Deseo de bienes y placeres materiales, especialmente deseo sexual, generalmente desordenado o exagerado. (Larousse Editorial)
«Yo que en cosas del amor nunca me he guiado por las apariencias, en su cintura encontré una mariposa de concupiscencia. Las más explosivas damas, me dejaban en la cama congelado: ‘Ten cuidado al desnudarme, no vayas a estropearme mi peinado'» (canción Besos en la frente)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor y poeta español
LOLITA (Lolita) – 1962
Director Stanley Kubrick
Guion Stanley Kubrick y Vladimir Nabokov
Fotografía Oswald Morris
Música Bob Harris y Nelson Riddle
Producción Anya/Harris-Kubrick/Transwood/Seven Arts
Nacionalidad Reino Unido/ Estados Unidos
Duración 152m. B/N
Reparto James Mason, Shelley Winters, Sue Lyon, Peter Sellers, Diana Decker, Cec Linder, Marianne Stone, Marion Mathie, James Dyrenforth.
«Me vuelve loco la doble personalidad de esta pequeña ninfa. Tal vez de todas las ninfas. Esa mezcla, en mi Lolita, de una soñadora ternura infantil y cierta temerosa vulgaridad»
Cáustica pero sutil adaptación de la controvertida novela homónima de Vladimir Nabokov, co-guionizada por el propio escritor soviético, que ha ido despojándose gradualmente del desorbitado escándalo que suscitó en el momento de su estreno hasta erigirse en un clásico ineludible de los sesenta y en una de las películas más sólidas y veneradas del contradictorio cineasta. El progresivo deterioro físico, moral y profesional que sufre un respetable profesor cuarentón a causa de su patética y ofuscada atracción hacia una atractiva adolescente de embaucadora facultad erótica, cuyo relato enrarecido y escabrosamente amoral tuvo que ser aplacado con el fin de burlar la censura (llegándose incluso a aumentar la edad de la menor a quince años de los doce originales), trascendió, como gran parte de la obra de Kubrick, en una grotesca parábola sobre la insensatez humana y los demonios que la torturan tras su engañosa cotidianeidad. Magnífica fotografía de Oswald Morris y admirables interpretaciones, en especial de un Mason que fue casi martirizado por los particulares métodos de trabajo del excéntrico realizador neoyorquino.
Otras películas con argumentos propulsados por la CONCUPISCENCIA
Susana (Demonio y carne) – Luis Buñuel (1950)
El último tango en París – Bernardo Bertolucci (1972)
La pianista – Michael Haneke (2001)
Diccineario 
Una gran película de Billy Wilder cuyo argumento está inspirado por la concupiscencia es «La tentación vive arriba». Como dijo Trueba al recoger el Oscar a la película extranjera «Me gustaría creer en Dios pero solo creo en Billy Wilder así que gracias Mr. Wilder»
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En efecto, Eduardo. Precisamente estoy acabando un libro sobre su figura, «Conversaciones con Billy Wilder» del también realizador Cameron Crowe, que te recomiendo fervientemente si te gustan sus películas. Es más, en ese caso, yo diría que es imprescindible. Un saludo.
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Lo he leído. Tienes razón, es muy recomendable
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James Mason es uno de los grandes y no hay más que ver esta película para darse cuenta. Qué filmografía brillante y versátil tiene. En Lolita está inquietante. No puedo olvidar a Mason en Larga es la noche, Julio César, Ha nacido una estrella, Más poderoso que la vida o Con la muerte en los talones.
Propones una interesante palabra que ha dejado buenos títulos en el cine. Propongo dos: Baby Doll de Elia Kazan y El coleccionista de William Wyler.
Beso
Hildy
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O en «Operación Cicerón, «Madame Bovary«, «Pandora y el holandés errante«… Coincido contigo, Mason es uno de los más grandes. Otros dos títulos tan vinculados directamente con la concupiscencia como los que tú has propuesto los encontraríamos en «Eva» de Joseph Losey o «Portero de noche» de Liliana Cavani. Besos.
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Tal vez Kubrick rodó esta película demasiado pronto. La “escandalosa” novela de Nabokov no podía ser trasladada a la pantalla en 1962 sin someterla a un obligado filtraje que dejara fuera del guión los aspectos más “peligrosos”. Así, en relación al libro, nos fue dado un Humbert Humbert más elegante y atractivo, una Lolita más mujer y una mamá menos “foca”. Por otro lado, la narrativa adoptada por Kubrick resulta demasiado objetiva, exterior y distante. No se implica hasta el fondo con la maniática obsesión del protagonista (espléndido James Mason) por la ninfeta. Una muy buena película, pero tal vez (sólo tal vez) demasiado aséptica.
Un saludo.
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Probablemente de haberla rodado una década más tarde hubiera podido captar toda la enjundia malsana y concupiscente del texto de Nabokov. Aún así, como dices, acabó realizando un espléndido largometraje. Un saludo.
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