Edward Everett Horton

PIJAMA (La octava mujer de Barba Azul)

Prenda de ropa para dormir. Suele estar formado por dos piezas; una parte superior y pantalones, aunque existen también de una sola pieza (…) Los pijamas suelen ser sueltos y diseñados para ser cómodos, empleándose para ello materiales suaves como el algodón, la seda o el satén. Aunque es menos frecuente, también hay pijamas confeccionados a partir de materiales sintéticos como el poliester o la Lycra. (Wikipedia)

“Una mañana me desperté y le disparé a un elefante en pijama. ¿Cómo se metió en mi pijama? Nunca lo sabré.”
Groucho Marx (1890-1977) Actor, humorista y escritor estadounidense

LA OCTAVA MUJER DE BARBA AZUL (Bluebeard’s eighth Wife) – 1938

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Director Ernst Lubitsch
Guion Charles Brackett y Billy Wilder
Fotografía Leo Tover
Música Frederick Hollander y Werner R. Heyman
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 80m. B/N
Reparto Gary Cooper, Claudette Colbert, David Niven, Elizabeth Patterson, Herman Bing, Edward Everett Horton, Warren Hymer, Franklin Pangborn.

«Cuando estaba en el otro mostrador me fijé en usted… Espero que no le importe (…) Verá, me dije a mí misma: si yo tuviera que comprar un pijama a ese hombre, ¿qué le escogería? Y, francamente, si a una persona le van las rayas, es a usted.»

Regocijante adaptación de la homónima pieza teatral de Alfred Savoir La hutième femme de Barbe-Bleu, anteriormente llevada al cine por Sam Wood en 1923, que supuso el último largometraje que Lubitsch dirigió para la Paramount antes de independizarse como productor y el primer encuentro profesional con el incondicional colega que, años más tarde, heredaría su ingenioso y aséptico talante humorístico: Billy Wilder. Ambientada en la Costa Azul francesa, describía la drástica abstinencia carnal a la que era sometido un egocentrista y polígamo multimillonario estadounidense por parte de su última esposa (una aristócrata europea venida a menos) para llevar a cabo una maquiavélica parábola sobre la igualdad de sexos, insuflada por diálogos raudos y mordaces, una admirable exquisitez visual y aquella finura descriptiva propia de su autor, quien, por cierto, prefirió aquí reservar sus famosas sugerencias y elipsis para prodigarse más en situaciones tan estrambóticas como irracionales, encauzadas por la impresionante locuacidad de Claudette Colbert y la solvente sencillez interpretativa de Gary Cooper.

Otras películas donde el protagonista aparece vestido en PIJAMA

La ventana indiscreta – Alfred Hitchcock (1954)
La gata sobre el tejado de zinc – Richard Brooks (1958)
Symbol – Hitoshi Matsumoto (2009)

ELIPSIS (Un ladrón en la alcoba)

En lenguaje cinematográfico, una elipsis es un salto en el tiempo o en el espacio. El espectador no pierde la continuidad de la secuencia, aunque se han eliminado los pasos intermedios. Las elipsis pueden clasificarse según la razón de esa eliminación. De manera tal que pueden ser elipsis inherentes, expresivas, de estructura o de contenido. (Wikipedia)

“Se debería informar a los tratadistas que existe la elipsis”
Fernando Arrabal (1932-) Escritor y cineasta español

UN LADRÓN EN LA ALCOBA (Trouble in Paradise) – 1932

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Director Ernst Lubitsch
Guion Grover Jones
Fotografía Victor Milner
Música W. Franke Harling
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 83m. B/N
Reparto Herbert Marshall, Miriam Hopkins, Kay Francis, Charles Ruggles, C. Aubrey Smith, Edward Everett Horton, Robert Creig.

«Déjeme decirle esto de todo corazón: condesa, usted es una ladrona»

Tras guarnecer los difíciles primeros años del sonoro con una serie de comedias musicales de trazo romántico, Lubitsch empezó a dar verdaderas muestras de su refinado sentido hedonista e irónico paladar estilístico, mundialmente acuñado como su ‘toque’, en esta chispeante adaptación de la pieza teatral de Aladar Laszlo The honest finder, donde se narraban las retorcidas y mundanas intrigas amorosas entre un matrimonio de consumados ladrones de guante blanco y una sensual heredera francesa a la que pretenden desvalijar. La asombrosa capacidad del director alemán para desarticular los melindrosos cánones hollywoodienses de la época a base de precisas elipsis, diálogos cargados de cinismo y doble sentido o una proverbial sutileza a la hora de sacar partido a puertas, espejos o escaleras apareció aquí realzada con las inspiradísimas interpretaciones del triángulo protagonista y unos portentosos decorados de Hans Dreier, patentes tanto en el palacio veneciano que abre la película como en la arrebatadora ornamentación art-decó de la mansión parisina.

Otras películas con un gran uso de la ELIPSIS

Vértigo (De entre los muertos) – Alfred Hitchcock (1958)
Viridiana – Luis Buñuel (1961)
4 meses, 3 semanas, dos días – Cristian Mungiu (2007)

BAILE (Sombrero de copa)

Movimiento que implica al cuerpo entero (manos, piernas, brazos, pies…) al compás y siguiendo el ritmo de una música determinada, es decir, el movimiento corporal que se realiza debe acompañar, ir de acuerdo a la música que está sonando detrás y que moviliza el baile en cuestión. (definicionabc.com)

“La música se empieza a atrofiar cuando se aleja demasiado del baile. La poesía se comienza a atrofiar cuando se aleja demasiado de la música”
Ezra Pound (1972) Poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense

SOMBRERO DE COPA (Top hat) – 1935

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Director Mark Sandrich
Guion Dwight Taylor y Allan Scott
Fotografía David Abel
Música Irving Berling y Max Steiner
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Fred Astaire, Ginger Rogers, Edward Everett Horton, Eric Blore, Eric Rhodes, Helen Broderick, Robert Adair, Lucille Ball, Gino Corrado.
* Fred Astaire – Cheek to cheek

«¡Oh lo siento! No me di cuenta de que te estaba molestando. Ya ves, de vez en cuando me encuentro de repente… bailando»

El musical VOLANDO HACIA RIO DE JANEIRO (1933) de Thornton Freeland, pomposo vehículo de lucimiento para Dolores del Rio, no podía ni imaginar que gracias a su número La Carioca iba a descubrir a la que más tarde se revelaría como la pareja de baile más importante de la historia del cine. A partir de entonces, Fred Astaire y Ginger Rogers protagonizaron juntos nueve películas, cinco de ellas dirigidas por el artesano Mark Sandrich y, casi todas, modeladas a partir de un mismo esquema: vigorosas actuaciones musicales integradas en una frívola, predecible y azarosa comedia de equívocos amorosos, formando una unificación innovadoramente autónoma. Entre todas ellas sobresale sin duda este chispeante e imborrable vodevil art-déco, dotado de auténticas joyas rítmicas surgidas de la colaboración entre Irving Berling y Max Steiner: el mítico estándar del cancionero americano Cheek to cheek, el romántico «pas à deux» Isn’t a lovely day, la exhibición de Astaire Top hat, white tie and tails o el apoteósico colofón The Piccolino, competentemente coreografiado por Hermes Pan.

Otras películas centradas en el BAILE

Danzad, danzad, malditos – Sydney Pollack (1969)
La sala de baile – Ettore Scola (1983)
Billy Elliot – Stephen Daldry (2000)

INCONFORMISMO (Vivir para gozar)

Capacidad humana para no sentirse a gusto con una determinada situación. (Wikipedia)
1. Actitud de no aceptar fácilmente una circunstancia determinada, especialmente cuando es impuesta o injusta.
2. No aceptación activa de los valores y modelos de conducta de la sociedad en que se vive.
(Larousse Editorial)

“Hay dos formas de inconformismo: la una activa, y la otra indolente y plañidera”
Platón (427 a.C.-347 a.C.) Filósofo griego

VIVIR PARA GOZAR (Holiday) – 1938

Holiday

Director George Cukor
Guion Sidney Buchman y Donald Odgen Stewart
Fotografía Franz Planer
Música Sidney Cutner
Producción Columbia
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Katharine Hepburn, Cary Grant, Doris Nolan, Lew Ayres, Edward Everett Horton, Henry Kolker, Binnie Barnes, Henry Daniell.

«Ahí fuera el mundo está cambiando, están surgiendo un montón de ideas nuevas. Algunas es posible que sean disparatadas pero están afectando nuestras vidas y quiero saber dónde estoy, qué papel represento, qué va a significar ésto para mí. Y ésto no se puede averiguar detrás de la mesa de un despacho…»

Adaptación de una exitosa pieza teatral de Philip Barry, versionada con anterioridad por Edward H. Griffith bajo el título de VACACIONES (1930), que constituye uno de los máximos exponentes de aquella revoltosa, delirante y romántica sucesión de títulos reunidos bajo la denominación de ‘screwball comedy’, que, con casi toda seguridad, representan el punto más álgido dentro de la comedia clásica norteamericana. Katharine Hepburn, considerada entonces como ‘veneno para la taquilla’, y un acrobático Cary Grant, en su segunda colaboración conjunta con George Cukor tras la fallida LA GRAN AVENTURA DE SILVIA (1935), transmitían una sensación de espontaneidad y placer sin par al dar vida a una indócil joven de la alta sociedad neoyorquina y al soñador e inconformista prometido de su hermana en esta deleitosa sátira de creencia izquierdista e irreprochable hondura psicológica en torno al coartador conservadurismo de la sociedad estadounidense, conducida con la exquisita sencillez formal y la maravillosa vivacidad narrativa que siempre distinguió a su egregio realizador.

Otras películas sobre el INCONFORMISMO

Rebelde sin causa – Nicholas Ray (1955)
Castillos en la arena – Vincente Minnelli (1965)
Pleasantville – Gary Ross (1998)

TRÍO (Una mujer para dos)

Grupo de tres personas o cosas unidas por alguna relación. (servicios.elpais.com)

«El éxito es ese viejo trío: habilidad, oportunidad y valentía»
Charles Luckman (1909-1999) Arquitecto estadounidense

UNA MUJER PARA DOS (Design for living) – 1933

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Director Ernst Lubitsch
Guion Ben Hecht y Samuel Hoffenstein
Fotografía Victor Milner
Música John Leipold
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 91m. B/N
Reparto Miriam Hopkins, Gary Cooper, Fredric March, Edward Everett Horton, Isabel Jewell, Franklin Pangborn, Jane Darwell, Lionel Belmore.

«La inmoralidad puede ser divertida, pero no lo suficiente como para sustituir a un cien por cien de virtud y tres comidas al día»

Atrevida y desenfadada adaptación de una pieza teatral de Noel Coward, que, bajo un envoltorio de resuelta liviandad y falsa ligereza, proponía una maniobra de subversión de lo cotidiano tan aviesa como epicúrea al plantear la anómala sociedad artística y afectiva que una joven publicitaria entabla al unísono con dos íntimos artistas bohemios (un pintor y un dramaturgo) del barrio parisino de Montmartre. A pesar de la reservada pero manifiesta carencia de pretensiones con la que fue concebida, Lubitsch desplegó un virtuoso recital de los distintivos estilísticos que diferenciarían su particular e inimitable talante como realizador, es decir, una puesta en escena de cáustico refinamiento y aparente sensación de espontaneidad, impregnada de solapadas sugerencias sexuales gracias a la chispeante astucia de los diálogos y a una incomparable facultad para la elipsis y la utilización del fuera de campo. Triángulo interpretativo de una química perfecta, con una maravillosa Miriam Hopkins, para un film que versaba sobre el deseo, el amor ideal o la amistad traicionada en aras a testimoniar la viabilidad del trío como modelo de vida en común.

Otras películas protagonizadas por un TRÍO

El trío fantástico – Tod Browning (1925)
Jules y Jim – François Truffaut (1962)
Y tu mamá también – Alfonso Cuarón (2001)