John Ford

DESCANSO (Dos cabalgan juntos)

Pausa en el trabajo o en otra actividad para recuperar fuerzas. (google.com)

“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar”
John Steinbeck (1902-1968) Escritor estadounidense

DOS CABALGAN JUNTOS (Two rode together) – 1961

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Director John Ford
Guion Frank S. Nugent
Fotografía Charles Lawton Jr.
Música George Duning
Producción Columbia
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 109m. Color
Reparto James Stewart, Richard Widmark, Shirley Jones, John McIntire, Annelle Hayes, Linda Cristal, Andy Devine, Woody Strode.

“¡Mira que cabalgar toda la noche! No. Te lo diré. No has sido tú el que me ha impulsado a venir. No te lo creas.”

Para complacer a su gran amigo Harry Cohn, por entonces magnate de la Columbia, Johh Ford aceptó rodar esta adaptación de la novela Comanche captives de Will C. Cook, que, a la postre, se convertiría en una de las muestras más características de su incuestionable genio para abordar el western desde una óptica reflexiva y elegíaca. Dejando de lado las habituales convenciones del género, plasmó las complejas relaciones entre el cínico y corrupto sheriff de Tascosa (Stewart) y un teniente del ejército fuera de servicio (Widmark), cuya misión radica en internarse en territorio comanche al frente de una caravana de colonos y rescatar a unos niños raptados años atás por los indios, a través de un narración serena y nutrida de sustanciosos diálogos, entre los que destaca la legendaria conversación entre los dos protagonistas en su descanso junto al río, rodada en un único y largo plano frontal. Una inteligente introspección fordiana en el aspecto moral y humano de sus héroes, rematada con un gratificante duelo interpretativo a cargo de sus magníficos protagonistas.

Otras películas que contienen una recordada escena de DESCANSO

Tiempos modernos – Charles Chaplin (1936)
La venganza de Ulzana – Robert Aldrich (1972)
Érase una vez en… Hollywood – Quentin Tarantino (2019)

DILIGENCIA (La diligencia)

Carruaje de camino, de cuatro ruedas, que hacía un servicio regular entre dos poblaciones extremas de su ruta con itinerario fijo, trasportando viajeros y correo. (Wikipedia)

«Pero cuando la tormenta empezaba a amainar, un cazador dio la alarma. Hizo saber que había encontrado la diligencia inclinada hacia el cañón con los animales muertos y varios cadáveres devorados por aves carroñeras y posiblemente coyotes. Algunos cadáveres estaban en el interior de la diligencia, lo que indicaba que debieron ser muertos allí» (novela ¡Está viva! Vive…)
Marcial Lafuente Estefanía (1903-1984) Escritor español de novelas del Oeste

LA DILIGENCIA (The stagecoach) – 1939

Director John Ford
Guion Dudley Nichols
Fotografía Bert Glennon
Música Varios
Producción United Artists
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 99m. B/N
Reparto John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell, Andy Devine, George Bancroft, Donald Meek, Louise Platt, John Carradine.

«Hay ciertas cosas de las que un hombre no puede huir»

En su primera película sonora del Oeste, John Ford revitalizó el género y lo ennobleció definitivamente en su vertiente artística adaptando el relato Stage to Lordsburg de Ernest Haycox, que, a su vez, trasladaba a los vastos, épicos y aventurados territorios del Far West el cuento de Guy de Maupassant Boule de suif, originariamente localizado en la Francia ocupada por los prusianos. A partir de un guion impecablemente estructurado, con una construcción de personajes de una rica complejidad, narraba el peligroso viaje en diligencia que comparten nueve pasajeros de distinta naturaleza, carácter e incentivo, haciendo especial énfasis en el conmovedor romance de hálito redentor que germina entre un prófugo de la ley (Ringo) y una señorita de dudosa reputación (Dallas). El excelso y prolífico realizador de Maine rodó por primera vez en el majestuoso Monument Valley para suscribir un incombustible clásico de diáfana y minuciosa contextura descriptiva, ribeteada con la antológica secuencia del ataque de los apaches comandados por el mítico Gerónimo, que sería readaptado a Cinemascope con dirección de Gordon Douglas en HACIA LOS GRANDES HORIZONTES (1966).

Otros westerns con protagonismo de una DILIGENCIA

El correo del infierno – Henry Hathaway (1951)
Fiebre de venganza – Raoul Walsh (1953)
Los odiosos ocho – Quentin Tarantino (2015)

EPIFANÍA (Tres padrinos)

1. Manifestación, aparición o revelación.
2. Festividad que celebra la Iglesia católica el día 6 de enero, en conmemoración de la adoración de los Reyes Magos. (RAE)

«No tengo sólo un ángel con ala estremecida: me mecen como al mar mecen las dos orillas el ángel que da el gozo y el que da la agonía, el de alas tremolantes y el de las alas fijas. Yo sé, cuando amanece, cuál va a regirme el día, si el de color de llama o el color de ceniza, y me les doy como alga a la ola, contrita. Sólo una vez volaron con las alas unidas: el día del amor, el de la epifanía» (poema Dos ángeles)
Gabriela Mistral (1889-1957) Poeta, diplomática, profesora y pedagoga chilena

TRES PADRINOS (Three godfathers) – 1948

Director John Ford
Guion Frank S. Nugent y Laurence Stallings
Fotografía Winton C. Hoch
Música Richard Hageman
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 104m. Color
Reparto John Wayne, Pedro Armendáriz, Harry Carey Jr., Ward Bond, Mildred Natwick, Mae Marsh, Jane Darwell, Ben Johnson.

«No comprendéis nada. ¿Creéis que todo esto ha sido una casualidad? El que viniéramos por este camino, encontrar a la madre, ayudarla, el niño en el pesebre, la estrella (tan brillante), la noche…»

A la memoria de su fiel amigo Harry Carey dedicó John Ford esta nueva y vibrante adaptación del relato homónimo de Peter B. Kyne, tratado anteriormente por ambos en HOMBRES MARCADOS (1919), acerca del azaroso, funesto y redentor sacrificio paternal que afrontaban tres amigos forajidos por el tórrido desierto de Mojave en su huida del acoso del sheriff de Welcome (Arizona) tras atracar un banco en dicha localidad. Recreándose en numerosas connotaciones religiosas, entre ellas, una especial y más que manifiesta evocación acerca del nacimiento de Jesús y la llegada de los tres Reyes Magos de Oriente, compaginaba la humanidad y el sentido del humor inherentes al genuino espíritu fordiano con escenas de acción física propias del western tradicional y altas dosis de enternecedora emotividad entre las amables interpretaciones del terceto protagonista y el portentoso esplendor cromático de su tratamiento visual, beneficiado por la luminosa aspereza del Death Valley californiano. Una parábola navideña fraternal e insólita, provista de momentos tan imborrables como la tormenta de arena, al parecer, absolutamente real.

Otras películas que hacen referencia a la EPIFANÍA de Jesús ante los Reyes Magos

Ben-Hur – William Wyler (1959)
Jesús de Nazaret – Franco Zeffirelli (1977)
La vida de Brian – Terry Jones (1979)

EMOTIVIDAD (Cuatro hijos)

Capacidad que disponemos los seres humanos para producir emoción, aunque también a la sensibilidad que se presenta ante las emociones la llamamos emotividad. (definicionabc.com)

“Se la veía debatirse entre su deseo de dominar la congoja y la imposibilidad de evitarla. La dejó llorar. El llanto es una descarga de la emotividad. Cuando ésta llega a un punto grave de concentración es preciso abrir compuertas al alma. Y el llanto, a veces, es su mejor cauce” (novela Los renglones torcidos de Dios)
Torcuato Luca de Tena (1923-1999) Escritor y periodista español

CUATRO HIJOS (Four sons) – 1928

Director John Ford
Guion Philip Klein
Fotografía Charles G. Clarke y George Schneiderman
Producción Fox Film Corporation
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 100m. B/N
Reparto Margaret Mann, James Hall, Charles Morton, George Meeker, Wendell Franklin,
June Collyer, Earl Foxe, Albert Gran, Frank Reicher.

«Se olvida de mis hermanos, Franz y Johann. Ellos murieron luchando por la patria»

Aprovechando parte de los dispendiosos decorados que la Fox erigió para el AMANECER de Murnau, John Ford dirigió este emocionante melodrama bélico sobre la trágica descomposición de una familia bávara durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial, basado en la novela Grandma Bernie learns her letters de I.A.R. Wylie, que bien puede ser incluido entre los mejores largometrajes silentes de su impresionante filmografía. Imbuido por un aliento poético de incontenible emotividad, el film radicaba gran parte de su interés en una portentosa agilidad narrativa, la impresionante caracterización de Margaret Mann, una fuerza expresiva poderosa que optaba por la aplicación de distintas texturas plásticas (prevaleciendo entre ellas una manifiesta predilección por el expresionismo) y un matiz humanizador y nada maniqueísta ante el enemigo alemán, que consolidaba el camino emprendido por D.W. Griffith en 1924 con el conmovedor drama LA AURORA DE LA DICHA. En 1940, Archie Mayo se atrevió con un remake homónimo, menor e innecesario de esta obra maestra fordiana.

Otras películas provistas de una significativa carga de EMOTIVIDAD

Luces de la ciudad – Charles Chaplin (1931)
La Strada – Federico Fellini (1954)
Paris, Texas – Wim Wenders (1984)

INJUSTICIA (Prisionero del odio)

Falta o ausencia de justicia, ya sea en referencia a un suceso, acto o situación de hecho (statu quo). Puede estar referida a un sujeto o a un grupo social. La injusticia (y por extensión la justicia) puede ser considerada de distinta forma según los sistemas jurídicos vigentes en los distintos países. (Wikipedia)

«El último grado de perversidad es hacer servir las leyes para la injusticia.»
Voltaire (1694-1778) Escritor, historiador, filósofo y abogado francés

PRISIONERO DEL ODIO (The prisoner of Shark Island) – 1936

Director John Ford
Guion Nunnally Johnson
Fotografía Bert Glennon
Música Louis Silvers
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Warner Baxter, Gloria Stuart, Claude Gillingwater, John Carradine, Harry Carey, Douglas Wood, Joyce Kay, Arthur Byron. O.P. Heggie.

«¿Un hombre, cuya primera devoción ya no es por una causa perdida o por una bandera, sino por su esposa e hijo, arriesgaría cualquier acto que pueda causar solo miseria y angustia en sus inocentes vidas?»

John Ford evidenciaba ya una notable madurez estilística y empezaba además a ser unánimemente respetado por la crítica cuando fue contratado por el mítico productor Darryl F. Zanuck para llevar a la pantalla esta conmovedora historia extraída de la realidad y que tenía como desdichado protagonista a Samuel A. Mudd, un médico, que, en 1865, fue injustamente condenado a cadena perpetua en el cruento penal de Shark Island por complicidad en el magnicidio de Abraham Lincoln, sólo por haber osado curar la pierna del auténtico asesino, John Wilkes Booth. Sustentada en un competente guión de Nunnally Johnson y en un adecuado conjunto de interpretaciones, en el que destaca la labor interpretativa del siempre correcto John Carradine, la película ilustraba este aciago golpe del azar con pasmoso poderío narrativo y una atmósfera dramática de un acentuado e intrépido realismo hasta prescribir una juiciosa y conmovedora exhortación a la ética profesional, presta a censurar las máculas de la justicia y del sistema penitenciario de un país por entonces poco dispuesto a apelar a su orgullo democrático.

Otras películas que abordan una tremenda INJUSTICIA de carácter penal

Furia – Fritz Lang (1936)
Yo creo en ti – Henry Hathaway (1948)
Falso culpable – Alfred Hitchcock (1956)