Acción y efecto de reprimir (contener, refrenar, templar o moderar). Tiene particularmente dos utilizaciones: en contextos políticos y sociales y en contextos psicoanalíticos (y por extensión a partir de ellos, los relativos a la sexualidad). El término de represión sexual refiere a un estado psicofísico que contiene a la persona en la expresión y realización de su sexualidad. La represión sexual se asocia a menudo con sentimientos de culpa o vergüenza asociados a los impulsos sexuales. Sin embargo, lo que se denomine o pueda denominarse por represión sexual presenta un fuerte carácter subjetivo porque dependerá de los sistemas culturales, morales, sociales e, incluso, por decisiones personales. (Wikipedia)
“Pero ella, por supuesto, me veía tumbada en la cama; y como dirá cualquiera que haya estado enamorado, es en la cama donde uno sueña. En la cama, a oscuras, cuando nadie ve que se te ponen coloradas las mejillas, aflojas el manto de represión que mantiene tu pasión atenuada a lo largo del día, y la dejas brillar un poco” (novela El lustre de la perla)
Sarah Walters (1966-) Escritora británica
ESPLENDOR EN LA HIERBA (Splendor in the grass) – 1961
Director Elia Kazan
Guion William Inge
Fotografía Boris Kaufman
Música David Amram
Producción Warner Bros./NBI Productions/Newton Prod.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 124m. Color
Reparto Warren Beatty, Natalie Wood, Pat Hingle, Audrey Christie, Barbara Loden, Sean Garrison, Zohra Lampert, Gary Lockwood.
«Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo»
William Inge se consagró como uno de los principales dramaturgos de su generación con este memorable melodrama romántico, inspirado en el poema Ode: Intimations of Immortality de William Wordsworth, que, por un lado, planteaba una certera introversión en la frecuente desavenencia de las relaciones paternofiliales y, por otro, suscitaba una acentuada reflexión sobre el fracaso sentimental y la insatisfacción de la juventud a partir de la arrebatadora historia de amor y represión sexual entre una pareja de coartados e incomprendidos jóvenes en el puritano sureste de Kansas de finales de los años veinte. Narrada en un tono profundamente lírico y desencantado, encauzado hacia la consecución de un desenlace de amargo y melancólico romanticismo, destacaba en ella la bellísima composición musical de David Amram y la soberbia exhibición de Kazan como director de actores al convertir en estrellas a una jovencísima pareja protagonista compuesta por el debutante Warren Beatty, en una magnífica encarnación del joven rebelde americano, y Natalie Wood, cuya emotiva interpretación acabaría significando uno de los papeles más importantes de su carrera.
Otras películas ambientadas en un entorno de REPRESIÓN SEXUAL
Suspense – Jack Clayton (1961)
La tía Tula – Miguel Picazo (1964)
Pasaje a la India – David Lean (1984)
Has planteado un ciclo de buenas películas alrededor de la palabra represión. Elia Kazan es un director que siempre me ha gustado y Esplendor en la hierba es una de esas películas que fueron construyendo mi pasión por el cine.
Pues aprovechando el homenaje que han hecho a Brian de Palma en el festival de Venecia… aporto una película suya que encaja con la palabra de hoy: Carrie.
Beso
Hildy
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En el esquema argumental de “ESPLENDOR EN LA HIERBA”, Elia Kazan utilizó los elementos de lo que podría entenderse como un melodrama romántico al que, no obstante, revistió con unos ingredientes de carácter social (los efectos del crack del 29) y enfrentamiento generacional que lo transformaría en algo que pretendía un mayor alcance, el de un capítulo más en ese retablo que forman títulos como “LA LEY DEL SILENCIO” (aunque este film contiene además otras implicaciones), “UN ROSTRO EN LA MULTITUD” y “RÍO SALVAJE”. Así, “ESPLENDOR EN LA HIERBA” le permite efectuar otro retrato en ese recorrido indagatorio de momentos característicos de la evolución americana que en este caso pasa por la estructura y los intersticios de una historia romántico-familiar, la de los Stamper y los Loomis y el saboteaado romance de sus vástagos (el puritanismo de una pequeña colectividad acelera ese proceso de desintegración en el que los dos jóvenes protagonistas se ven inmersos) que nos muestra las dramáticas consecuencias de la incomprensión entre padres e hijos. Una temática, por cierto, muy en boga en el cine de los años cincuenta y que estaba presente en grandes títulos como “AL ESTE DEL EDÉN” (del propio Kazan) y “REBELDE SIN CAUSA”de Ray.
Partiendo de esta premisa argumental, anhelos, represión, ruptura, hundimiento, locura, ruina, suicidio, aceptación del fracaso, el recuerdo como último refugio, sirvieron al director para dar forma a una magnífica película imborrable en nuestra memoria y, por supuesto, una de las mejores en la filmografía del cineasta armenio. El film, sentimental y de gran fuerza emocional, está jalonado de momentos cumbre en los que Kazan era maestro (intensa, emocionante, de un gran lirismo, la memorable secuencia final en la granja) y solo cabría recriminarle cierta tendencia a que cada personaje esté sujeto a la representación de una postura y de que funcionen por contraste (por ejemplo, el conformismo del joven Bud, su inhibición sexual y su manifiesta cobardía quedan resaltados por la actitud desafiante e irrefrenable de su hermana Jinny).
Termino este acercamiento a la peli afirmando que Natalie Wood (que tuvo la fortuna de trabajar a las órdenes de grandes directores y que con ellos solía estar maravillosa) efectuó en “ESPLENDOR EN LA HIERBA” la mejor actuación de toda su carrera. Tal vez a algunos/as puede sonarles un poco moña, pero los últimos planos de ella en la película siempre consiguen hacerme llorar. No me importa confesarlo.
Un saludo.
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Una película que me dejó marcada y una de mis favoritas. Gracias por recordármela.
Abrazo de luz
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