Vocalización ruidosa en la que el aire pasa a través de las cuerdas vocales con mayor fuerza que se utiliza en la vocalización ordinario o cierre a distancia. Aunque técnicamente este proceso puede ser realizado por cualquier criatura que posea pulmones, por lo general los términos anteriores se aplican específicamente a la vocalización humana. (Wikipedia)
«Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos»
Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) Dramaturgo y narrador cómico español
TARZÁN DE LOS MONOS (Tarzan, de ape man) – 1932
Director W.S. Van Dyke
Guion Cyril Hurne e Ivon Novello
Fotografía Clyde De Vinna y Harold Rosson
Música George Richelavie
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 99m. B/N
Reparto Johnny Weissmuller, Maureen O’Sullivan, Neil Hamilton, C.Aubrey Smith, Doris Lloyd, Forrester Harvey, Ivory Williams.
«¿De qué color son tus ojos? Sí, lo sé, del color del bosque: verde gris. Me pregunto cómo estarías vestido. ¡Bastante bien! Tendrías mucho éxito en Londres. Y creo que te encantaría (…) Creo que no deberías mirarme así. Eres muy atractivo. Me encanta decirle cosas a un hombre que no puede entender. Ni siquiera sabes qué son los besos»
La más atractiva aproximación al célebre personaje ideado por Edgar Rice Burroughs, junto a su inmediata secuela TARZÁN Y SU COMPAÑERA (1934) de Cedric Gibbons, y auténtica promotora de un ciclo de aventuras selváticas que generó uno de los mayores mitos cinematográficos que nos ha brindado el Séptimo Arte. Alternando espectaculares imágenes rodadas en exteriores africanos, algunas de ellas procedentes de una película del propio W.S. Van Dyke titulada TRADER HORN (1931), con los cautivadores decorados del Hollywood dorado, el experto director de films exóticos desplegó en toda su plenitud visual, descriptiva y sensual los escarceos románticos entre el hijo de la jungla y la primogénita de un explorador y futura consorte, de nombre Jane. A partir de esta cinta y sus once secuelas en quince años, la figura del popular personaje permanecería ligada para siempre a los rasgos físicos del campeón olímpico de natación, situación que le acarrearía serios problemas mentales al no poder superar anímicamente su absoluta indentificación con él.
Otras películas donde resuena un poderoso GRITO
Tambores lejanos – Raoul Walsh (1951)
Psicosis – Alfred Hitchcock (1960)
Braveheart – Mel Gibson (1995)