Douglas Sirk

DEPORTACIÓN (La golondrina cautiva)

Desterrar a alguien a un lugar, por lo regular extranjero, y confinarlo allí por razones políticas o como castigo. (RAE)

«En el tendedero de los recuerdos dos pasajes de mi vida secándose ríen su inevitable destino: a uno le depara el baúl que nunca se abre, el otro sufre la deportación al olvido» (poema Recuerdos en el tendedero)
Abel Pérez Rojas (1970-) Poeta, comunicador y académico mexicano

LA GOLONDRINA CAUTIVA (Zu neuen ufern) – 1937

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Director Douglas Sirk
Guion Douglas Sirk y Kurt Heuser
Fotografía Franz Weihmayr
Música Ralph Benatzky
Producción U.F.A.
Nacionalidad Alemania
Duración 106m. B/N
Reparto Zarah Leander, Willy Birgel, Edwin Juergenssen, Carola Höhn, Viktor Staal, Erich Ziegel, Hilde Von Stolz.
* Zarah Leander – Tiefe sehnsucht

«En el purgatorio de Paramatta, muchas pobres pecadoras tuvieron que quemarse para luego regresar como una nueva virgen a Inglaterra»

Poco antes de abandonar Alemania con su segunda esposa de origen judío, Douglas Sirk (entonces aún Detlef Sierck) saldó su contribución a la cinematografía del Tercer Reich con dos exóticos melodramas musicales de romanticismo desaforado y encubierto carácter propagandístico, ideados como sendos vehículos de lucimiento para la diva nazi Zarah Leander: LA HABANERA (1937) y esta honesta adaptación de una novela de Lovis H. Lorenz. En ella, la actriz y cantante sueca interpretaba a una cabaretera londinense, allá por el 1840, que, tras declararse culpable de un fraude cometido por su egoísta amante, un aristócrata oficial de la caballería real de Australia, era deportada precisamente a la prisión de Paramatta, cerca de Sidney, donde volvían a coincidir con trágicas consecuencias. El realizador hamburgués constató su absoluto dominio de la puesta en escena al atemperar con envolvente sensibilidad y delicadeza una sinuosa historia marcada por el infortunio, el desencanto, la redención y aquellas complejas decisiones morales que debemos afrontar ante los envites del destino.

Otras películas determinadas por un caso de DEPORTACIÓN

Arco de triunfo – Lewis Milestone (1948)
El oficial y el espía – Roman Polanski (2019)
Blue Bayou – Justin Chon (2021)

REPUDIO (Imitación a la vida)

Rechazo de algo o su no aceptación (…) El origen latino de la palabra repudio es ‘repudium’ , cuyo significado indica rechazo o acto de rechazo hacia algo que causa vergüenza. (definicion.de)

“La voz del intelecto es callada, pero no ceja hasta conquistar una audiencia y, en última instancia, después de interminables repudios consigue su objetivo. Es éste uno de los pocos aspectos en los que cabe cierto optimismo sobre el futuro de la humanidad”
Sigmund Freud (1856-1939) Médico neurólogo austriaco

IMITACIÓN A LA VIDA (Imitation of life) – 1959

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Director Douglas Sirk
Guion Eleanore Griffin y Allan Scott
Fotografía Russell Metty
Música Frank Skinner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 123m. Color
Reparto Lana Turner, John Gavin, Sandra Dee, Robert Alda, Juanita Moore, Susan Kohner, Dan O’Herlihy, Mahalia Jackson, Troy Donahue.

«¿No has pensado nunca que lo haces te cansa porque no es lo que deseas? ¿Y no te han entrado ganas de abandonarlo todo para dejar que el viento te lleve a las estrellas y apresar una en tus manos?»

Esplendoroso remake del ya de por sí apreciable melodrama homónimo dirigido por John M. Stahl en 1934, según la novela de Fannie Hurst, acerca de las disyuntivas maternales que sobrellevan una arrogante actriz viuda y su adorable asistenta negra: la primera, por anteponer su ostentoso sueño de alcanzar el estrellato a las necesidades afectivas de su hija y, la segunda, por padecer con entereza y abnegación el constante repudio racial de la suya, de piel prácticamente blanca. En el último largometraje de su imperecedera carrera cinematográfica, Douglas Sirk enfundó un tapiz de frustración, ansiedad y desaliento con insana melancolía a través de una planificación formal tan seductora como reflexiva, desacreditando con amargo menosprecio los cimientos del denominado ‘American way of life’. Una obra de portentosa cadencia narrativa, rabiosa luminosidad tornasolada y encomiable dramatismo interpretativo, que adquiere su momento más álgido en un desenlace fúnebre absolutamente conmovedor, donde Mahalia Jackson canta íntegro el góspel Trouble of the world.

Otras películas que encierran un perceptible REPUDIO al origen familiar

Pasión de libertad – Frank Lloyd (1940)
Persépolis – Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (2007)
Sameblod (Sami Blood) – Amanda Kernell (2016)

PILOTO (Ángeles sin brillo)

Persona que dirige una nave, un aparato aeronáutico o un vehículo de carreras. (RAE)
Un piloto acrobático es aquella persona que pilota aviones acrobáticos, realizando maniobras de acrobacia aérea en una exhibición de vuelo, festivales aéreos o competiciones acrobáticas. (Wikipedia)

«Conozco a un hombre del gobierno. Estaba tan ciego como la luna. Vio el sol en la noche, tomó un piloto top-gun y lo hizo volar por un agujero hasta que se hizo realmente viejo. Y nunca bajó, solo voló hasta que estalló» (canción Time will crawl)
David Bowie (1947-2016) Músico y compositor británico

ÁNGELES SIN BRILLO (The tamished angels) – 1957

Director Douglas Sirk
Guion George Zuckeman
Fotografía Irving Glassberg
Música Frank Skinner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 91m. B/N
Reparto Rock Hudson, Dorothy Malone, Robert Stack, Jack Carson, Robert Middleton, Troy Donahue, Alan Reed.

«Necesito un avión como un alcohólico necesita beber. ¿Quieres que te suplique? Lo haré»

Aferrándose al universo literario de William Faulkner (Pylon) para reemplazar su deslumbrante y pigmentada estilización por una atmósfera turbia, sórdida y perversamente desalentadora, Douglas Sirk trazó una de sus más seductoras y extravagantes representaciones melodramáticas, que, al igual que el resto de sus obras, padeció un injusto arrinconamiento por parte de la crítica norteamericana del momento. Las angustiosas y descorazonadoras peripecias sentimentales que circundan a un grupo de pilotos de acrobacias aéreas, enmarcadas en los años de la Gran Depresión, resultaron idóneas para desarrollar uno de los temas más recurrentes del director: el vituperable mercantilismo de la sociedad yanqui, en esta ocasión captado con una exquisita miscelánea de excitación, perspicacia y profundidad psicológica. El trío protagonista, que ya había coincidido un año antes a las órdenes del realizador alemán en la sublime ESCRITO SOBRE EL VIENTO, exteriorizaba con inspiración la naturaleza de unos seres adheridos al infortunio e irremisiblemente condenados al fracaso.

Otras películas sobre PILOTOS ACROBÁTICOS

Diablos del aire – Lloyd Bacon (1935)
El carnaval de las águilas – George Roy Hill (1975)
El desafío del cóndor – Barry Brown (1980)

INCOMPRENSIÓN (Sólo el cielo lo sabe)

Actitud poco tolerante de la persona que no respeta los sentimientos o actos de otras. (Wikiquote)

«La incomprensión, más que la imposibilidad de comprender, es la imposibilidad de sentir»
José Narosky (1930-) Escribano y escritor argentino

SÓLO EL CIELO LO SABE (All that heavens allows) – 1955

Director Douglas Sirk
Guión Peg Fenwick
Fotografía Russell L. Metty
Música Frank Skinner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Reparto Jane Wyman, Rock Hudson, Agnes Moorehead, Virginia Grey, Conrad Nagel, Gloria Talbott, William Reynolds, Charles Drake.

«Estoy seguro que lo único que te atrae es su tipo (…) Eso es al menos lo que parece. Planeas abandonar una casa que pertenece a la familia desde no sé cuánto tiempo, que tiene una tradición. ¿Y todo para qué? ¿No comprendes lo que va a decir la gente? No tienes el sentido del respeto que debes a la memoria de papá»

Espoleados por el inesperado éxito obtenido el año anterior con OBSESIÓN, el productor Ross Hunter y Douglas Sirk volvieron a confiar en los mismos protagonistas y prácticamente el mismo equipo artístico del anterior film para llevar a la gran pantalla otro alegato del amor verdadero, en esta ocasión surgido de una historia original de Edna L. Lee y Harry Lee, y, centrado en el egoísmo e incomprensión que rodeaban los amores entre un joven jardinero idealista y una adinerada viuda de Nueva Inglaterra. Lo que en principio se vislumbraba como un melodrama más bien ramplón, condicionado por elementos no demasiado estimulantes, se transformó en una obra modélica en su refinamiento plástico y absolutamente firme en su construcción dramática, que arremetía vigorosamente contra la gazmoñería, los prejuicios y las rígidas convenciones sociales de la burguesía norteamericana. Con esta película, el director germano acabó de pulir ese sutil equilibrio entre osadía argumental y distinción estilística que lo convertiría en el maestro incuestionable del género durante los años cincuenta.

Otras películas sobre relaciones amorosas marcadas por la INCOMPRENSIÓN

Romeo y Julieta – Franco Zeffirelli (1968)
Todos nos llamamos Alí – Rainer W. Fassbinder (1974)
Eduardo Manostijeras – Tim Burton (1990)

BRIBÓN (Escándalo en París)

Que es astuto y taimado, especialmente si utiliza artimañas para engañar o cometer delitos menores. (google.es)

“El hombre que comenzó siendo un bribón nunca será un hombre de bien: del vino se hace con facilidad vinagre, pero jamás del vinagre vino”
Fiedrich Rückert (1788-1866) Poeta, traductor y catedrático de orientalística alemán

ESCÁNDALO EN PARÍS (A scandal in Paris) – 1946

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Director Douglas Sirk
Guión Ellis St. Joseph
Fotografía Guy Roe
Música Hanns Eisler
Producción Arnold Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 97m. B/N
Reparto George Sanders, Signe Hasso, Carole Landis, Akim Tamiroff, Gene Lockhart, Jo Ann Marlowe, Alan Napier, Pedro de Córdoba.

«En el crimen, como en el amor, están los que actúan y los que no se atreven. Supongo que hay mucho que hacer cuando oscurece para una chica tan guapa como tú»

Cincuenta y cinco años antes de que Gérard Depardieu retomara el personaje en un espectacular festín de efectos digitales servido por Pitof, Sanders caracterizó con socarrona presunción aristocrática al intrigante François Eugene Vidocq para recomponer el proceso vital y amoroso por el que trepó de errabundo delincuente a prefecto de la policía parisina, según sus propias memorias, allá a principios del siglo XIX. A través de una exuberancia formal tan refinada como fascinadora, marcada por matices expresionistas y una manifiesta tendencia hacia lo barroco, Sirk abordaba las rufianescas andanzas de este histórico aventurero con perfecta ambigüedad moral y una sardónica desenvoltura dialéctica, avanzando algunos de los temas sobre los que cimentaría su filmografía, como la intrínseca exploración de la propia identidad o el abrumador gravamen del pasado, hasta consumar una de sus películas más exquisitas, personales y lamentablemente menos recordadas. Destacar la refinada sensualidad de Carole Landis y la magnífica fotografía de Eugen Schüfftan, acreditado como supervisor por cuestiones sindicales.

Otras películas cuyo personaje protagonista ostenta la categoría de BRIBÓN

El temible burlón – Robert Siodmak (1952)
El general de la Rovere – Roberto Rossellini (1959)
Magnífico bribón – Jack Smight (1966)