Conducta en la cual prima una inclinación hacia el recelo y la sospecha y que cualquier ser humano puede observar, ya sea momentáneamente y ante una determinada situación que lo amerita y lo impulsa, o bien porque esta forma parte de su actitud en y hacia la vida. (definicionabc.com)
“Hablar de otro mundo distinto de éste carece de sentido, suponiendo que no nos domine un instinto de calumnia, de empequeñecimiento y de suspicacia contra la vida”
Friedrich W. Nietzsche (1844-1900) Filósofo, poeta, músico y filólogo alemán
GIULETTA DE LOS ESPÍRITUS (Giuletta degli spiriti) – 1965
Director Federico Fellini
Guion Federico Fellini, Ennio Flaiano, Tulio Pinelli y Brunello Rondi
Fotografía Gianni Di Venanzo
Música Nino Rota
Producción Federiz/Rizzoli Film/Eichberg-Film/Francoriz
Nacionalidad Italia/ Francia/ Alemania
Duración 137m. Color
Reparto Giuletta Masina, Mario Pisu, Sandra Milo, Valentina Cortese, Frederick Ledebur, Silvia Koscina, Lou Gilbert, José Luis de Vilallonga.
«La poesía nunca es peligrosa. Mis mejores amigos son toreros. Componen música, escriben versos y aborrecen la sangre»
La prominente trascendencia de FELLINI, OCHO Y MEDIO (1963), en el que se desenterraban los fantasmas de un desorientado realizador cinematográfico, motivó que Fellini intentara repetir la fórmula pero entremezclando las represivas evocaciones infantiles, los trances de misticismo y las suspicacias de infidelidad conyugal que oprimen la vida cotidiana de una acomplejada burguesa, personaje confeccionado a la medida de su esposa, Giuletta Masina, a la que rindió un exquisito y sincero homenaje. Se trataba de una elucubración sobre la existencia grotesca, difícil e intrépida, de ahí el desconcertante rechazo con la que la recibió la crítica, pero rezumante de una potencia embelesadora, fruto del onírico universo felliniano y de una exuberancia estética absolutamente arrebatadora, sublimada tanto por la expresividad cromática de Gianni Di Venanzo como por el suntuoso vestuario y la enardecida escenografía de Piero Gherardi. La película funciona además como una absorbente profundización sobre la condición femenina y, sobre todo, como un impecable muestrario de la frivolidad y la alevosía que siempre ha imperado en la clase acomodada.
Otras películas donde revolotea una SUSPICACIA de infidelidad
Chinatown – Roman Polanski (1974)
La mujer del aviador – Éric Rohmer (1981)
Eyes wide shut – Stanley Kubrick (1999)