Gregg Toland

CLÁSICO (Las uvas de la ira)

Aquello que por su valor ingresa a la historia. (Larousse Editorial)
En el terreno artístico, aquellas obras que fueron lanzadas al mercado hace muchos años y que, debido a su gran éxito, se han convertido en artículos dignos de ser recordados más allá de su época. (definicion.de)

“Un clásico es un libro que nunca ha cesado de contar lo que tiene que contar”
Italo Calvino (1923-1985) Escritor italiano

LAS UVAS DE LA IRA (The grapes of wrath) – 1940

uvas

Director John Ford
Guion Nunnally Johnson
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 129m. B/N
Reparto Henry Fonda, Jane Darwell, Russell Simpson, John Carradine, Charley Grapewin, John Qualen, Ward Bond.

«He estado pensando en nosotros. En nuestra gente que vive como cerdos teniendo bajo sus pies una tierra tan rica. Que no tienen para comer porque se les niega un trabajo al que tienen derecho. He estando pensando en qué pasaría si nos pusiéramos todos a gritar…»

Impresionante adaptación del homónimo clásico universal de John Steinbeck, novela que en su momento trascendió el entorno puramente literario con su áspera e inabarcable profundidad para erigirse en uno de los testimonios más crudos, poéticos e intensos del realismo social estadounidense. Explotando la dramática coyuntura de la Gran Depresión para ahondar con clarividente sencillez conceptual en algunas de sus principales constantes temáticas (el largo regreso al hogar, el apego a la tierra o la dignidad, el compromiso colectivo y la solidaridad frente a las adversidades), John Ford extrajo una impecable radiografía sociológica del país a través del angustioso y desesperado peregrinaje por los campos californianos de una familia numerosa de aparceros que ha sido expulsada de su granja en Oklahoma. A destacar la naturalista fotografía en exteriores de Gregg Toland, especialmente ingeniosa en el uso de la profundidad de campo, y las grandiosas interpretaciones de Henry Fonda y una maravillosa Jane Darwell.

Otros CLÁSICOS del cine hollywoodiense, basados en CLÁSICOS de la literatura universal

Cumbres borrascosas – William Wyler (1939)
Madame Bovary – Vincente Minnelli (1949)
Matar a un ruiseñor – Robert Mulligan (1962)

CONDENA (Sólo se vive una vez)

Pena impuesta por un juez o un tribunal. (google.com)

«Somos los pequeños y hermosos ladrones y tú estás parado en nuestras calles. Donde Héctor fue el primero de la banda que tuvo una pistola en la mano y el primer en cumplir una condena. El primero de la banda en morir» (canción The first of the gang to die)
Morrissey (1959-) Cantante, compositor y autor británico

SÓLO SE VIVE UNA VEZ (You only live once) – 1937

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Director Fritz Lang
Guion Graham Baker y Gene Towne
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 86m. B/N
Reparto Henry Fonda, Sylvia Sidney, Barton McLane, William Gargan, Margaret Hamilton, Jerome Cowan, Jean Dixon, Ward Bond.

«Quizás nuestro hogar sea cualquier sitio. El coche, ahí fuera bajo aquella estrella… Cualquier sitio es nuestro hogar»

En su segundo largometraje hollywoodiense, Fritz Lang persistió en indagar acerca de la inexorable fatalidad del destino, la culpabilidad y la relatividad de la justicia, obsesiones temáticas que seguirían alimentando el grueso de su filmografía, al describir con precisión y dinamismo la incapacidad de un exconvicto para reinsertarse a una sociedad egoísta, discriminatoria y colmada de prejuicios. La sorprendente simbiosis entre la progresiva inclinación romántico/poética de su autor y una rigurosidad compositiva dimanante de su anterior etapa expresionista dio como fruto una cálida, apasionada y conmovedora obra maestra, tanto por el paulatino desarrollo de su angustiosa intriga como por la intensa atmósfera de desesperanza que impregna una narración pletórica de grandes momentos, como la hermosa y premonitoria escena en el estanque de ranas. Mención especial merece el trabajo de la sublime pareja protagonista, cuyo quehacer interpretativo alcanza unas cotas de intensidad dramática difícilmente superadas en los anales del género negro estadounidense.

Otras películas cuyo protagonista sale de prisión tras cumplir una CONDENA

Las uvas de la ira – John Ford (1940)
Rififí – Jules Dassin (1955)
Lo que arde – Oliver Laxe (2019)

DESIGUALDAD (Calle sin salida)

Condición o circunstancia de no tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma que otro, o de diferenciarse de él en uno o más aspectos. (google.com)
Se entiende por desigualdad social a una situación de disparidad o desventaja de alguna porción de la ciudadanía de un país, o entre países de una región, o entre regiones del mundo, respecto a otras que se ven favorecidas injustamente. (concepto.de)

“No tiene sentido decir que los hombres son iguales ante la ley, cuando es la ley mantenedora de su desigualdad”
Ramiro de Maeztu (1875-1936) Diplomático y escritor español

CALLE SIN SALIDA (Dead end) – 1937

dead

Director William Wyler
Guion Lillian Hellman
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 93m. B/N
Reparto Sylvia Sidney, Joel McCrea, Huphrey Bogart, Marjorie Main, Claire Trevor, Ward Bond, Wendy Barrie, Allen Jenkins, Billy Halop.

«Puede ser que esté equivocado. Todos cometemos errores, jefe. Por eso ponen la goma en los extremos de los lápices»

Una de las obras más insólitas surgidas de la fructífera asociación entre William Wyler y el productor Samuel Goldwyn la encontramos en esta notable combinación de drama social y cine negro, basada en la homónima pieza teatral realista de Sidney Kingsley, que, con el tenue trasfondo de una sensible historia de amor, presentaba la vida cotidiana en un conflictivo suburbio neoyorquino (impecablemente recreado en estudio) para incidir en la desigualdad económica y el paro como principales causas de la delincuencia. Sin poder evitar la procedencia escénica del relato, la película fundamentó su valor artístico en la habitual destreza descriptiva de su infravalorado realizador, así como en sus elevadas dotes en la dirección de actores, comandados por un Humphrey Bogart en plena ascensión al estrellato. Entre el reparto, cabía destacar la incorporación a la gran pantalla de los ‘Dead End Kids’, un grupo juvenil procedente del East Side que ya había protagonizado la versión teatral en Broadway, y, que a partir de entonces, gozaría de cierta fama llegando a intervenir en otros seis largometrajes, entre ellos el insigne clásico ÁNGELES CON CARAS SUCIAS.

Otras películas determinadas por el estigma de la DESIGUALDAD SOCIAL

Cadenas rotas – David Lean (1946)
Macario – Roberto Gavaldón (1960)
Parásitos – Bong Joon-ho (2019)

MOTIVO (Noche nupcial)

Aquella cuestión, razón, circunstancia, entre otras alternativas, que mueve a alguien a hacer algo, o que provoca tal o cual acción. (definicionabc.com)

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desee»
Paulo Coelho (1947-) Novelista, dramaturgo y letrista brasileño.

NOCHE NUPCIAL (The wedding night) – 1935

Director King Vidor
Guion Edith Fitzgerald
Fotografía Gregg Toland
Música Alfred Newman
Producción Howard Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 82m. B/N
Reparto Gary Cooper, Anna Sten, Ralph Bellamy, Helen Vinson, Esther Dale, Sig Rumann, Walter Brennan, Leonid Snegoff, Elinor Wesselhoeft.
* Fred Meinken – Wabash blues

«Nunca hubiera escrito el libro de no haber sido por ti (…) Me diste un motivo. Siempre hay que tener un motivo para todo: para trabajar, para vivir… Y el mío estaba muy desgastado»

A partir de un eficaz guion inspirado en un pasaje de la vida de su amigo Scott Fitzgerald, King Vidor dirigió un sensible, distinguido y muy poco evocado melodrama romántico que hermanaba su sensitiva devoción por la naturaleza con un poderoso ímpetu pasional para narrar la historia de un afamado escritor en franca decadencia anímica y creativa, que, a fin de recuperar la inspiración perdida, decide abandonar el alboroto de la metrópoli neoyorquina para refugiarse en la casa de campo de sus padres en Connecticut, donde conocerá a una adorable inmigrante polaca de la que se enamorará intensamente. Aunque acabó fracasando en su propósito de lanzar a Anna Sten como nueva estrella del género, el todopoderoso Samuel Goldwyn sí consiguió engendrar una producción de emocionante y desencantada tersura dramática, donde sobresalía la siempre imponderable fotografía de Gregg Toland y un formidable reparto, encabezado por Gary Cooper, cuyo monólogo final subsiste como uno de los instantes más poéticos y conmovedores de la majestuosa filmografía vidoriana.

Otras películas donde el amor actúa como MOTIVO de inspiración literaria

Shakespeare in love – John Madden (1998)
La joven Jane Austen – Julian Jarrold (2007)
Cartas a Roxane – Alexis Michalik (2018)

MAGNATE (Ciudadano Kane)

Aquella persona que por lo general ha alcanzado un lugar prominente en el ámbito de los negocios basados en la economía real. Usualmente, los magnates amasan fortunas sustanciosas y tienden a hacerse conocidos por su habilidad para el desarrollo de los negocios y sus regiones; en ocasiones son conocidos por sus despilfarros de dinero para satisfacer gustos subjetivos en el mundo, y también por sus obras benéficas. (Wikipedia)

«Conserva en un arcón su ejecutoria, da la mano al magnate y al hortera, y sueña con el juicio de la historia» (poema Semblanzas XV)
Manuel de Palacio (1831-1906) Periodista y poeta español

CIUDADANO KANE (Citizen Kane) – 1941

Director Orson Welles
Guion Orson Welles y Herman J. Mankiewicz
Fotografía Gregg Toland
Música Bernard Herrmann
Producción RKO / Mercury Theatre Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 119 min. B/N
Reparto Orson Welles, Joseph Cotten, Everett Sloane, George Coulouris, Dorothy Comingore, Ray Collins, Agnes Moorehead, Paul Stewart, Ruth Warrick, Alan Ladd, Arthur O’Connell.

“Hay dos tipos de personas: las que consiguen lo que quieren y las que no se atreven a conseguir lo que quieren”

Con tan solo veinticinco años y un fértil recorrido teatral a sus espaldas, Orson Welles debutó en el cine con este drama de sustrato periodístico, que, de manera quizás algo sobredimensionada, ha copado durante casi cinco décadas los más prestigiosos listados sobre las mejores películas de la historia. Tal consideración cabría atribuirla a un impresionante tratamiento visual de clara influencia expresionista, relevante por su sistematizado uso de la profundidad de campo o el barroquismo de sus ampulosos ángulos contrapicados, así como a una ejemplar y casi episódica estructura narrativa en flashbacks, urdida en torno a una investigación sobre la vida pública y privada de un megalómano magnate de la prensa USA (inspirado en William Randolph Hearst, quien intentó por todos los medios boicotear el film) a raíz del enigmático vocablo (Rosebud) pronunciado al morir en su opulenta mansión de Xanadú, prototipo por antonomasia del macguffin de estirpe hitchcockiana. Un portentoso análisis sobre la ambición y el egoísmo que suscita el ejercicio del poder, fiel reflejo de la vanidosa personificación del sueño americano.

Otras películas que reconstruyen la trayectoria de un MAGNATE

El último magnate – Elia Kazan (1976)
El escándalo de Larry Flynt – Milos Forman (1996)
Pozos de ambición – Paul Thomas Anderson (2007)