Ennio Flaiano

HASTÍO (La noche)

Sensación grande de aburrimiento o cansancio por una cosa que ya no llena o satisface. (Larousse Editorial)

“Los amores mueren de hastío, y el olvido los entierra”
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor y moralista francés

LA NOCHE (La notte) – 1961

notte

Director Michelangelo Antonioni
Guion Michelangelo Antonioni, Ennio Flaiano y Tonino Guerra
Fotografía Gianni Di Venanzo
Música Giovanni Fusco
Producción Nepi/Silver/Sofitedip
Nacionalidad 122m. B/N
Reparto Marcello Mastroianni, Jeanne Moreau, Monica Vitti, Maria Pialuzi, Bernhard Wicki, Rosy Mazzacurati, Vittorio Bertolini, Guido Marsan.
* Quartetto Giorgio Gaslini – Blues all’alba

«Me parece que el amor limita a las personas. Hay algo en él engañoso, que crea el vacío alrededor»

La segunda película de la llamada Trilogía de la Incomunicación, iniciada un año antes con LA AVENTURA (1960), fue este desasosegador, gélido y abstracto melodrama existencial que excedía el simple conflicto sentimental para penetrar a fondo en las preocupaciones intelectuales e ideológicas de sus desorientados y solitarios personajes. Concentrando la acción en las trascendentales horas de un día y una duradera velada nocturna, pormenorizaba no sólo los matices, las incoherencias y las ambigüedades de la ineludible ruptura amorosa entre un escritor de moda y su enigmática esposa, sino que exponía un descarnado y riguroso análisis de la decadente sociedad industrial italiana de la época, apoyado en una bellísima fotografía y en unas impecables interpretaciones, entre las cuales sobresalía la caracterización de una Monica Vitti especialmente turbadora. Las imágenes de la radiante Jeanne Moreau deambulando solitaria por las calles milanesas así como el desazonante epílogo pueden incluirse entre los momentos más insignes de la cinematografía italiana.

Otras películas sobre el HASTÍO

Stomboli – Roberto Rossellini (1950)
Gertrud – Carl Th. Dreyer (1964)
Saraband – Ingmar Bergman (2003)

DETENCIÓN (Guardias y ladrones)

Medida cautelar personal que consiste en la privación temporal de la libertad ambulatoria ordenada por una autoridad competente. Tiene como finalidad la que establece la ley que, normalmente, consiste en la puesta a disposición de una persona ante el juez. Entre las causas que dan lugar a la detención se encuentran haber cometido un delito o ser sospechoso de ello, quebrantado su condena, fugado estando detenido o en prisión preventiva, o porque de otra manera su comparecencia judicial se pudiere ver demorada o dificultada. (Wikipedia)

«Lo bueno de ser detenido en Canadá es que es como estar en un Days Inn, es muy limpio y muy agradable» Bill Ayers (1944-) Educador teórico estadounidense

GUARDIAS Y LADRONES (Guardie e ladri) – 1951

guardias

Director Mario Monicelli y Steno
Guion Mario Monicelli, Steno, Aldo Fabrizi, Vitaliano Brancati, Ennio Flaiano y Ruggero Maccari
Fotografía Mario Bava
Música Alessandro Cicognini
Producción De Laurentiis/Golden Film/Lux Film/Ponti
Nacionalidad Italia
Duración 109m. B/N
Reparto Totó, Aldo Fabrizi, Pietro Carloni, Aldo Giuffré, Ernesto Almirante, Mario Castellani, Carlo Delle Piane, Rossana Podestá, William Tubbs.

«¿A qué viene este discurso sobre antipatía y simpatía? No olvides que yo soy el guardia y tú el ladrón»

Sexta de las siete colaboraciones entre Monicelli y Stefano Vanzina, alias Steno, y uno de los más chispeantes pináculos de la comedia costumbrista italiana cultivada a lo largo de los cincuenta, donde el inefable Totó y el todoterreno Aldo Fabrizi brindaban un duelo actoral colmado de dinamismo y gesticulante espontaneidad al interpretar, respectivamente, a un verboso ladronzuelo de turistas y al modesto policía local romano que ha de detenerlo a contrarreloj sino quiere echar al traste sus treinta años de antigüedad en el cuerpo. Desde su trepidante preludio a modo de parodia del ‘slapstick’ americano hasta un desenlace absolutamente brillante, sensible y enternecedor, que conforma en sí mismo un canto al honor, a la solidaridad y a la tolerancia, la película ponderaba con un diáfano aroma neorrealista la genuina compostura de la sencillez, la seducción por la picaresca y el culto a los lazos familiares propios de la idiosincrasia transalpina como bálsamo indivisible para paliar la crítica situación económica y social por la que atravesaba el país en los difíciles años de posguerra.

Otras películas marcadas por una DETENCIÓN policial

Falso culpable – Alfred Hitchcock (1956)
Detenido en espera de juicio – Nanni Loy (1971)
Sacco y Vanzetti – Giuliano Montaldo (1971)

OCIOSIDAD (La dolce vita)

Estado del que está voluntariamente sin desempeñar actividades productivas. (wiktionary.org)

«Nada torna a la gente más desnaturalizada e insubordinada que una larga y constante ociosidad.»
Stephan Zweig (1881-1942) Escritor austríaco

LA DOLCE VITA (La dolce vita) – 1960

VITA

Director Federico Fellini
Guion Federico Fellini, Tullio Pinelli, Ennio Flaiano y Brunello Rondi
Fotografia Otello Martelli
Música Nino Rota
Producción Riama Film/Pathé Cinema/Gray-Film
Nacionalidad Italia/ Francia
Duración 172m. B/N
Música Nino Rota
Reparto Marcello Mastroianni, Anita Ekberg, Anouk Aimée, Yvonne Furneaux, Alain Cuny, Walter Santesso, Lex Barker, Magali Noel, Nadia Gray.

«A mí Roma me gusta mucho. Es una especie de jungla, cálida y misteriosa, donde uno puede esconderse.»

La transición entre el alegórico realismo felliniano y el abstracto onirismo autobiográfico que el autor cultivaría hasta el fin de sus días se produjo con esta exuberante sátira sobre la inmoralidad de la clase pudiente romana y la alevosa dependencia recíproca entre la ‘jet-set’ y la contumaz prensa gráfica o ‘paparazzis’, como se les acuñó a partir de entonces en cortesía a un personaje del filme. La agotadora aventura existencial de un seductor periodista (grandioso Mastroianni) por este galimatías de opulenta decadencia parásita permutaba alegoría, autoparodia y ensoñación a través de un barroquismo ideológico sin par, generador de momentos tan antológicos como el gigantesco Cristo que sobrevuela la ciudad en helicóptero, o, por supuesto, el embelesador y sensual chapuzón nocturno en la Fontana di Trevi. Excelso el trabajo que el diseñador Piero Gherardi hizo en un largometraje para el que el paso del tiempo se ha encargado de atenuar los factores que propiciaron su mayúsculo escándalo, pero no ha conseguido reducir ni un ápice de su fascinación, vigencia y modernidad.

Otras películas sobre OCIOSIDAD

La regla del juego – Jean Renoir (1939)
Los inútiles – Federico Fellini (1953)
El discreto encanto de la burguesía – Luis Buñuel (1972)