Rodolfo Valentino

ENTRECEJO (Sangre y arena)

Espacio que hay entre las cejas.
Cejijunto. Que tiene las cejas muy pobladas de pelo hacia el entrecejo, por lo que casi se juntan. (RAE)

«Me arrepentí, ya tarde, de haber aventurado esta última palabra; frunció el profesor su poblado entrecejo, y creí que había malogrado el éxito que esperaba obtener de aquella conversación. No fue así, por fortuna» (novela Viaje al centro de la tierra)
Jules Verne (1828-1905) Escritor francés

SANGRE Y ARENA (Blood and sand) – 1922

Director Fred Niblo
Guion June Mathis
Fotografía Alvin Wyckoff
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 80m. B/N
Reparto Rodolfo Valentino, Nita Naldi, Lita Lee, George Periolot, Rose Rosanova, Walter Long, Leo White, Fred Becker, Sidney De Grey.

«La profesión de un bandido es muy parecida a la de un torero. Ambos arriesgan su vida para ganarse el sustento»

Segunda versión de la conocida novela homónima de Vicente Blasco Ibáñez, transferida al cine por el propio escritor en 1916, que permitió a su mítico protagonista fortalecer la imagen de ‘latin lover’ epicúreo, conquistador y fervoroso alcanzada un año antes con LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS de Rex Ingram. La ardiente y fatídica predestinación que encauza la conducta vital de un torero sevillano de condición muy humilde, que, pese a estar felizmente casado, no puede apaciguar la fascinación lasciva que le inspira una adinerada, frívola y seductora viuda devora-hombres, se erige en el pertinaz eje dominador de un argumento consagrado a preconizar los discutibles encantos de la fiesta taurina por medio de una atropellada e inconstante fortaleza narrativa y aquel irrecuperable glamour consustancial al Hollywood silente. El tormentoso apetito carnal que desprendían sus secuencias amorosas perdura hoy en día como el aspecto más destacado de un film cuyo clamoroso éxito popular ocasionó la aparición de diversas réplicas a modo de divertidas parodias.

Otras películas en las que uno/a de sus protagonistas luce un poblado ENTRECEJO

El evangelio según San Mateo – Pier Paolo Pasolini (1964)
En compañía de lobos – Neil Jordan (1984)
Frida – Julie Taymor (2002)

JEQUE (El hijo del caíd)

Título de origen árabe aplicado a líderes religiosos o políticos a nivel local, etimológicamente comparable al arquetipo de viejo sabio (…) En términos generales, es una persona respetada a causa de su edad o sus conocimientos. En el Islam con frecuencia designa genéricamente a los hombres versados en religión (como alfaquíes, ulemas, muftis, etc.). En una cofradía sufí el shaij es el maestro espiritual. Los árabes cristianos también suelen usarlo del mismo modo (…) En la zona del Golfo Pérsico se usa el tratamiento para referirse a personas prominentes, generalmente altos cargos políticos u hombres de negocios. https://es.wikipedia.org/wiki/Jeque

«Muy mal debe de andar España cuando nuestras más altas instituciones se han inclinado ante los jeques de Qatar como lo han hecho. Mendigos de alcurnia estamos siendo»
José Javier Esparza (1963- Periodista y escritor español

EL HIJO DEL CAÍD (The son of the sheik) – 1926

caid

Director George Fitzmaurice
Guión Francis Marion y Fred De Gresac
Fotografía George Barnes
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 75m. B/N
Reparto Rodolfo Valentino, Vilma Banky, George Fawcett, Karl Dane, Agnès Ayres, Montague Love, Bull Montana, Bynunsky Hyman.

«Mi joven león. Tu gente, con mucho gusto, pagaría diez mil francos para volver a mirar tu hermosa cara»

Acertada revisitación de la novela de The sheik de Edith Maud Hill, cuyo precedente había deparado el primer éxito en la glamourosa carrera de su protagonista bajo la dirección de George Melford , EL CAÍD (1921). Marcada por un entorno de extremada fogosidad e intemperancia, la conflictiva historia de amor entre el hijo de un jeque árabe (ambos interpretados por Valentino) y una bailarina subsanaba sus vulgares elementos folletinescos con un salvajismo amatorio de irrebatible interés antropológico, enaltecido por un sentido del ritmo de prominente dinamismo y un onírico tratamiento ornamental a cargo del gran William Cameron Menzies. El súbito fallecimiento del airoso galán latino a causa de una sospechosa peritonitis pocos días después del estreno provocaría una conmoción popular de inusitadas proporciones que contribuyó sobremanera a incrementar el aparatoso triunfo comercial de esta exótica aventura romántica, que, a la postre, acabaría gestando el primer gran mito erótico de la historia del cine. En 1935, la cinta fue sometida a un proceso de sonorización para su reposición en las salas.

Otras películas con un JEQUE entre los personajes principales

Los cien caballeros – Vittorio Cottafavi (1964)
El viento y el león – John Milius (1975)
La pesca del salmón en Yemen – Lasse Hallström (2011)

LUCIMIENTO (El águila negra)

1. Muestra de habilidad o capacidad que realiza una persona en un trabajo o actividad
2. Esplendor o brillo que tiene una cosa.
(Larousse Editorial)

«En mi oficio u hosco arte, ejercido en la noche en calma cuando sólo rabia la luna y los amantes descansan con sus penas en los brazos, trabajo a la luz cantora no por ambición ni pan, lucimiento o simpatías en los escenarios de marfil, sino por el común salario de su recóndito corazón»
Dylan Thomas (1914-1953) Poeta, escritor de cuentos y dramaturgo británico

EL ÁGUILA NEGRA (The eagle) – 1925

eagle2

Director Clarence Brown
Guion Hans Kräly
Fotografía George Barnes y Dev Jennings
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 72m. B/N
Reparto Rodolfo Valentino, Vilma Banky, Louise Dresser, Carrie Clark Ward, Albert Conti, James Marcus, George Nichols, Michael Pleschkoff.

«Lágrimas de amor, muchacho. Usted es el primer ruso que ve llorar a su zarina»

Rodolfo Valentino inició su andadura en la United Artists con esta vistoso drama histórico romántico, cuyo personaje protagonista (un apuesto teniente del ejército imperial convertido en objeto de deseo carnal de la ardiente zarina Catalina II y en justiciero defensor del pueblo, a semejanza de Robin Hood o ‘El Zorro’) le permitía restituir la virilidad mediática que siempre irradió su figura y apaciguar los murmullos acerca de sus dudosas inclinaciones sexuales, engrosados tras su controvertido matrimonio con Natacha Rambova. Si la aventajada eficacia artesanal de Clarence Brown logró solapar con humor los aspectos negativos de este héroe de doble personalidad y manipular con brío descriptivo y compostura visual sus denodadas hazañas, por cierto inspiradas en el relato Dubrovsky de Aleksandr S. Pushkin, el mítico actor se lució en un vehículo a su medida, idóneo para redimir su maleabilidad interpretativa y, por supuesto, su desorbitado magnetismo erótico. En el aspecto estético, sería más que injusto obviar la siempre notoria labor del decorador William Cameron Menzies.

Otras películas concebidas como vehículo de LUCIMIENTO para su protagonista

Lady Lou – Lowell Sherman (1933) / Mae West
El príncipe y la corista – Laurence Olivier (1957) / Marilyn Monroe
El barrio contra mí – Michael Curtiz (1958) / Elvis Presley

ESTIRPE (Los cuatro jinetes del apocalipsis)

Conjunto de ascendientes de una persona, linaje. En una sucesión hereditaria, conjunto formado por la descendencia de un sujeto a quien ella representa y a cuyo lugar toma. (Espasa-Calpe)

«Las democracias suelen ser más tranquilas y están menos expuestas a la sedición que el régimen gobernado por una estirpe de nobles»
Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo, político, abogado y escritor inglés

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS (The four horsemen of the apocalypse) – 1921

jinetes

Director Rex Ingram
Guion June Mathis
Fotografía John F. Seitz
Producción Metro Pictures Corporation
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 150m. B/N
Reparto Rodolfo Valentino, Alice Terry, Alan Hale, Nigel De Brulier, Pomeroy Cannon, John Sainpolis, Josef Swickard, Wallace Beery.

«La paz ha llegado, pero los cuatro jinetes seguirán asolando a la humanidad, agitando el mundo, hasta que todo odio esté muerto y solo el amor reine en el corazón de la raza humana»

El tupido enfrentamiento de raíz política entre dos estirpes (francesa y alemana) de una misma familia argentina durante el transcurso de la Gran Guerra, según la célebre novela homónima de Vicente Blasco Ibáñez, suscitó la realización de dos grandes melodramas MGM de distinta relevancia, enjundia y trascendencia. Si bien la segunda versión, dirigida por Vincente Minnelli (1961) trasladando la acción del relato al París invadido de la Segunda Guerra Mundial, representa hoy un paradigma de la agonía del glamouroso ‘star system’ hollywoodiense, esta primera adaptación de Rex Ingram conserva toda su esencia artística y prevalece como el incipiente efluvio del magnetismo sexual de su protagonista, por cierto, descubierto por la guionista y admiradora June Mathis. El mítico actor de origen italiano propagó un contagioso furor uterino bailando un tango vestido de gaucho o representando escenas tan sensuales como el célebre número de la cerilla, mientras Rex Ingram se hizo un nombre como realizador en la industria con su vena poética y su concepción plástica de influjo romanticista.

Otras películas sobre ESTIRPES

El gatopardo – Luchino Visconti (1963)
Orgullo de estirpe – John Frankenheimer (1971)
Fanny y Alexander – Ingmar Bergman (1982)