Tyrone Power

MONZÓN (Vinieron las lluvias)

Viento estacional que se produce por el desplazamiento del cinturón ecuatorial. En verano los vientos soplan de sur a norte, cargados de lluvias. En invierno, son vientos del interior que vienen secos y fríos. Especialmente en el océano Índico y el sur de Asia. El monzón del suroeste que arranca de la costa de Kerala, en la India, comienza generalmente en la primera quincena de junio. (Wikipedia)

«Un Neruda aburrido, sofocado por el tedio de un Oriente que lo ataca con el bramido del viento monzón, el clima enervante, siente que esa comarca extranjera no se le entrega y lo exilia, al revés de las mujeres de vestido morado, que sí se entregan y lo desexilian» (libro Fragmentos del eslabón perdido: historia de una apóstata)
Volodia Teitelboim (1916-2008) Abogado, político y escritor chileno

VINIERON LAS LLUVIAS (The rains came) – 1939

vinieron

Director Clarence Brown
Guion Philip Dunne y Julien Josephson
Fotografía Arthur Miller
Música Alfred Newman
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 100m. B/N
Reparto Myrna Loy, George Brent, Tyrone Power, Brenda Joyce, Maria Ounspenskaya, Jane Darwell, Joseph Schildkraut, Henry Travers

«Mira, en Ranchipur, las cosas importantes en la vida son las cosas elementales, como las cosechas, el hambre y el clima. En Europa, cuando alguien dice ‘Parece que llueve’, con toda probabilidad, está tratando de entablar una conversación educada. Pero aquí, donde las personas mueren tan fácilmente como nacen, están hablando en términos de vida y muerte. Verás lo que quiero decir, si todavía estás aquí cuando lleguen las lluvias.»

Si bien no acostumbra a figurar entre las mejores producciones norteamericanas de 1939, año habitualmente considerado como el más fructífero de la historia del cine hollywoodiense en cuanto a la calidad artística de sus títulos, esta adaptación del best-seller homónimo de Louis Bromfield merece ser destacada por la maestría con la que Clarence Brown manejó una exótica historia de pasiones dentro del esquema tradicional del cine de catástrofes, tan en boga en la segunda mitad de los treinta. Así pues, el romance entre una fogosa aristócrata británica y un cirujano hindú en una India colonial en vísperas del monzón compartía menú con una ensalada de calamidades varias (inundaciones, terremotos o, incluso, epidemias de cólera), condimentada con esmero gracias a los prominentes efectos especiales de Edmund H. Hansen y Fred Sersen. El encanto de esta generosa producción de Darryl F. Zanuck, espléndidamente fotografiada e interpretada, continúa eclipsando hoy en día la mediocre versión en Eastmancolor y Cinemascope dirigida por Jean Negulesco, LAS LLUVIAS DE RANCHIPUR (1955).

Otras películas azotadas por el MONZÓN

Isle of forgotten sins – Edgar G. Ulmer (1943)
La boda del Monzón – Mira Nair (2001)
Monsoon Shootout – Amit Kumar (2013)

PLENITUD (El filo de la navaja)

Cualidad de pleno (…) cuando algo o alguien se encuentran en apogeo, es decir, se hallan en su momento o punto más alto e intenso de rendimiento, de felicidad, entre otras alternativas (…) Básicamente, la plenitud implica disponer de equilibrio, calma, amor, decisión, e integridad, valores que justamente son los que nos ayudarán a conseguir aquello propuesto, a mantenerlos y también a ir por más si es la idea que se plantea. (definicionabc.com)

“El amor es la meta más elevada y esencial a la que puede aspirar el ser humano…la plenitud de la vida humana está en el amor y se realiza a través de él.”
Viktor Frankl (1905-1997) Neurólogo y psiquiatra austríaco

EL FILO DE LA NAVAJA (The razor’s edge) – 1946

filo

Director Edmund Goulding
Guion Lamar Trotti
Fotografía Arthur C. Miller
Música Alfred Newman
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 146m. B/N
Reparto Tyrone Power, Gene Tierney, Anne Baxter, Herbert Marshall, Clifton Webb, John Payne, Elsa Lanchester, Lucille Watson.

«Si alguna vez adquiero sabiduría, supongo que seré lo bastante sabio para saber qué hacer con ella.»

Adaptación del relato homónimo de William Somerset Maugham, producida por Samuel Goldwyn, sobre la experiencia vital de un excombatiente en la Gran Guerra, que, con el propósito de erradicar su desasosiego anímico, opta por renunciar al confortable escenario material propuesto por su amada para emprender un viaje en busca de su plenitud espiritual por parajes tan dispares como el París suburbano o las luminosas cimas del Himalaya. Edmund Goulding sorteó la viable melifluidad anexa a esta parábola sobre la fe y el amor al prójimo a través de una deleitable y equilibrada conjunción de glamour, pasión y pesadumbre. Beneficiada de un reparto irrepetible, en el que resaltaba la belleza de una Gene Tierney vestida por su esposo Oleg Cassini o la contribución de secundarios de lujo como Herbert Marshall (hilo conductor del relato en el papel del propio Maugham), Clifton Webb o Anne Baxter, como una mujer neurótica y depresiva con una irreprimible tendencia etílica. En 1984, John Byrum perpetraría un remake decididamente inferior con la presencia de un inadecuado Bill Murray como protagonista.

Otras películas sobre la PLENITUD ESPIRITUAL

La palabra – Carl Th. Dreyer (1955)
Fresas salvajes – Ingmar Bergman (1957)
Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera – Kim Ki-Duk (2003)

BUCANERO (El cisne negro)

Pirata que en los siglos XVII y XVIII se entregaba al saqueo de las posesiones españolas de ultramar. (RAE)

“Por mis sueños va ligero de equipaje sobre un cascarón de nuez mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer” (canción Peces de ciudad)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor y poeta español

EL CISNE NEGRO (The black swan) – 1942

cisne

Director Henry King
Guion Ben Hecht y Seton I. Miller
Fotografía Leon Shamroy
Música Alfred Newman
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 85m. Color
Reparto Tyrone Power, Maureen O’Hara, Laird Cregar, Thomas Mitchell, George Sanders, Anthony Quinn, George Zucco, Fortunio Bonanova.

«En Tortuga, cuando una mujer abofetea a un hombre en la cara, significa que quiere que él la agarre, la domine y se la coma a besos»

Espoleados por el éxito conseguido con EL SIGNO DEL ZORRO (1940), la Fox insistió en explotar la prestancia de Tyrone Power como réplica a la audacia y virilidad aventurera del «sawshbuckler» de la Warner, Errol Flynn. Esta hábil estrategia competitiva dio como fruto películas tan atrayentes como este inmarchitable clásico del cine piratesco, basado en la novela homónima de Rafael Sabatini, que narraba las peripecias de un valeroso bucanero anglosajón, inmerso en una trepidante historia de traiciones inmisericordes, batallas marítimas y amores rebeldes. Henry King manejó los tópicos del género con una enorme competencia, aplicando al relato un dinámico ritmo narrativo, alentando al equipo de intérpretes a realizar el mejor trabajo posible a la primera toma con el propósito de ahorrar cinta (firme al esfuerzo y fervor bélico sembrado en Hollywood durante la Segunda Guerra Mundial), explotando un vigoroso sentido del humor, y, sobre todo, dotando a la cinta de una potencia visual inusitada, con un diligente y explosivo empleo del Technicolor a cargo del maestro Leon Shamroy.

Otras películas protagonizadas por un BUCANERO

El halcón del mar – Michael Curtiz (1940)
El temible burlón – Robert Siodmak (1952)
Los contrabandistas de Moonfleet – Fritz Lang (1955)