Recibía el nombre de gladiador quien batallaba con otro, o con una bestia, en los juegos públicos de la Antigua Roma. La teoría más aceptada sobre el origen de este vocablo es que deriva de la palabra Gladius, la espada que utilizaban. Y se dice que provenían de los ritos ancestrales etruscos. Dependiendo por su manera y forma de combatir existían varias clases de gladiadores: mirmillón, tracio, etc. El nombre con el que eran conocidos dependía de si llevaban cascos, o de la forma del mismo, escudo, espada o red…, o incluso la habilidad que poseían para la lucha. (Wikipedia)
«Puesto que usted (George W. Bush) ha decidido que nuestra suerte está echada, tengo el placer de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo, ‘Salve, César, los que van a morir te saludan'»
Fidel Castro (1926-) Militar, revolucionario, estadista y político cubano
ESPARTACO (Spartacus) – 1960
Director Stanley Kubrick
Guion Dalton Trumbo
Fotografía Russell L. Metty
Música Alex North
Producción Bryna/Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 196m. Color
Reparto Kirk Douglas, Jean Simmons, Laurence Olivier, Charles Laughton, Peter Ustinov, Tony Curtis, John Gavin, John Ireland, Herbert Lom.
“Todo hombre pierde cuando muere, pero un libre y un esclavo no pierden los mismo; el libre pierde el placer de vivir, el esclavo el sufrimiento”
Aunque siempre renegara de ella por disentir con el mensaje liberal y moralizante de su guión o por las serias desavenencias que mantuvo con el productor y protagonista Kirk Douglas, que no vaciló en despedir con anterioridad a Anthony Mann tras dos semanas de rodaje, Kubrick rubricó esta colosal adaptación de la novela homónima de Howard Fast, ambientada en Roma en el año 73 ante de Cristo, en torno a la rebelión de un grupo de esclavos gladiadores de Capua comandados por Espartaco y las reyertas internas en el Senado que ésta desencadena. Épica, lirismo y una ferviente disquisición sobre el poder se aliaron para conformar este impresionante ‘péplum’, en su día la producción más costosa que había surgido de Hollywood, provisto de un flamante reparto y repleto de secuencias imperecederas como la coreográfica batalla de Silaro o el célebre diálogo entre Tony Curtis y Laurence Olivier sobre la preferencia por los caracoles o las ostras como reseña a su vínculo homosexual, que fue suprimido por la censura de la época y recuperado con la versión íntegra restaurada en 1991.
Otras películas sobre GLADIADORES
Demetrius y los gladiadores – Delmer Daves (1954)
Ben-Hur – William Wyler (1959)
Gladiator – Ridley Scott (2000)