinner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 123m. Color
Reparto Lana Turner, John Gavin, Sandra Dee, Robert Alda, Juanita Moore, Susan Kohner, Dan O’Herlihy, Mahalia Jackson, Troy Donahue.

«¿No has pensado nunca que lo haces te cansa porque no es lo que deseas? ¿Y no te han entrado ganas de abandonarlo todo para dejar que el viento te lleve a las estrellas y apresar una en tus manos?»

Esplendoroso remake del ya de por sí apreciable melodrama homónimo dirigido por John M. Stahl en 1934, según la novela de Fannie Hurst, acerca de las disyuntivas maternales que sobrellevan una arrogante actriz viuda y su adorable asistenta negra: la primera, por anteponer su ostentoso sueño de alcanzar el estrellato a las necesidades afectivas de su hija y, la segunda, por padecer con entereza y abnegación el constante repudio racial de la suya, de piel prácticamente blanca. En el último largometraje de su imperecedera carrera cinematográfica, Douglas Sirk enfundó un tapiz de frustración, ansiedad y desaliento con insana melancolía a través de una planificación formal tan seductora como reflexiva, desacreditando con amargo menosprecio los cimientos del denominado ‘American way of life’. Una obra de portentosa cadencia narrativa, rabiosa luminosidad tornasolada y encomiable dramatismo interpretativo, que adquiere su momento más álgido en un desenlace fúnebre absolutamente conmovedor, donde Mahalia Jackson canta íntegro el góspel Trouble of the world.

Otras películas que encierran un perceptible REPUDIO al origen familiar

Pasión de libertad – Frank Lloyd (1940)
Persépolis – Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (2007)
Sameblod (Sami Blood) – Amanda Kernell (2016)

PESIMISMO (Tiempo de amar, tiempo de morir)

1. Tendencia que tienen algunas personas a ver y a juzgar las cosas en su aspecto más negativo o desfavorable.
2. Doctrina metafísica según la cual el mundo es necesariamente malo y, por consiguiente, todo en la naturaleza y en la vida del hombre tiende a la producción y conservación del mal.
(Larousse Editorial)

“El pesimismo es un juego seguro. Así no puedes perder nunca, solo puedes ganar. Es el único punto de vista desde el que nunca te sentirás decepcionado”
Thomas Hardy (1840-1928) Novelista y poeta inglés

TIEMPO DE AMAR, TIEMPO DE MORIR (A time to love and a time to die) – 1958

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Director Douglas Sirk
Guion Orin Jannings
Fotografía Russell L. Metty
Música Miklos Rozsa
Productora Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 126m. Color
Reparto John Gavin, Liselotte Pulver, Jock Mahoney, Dieter Borsche, Charles Regnier, Keenan Wynn, Don Defore, Eric Maria Remarque.

«Disfruten de la guerra, la paz será mucho peor»

Conmovedora transposición a la gran pantalla de la antimilitarista novela homónima de Erich Maria Remarque, considerada con todos los honores como una pieza magistral tanto del melodrama bélico de raigambre clásica como del romanticismo cinematográfico más poético y desesperado. Ambientada en el invierno de 1944, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, esgrimía la profundidad emotiva que subyace de la imposible historia de amor entre un desconcertado soldado alemán del frente soviético y una antigua amiga de la infancia para sumergir al espectador en una ciénaga de penumbra, atrocidad y desesperanza que prorrateaba su ruindad moral entre un lapidario realismo premonitorio y una esencia onírica rociada de un lirismo casi espectral, del que surtían instantes tan bellos y pictóricos como la aparición del cadáver del teniente que llora por los efectos del deshielo o su turbador epílogo. No sería justo omitir que a todo ello contribuyó sobremanera la espléndida dirección artística de Alexander Golitzen y Alfred Sweeny, así como la grisácea fotografía en Cinemascope y Technicolor a cargo de Russell Metty.

Otras películas caracterizadas por su PESIMISMO

Gritos y susurros – Ingmar Bergman (1972)
La tormenta de hielo – Ang Lee (1997)
Babel – Alejandro González Iñárritu (2006)

DUCHA (Psicosis)

1. Agua que, en forma de chorro o lluvia, se hace caer sobre el cuerpo o sobre una parte de él para asearse, refrescarse o con fines curativos.
2. Aparato o instalación que permite hacer caer o dirigir este chorro de agua.
(google.es)

“La ducha es un lugar de inspiración caro y antiecológico, pero las canciones saben a lluvia. Además, es una manera de rebelarme contra los rigores de mi padre. Cuando vivía con él, bastaba que me oyera abrir el grifo de la ducha para golpear la puerta del baño desde fuera. ¡Esa agua, no hace falta gastar tanta para una ducha!» (novela Tierra de campos)
David Trueba (1969-) Escritor, periodista, director de cine, guionista y actor español

PSICOSIS (Psycho) – 1960

psicosis

Director Alfred Hitchcock
Guion Josep Stefano
Fotografía John L. Russell
Música Bernard Herrmann
Producción Shamley/Alfred Hitchcock
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 109m. B/N
Reparto Anthony Perkins, Janet Leigh, Vera Miles, John Gavin, Martin Balsam, John McIntire, Simon Oakland, Frank Albertson, Vaugh Taylor.

«Creo que todos tenemos nuestra «trampa» privada. Estamos atrapados en ellas y ninguno de nosotros puede liberarse. Arañamos y rascamos, pero sólo contra el aire, sólo contra nosotros mismos. Y a pesar de todo eso no nos movemos un solo centímetro. A veces, nos metemos en esas trampas a propósito. Yo nací en la mía. Ya no me importa»

El cine de terror propiamente dicho no pudo sustraerse de su adhesión a los motivos fantásticos o sobrenaturales hasta el convulso estreno de este desolador y tortuoso tratado fílmico sobre la esquizofrenia y la disociación de identidad, basado libremente en la modesta novela homónima que Robert Bloch perpetró acerca de las andanzas de un necrófilo asesino en serie de Wisconsin llamado Ed Gein. En su creación más subversiva e influyente, Hitchcock deparaba temerarios giros narrativos (el infausto albur de la protagonista, una joven secretaria que pretende poner fin a su mediocre vida laboral y afectiva huyendo con el suculento cobro de una venta inmobiliaria), imágenes de un extravagante e indecoroso gusto para la época (el insólito primer plano de un sanitario) o secuencias de una complejidad técnica sin parangón, revestidas por la antológica música de Herrmann (la brutal escena de la ducha, rodada en cincuenta planos y con más de setenta ángulos de cámara). Anthony Perkins, inconmensurable, prolongó la edípica vulnerabilidad psicótica del personaje en tres insulsas secuelas (él mismo dirigió la tercera) y Gus Van Sant arremetió con desfachatez un insultante remake del film en 1998.

Otras películas con alguna relevante escena de DUCHA

Carrie – Brian de Palma (1976)
American beauty– Sam Mendes (1999)
Paranoid Park – Gus Vant Sant (2007)

GLADIADOR (Espartaco)

Recibía el nombre de gladiador quien batallaba con otro, o con una bestia, en los juegos públicos de la Antigua Roma. La teoría más aceptada sobre el origen de este vocablo es que deriva de la palabra Gladius, la espada que utilizaban. Y se dice que provenían de los ritos ancestrales etruscos. Dependiendo por su manera y forma de combatir existían varias clases de gladiadores: mirmillón, tracio, etc. El nombre con el que eran conocidos dependía de si llevaban cascos, o de la forma del mismo, escudo, espada o red…, o incluso la habilidad que poseían para la lucha. (Wikipedia)

«Puesto que usted (George W. Bush) ha decidido que nuestra suerte está echada, tengo el placer de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo, ‘Salve, César, los que van a morir te saludan'»
Fidel Castro (1926-) Militar, revolucionario, estadista y político cubano

ESPARTACO (Spartacus) – 1960

Spartacus

Director Stanley Kubrick
Guion Dalton Trumbo
Fotografía Russell L. Metty
Música Alex North
Producción Bryna/Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 196m. Color
Reparto Kirk Douglas, Jean Simmons, Laurence Olivier, Charles Laughton, Peter Ustinov, Tony Curtis, John Gavin, John Ireland, Herbert Lom.

“Todo hombre pierde cuando muere, pero un libre y un esclavo no pierden los mismo; el libre pierde el placer de vivir, el esclavo el sufrimiento”

Aunque siempre renegara de ella por disentir con el mensaje liberal y moralizante de su guión o por las serias desavenencias que mantuvo con el productor y protagonista Kirk Douglas, que no vaciló en despedir con anterioridad a Anthony Mann tras dos semanas de rodaje, Kubrick rubricó esta colosal adaptación de la novela homónima de Howard Fast, ambientada en Roma en el año 73 ante de Cristo, en torno a la rebelión de un grupo de esclavos gladiadores de Capua comandados por Espartaco y las reyertas internas en el Senado que ésta desencadena. Épica, lirismo y una ferviente disquisición sobre el poder se aliaron para conformar este impresionante ‘péplum’, en su día la producción más costosa que había surgido de Hollywood, provisto de un flamante reparto y repleto de secuencias imperecederas como la coreográfica batalla de Silaro o el célebre diálogo entre Tony Curtis y Laurence Olivier sobre la preferencia por los caracoles o las ostras como reseña a su vínculo homosexual, que fue suprimido por la censura de la época y recuperado con la versión íntegra restaurada en 1991.

Otras películas sobre GLADIADORES

Demetrius y los gladiadores – Delmer Daves (1954)
Ben-Hur – William Wyler (1959)
Gladiator – Ridley Scott (2000)