Gene Tierney

EMBRUJO (Laura)

Atracción misteriosa e irresistible que producen sobre alguien los encantos de una persona o de una cosa. (google.com)

«Nada me había dicho de aquel embrujo de piel pálida y temblorosa, de aquel primer roce de labios ni de aquel espejismo que parecía arder en cada poro de la piel. Nada me contó de todo aquello porque sabía que el milagro sólo sucedía una vez y que, al hacerlo, hablaba un lenguaje de secretos que, apenas se desvelaban, huían para siempre» (novela La sombra del viento)
Carlos Ruiz Zafón (1964-2020) Escritor español

LAURA (Laura) – 1944

Director Otto Preminger
Guion Jay Dratler, Samuel Hoffenstein y Betty Reinhardt
Fotografía Joseph LaShelle
Música David Raksin
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 88m. B/N
Reparto Gene Tierney, Dana Andrews, Clifton Webb, Vincent Price, Judith Anderson, Dorothy Adams, James Flavin, Clyde Filmore.

«Cuando un hombre posee todo lo que ambiciona en el mundo excepto aquello que más desea se pierde el respeto a sí mismo, se convierte en un amargado, desea dañar igual que le han dañado a él.»

En calidad de productor y, bajo la autorización del mandamás del estudio Daryl F. Zanuck, Preminger despidió a Rouben Mamoulian a los pocos días de rodaje para ponerse él mismo al frente del proyecto personal de adaptar la obra teatral Ring twice for Laura de Vera Caspary. Aquella decisión resultaría, a la postre, determinante para fraguar esta turbadora simbiosis entre melodrama pasional e intriga policíaca, que acabaría erigiéndose en uno de los títulos más sugerentes, enigmáticos y desesperadamente románticos de la historia del cine negro. Su exquisito tratamiento de la tensión dramática y el tono onírico de su refinada puesta en escena, sin apenas exteriores, singularizaban el embrujador descenso a las tinieblas de la ambigüedad y la posesión amorosa que emprende un desencantado detective para esclarecer el caso de asesinato de una seductora ejecutiva de publicidad. Contundentes diálogos, exquisita partitura de David Raksin e inolvidable caracterización de Clifton Webb (en el gran papel de su vida) como el presuntuoso y mordaz columnista neoyorquino que está irracionalmente obsesionado con su protegida, la misteriosa Laura.

Otras películas cuyo protagonista sucumbe al EMBRUJO de un retrato

La mujer del cuadro – Fritz Lang (1944)
El fantasma y la señora Muir – Joseph L. Mankiewicz (1947)
Jennie – William Dieterle (1948)

ESPECTRO (El fantasma y la señora Muir)

Figura irreal, imaginaria o fantástica, que alguien cree ver; especialmente, imagen de una persona fallecida que se aparece a alguien. (google.es)

«Pasar de los fantasmas de la fe a los espectros de la razón no es más que cambiar de celda.»
Fernando Pessoa (1888-1935) Poeta y escritor portugués

EL FANTASMA Y LA SEÑORA MUIR (The ghost and Mrs. Muir) – 1947

Director Joseph L. Mankiewicz
Guion Philip Dunne
Fotografía Charles Lang
Música Bernard Herrmann
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 104m. B/N
Reparto Gene Tierney, Rex Harrison, George Sanders, Vanessa Brown, Natalie Wood, Edna Best, Isobel Elsom, Anna Lee, Helen Freeman.

«Soy real, estoy aquí porque usted quiere creerlo así. Siga creyendo en mí y seguiré siendo una realidad.»

Maravillosa comedia romántica de corte sobrenatural y perfume dickensiano, basada en la novela homónima escrita por Josephine Leslie bajo el pseudónimo de R.A. Dick, que narraba la singular relación de amistad y amor imposible que prorrumpe en una mansión costera del sur de Inglaterra entre el jovial y orgulloso espectro de un veterano capitán marino y una atractiva e inflexible joven viuda, madre de una niña pequeña. Mankiewicz aprovechó un extraordinario guion de Philip Dunne, integrado por unos diálogos absolutamente inolvidables, para recrearse en una fantástica e inteligente reflexión sobre los límites que separan la imaginación de la realidad, plasmada con ingenio, sensibilidad y una extremada elegancia, cualidades que el realizador ya no abandonaría a lo largo de su admirable filmografía. Rex Harrison y Gene Tierney alcanzaron, posiblemente, las caracterizaciones más imperecederas de sus respectivas carreras, Charles Lang se lució con sus contrastes de sombras, luces y contraluces, mientras que Bernard Herrmann compuso una envolvente partitura, exultante de delicadeza e intensidad.

Otras películas que cuentan con una figura ESPECTRAL entre sus protagonistas

Jennie – William Dieterle (1948)
Pandora y el holandés errante – Albert Lewin (1951)
Cuentos de la luna pálida de agosto – Kenji Mizoguchi (1953)

ADMISIÓN (El diablo dijo no)

Acto y el resultado de admitir (…) Es habitual que el concepto se emplee respecto a la aceptación o el rechazo de una persona por parte de una entidad. (definicion.de)

«No soy un tipo complicado, de delicado paladar, cualquier mujer es mi mujer, cualquier cuarto de hotel mi hogar. Puedo dormir en cualquier lado, a veces solo a veces no, a veces pongo ‘reservado el derecho de admisión.'» (canción Adiós adiós)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor, poeta y pintor español

EL DIABLO DIJO NO (Heaven can wait) – 1943

Director Ernst Lubitsch
Guion Samson Raphaelson
Fotografía Edward Cronjager
Música Alfred Newman
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 108m. Color
Reparto Don Ameche, Gene Tierney, Charles Coburn, Eugene Pallette, Clara Bandick, Louis Calhern, Signe Hasso, Laird Cregar.

«Mi querido señor Van Cleve, un pasaporte al infierno no se concede por generalidades. No, me parece que tendrá que esperar hasta que tenga tiempo de estudiar su historial.»

Por primera y única vez en toda su filmografía, Lubitsch recurrió al color (dominado por tonalidades frágiles y evanescentes) para engalanar esta deleitable comedia romántica con matices fantásticos, basada en la obra teatral Geburtstag de Laszlo Gus-Fekete, cuya ingeniosa trama argumental giraba en torno a la evocación de los supuestos méritos adquiridos por un anciano vividor y mujeriego recién fallecido con el fin de valorar si debe o no ser admitido en las estancias del infierno. Con una elegancia en el detalle fuera de lo común y la consecución de una atmósfera tan sosegada como melancólica, el realizador berlinés no sólo elaboraba un distinguido retrato costumbrista de la alta sociedad neoyorquina de finales del siglo XIX sino, que, además, aportaba una mordaz y contundente disquisición sobre las inevitables fluctuaciones, vicisitudes y contrariedades por las que atraviesa todo vínculo matrimonial. Impecables interpretaciones a cargo de un reparto de campanillas, del que sobresale la frugal verosimilitud de su protagonista, Don Ameche, y la maravillosa belleza de Gene Tierney.

Otras películas donde el protagonista persevera por obtener una ADMISIÓN

Lacombe Lucien – Louis Malle (1974)
Flashdance – Adrian Lyne (1983)
Donnie Brasco – Mike Newell (1997)

LUCHA (Noche en la ciudad)

1. Pelea, combate, batalla, lid
2. Combate deportivo entre dos personas.
3. Contienda, disputa.
4. Debate o confrontación interna:
Lucha grecorromana Lucha en la que vence el participante que primero consigue que su adversario toque el suelo con la espalda durante unos segundos.
Lucha libre Lucha en la que se pueden emplear llaves y golpes, de acuerdo con unas determinadas reglas, y que termina cuando uno de los luchadores se da por vencido.
(Espasa-Calpe)

«El arte de vivir se asemeja más a la lucha que a la danza.»
Marco Aurelio (121-180) Filósofo y emperador del Imperio Romano

NOCHE EN LA CIUDAD (Night and the city) – 1950

lucha2

Director Jules Dassin
Guion Jo Eisinger
Fotografía Max Greene
Música Benjamin Frankel
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Reino Unido
Duración 101m. B/N
Reparto Richard Widmark, Gene Tierney, Goggie Withers, Hugh Marlowe, Herbert Lom, Francis L. Sullivan, Stanislaus Zbyszko, Mike Mazurki.

«Es un artista sin un arte (…) algo que puede hacer infeliz a un hombre.»

Impulsado por el interés de la Fox en invertir sus dividendos en el Reino Unido y el especial acoso que sobre su persona ejercía la fustigadora represión maccarthysta, Dassin no dudó en transferir la tenebrosa esencia documentalista acuñada en su aportación al cine negro americano al retrato inicuo de una urbe londinense poblada de seres ávidos de poder y venganza que prescribía la novela homónima de Gerald Kersch. Las artimañas de un taimado, oportunista y recalcitrante embaucador de medio pelo para forjarse un nombre a través de la errónea senda del crimen y la corrupción deparaban una vertiginosa pesadilla circular de matices expresionistas, realzada por su exactitud en la captación del depravado ambiente, un ritmo descriptivo ‘in crescendo’ muy conseguido y la excelsitud de su enrarecida e irrespirable atmósfera. De sus eficaces interpretaciones, sobresalía la destemplada actuación de Richard Widmark y la loable presencia de Stanislaus Zbyszko, un veterano campeón de lucha grecorromana de 71 años, arruinado y con un prolífico bagaje cultural.

Otras películas donde aparecen escenas de LUCHA libre o grecorromana

El luchador – Darren Aronofsky (2008)
Mal día para pescar – Álvaro Brechner (2009)
Symbol – Hitoshi Matsumoto (2009)

INTEMPERANCIA (Al borde del peligro)

1. Falta de templanza o moderación.
2. Incapacidad para cambiar las opiniones o ideas o para ser persuadido.
(Larousse Editorial)

“Inseparable compañera de la injusticia es la intemperancia.”
Fray Luis de León (1527-1591) Poeta, humanista y religioso agustino español

AL BORDE DEL PELIGRO (Where the sidewalks ends) – 1950

borde

Director Otto Preminger
Guion Ben Hecht
Fotografía Joseph LaShelle
Música Cyril J. Mockridge
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Dana Andrews, Gene Tierney, Gary Merrill, Karl Malden, Ruth Donnelly, Robert Simon, Bert Freed, Tom Tully, Craig Stevens, Neville Brand.

«No odia a los malhechores. Le gusta golpearles. Disfruta pegándoles. Le gusta verse en los periódicos como el policía duro que no teme a nada ni a nadie. ¡Su trabajo es atrapar a criminales, no hacer de verdugo!»

Uno de los magistrales policíacos producidos y dirigidos por Otto Preminger entre mediados de los cuarenta y principios de los cincuenta, sin duda una de las páginas más ilustres en la historia del género negro, donde se cuestionaban los angostos límites que separan la inocencia de la culpabilidad, o, lo que es lo mismo, la frontera entre el Bien y el Mal, a partir de la espiral de amoralidad y violencia a la que se ve abocado un detective neoyorquino de intemperantes maneras tras matar por accidente al principal sospechoso de un asesinato. Firmemente asentada en un eficaz guión de Ben Hecht, surgido de la novela Night cry de William L. Stuart, la película sobresale por la consecución de un clima de angustiosa e inquieta destemplanza, así como por la plausible carencia de maniqueísmo con la que el realizador de origen austríaco dibujaba situaciones y personajes, representados por un magnífico reparto con su pareja predilecta al frente: el impertérrito Dana Andrews y la esplendorosa Gene Tierney.

Otros retratos de policías caracterizados por su INTEMPERANCIA

La casa en la sombra – Nicholas Ray (1951)
L.A. Confidential – Curtis Hanson (1997)
No habrá paz para los malvados – Enrique Urbizu (2011)