Capacidad que disponemos los seres humanos para producir emoción, aunque también a la sensibilidad que se presenta ante las emociones la llamamos emotividad. (definicionabc.com)
“Se la veía debatirse entre su deseo de dominar la congoja y la imposibilidad de evitarla. La dejó llorar. El llanto es una descarga de la emotividad. Cuando ésta llega a un punto grave de concentración es preciso abrir compuertas al alma. Y el llanto, a veces, es su mejor cauce” (novela Los renglones torcidos de Dios)
Torcuato Luca de Tena (1923-1999) Escritor y periodista español
CUATRO HIJOS (Four sons) – 1928
Director John Ford
Guion Philip Klein
Fotografía Charles G. Clarke y George Schneiderman
Producción Fox Film Corporation
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 100m. B/N
Reparto Margaret Mann, James Hall, Charles Morton, George Meeker, Wendell Franklin,
June Collyer, Earl Foxe, Albert Gran, Frank Reicher.
«Se olvida de mis hermanos, Franz y Johann. Ellos murieron luchando por la patria»
Aprovechando parte de los dispendiosos decorados que la Fox erigió para el AMANECER de Murnau, John Ford dirigió este emocionante melodrama bélico sobre la trágica descomposición de una familia bávara durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial, basado en la novela Grandma Bernie learns her letters de I.A.R. Wylie, que bien puede ser incluido entre los mejores largometrajes silentes de su impresionante filmografía. Imbuido por un aliento poético de incontenible emotividad, el film radicaba gran parte de su interés en una portentosa agilidad narrativa, la impresionante caracterización de Margaret Mann, una fuerza expresiva poderosa que optaba por la aplicación de distintas texturas plásticas (prevaleciendo entre ellas una manifiesta predilección por el expresionismo) y un matiz humanizador y nada maniqueísta ante el enemigo alemán, que consolidaba el camino emprendido por D.W. Griffith en 1924 con el conmovedor drama LA AURORA DE LA DICHA. En 1940, Archie Mayo se atrevió con un remake homónimo, menor e innecesario de esta obra maestra fordiana.
Otras películas provistas de una significativa carga de EMOTIVIDAD
Luces de la ciudad – Charles Chaplin (1931)
La Strada – Federico Fellini (1954)
Paris, Texas – Wim Wenders (1984)
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