Bela Lugosi

NÚMERO (El que recibe el bofetón)

Cada una de las partes o actuaciones de que se compone el programa de un espectáculo público. (RAE)
Los números circenses eran muy variados; trapecistas, payasos, funambulistas, jinetes, ilusionistas… que posibilitaban el estudio del espacio, del movimiento o del equilibrio. Se trataba de un espectáculo tremendamente físico e inmersivo, una magnífica ocasión para la exploración del cuerpo y el movimiento de los gimnastas. (carmenthyssenmalaga.org)

«Aborrezco los números de circo con animales engañados, tigres domesticados o leones que rugen de impotencia mientras dan zarpazos al aire y se tambalean sobre pequeños taburetes.» (libro El último tren a la zona verde)
Paul Theroux (1941-) Escritor estadounidense

EL QUE RECIBE EL BOFETÓN (He who gets slapped) – 1924

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Director Victor Sjöström
Guion Victor Sjöström y Carey Wilson
Fotografía Milton Moore
Música William Axt
Producción Metro-Goldwyn-Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 83m. B/N
Reparto Lon Chaney, Norma Shearer, Tully Marshall, Marc McDermott, Bartine Burkett, John Gilbert, Ford Sterling, Bela Lugosi.

“En la inexorable comedia de la vida, se ha dicho sabiamente que quien ríe último, ríe mejor.”

Traicionado al unísono por su infiel esposa y su supuesto benefactor, que se apropia torticeramente de su revolucionaria tesis de investigación sobre el origen de la humanidad, un desesperado científico francés (inconmensurable Lon Chaney) se enrola como clown en un circo donde triunfará con un masoquista número en el que revive a diario su traumática humillación dejándose abofetear por sesenta payasos. Victor Sjöstrom se resarció del fracaso de su primera película hollywoodiense, NAME THE MAN (1924), con esta retorcida adaptación del homónimo drama simbolista de Leonid A. Andreyev, que, más allá de alcanzar con celeridad la categoría de culto, supuso la primera producción de MGM (fusión de la compañía Metro Pictures con el estudio de Samuel Goldwyn y la empresa de Louis B. Mayer) y la película que inauguró su reconocible logotipo del león. Una folletinesca y retorcida fábula sobre las azarosas vueltas del destino, resuelta con amplitud poética, potencial emotivo y sensibilidad estética bajo una atmósfera malsana de alegórica ensoñación.

Otras películas que enfatizan la brillantez de un NÚMERO CIRCENSE

El circo – Charles Chaplin (1928) / funambulista
El gran domador – Kurt Neumann (1933)
Trapecio – Carol Reed (1956)

CONDE (Drácula)

Conde es uno de los títulos europeos con los que los monarcas muestran su gratitud a ciertas personas. Este reconocimiento suele llevar parejo un determinado tratamiento asociado al mismo pero actualmente no concede ningún tipo de privilegio, como antaño que recibían tierras o exenciones de impuestos, entre otras gracias. Su forma femenina es condesa y su señorío se denomina condado. (Wikipedia)

«Uno de los oficios más distinguidos que hallamos entre las dignidades de la Corona de Asturias, fue el de Conde: el cual, como en el reino de los Godos, estaba destinado al desempeño de varios importantes negocios, aunque reducido su número y ocupación al estado de una república pobre y casi precaria»
Juan de Mariana (1536-1624) Jesuita, teólogo e historiador español

DRÁCULA (Dracula) – 1931

Director Tod Browning
Guion Garrett Fort y Dudley Murphy
Fotografía Karl Freund
Música Jacques Offenbach, Pyotr Ilyich Tchaikovsky, Franz Schubert y Richard Wagner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 72m. B/N
Reparto Bela Lugosi, Helen Chandler, David Manners, Dwight Frye, Edward Van Sloan, Herbert Bunston, Frances Dade, Joan Standing.

«Este es un vino muy viejo. Espero que le guste (…) Yo nunca bebo… vino.»

Indiscutible clásico del cine de terror, basado en la celebérrima novela de Bram Stocker, que significó uno los grandes éxitos surgidos de los estudios Universal y, que, junto a EL DOCTOR FRANKENSTEIN (1931) de James Whale, contribuyó de manera decisiva a sentar las bases del género con la llegada del sonoro. Inspirada en la adaptación teatral homónima de Hamilton Deane y John L. Badderston, reseñaba el ínclito enfrentamiento entre el conde transilvano que se alimentaba de sangre y el estudioso/cazador de vampiros profesor Van Helsing a través de una siniestra y pesadillesca puesta en escena de poderosa consistencia dramática y fascinadora estilización barroca. El fallecimiento de Lon Chaney a raíz de un cáncer de garganta le concedería la oportunidad de convertirse en estrella al mediocre y por entonces semidesconocido Bela Lugosi, quien se identificó de por vida con su personaje hasta el punto de dormir los últimos años de su vida en un ataúd e, incluso, sería enterrado a petición de sus familiares (y por expresa voluntad del actor) con la capa de satén negro y rojo que utilizó durante el rodaje.

Otras películas protagonizadas por un CONDE o una CONDESA

Esposas frívolas – Erich von Stroheim (1922)
Senso – Luchino Visconti (1954)
La edad de la inocencia – Martin Scorsese (1993)

DARWINISMO (Doble asesinato en la calle Morgue)

Teoría biológica que explica el origen de las especies naturales mediante el concepto de evolución o transformación de unas en otras a través de variaciones en las características hereditarias que se producen de modo no aleatorio, sino por selección natural y adaptación al medio. (google.es)

«El darwinismo ha existido en todos los tiempos, desde que Moisés presentó la historia de la creación, pasando sucesivamente de los animales inferiores hasta llegar al hombre»
Johan August Strindberg (1849-1912) Escritor y dramaturgo sueco

DOBLE ASESINATO EN LA CALLE MORGUE (Murders in the Rue Morgue) – 1932

Director Robert Florey
Guion Tom Reed, Dale Van Avery y John Huston
Fotografía Karl Freund
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 61m. B/N
Reparto Bela Lugosi, Sidney Fox, Brandon Hurst, Leon Ames, Arlene Francis, Bert Roach, Leon Waycoff, Noble Johnson, D’Arcy Corrigan, Herman Bing.

«¿Herejía? ¿Siguen quemando hombres por herejía? ¡Entonces quémeme señor, encienda el fuego! ¿Cree que esta pequeña llama podrá apagar la luz de la verdad? ¿Cree que estas tablas y estos telones son mi única vocación? ¡Son tan sólo una trampa para atrapar el dinero de los tontos! Mi vida está consagrada a un gran experimento… ¡Les aseguro que demostraré la relación del hombre con el mono!»

Estremecedora adaptación libérrima de un relato fantástico de idéntico título escrito por Edgar Allan Poe, que forma parte de aquellos soberanos clásicos terroríficos que encumbraron en los primeros años treinta la gloriosa etapa de la Universal. El interesante y prácticamente olvidado Robert Florey explotó con verdadera inspiración un ambiente de malsana nocturnidad para desarrollar esta intrigante sinfonía del horror y el sadismo, centrada en uno de los temas más frecuentados en el género por la productora: el del sabio trastornado por sus tenebrosas e irrefrenables ansias de procreación, en esta ocasión, un doctor parisino convencido de las teorías de Darwin y obcecado en originar una nueva especie mediante el cruce de mujeres y simios. La ingente singularidad de la función estribaba en su apasionante impregnación de los fundamentos expresionistas (no en vano se contaba con la contribución del operador Karl Freund), la hipnótica caracterización del gran Bela Lugosi como el Dr. Mirakle y la portentosa, e insólita para la época, creación del gorila depredador.

Otras películas que tratan el DARWINISMO

La herencia del viento – Stanley Kramer (1960)
La duda de Darwin – Jon Amiel (2009)
Rincón de Darwin – Diego Fernández (2013)

RESURRECCIONISTA (Ladrón de cadáveres)

Término que no existe en el diccionario de la Real Academia Española (…) Se trata de la palabra utilizada para referirse a la persona que exhumaba cadáveres ilegalmente con el propósito de venderlos a los anatomistas. Otra forma de referirse al ladrón de cuerpos común, que existe desde tiempos inmemorables. Prácticamente desde que colocasen joyas y bienes preciados al primer egipcio ilustre (…) Los resurreccionistas que nos ocupan vivieron su macabra edad de oro a lo largo del siglo XVIII y XIX, y robaban cadáveres recién enterrados -aún frescos- para venderlos a buen precio a los anatomistas. (caninomag.es)

«Es curioso que una de las ‘normas’ de los resurreccionistas era la de, a pesar de secuestrar el cadáver, no robar ninguna de las pertenencias con las que este había sido enterrado a pesar de su valor, quizá por superstición, quizá por miedo a represalias mayores… Aunque, como cabe esperar, no todos aceptaban esta norma»
Javier Pérez Campos (1989-) Periodista y escritor español

EL LADRÓN DE CADÁVERES (The body snatcher) – 1935

Director Robert Wise
Guion Philip MacDonald y Carlos Keith
Fotografía Robert DeGrasse
Música Roy Webb
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 73m. B/N
Reparto Boris Karloff, Bela Lugosi, Henry Daniell, Edith Atwater, Rita Corday, Donna Lee, Russell Wade, Robert Clarke, Sharyn Moffett.

«Hombres ignorantes han entorpecido el progreso médico con leyes estúpidas e injustas. Si esa torpeza no cesa, los médicos tienen que buscar otros caminos»

Tercera y última película que Robert Wise realizó a las órdenes del productor y maestro del terror sugerido Val Lewton, metido aquí también en labores de co-guionista bajo el seudónimo de Carlos Keith, que adaptaba la siniestra novela homónima de Robert L. Stevenson acerca de la ilícita, e incluso, parricida apropiación de cuerpos humanos con fines médicos y/o experimentales que proliferó a principios del siglo XIX por tierras sajonas, y que tuvo a la tristemente famosa pareja de resurreccionistas Burke/Hare como fidedignos referentes. Esta tenebrosa fábula gótica localizada en el Edimburgo de 1831 absorbía las consabidas fórmulas del horror no explícito (escalofriantes elipsis, amenazadores juegos de luces y sombras, etc.) para exponernos una reflexión moral sobre la disyuntiva entre el deber científico y la deontología profesional, que subyugaba por la grácil sobriedad narrativa de su director y por la letárgica firmeza interpretativa de un Boris Karloff opuesto por última vez a su otrora máximo rival en el género, Bela Lugosi, por entonces ya sumergido en una tortuosa decadencia física y profesional.

Otras películas donde aparece algún RESURRECCIONISTA

Historia de dos ciudades – Jack Conway (1935)
La carne y el demonio – John Gilling (1960)
El Dr. Jekyll y su hermana Hyde – Roy Ward Baker (1971)

COLABORACIÓN (Satanás)

Coincidencia o reunión de dos o más personas o cosas en un mismo lugar. (oxforddictionaries.com)
Acción y efecto de colaborar, es decir, trabajar en conjunto con otra u otras personas para realizar una obra o alcanzar un objetivo. (significados.com)

“La colaboración intelectual entre dos individuos puede producir una fusión entre ambas esferas de conciencia de un grado tan increíble que lleguen incluso a fundirse dando una unidad empírica.”
Erwin Schrödinger (1887-1961) Físico austríaco

SATANÁS (The black cat) – 1934

satanas2

Director Edgar G. Ulmer
Guion Peter Ruric
Fotografía John Mescall
Música Heinz Roemheld
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 67m. B/N
Reparto Boris Karloff, Bela Lugosi, Jacqueline Wells, David Manners, Henry Armetta, Lucille Lund, Egon Brecher, Albert Conti, John Carradine.

«Esta noche, en la luna nueva, se celebran los ritos de Lucifer. Y, si no me equivoco, él pretende que usted juegue un papel en ese ritual. Un papel muy importante.»

Gracias a una maniobra comercial tan sugerente como era la de impulsar la colaboración entre las dos principales estrellas del terror de la época, Boris Karloff y Bela Lugosi, la Universal tuvo la única oportunidad de disfrutar del poco reconocido talento de Edgar G. Ulmer en este sórdido y perturbador relato en torno a la venganza que un enigmático científico emprende contra el demoníaco arquitecto que provocó su encarcelamiento. Bajo la prestigiosa coartada intelectual de Edgar Allan Poe, de quien únicamente se tomaba prestada la silueta del gato que facilitaba el título original, la película concebía una dantesca mansión modernista en pleno corazón centroeuropeo (concretamente Hungría) con el propósito de dar rienda suelta a un completo catálogo de perversiones (homicidio, devoción satánica, sadismo, necrofilia…) a través de una atmósfera tan desquiciada como angustiante y un tratamiento formal de abigarrado refinamiento. En definitiva, un irrefutable clásico del cine fantástico que, con casi toda seguridad, puede considerarse como el trabajo más reputado de su director.

Otras películas que impulsaron la COLABORACIÓN entre las dos principales figuras de un género.

Ángeles con caras sucias – Michael Curtiz (1938) / Humphrey Bogart y James Cagney
Ziegfeld Follies – V.Minnelli, G.Sidney, C.Walters y otros (1945) / Fred Astaire y Gene Kelly
Candilejas – Charles Chaplin (1952) / Charles Chaplin y Buster Keaton