Término que no existe en el diccionario de la Real Academia Española (…) Se trata de la palabra utilizada para referirse a la persona que exhumaba cadáveres ilegalmente con el propósito de venderlos a los anatomistas. Otra forma de referirse al ladrón de cuerpos común, que existe desde tiempos inmemorables. Prácticamente desde que colocasen joyas y bienes preciados al primer egipcio ilustre (…) Los resurreccionistas que nos ocupan vivieron su macabra edad de oro a lo largo del siglo XVIII y XIX, y robaban cadáveres recién enterrados -aún frescos- para venderlos a buen precio a los anatomistas. (caninomag.es)
«Es curioso que una de las ‘normas’ de los resurreccionistas era la de, a pesar de secuestrar el cadáver, no robar ninguna de las pertenencias con las que este había sido enterrado a pesar de su valor, quizá por superstición, quizá por miedo a represalias mayores… Aunque, como cabe esperar, no todos aceptaban esta norma»
Javier Pérez Campos (1989-) Periodista y escritor español
EL LADRÓN DE CADÁVERES (The body snatcher) – 1935
Director Robert Wise
Guion Philip MacDonald y Carlos Keith
Fotografía Robert DeGrasse
Música Roy Webb
Producción RKO
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 73m. B/N
Reparto Boris Karloff, Bela Lugosi, Henry Daniell, Edith Atwater, Rita Corday, Donna Lee, Russell Wade, Robert Clarke, Sharyn Moffett.
«Hombres ignorantes han entorpecido el progreso médico con leyes estúpidas e injustas. Si esa torpeza no cesa, los médicos tienen que buscar otros caminos»
Tercera y última película que Robert Wise realizó a las órdenes del productor y maestro del terror sugerido Val Lewton, metido aquí también en labores de co-guionista bajo el seudónimo de Carlos Keith, que adaptaba la siniestra novela homónima de Robert L. Stevenson acerca de la ilícita, e incluso, parricida apropiación de cuerpos humanos con fines médicos y/o experimentales que proliferó a principios del siglo XIX por tierras sajonas, y que tuvo a la tristemente famosa pareja de resurreccionistas Burke/Hare como fidedignos referentes. Esta tenebrosa fábula gótica localizada en el Edimburgo de 1831 absorbía las consabidas fórmulas del horror no explícito (escalofriantes elipsis, amenazadores juegos de luces y sombras, etc.) para exponernos una reflexión moral sobre la disyuntiva entre el deber científico y la deontología profesional, que subyugaba por la grácil sobriedad narrativa de su director y por la letárgica firmeza interpretativa de un Boris Karloff opuesto por última vez a su otrora máximo rival en el género, Bela Lugosi, por entonces ya sumergido en una tortuosa decadencia física y profesional.
Otras películas donde aparece algún RESURRECCIONISTA
Historia de dos ciudades – Jack Conway (1935)
La carne y el demonio – John Gilling (1960)
El Dr. Jekyll y su hermana Hyde – Roy Ward Baker (1971)
Me interesó sobremanera esta cinta, tanto por ser una obra precoz de Robert Wise (pensaba que Wise había comenzado a dirigir después de haber editado para Orson Welles), como por la pareja protagónica.
Recuerdo otra película inspirada en la historia de Burke & Hare,EL DOCTOR Y LOS ASESINOS,de los años ’80 y protagonizada por Timothy Dalton.
(creo que en España se llamó EL DOCTOR Y LOS DEMONIOS)
Era una cinta bastante obscura y con mucha tensión psicológica pero nada muy memorable.
Saludos
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No la he visto ni la conocía, Iván. Tu memoria cinéfila y tu capacidad para relacionar películas con otras versiones me deja atónito. Un saludo.
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