Georges Perinal

FORDISMO (Viva la libertad)

Modo de producción caracterizado por hacer que la misma se realice en serie o en cadena. Su nombre deriva de uno de sus progenitores ideológicos, Henry Ford. El fordismo significó una verdadera revolución en lo que respecta a productividad y en el acceso a un mercado de masas gracias al recorte de costos logrado. Fue empleado prioritariamente en la industria automotriz durante el siglo XX, más específicamente desde los años cuarenta hasta los setenta. Además de estas mejoras en lo que respecta a la productividad y reducción de costos, el fordismo se caracterizó por una mejora salarial hacia los obreros, que se vieron beneficiados financieramente de un modo significativo. (definicion.mx)

«Si el fordismo había incorporado, y transcripto a su modo, algunos aspectos de la experiencia socialista, el postfordismo ha destituido de fundamento tanto al keynesianismo como al socialismo»
Paolo Virno (1952-) Filósofo y semiólogo italiano de orientación marxista

VIVA LA LIBERTAD (À nous la liberté) – 1931

Director René Clair
Guion René Clair
Producción Tobis
Fotografía Georges Périnal
Música Georges Auric
Nacionalidad Francia
Reparto Raymond Cordy, Henri Marchand, Rolla France, Paul Olivier, André Michaud, Germaine Aussey, Léon Morin, William Burke.

«Trabajar es obligatorio. Porque el trabajo es la libertad»

René Clair perseveró en el enfrentamiento entre la obligación y la bohemia individualista para crear esta incisiva farsa social, incluida entre las obras más importantes de su carrera, en torno a la amistad que nutren dos expresidiarios, años después de haberse fugado de la cárcel: uno de ellos convertido en vagabundo, el otro asentado como respetable comerciante de gramófonos. A pesar de no profundizar excesivamente en su enfoque anarquista, el realizador galo consiguió una hábil crítica de la civilización industrial y la despersonalización del trabajo racionalizado a consecuencia del sistema de producción en cadena, o fordismo, narrada en clave de opereta por medio de una fluidez expresiva de portentosa inventiva. En su momento, la cinta no obtuvo la aceptación popular que merecía por sus incuestionables virtudes, pero sirvió de inspiración para la maravillosa TIEMPOS MODERNOS (1936), hasta el punto de que la Tobis intentó emprender una querella por plagio que el propio Clair evitó alegando que se trataba de un orgullo para él que Chaplin se hubiese simplemente percatado de la existencia de su película.

Otras películas que tratan el FORDISMO o modelo de producción en cadena

La clase obrera va al paraíso – Elio Petri (1971)
La chica de la fabrica de cerillas – Aki Kaurismäki (1990)
Recursos humanos – Laurent Cantet (1999)

CHAQUETA (El millón)

Prenda de vestir que cubre el cuerpo hasta más abajo de la cadera, con mangas, abierta por delante y generalmente ajustada al cuerpo; suele llevarse sobre otras prendas como prenda de abrigo. (google.com)

“Teníamos un pacto de muerte. Tengo que llevar a cabo mi parte del trato. Por favor, enterradme cerca de mi nena, con mi chaqueta de cuero, mis vaqueros y mis botas de motorista. Adiós”
Sid Vicious (1957-1979) Bajista del grupo Sex Pistols

EL MILLÓN (Le million) – 1931

millon

Director René Clair
Guion René Clair
Fotografía Georges Périnal y Georges Raulet
Música Armand Bernard, Philippe Parés y Georges Van Parys
Producción Tobis
Nacionalidad Francia
Duración 80m. B/N
Reparto Annabella, René Lefèvre, Vanda Gréville, Paul Olivier, Constantin Siroesco, Jean-Louis Allibert, Raymond Cordy, Odette Talazac.

«Entonces digamos amigos que son inteligentes aquellos que no tienen un centavo. Creeremos lo que dicen cuando regalan todo su dinero»

A principios del sonoro, René Clair concibió las dos joyas más preciadas de su filmografía: una asombrosa sátira social sobre la deshumanización de la era industrial, VIVA LA LIBERTAD (1931) y esta inclasificable comedia musical, basada en una obra teatral de Georges Berr y Marcel Guillemand, donde, a través de una orientación coreográfica tan trepidante como caricaturesca, se describía la tenaz persecución a la que era sometida la chaqueta de un bohemio pintor, en cuyo bolsillo viaja un billete de lotería premiado. Esta brillante pantomima costumbrista, fundamentada en la construcción de un entorno populista y el aroma del clásico teatro de opereta, acabaría por ejercer una trascendental influencia estilística en realizadores como Lubitsch o Mamoulian, debido, principalmente, a su desenvuelta ironía y a la sorprendente e insólita utilización del sonido como indispensable señal de su desenfrenado ritmo narrativo. Cabe destacar, además, la estilizada decoración de Lazare Meerson, la sorprendente fotografía del binomio Périnal/Raulet y un eficaz trabajo de todo el equipo actoral.

Otras películas donde una CHAQUETA adquiere un manifiesto protagonismo

Salvaje – László Benedek (1953)
Corazón salvaje – David Lynch (1990)
The jacket – John Maybury (2005)

EMBAJADA (El ídolo caído)

Oficina en la cual un embajador y el resto de las personas que conforman la representación diplomática llevan a cabo la misión de representar a su país en otra nación. (definicionabc.com)

«La verdad no lleva a la fortuna, ni el pueblo da embajadas, cátedras ni pensiones»
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) Pensador, escritor, enciclopedista y filósofo franco-suizo

EL ÍDOLO CAÍDO (The fallen idol) – 1948

Director Carol Reed
Guion Graham Greene, Lesley Storm y William Templeton
Fotografía Georges Périnal
Música William Allwyn
Producción London Films
Nacionalidad Gran Bretaña
Duración 94m. B/N
Reparto Ralph Richardson, Bobby Henrey, Michele Morgan, Sonia Dresdel, Jack Hawkins, Bernard Lee, Walter Fitzgerald, Denis O’Dea, Dandy Nichols.

«Cuánto más fácil sería si todos le dijeran a la policía la verdad en primera instancia»

Estimable adaptación de la novela corta The basement room de Graham Green, convertida hoy en día en un indiscutible clásico de la cinematografía anglosajona, que desarrollaba una ágil y compacta intriga dramático/policíaca a partir del indiscreto desliz que trastoca la complicidad y profunda admiración que el inocente hijo del embajador (¿francés?) en Londres profesa hacia la figura de un mayordomo de prestancia aristocrática, encargado de cuidarle ante la constante ausencia de su padre. Irremisiblemente supeditada a la complejidad moral y psicológica de la narración y favorecida por una puesta en escena tan delicada como precisa, la película deviene un maravilloso y sensible ejercicio de estilo, decidido a asombrar por su singular utilización de la profundidad de campo, la maravillosa disposición de su decorado interior y un portentoso empleo de encuadres oblicuos, picados y contrapicados. Además de la extraordinaria fotografía de Georges Périnal, cabe destacar el soberbio poderío interpretativo de Ralph Richardson y el admirable trabajo del joven Bobby Henrey.

Otras películas parcialmente ambientadas en una EMBAJADA

Operación Cicerón – Joseph L. Mankiewicz (1952)
Su excelencia – Miguel M. Delgado (1967)
Argo – Ben Affleck (2012)

EXILIO (Un rey en Nueva York)

Hecho de encontrarse lejos del lugar natural (ya sea ciudad o nación) debido a la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo mientras que alguna circunstancia, generalmente por motivos políticos,1​deniega explícitamente el permiso para regresar por amenazas de cárcel o muerte. (Wikipedia)

“El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las oportunidades a su alcance”
Isabel Allende (1942-) Escritora chilena

UN REY EN NUEVA YORK (A king in New York) – 1957

Director Charles Chaplin
Guion Charles Chaplin
Fotografía Georges Périnal
Música Charles Chaplin
Producción Attica Film Company
Nacionalidad Gran Bretaña
Duración 110m. B/N
Reparto Charles Chaplin, Maxine Audley, Jerry Desmonde, Dawn Adams, Sid James, Joan Ingram, Oliver Johnston, Michael Chaplin.

«Ningún estado puede privar al hombre de la propia vida, la libertad y el derecho de expresión sin someterlo a juicio legal»

A sus setenta años y forzosamente establecido en el Reino Unido tras el virulento acoso mediático al que fue sometido en plena «caza de brujas», Chaplin pensó que era el momento de librar un necesario ajuste de cuentas contra el alienador conformismo en el que se asienta la civilización norteamericana, y, en particular, contra aquella oleada de intransigente exacerbación política que imperó en el país durante la guerra fría de los años cuarenta y cincuenta. Así pues, las divertidas peripecias por Nueva York del exiliado monarca de Estrovia sirvieron como pretexto para caricaturizar con contundencia la abusiva conducta del senador McCarthy y, a su vez, formular un acalorado llamamiento a la libertad y a la obligación de preservar el honor y la conciencia. Filmado con premura, teatralidad y notorias carencias técnicas en un escenario londinense no demasiado convincente, resulta un largometraje visual y narrativamente irregular (en su época vilipendiado por la crítica y el público), al que redime el genial cineasta con sus últimos coletazos de imaginación y gesticuladora comicidad.

Otras películas donde el personaje protagonista vive en el EXILIO

El cartero (y Pablo Neruda) – Michael Radford (1994)
La mirada de Ulises – Theo Angelopoulos (1995)
Goya en Burdeos – Carlos Saura (1999)

BUHARDILLA (Bajo los techos de París)

1. Ventana que sobresale verticalmente en el tejado de una casa que sirve para dar luz o para salir al tejado.
2. Parte más alta de una casa, inmediata al tejado, que generalmente tiene el techo inclinado; se utiliza como vivienda, habitación o para guardar cosas que no se usan habitualmente.
(google.es)

“Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón” (novela Madame Bovary)
Gustave Flaubert (1821-1880) Escritor francés

BAJO LOS TECHOS DE PARÍS (Sous les toits de París) – 1930

Director René Clair
Guion René Clair
Fotografía Georges Périnal y Georges Raulet
Música Raoul Moretti y René Nazelles
Producción Tobis
Nacionalidad Francia
Duración 96m. B/N
Reparto Albert Préjean, Pola Illéry, Gaston Modot, Bill Bocket, Edmond T. Gréville, Raymond Aimos, Paul Ollivier, Thomy Bourdelle.
* Raoul Moretti – C’est pas comme ça

«¿No te diste cuenta de que era una broma? Jamás me importó nada Pola. Adelante, bésala»

Sin poder eludir la entonces redundante moda del musical, pero haciendo gala de su solemne y prodigioso talento como realizador, René Clair concibió este sublime romance popular que sirvió para incorporar la flamante técnica del sonido a la cinematografía francesa, y, de paso, inaugurar la etapa más fructífera y creativa de su filmografía. Las palmarias virtudes de esta trivial e intimista historia sobre la rivalidad amorosa por una joven inmigrante polaca residían en una ambientación excitadamente realista, fruto de la encantadora reconstrucción en estudio que Lazare Meerson hizo de los pintorescos y populacheros suburbios de Montmartre y la vigorosa, delicada e irónica dirección del cineasta galo, surtida de encuadres de una gran exactitud, espectaculares travellings verticales y abundantes detalles expresivos, propios de una eficacia descriptiva inusitada. Francia no supo apreciar la evidente calidad de este largometraje de pegadiza música y diálogos intrascendentes hasta su meritorio triunfo en Berlín, convirtiéndose a partir de entonces en un imponente éxito a nivel mundial.

Otras películas con protagonismo de una BUHARDILLA

El séptimo cielo – Frank Borzage (1927)
El diario de Ana Frank – George Stevens (1959)
Fugitivos en la noche – Roberto Rossellini (1960)