Victor McLaglen

PATRULLA (La patrulla perdida)

Grupo pequeño de soldados o personas armadas que vigilan una zona o están encargadas de realizar una misión militar. (Larosse Editorial)

«Es cierto que la cuestión política no penetra profundamente en los detalles de la guerra; no se colocan los centinelas, no se conducen las patrullas según las consideraciones políticas. Pero la influencia del elemento político es tanto mayor, cuando se hace el plan de toda la guerra, de la campaña y a menudo también de una batalla»
Carl Von Clausewitz (1780-1831) Militar prusiano

LA PATRULLA PERDIDA (The lost patrol) – 1934

perdida

Director John Ford
Guion Dudley Nichols y Garret Ford
Fotografía Harold Westrom
Música Max Steiner
Duración 74m. B/N
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Reparto Victor McLaglen, Boris Karloff, Wallace Ford, Reginald Denny, Brandon Hurst, Billy Bevan, J.M. Kerrigan, Alan Hale, Douglas Walton.

«Creo en muchas cosas: en un buen caballo, en el pastel de riñones y en un tipo llamado George Brown. En la estupidez de esta guerra, en el miedo, en emborracharme para ser valiente y ser valiente para emborracharme. En el frescor del mar cuando nadas y en la fortaleza del vino…»

En su primer largometraje sonoro, inspirado en la narración Patrol de Philip McDonald, John Ford trazó con frugalidad y concisión uno de aquellos retratos del grupo humano unido ante las adversidades de un conflicto común, que, con tanta enjundia y asiduidad, elaboró a lo largo de su dilatada filmografía. En esta ocasión, las contradicciones vitales y la permutación de conductas del colectivo se ubicaban en el inclemente desierto de Mesopotamia (falseado gracias a los estériles parajes de Yuma, Arizona), en el transcurso de la Primera Guerra Mundial, donde una reducida patrulla de soldados británicos sufría el implacable asedio de los árabes, cuya oculta omnipresencia acrecentaba el hermetismo de una atmósfera angustiosa, enrarecida y fantasmagórica. El film deparaba un riguroso ahondamiento en los distintos caracteres de sus personajes, posteriormente imitado hasta la saciedad, en el que no faltaba el particular sentido épico de su autor o sus conocidas referencias bíblicas, aquí de la mano de un Boris Karloff cuyos asermonados excesos interpretativos rozaban la ridiculez.

Otras películas protagonizadas por una PATRULLA

Un paseo bajo el sol – Lewis Milestone (1945)
Los desnudos y los muertos – Raoul Walsh (1958)
La patrulla de la montaña – Lu Chuan (2004)

CABALLERÍA (La legión invencible)

Cuerpo perteneciente al ejército de una nación que se encuentra conformado por soldados montados a caballo, es decir, es la fuerza de combate montada a caballo. (definicion.abc.com)

“A veces lamento hablar en español: escuchado desde la otra orilla debe ser algo incomparable, lleno de chasquidos y latigazos, terrible carga de caballería de abiertas vocales, por entre un campo erizado de consonantes clavadas como estacas”
Alfonso Reyes Ochoa (1889-1959) Poeta, ensayista y diplomático mexicano

LA LEGIÓN INVENCIBLE (She wore a yellow ribbon) – 1949

invencible

Director John Ford
Guion Laurence Stallings y Frank S. Nugent
Fotografía Winton C. Hoch
Música Richard Hageman
Producción RKO/Argosy Pictures
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 103m. Color
Reparto John Wayne, Joanne Dru, John Agar, Ben Johnson, Arthur Shields, Harry Carey Jr., Victor McLaglen, Mildred Natwick, George O’Brien.

«Allí donde se levanta la bandera sobre un fuerte solitario puede haber un hombre, un capitán que levantará la espada del destino»

Quizás el mejor film de la patriótica trilogía fordiana sobre las supuestas grandezas del Séptimo de Caballería, iniciada el año anterior con FORT APACHE y finiquitada otro después con RIO GRANDE, que narraba con gran vigor y un profundo hálito de poética y luctuosa melancolía como un veterano capitán viudo próximo al retiro (imponente John Wayne) acepta como última misión neutralizar la sublevación de unos indios. Más allá de la poderosa y crepuscular belleza plástica de sus imágenes, entre las que sobresalen las escenas de acción en el Monument Valley, este western augusto, canónico e increíblemente menospreciado en su momento, basado en la novela por entregas de James Warner Bellah War party and the big hunt, gravitaba su esplendor en una modulación de elegíaca y apesadumbrada emotividad, constatada en instantes tan conmovedores como la visita del protagonista a la tumba de su esposa, y conforma una reflexión de prodigioso trasfondo humano acerca de la conciencia profesional, la vejez y la dolorosa imposibilidad de retener para siempre a los seres queridos

Otras películas protagonizadas por un regimiento u orden de CABALLERÍA

La carga de la brigada ligera – Michael Curtiz (1936)
Los caballeros teutónicos – Aleksander Ford (1960)
La armada Brancaleone – Mario Monicelli (1966)

DOTE (El hombre tranquilo)

Patrimonio que la futura esposa o su familia entregan al novio, siendo en muchos casos proporcional al estatus social del futuro esposo. Su significado, según diferentes culturas, bien sería el de contribuir a la manutención de la propia novia o contribuir a las cargas matrimoniales. (Wikipedia)

«La virtud de los padres es una gran dote»
Quinto Horacio Flaco (65 a.C. – 8 a.C.) Poeta romano

EL HOMBRE TRANQUILO (The quiet man) – 1952

Director John Ford
Guion Frank S. Nugent
Fotografía Winton C. Hoch y Archie Stout
Música Victor Young
Producción Argosy/Republic
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 129m. Color
Reparto John Wayne, Maureen O’Hara, Victor McLaglen, Barry Fitzgerald, Ward Bond, Mildred Natwick, Eileen Crowe, Arthur Shields.

«¿Casada? ¿Esa? Ni lo estará nunca. Con esas pecas y ese genio que tiene. Ese pelo rojizo suyo la delata. Aun así, hay hombres a los que no les importaría, pero… no tiene dote»

Haciendo realidad su gran sueño de rodar en el país de sus ancestros, John Ford viajó hacia tierras irlandesas (concretamente al condado de Galway) para adaptar la novela corta Green rushes de Maurice Walsh, en la que se narraba el retorno a sus orígenes de un hombre de turbio pasado y los distintos percances que ha de hacer frente para obtener la dote y el consiguiente permiso para casarse con una bella pelirroja lugareña de armas tomar. De aquel paraje bucólico, pintoresco y casi detenido en el tiempo como Innisfree surgió esta indiscutible obra maestra de la comedia romántica, cuya genial dosificación de melancolía, inocencia y placidez consigue colmarnos de ternura, contagiarnos de felicidad y conmovernos a base de sensaciones tan embriagadoras como balsámicas. Entre sus hermosas imágenes en Technicolor, repletas de cerveza negra, peleas a puñetazos y entrañables personajes fordianos, subyacen escenas tan inolvidables como el apasionado beso bajo la lluvia de la pareja protagonista, el huracanado encuentro de ambos en el ‘cottage’ o la emocionante carrera de caballos.

Otras películas sobre DOTES

La novia sin dote – Yakov Protazanov (1936)
La ciudad de la alegría – Roland Joffé (1992)
La dote de Ninah – Victor Viyuoh (2012)

VENTRILOQUIA (El trío fantástico)

Arte de modificar la voz para imitar otras voces u otros sonidos. Dado que la ventriloquia está orientada al mundo del espectáculo, forma parte de la brillantez de la actuación el que la emisión de voz se haga de la forma más discreta posible, esto es, que el ventrílocuo sea capaz de dar voz al muñeco sin mover, o casi sin mover, los labios, de modo que una vez proyectada la voz, parezca originarse efectivamente en el propio muñeco. (Wikipedia)

«Los hechos son marionetas de ventrílocuo. Sentados en las rodillas de un hombre sabio emitirán palabras sabias; en caso contrario no dirán nada o dirán tonterías»
Aldous Huxley (1894-1963) Escritor británico

EL TRÍO FANTÁSTICO (The unholy three) – 1925

trio

Director Tod Browning
Guion Waldemar Young
Fotografía David J. Kesson
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 69m. B/N
Reparto Lon Chaney, Mae Busch, Victor McLaglen, Harry Earles, Matthew Betz, Matt Moore, Edward Connelly, Charles Wellesley.

«Eso es todo lo que hay en la vida, amigos: una pequeña risa, una pequeña lágrima…»

La cuarta colaboración entre Lon Chaney y Tod Browning, acaso el realizador que mejor supo indagar en la vertiente turbadora y enigmática del actor, dio como resultado este espinoso thriller en torno a la inverosímil asociación criminal entre un ventrílocuo travestido de anciana, un forzudo circense y un enano de lo más infame. Las fechorías de este triunvirato tan demencial como taxativo del universo feriante, tétrico y deforme que siempre gustó en cultivar su autor requirieron una consumada mixtura de componentes dramáticos, humorísticos e incluso románticos, una inusual destreza narrativa a la hora de gestionar las escenas de suspense, y, cómo no, unas sugerentes caracterizaciones de sus intérpretes. El propio Chaney protagonizó en 1930 a las órdenes de Jack Conway, y acompañado nuevamente del diminuto Harry Earles, una curiosa variación de la historia que supuso la primera y última película sonora del mítico «hombre de las mil caras», ya que solo un mes después de su estreno fallecería a causa de un cáncer de garganta con sólo 44 años de edad.

Otras películas sobre VENTRILOQUIA

Al morir la noche – A.Cavalcanti, C.Crichton, B.Dearden y R.Hamer (1945)
Agárrame si puedes – M.Frank y N.Panama (1954)
Magia – Richard Attenborough (1978)