Gunnar BJörnstrand

REFLEXIÓN (Fresas salvajes)

1. Pensamiento o consideración de algo con atención y detenimiento para estudiarlo o comprenderlo bien.
2. Advertencia o consejo que una persona da a otra para inducirle a actuar de manera razonable.
(google.com)

“La ansiedad con miedo y el miedo con ansiedad contribuyen a robarle al ser humano sus cualidades más esenciales. Una de ellas es la reflexión”
Konrad Lorenz (1903-1989) Médico austríaco

FRESAS SALVAJES (Smulstronstället) – 1957

Director Ingmar Bergman
Guion Ingmar Bergman
Fotografía Gunnar Fischer
Música Erik Nordgren
Producción Svensk Filmindustri
Nacionalidad Suecia
Duración 91m. B/N
Reparto Victor Sjöstrom, Ingrid Thulin, Bibi Andersson, Folke Sundquist, Gunnar Björnstrand, Max Von Sydow, Björn Bjelfvenstam.

«Nuestra relación con otras personas consiste principalmente en discutir y juzgar el carácter y la conducta del prójimo. Eso me ha llevado a un retiro voluntario de, virtualmente, todo lo que llamamos intercambio social»

Un título cumbre y fundamental para comprender la magnitud de la obra del más ilustre de los cineastas suecos reside en esta conmovedora reflexión sobre el paso del tiempo y la angustiosa melancolía por una existencia malgastada entre la erudición y el deber profesional, que reconstruía los momentos más representativos de la vida de un anciano profesor universitario durante el transcurso del viaje que efectúa a Lund para recibir un homenaje académico a su trayectoria. Se trata de un acto de conciencia y afirmación preceptivo en el quehacer de todo creador, repleto de profundas reflexiones meditaciones existenciales, morales y psicológicas, dirigido a transmitir esa redentora simbiosis de sosiego, lucidez y equilibrio interno que se precisa para atenuar el amargo e irremediable acoso de la muerte. Estructurado por medio de un portentoso encadenamiento de flashbacks con diferentes unidades de tiempo o espacio e impregnado de un tratamiento visual de marcada predisposición expresionista, capaz de brindar momentos tan prodigiosos como la primera de sus ensoñaciones pesadillescas: un ejemplar tributo de simbolismo freudiano a la gran obra maestra como realizador de su protagonista, LA CARRETA FANTASMA (1921)

Otras películas que invitan a una nostálgica REFLEXIÓN sobre el paso del tiempo

Cenizas del amor – King Vidor (1941)
Lola Montes – Max Ophüls (1955)
Robin y Marian – Richard Lester (1976)

ENVILECIMIENTO (La vergüenza)

Acción y resultado de envilecer o de envilecerse, en desacreditar, humillar, calumniar o deshonrar, en hacer algo abyecto, indigno, despreciable, vil… (definiciona.com)

“Hoy es muy difícil no ser canalla. Todas las presiones trabajan para nuestro envilecimiento personal y colectivo”
Nélson Rodrigues (1912-1980) Escritor y dramaturgo brasileño

LA VERGÜENZA (Skammen) – 1968

Director Ingmar Bergman
Guion Ingmar Bergman
Fotografía Sven Kykvist
Producción Svensk Filmindustri/Cinematograph AB
Nacionalidad Suecia
Duración 103m. B/N
Reparto Liv Ullmann, Max Von Sydow, Sigge Fürst, Birgitta Valberg, Gunnar Björnstrand, Hans Alfredson, Ingvar Kjellson, Bengt Eklund.

«A veces todo parece un sueño. No mi sueño, sino el de otra persona. Pero participo en él. ¿Cómo piensas que se despertará alguien que está soñando con nosotros? ¿Avergonzado?»

Una de los las películas más complejas, profundas e implacables del tercer período bergmaniano, abierto con PERSONA (1966) y culminado con GRITOS Y SUSURROS (1972), en el que el maestro sueco habituaba a aislar a sus confusos y angustiados personajes en un confinado entorno insular (la isla báltica de Farö) para desnudar su alma, enfrentarlos a su propia conciencia y predisponerlos contra los inicuos avatares del destino. Abriendo por primera vez los ojos de la realidad política de su época, construyó aquí un melodrama intimista, tupido y severo acerca de un vulnerable matrimonio de violinistas de disímiles caracteres (él, egoísta, pusilánime e hipocondríaco; ella, esforzada, sensible e indulgente) que sucumben al horror bélico y su correlativo envilecimiento a través de algunos de sus más dolorosos vestigios, como la humillación y el despreciable atropello de la dignidad que todo ser humano debe poseer. A destacar las portentosa y desgarradora exhibición actoral de sus magníficos intérpretes y la extraordinaria fotografía en blanco y negro de Sven Nykvist.

Otras películas sobre el proceso de ENVILECIMIENTO que trae consigo cualquier guerra

Senderos de gloria – Stanley Kubrick (1957)
La condición humana – Masaki Kobayashi (1959)
Los caballeros teutónicos – Aleksander Ford (1960)

PADRASTRO (Fanny y Alexander)

Familiar que ejerce de padre sin serlo biológicamente; lógicamente cubre la ausencia del padre, si éste (el padre), está presente en la vida de los hijos, la figura de padrastro no es posible, limitándose su relación, a su pareja y no a los hijos de ésta. (Wikipedia)

«Tal vez le atrajo el cambio de personalidad que su padrastro experimentaba cuando llegaba a casa tomado. Por lo general era un hombre taciturno, reservado, de mirada dura, pero cuando se emborrachaba se volvía un hombre parlanchín, alegre, incluso simpático, que no podía evitar que se le escapara una chispa de picardía en los ojos»
Jamie Lee Curtis (1958) Actriz de cine y televisión estadounidense

FANNY Y ALEXANDER (Fanny och Alexander) – 1982

Director Ingmar Bergman
Guión Ingmar Bergman
Fotografía Sven Nykvist
Música Daniel Bell
Producción Ab/Persona/Tobis/Svenska/Gaumont/TVI/Swedish Films/Sandrews
Nacionalidad Suecia/ Francia/ Alemania
Duración 188m. Color
Reparto Pernilla Allwin, Bertil Guve, Gunn Wallgren, Allan Edwall, Erland Josephson, Gunnar Björnstrand, Lena Olin, Harriet Andersson.
* Robert Schumann – Quinteto piano y cuerdas en Fa mayor

«Debes comprender que el amor que siento por ti, por tu madre y tu hermana, no es un amor ciego ni atolondrado. ¡Es rígido y fuerte, Alexander!»

Incuestionable obra maestra del cine mundial, construida a partir de una extraordinaria versión televisiva de cuatro episodios y más de seis horas de duración, que, a modo de un auténtico film-testamento, permitió poner el broche de oro a la impresionante obra de uno de los autores más ilustres e imperecederos que nos ha proporcionado el Séptimo Arte. Apoyándose en una delicada composición teatral y una exquisita ambientación de época, Bergman materializó un descomunal drama familiar de evidentes trazos autobiográficos en torno al crudo devenir cotidiano de la acaudalada familia Ekdahl, reflejando el ambiente burgués sueco de principios de siglo XX y el mundo del protestantismo desde una perspectiva tan abrumadora como desasosegante. En una tenaz representación entre la fantasía y la realidad, percibida desde la mirada mágica y subjetiva del niño Alexander, la película (a día de hoy la cinta extranjera más galardonada en la historia de los Oscar) compendiaba con exactitud los grandes temas bergmanianos, haciendo especial hincapié en la obsesión por la muerte, la angustia existencial y la incertidumbre teológica.

Otras películas donde emerge la dureza y crueldad del PADRASTRO

David Copperfield – George Cukor (1935)
La noche del cazador – Charles Laughton (1955)
La chica de la fábrica de cerillas – Aki Kaurismäki (1990)

FE (Los comulgantes)

Creencia y esperanza personal en la existencia de un ser superior (un dios o varios dioses) que generalmente implica el seguimiento de un conjunto de principios religiosos, de normas de comportamiento social e individual y una determinada actitud vital, puesto que la persona considera esa creencia como un aspecto importante o esencial de la vida. (google.es)

«La fe puede ser sucintamente definida como una creencia ilógica en que lo improbable sucederá»
Henry-Louis Mencken (1880-1956) Periodista y crítico social estadounidense

LOS COMULGANTES (Nattvardsgästerna) – 1963

Director Ingmar Bergman
Guión Ingmar Bergman
Fotografía Sven Nykvist
Producción Svensk Filmindustri
Nacionalidad Suecia
Duración 78m. B/N
Reparto Gunnar Björnstrand, Ingrid Thulin, Gunnel Lindblom, Max Von Sydow, Allan Edwall, Kjolbjörn Knudsen, Olof Thunberg, Tor Borong.

«Si de verdad Dios no existe, ¿qué más da? La vida cobra sentido. ¡Qué alivio! La muerte se vuelve una extinción, una desintegración. La crueldad de los hombres, su soledad, su miedo, todo resulta obvio, transparente. El sufrimiento no precisa explicación»

Sumido en una intensa y, en ocasiones, algo desmedida reflexión sobre sus dilemas metafísicos y religiosos, Bergman concibió este crudo, sereno y autobiográfico estudio del alma humana, que despojaba de cualquier ornamento o sinuosidad el explícito misticismo del argumento (la angustiosa búsqueda de la palabra divina por parte de un confuso pastor protestante, párroco de la pequeña iglesia de Mitsunda) para exteriorizar sus particulares incertidumbres existenciales con absoluta profundidad y rigidez. La perseverante evolución de su acrisolado intimismo se condensaba en una puesta en escena de rigurosa austeridad expresiva, aprehendida por una impactante fotografía de Sven Nykvist y cuajada de abundantes primeros planos e imágenes de una aplastante desnudez. En el apartado interpretativo de esta segunda entrega de la denominada Trilogía del Silencio de Dios, que conforma junto a COMO UN ESPEJO (1961) y EL SILENCIO (1963), destacaban las sublimes composiciones de Gunnar Björnstrand e Ingrid Thulin al frente de un espléndido reparto integrado por habituales actores bergmanianos.

Otras películas en las que su sacerdote protagonista padece una crisis de FE

Diario de un cura rural – Robert Bresson (1951)
La noche de la iguana – John Huston (1964)
First reformed – Paul Schrader (2017)

INCOMUNICACIÓN (Como un espejo)

Falta de relación, trato o comunicación con otra persona. (google.es)

“Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal”
José Saramago (1922-2010) Escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués

COMO UN ESPEJO (Sasom i en spegel) – 1961

Director Ingmar Bergman
Guión Ingmar Bergman
Fotografía Sven Nykvist
Música Erik Nordgren
Producción Svensk Filmindustri
Nacionalidad Suecia
Duración 89m. B/N
Reparto Harriet Andersson, Gunnar Björnstrand, Max Von Sydow, Lars Passgard.
* Johann Sebastian Bach – Sarabande from Cello Suite No.2 in D minor

«No sé si el amor es prueba de la existencia de Dios o si el amor es Dios mismo (…) Ese pensamiento me ayuda en mi vacío y desesperación (…) De repente, el vacío se convierte en abundancia, la desesperanza en vida. Es como el indulto de una pena de muerte»

Una de las obras más angustiosas y trascendentales del repertorio bergmaniano, que inauguraba una presunta trilogía existencialista, completada con LOS COMULGANTES (1962), y EL SILENCIO (1963), acerca del desasosiego vital, la soledad y la insuficiencia comunicativa, así como de una obsesiva instigación hacia el hermético amor divino. Enmarcada en la desabrigada y turbadora isla báltica de Faro, lugar donde el cineasta sueco acabaría por recluirse de manera definitiva, moldeaba con riguroso ascetismo las sofocantes relaciones que una muchacha aquejada de esquizofrenia y poseída por un esotérico fervor místico sostenía en un período vacacional de veinticuatro horas con tres familiares: su padre, un derrotado escritor; su marido, un médico bastante desorientado, y su hermano adolescente, alterado ante su embrionario paladar erótico. Con esta película, Bergman asentaría su depurada abstracción expresiva en un radicalismo conceptual destinado a exorcizar sus demonios personales, fundamentalmente religiosos y sexuales, por medio de un inmanente hálito de fatalidad y abatimiento.

Otras películas que abordan el problema de INCOMUNICACIÓN

Te querré siempre – Roberto Rossellini (1953)
El desierto rojo – Michelangelo Antonioni (1964)
El cielo sobre Berlín – Wim Wenders (1987)