Jean-Pierre Melville

POLAR (El confidente)

En la Francia de la segunda mitad de siglo XX se adoptó incluso un término propio para hablar de las películas de gánsteres: el Cine Polar. Se trata de una apócope de ‘policier’, es decir, el cine negro francés combinado con el realismo poético, que era la corriente cinematográfica imperante en el país galo antes de la Segunda Guerra Mundial. El detonante que hizo surgir el subgénero Polar fueron, cómo no, las películas policíacas de los años treinta y cuarenta importadas de Hollywood que tanto influyeron a espectadores y críticos franceses. A través de este género se adaptaron los cánones del noir clásico a la tradición y a la narrativa del cine francés dotándolo de una singularidad inconfundible. (alianzafrancesamalaga.es)

«El polar es género degenerado y bastardo, que toma prestado lo que quiere y más de la tradición del noir estadounidense y de la novela hard boiled, pero imprimiendo consciente e inconscientemente un sello de francesidad intrínseca en sus mejores (y en algunos de los peores) ejemplos.» (artículo El polar francés’: ¿cuál es el presente y el futuro del cine negro galo?)
Jesús Palacios (1964-) Escritor y crítico de cine español

EL CONFIDENTE (Le doulos) – 1962

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Director Jean-Pierre Melville
Guion Jean-Pierre Melville
Fotografía Nicolas Hayer
Música Paul Misraki
Producción
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 108m. B/N
Reparto Jean-Paul Belmondo, Serge Reggiani, Michel Piccoli, Monique Hennessy, Jean Desailly, René Lefèvre, Philippe Nahon.

«Hay que elegir: morir o mentir.»

Las retorcidos, arteros y biliosos vínculos entre lealtad y felonía que confinan a un apesadumbrado criminal exconvicto (inmenso Reggiani) y a un impertérrito hampón metido a confidente (Belmondo), según la homónima novela policíaca del especialista Pierre Lesou, depararon la consagración del ‘polar’ melvilliano de acuerdo a un depurado prontuario estilístico basado en la sordidez atmosférica, el fatalismo existencial y la ambigüedad moral de sus personajes. Acogiéndose a una tenebrosa imaginería visual de notorio arraigo expresionista, propia del mejor clásico cine negro americano, el realizador parisino transitó el abrupto e inexorable sendero de la fatalidad con inequívoca sequedad dialéctica y ciertos visos de tragedia clásica para formular una turbia e intrincada radiografía de la traición. Un largometraje admirado por cineastas como Martin Scorsese, quien lo consideraba como su filme de gángsters predilecto, o Quentin Tarantino, que siempre se ha referido a él para mencionar su decisiva infuencia en la concepción de su brillante ópera prima, RESERVOIR DOGS.

Otras películas adscritas al POLAR francés

Rififí – Jules Dassin (1955)
Max y los chatarreros – Claude Sautet (1971)
Policía Python 357 – Alain Corneau (1976)

JUGADOR (Bob el jugador)

1. Persona que se dedica asiduamente a un juego.
2. Persona que es muy aficionada a los juegos de azar. (Oxford Dictionaries)

«En una cálida tarde de verano, en un tren con destino a ninguna parte, me encontré con el jugador. Los dos estábamos demasiado cansados para dormir, así que nos turnamos para mirarlo por la ventana en la oscuridad. Cuando el aburrimiento se apoderó de nosotros, empezó a hablar…» (canción The gambler)
Kenny Rogers (1938-2020) Cantautor y actor estadounidense

BOB EL JUGADOR (Bob, le flambeur) – 1956

bob

Director Jean-Pierre Melville
Guion Jean-Pierre Melville
Fotografía Henri Decaë
Música Eddie Barclay y Jo Boyer
Producción Rialto Pictures
Nacionalidad Francia
Duración 98m. Color
Reparto Roger Duchesne, Isabelle Corey, Daniel Cauchy, Guy Decomble, Claude Cerval, Simone Paris, Howard Vernon.

«La suerte, su antigua amante, le hizo olvidar la razón por la que estaba allí…»

En su cuarto largometraje, Jean-Pierre Melville cambió radicalmente de registro para acometer su primera aproximación al polar (film-noir o cine policíaco) francés, género que cultivaría a partir de entonces y del que se erigiría en su principal referente. Sirviéndose del recurso de la voz en off para adentrarnos en el evocador despertar de Pigalle, en sus prolegómenos, y para conducir la descripción del frustrado golpe al casino de Deauville, en su último tramo, pormenorizaba con espíritu mordaz y nostálgico el fatalista deambular por los noctámbulos ambientes de Montmartre de un hermético y bienquisto jugador empedernido de pasado gangsteril (inmortalizado por Roger Duchesne, en el gran papel de su vida). La sutil armonía entre realismo y entelequia de su hermoso tratamiento formal, con el operador Henri Decaë como máximo responsable, junto a su aromática, sensible y apasionada caligrafía fílmica influenciaron sobremanera a los futuros cineastas de la Nouvelle Vague. Escueta contribución actoral de Howard Vernon, amigo íntimo del realizador y protagonista de su magistral ópera prima, EL SILENCIO DEL MAR.

Otras películas protagonizadas por un JUGADOR empedernido

El jugador – Karel Reisz (1974)
Phoenix – Danny Cannon (1998)
Rounders – John Dahl (1998)

CIGARRILLO (Al final de la escapada)

Uno de los formatos más populares para el consumo de tabaco. Un cigarrillo es una planta seca normalmente de tabaco picado envuelto por una hoja delgada de papel en forma de cilindro. Comúnmente presenta integrado un filtro para reducir los daños a la salud. (Wikipedia)

«Buscaba una canción y me perdí en un montón de palabras gastadas. No hago otra cosa que pensar en ti y no se me ocurre nada. Enciendo un cigarrillo, y otro más. Un día de esos he de plantearme muy seriamente dejar de fumar, con esa tos que me entra al levantarme» (canción No hago otra cosa que pensar en ti)
Joan Manuel Serrat (1943-) Cantautor, compositor, actor, escritor, poeta y músico español

AL FINAL DE LA ESCAPADA (À bout de souffle) – 1959

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Director Jean-Luc Godard
Guion Jean-Luc Godard
Fotografía Raoul Coutard
Música Martial Solal
Producción Impéria Films/Société Nouvelle de Cinema/Les Productions Georges de Beauregard
Nacionalidad Francia
Duración 89m. B/N
Reparto Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger, Henri-Jacques Huet, Roger Hanin, Jean-Pierre Melville, Jean-Louis Richard, Jean-Luc Godard.

«No sé si estoy triste porque no soy libre o si no soy libre porque estoy triste»

Este emblemático debut en la realización de Godard supuso un título tan esencial como determinante a la hora de consolidar aquel desafiante y revolucionario movimiento que impulsaron los jóvenes críticos de Cahiers du Cinéma, bajo el nombre de Nouvelle Vague, para subvertir los cánones del clasicismo y orientar el Séptimo Arte hacia una inaudita senda de libertad técnica y expresiva. Desarticulando las convenciones del lenguaje cinematográfico con espontánea ligereza a partir de un estilo discontinuo a base de secuencias inacabadas, saltos temporales, virtuosos travellings con la cámara al hombro o largos y repetitivos diálogos, surtidos de cuantiosos cigarrillos e improvisadas apostillas románticas, narraba la fugaz historia de amor que brota en la capital parisina entre un gángster perseguido por la policía y una joven burguesa estadounidense con aspiraciones de escritora. Inspirada en un hecho real y dedicada a las cintas de serie B de la Monogram Pictures, supuso el descubrimiento de Belmondo y Jean Seberg, muy cómodos en la piel de unos personajes tan imbuidos de cinismo y falsa vanidad como repletos de sensibilidad y ternura.

Otras películas recordadas por el compulsivo consumo de CIGARRILLOS de su protagonista

El sueño eterno – Howard Hawks (1946) / Humphrey Bogart
Empieza el espectáculo – Bob Fosse (1994) / Roy Scheider
El hombre que nunca estuvo allí (2001) Joel Coen / Billy Bob Thornton

TACITURNIDAD (El silencio de un hombre)

Estado morboso que se caracteriza por un comportamiento pasivo, silencioso y que generalmente se asocia a un estado depresivo. (diccionariomedico.net)

«El silencio no debe considerarse como la sabiduría de los necios, sino como la honra de los hombres sabios, que poseen no el defecto sino la virtud de la taciturnidad.»
Thomas Browne (1605-1682) Médico y escritor inglés

EL SILENCIO DE UN HOMBRE (Le samourai) – 1967

Director Jean-Pierre Melville
Guion Jean-Pierre Melville y Georges Pellegrin
Fotografía Henri Decae
Música François de Roubaix
Producción Filme1/CICC/Fida
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 105m. Color
Reparto Alain Delon, François Périer, Nathalie Delon, Cathy Rosier, Jean-Pierre Posier, Jacques Leroy, Michel Boisrond, Robert Favart.

«No hay soledad más profunda que la del samurái. Salvo la de un tigre en la selva, tal vez…»

Posiblemente la obra cumbre del realizador francés, y, sin ningún titubeo, una de las muestras de cine policíaco europeo más auténticas, transgresoras e influyentes de todos los tiempos. Esta implacable adaptación de la novela Ronin de Joan McLeod sobre el ritual cotidiano por la supervivencia de un asesino a sueldo taciturno e imperturbable evidencia mejor que otro título el atmosférico, minucioso y amanerado estilo de su autor, cimentado en una sublime cohesión entre su turbadora belleza visual y una alocución flemática, nihilista y filosófica hasta el agotamiento. Encauzada a modo de una tragedia griega, inauguró una especie de trilogía negra melvilliana protagonizada por un hermético Alain Delon y completada con CÍRCULO ROJO (1970) y CRÓNICA NEGRA (1972), en la que se establecieron algunas de las pautas que sustentarían la futura carrera del actor, quien, por cierto, rubricó aquí una de sus más solemnes caracterizaciones. Cabe destacar, además, la angustiante y uniforme partitura de François de Roubaix y una fotografía de tonos grises sencillamente magistral a cargo de Henri Decae.

Otras películas caracterizadas por la TACITURNIDAD de su personaje protagonista

Django – Sergio Corbucci (1966)
Whisky – J.P.Rebella y P.Stoll (2004)
El aura – Fabián Bielinsky (2005)

METICULOSIDAD (Círculo rojo)

Cuidado y atención que se pone en una cosa que requiere gran precisión. (oxforddictionaries.com)

«En el fragor del encarnizado y ceremonioso forcejeo, Amaranta Ursula comprendió que la meticulosidad de su silencio era tan irracional, que habría podido des­pertar las sospechas del marido contiguo, mucho más que los estrépitos de guerra que trataban de evitar.» (novela Cien años de soledad)
Gabriel García Márquez (1927-2014) Escritor, guionista, editor y periodista colombiano

CÍRCULO ROJO (Le cercle rouge) – 1970

Director Jean-Pierre Melville
Guion Jean-Pierre Melville
Fotografía Henri Decae
Música Éric Demarsan
Producción Euro International Film/Les Films Corona/Selenia Cinematografica
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 140m. Color
Reparto Alain Delon, Yves Montand, François Périer, André Bourvil, Gian Maria Volonté, Jean Champion, Yves Arcanel, Jean Pignol.

«Todos los hombres son culpables. Nacen inocentes, pero no les dura mucho.»

Uno de los mejores thrillers policíacos de la cinematografía francesa, donde Jean-Pierre Melville confió por segunda vez en la inquietante personalidad de Alain Delon para que diera vida con hermético romanticismo a otro de aquellos solitarios, estoicos y calculadores antihéroes sin prejuicios que tanto les gustaba componer a ambos. La puntillosa y decadente crónica del atraco a una joyería ubicada en la plaza Vendôme de París resultó una coartada perfecta para que el ahora reivindicado cineasta depurara la vertiente psicológica de su particular estilo e incidiera en su consustancial percepción fatalista de la humanidad; la cual, en su opinión, avanza a expensas del geométrico dictamen de la providencia, tal y como vaticina la cita de Rama Krishna pronunciada al inicio de la película. Dirigida con sobrada firmeza y exactitud detallista, como demuestra la extraordinaria secuencia del meticuloso robo, y provista de un sentido metafísico puramente melvilliano, presume de un reparto masculino de lo más espectacular, en el que todos sus intérpretes bordan sus respectivos papeles.

Otras películas sobre robos perpetrados con absoluta METICULOSIDAD

Rififi – Jules Dassin (1955)
Objetivo: banco de Inglaterra – Basil Dearden (1959)
Plan oculto – Spike Lee (2006)