Drama carcelario

INGENIO (Un condenado a muerte se ha escapado)

1. Facultad del ser humano para discurrir o inventar con prontitud y facilidad.
2. Industria, maña y artificio de alguien para conseguir lo que desea.
(RAE)

«Cuando la naturaleza agrava las dificultades, aviva el ingenio»
Ralph W. Emerson (1803-1882) Escritor, filósofo y poeta estadounidense

UN CONDENADO A MUERTE SE HA ESCAPADO (Un condamné à mort s’est echappé ou Le vent souffle où il veut) – 1956

condenado

Director Robert Bresson
Guión Robert Bresson y André Devigny
Fotografía Léonce-Henri Burel
Música W.A. Mozart
Producción Gaumont/Nouvelle Éditions de Films
Nacionalidad Francia
Duración 99m. B/N
Reparto François Leterrier, Charles Le Clainche, Maurice Beerblock, Jean Paul Delhumeau, Rolond Monod, Jacques Ertaud, Roger Treherne.
* W.A. Mozart – Great Mass in C Minor, No.16 (K.427)

“Sin ocupación, sin noticias y tristemente solos, éramos cien desgraciados esperando nuestro destino. No me hice ilusiones sobre el mío. Si solo pudiera escapar, huir…”

Profundo y hermosísimo canto a la tenacidad y al ingenio de la condición humana, asentado en la novela autobiográfica que el comandante y héroe de la resistencia francesa André Devigny escribió para acreditar de qué manera logró evadirse de la prisión de Montluc en 1943, a pesar de la rígida vigilancia de la que eran objeto por parte de las huestes nazis que lo condenaron a muerte. Absteniéndose de encauzar el relato a través de su cariz heroico o incluso desde sus evidentes connotaciones histórico-políticas en beneficio de una mayor profundización psicológica en la personalidad del protagonista, Bresson propagó otra de sus sensibles introversiones jansenistas en el tema de la redención y la gracia, cincelada por una prodigiosa, analítica e inquietante austeridad descriptiva y unas profusas alusiones tanto metafóricas como simbológicas. Rodada en los mismos escenarios naturales donde acontecieron los hechos, fundamentaba su soporte sonoro en ruidos, trazos de música clásica y el monólogo en off del recluso, por cierto, interpretado por un actor no profesional que acabaría evolucionando hasta llegar a realizador.

Otras ejemplos fílmicos de cómo el INGENIO se agudiza entre rejas

La evasión – Jacques Becker (1960)
La gran evasión – John Sturges (1963)
Cadena perpetua – Frank Darabont (1994)

AGUJERO (La evasión)

Abertura de forma más o menos redondeada que atraviesa algo de un lado a otro o que se forma en una superficie. (google.com)

“Encontrar un hombre que te ame no te transforma en una cazadora de hombres, porque si lo cazaste, deja de ser un hombre para transformarse en un zorro y el día de mañana abrirá un agujero y se escapará”
Coco Chanel (1883-1971) Diseñadora de moda francesa

LA EVASIÓN (Le trou) – 1960

Director Jacques Becker
Guion Jacques Becker, Jose Giovanni y Jean Aurel
Fotografía Ghislain Cloquet
Música Philippe Arthuys
Producción Play Art/Filmsonor/Titanus
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 132m. B/N
Reparto Michel Constantin, Jean Keraudy, Philippe Leroy, Marc Michel, Raymond Meunier, Jean-Paul Coquelin, André Bervil, Catherine Spaak.

«Como puedes ves, mis amigos y yo arriesgamos mucho (…) Y nos gustaría saber a lo que te arriesgas tú, Gaspard»

Apasionante adaptación de la novela homónima que Jose Giovanni escribió sobre su propia experiencia entre rejas, que perdura como la quintaesencia del cine de evasiones carcelarias y figura con todo merecimiento en el selecto club de las películas más hermosas e importantes de todos los tiempos. Jacques Becker sacó a relucir su elegante humanismo realista para describir el intento de fuga de cinco reclusos de la prisión parisina de La Santé por medio de una rigurosa austeridad formal de aliento bressoniano, caracterizada por un prolijo sentido del detalle y por una precisa exposición de comportamientos y psicologías de los personajes, factores que en ningún momento dificultaban su asombrosa fluidez narrativa. Un espléndido canto al esfuerzo en común, al ingenio humano y al perpetuo anhelo por conseguir la libertad, cuyo rodaje concluiría el hijo del cineasta y también realizador Jean Becker ante el empeoramiento de la enfermedad de su padre, que, al poco tiempo de concluir el montaje, falleció a los 54 años de edad, cuando se encontraba en la etapa más lúcida de su voluble filmografía.

Otras películas en cuyo desarrollo argumental resulta crucial la ejecución de un AGUJERO

Fuga de Alcatraz – Don Siegel (1979)
The hole – Tsai Ming-liang (1998)
Granujas de medio pelo – Woody Allen (2000)

HUEVO (La leyenda del indomable)

Los huevos de las aves constituyen un alimento habitual en la alimentación de los humanos. Se presentan protegidos por una cáscara y son ricos en proteínas (principalmente albúmina, que es la clara o parte blanca del huevo) y lípidos.​ Son un alimento de fácil digestión, componente principal de múltiples platos dulces y salados, y una parte imprescindible en muchos otros debido a sus propiedades aglutinantes. (Wikipedia)

“Puede que sea el gallo el que canta, pero es la gallina la que pone los huevos”
Margaret Thatcher (1925-2013) Política británica que ejerció como primera ministra del Reino Unido

LA LEYENDA DEL INDOMABLE (Cool Hand Luke) – 1967

Director Stuart Rosenberg
Guion Donn Pearce y Frank R. Pierson
Fotografía Conrad Hall
Música Lalo Schifrin
Producción Warner Bros/Jalem
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 126m. Color
Reparto Paul Newman, George Kennedy, Strother Martin, J.D. Cannon, Lou Antonio, Jo Van Fleet, Harry Dean Stanton, Dennis Hopper.

«Las cosas nunca suceden a nuestro gusto. Un hombre debe seguir su propio camino»

Aunque merezca una urgente reconsideración crítica por su encomiable contribución al thriller policíaco, Stuart Rosenberg sigue siendo básicamente recordado por dos clásicos inconcusos del cine penitenciario, BRUBAKER (1980), donde obtuvo una de las más meritorias interpretaciones de Robert Redford, y este otro drama carcelario, basado en una novela homónima de Donn Pearce, que cavaba en el inconformismo de expresión subversiva frente a la iniquidad del sistema a través del enfrentamiento que un reo cínico, pertinaz y carismático sostiene con el sadismo disciplinario del penal sureño a cielo abierto que lo recluye. Beneficiándose de la deslumbrante personalidad de Paul Newman y una formidable galería de secundarios, el integrante de la denominada «generación de la televisión» dirigió con solvencia y cierto amaneramiento este rotundo apólogo de esencia cristiana contra el autoritarismo y el abuso de poder, comúnmente aludido por instantes tan logrados como la pelea de boxeo en el patio del campamento, el insólitamente sensual lavado de coche delante de los presos a cargo de Joy Harmon o la apuesta del protagonista en comerse la ingente cantidad de cincuenta huevos duros.

Otras películas en las que se utilizan HUEVOS

Callejón sin salida – Roman Polanski (1966)
Rocky – John G. Avildsen (1976)
Funny games – Michael Haneke (1997)

BOTÍN (El criminal)

Beneficio que se obtiene de un robo, atraco o estafa. (RAE)

«Saqueé la cultura popular y con el botín que obtuve amueblé mi mundo interior. Hablaba en un lenguaje especializado de mi invención y contemplaba el mundo exterior a través de rayos X. Veía actos criminales por todas partes» (libro Mis rincones oscuros)
James Ellroy (1948-) Escritor estadounidense

EL CRIMINAL (The criminal) – 1960

Director Joseph Losey
Guion Alun Owen y Jimmy Sangster
Fotografía Robert Krasker
Música John Dankworth
Producción Merton Park Studios
Nacionalidad Reino Unido
Duración 94m. B/N
Reparto Stanley Baker, Sam Wanamaker, Jill Bennett, Gregoire Aslan, Laurence Naismith, Noel Willman, Margit Saad, Patrick Magee.

«Así es la vida en prisión (…) Tienes que ser grande como un árbol si quieres que no te hagan sombra»

La ingente capacidad de Joseph Losey para moldear temáticas eminentemente británicas a partir de unos patrones narrativos propios de su país de origen, y, en sus inicios, especialmente vinculados con el cine negro, volvió a ponerse de manifiesto con esta sugestiva intriga carcelaria de atmósfera opresiva y agobiante, centrada en el afán de un colectivo mafioso por hacerse con el botín agenciado en el atraco a un hipódromo y que uno de sus miembros ha conseguido esconder antes de ser condenado a cumplir quince años en prisión. Una hermosa balada interpretada por Cleo Lane, de título Thieving boy, abre y cierra este magnífico exponente del vigor descriptivo, la hondura psicológica y el agudizado compromiso social de su realizador, en esta ocasión amparado en un sólido guion original, una suntuosa fotografía de inspiración expresionista, la placentera banda sonora en clave de jazz a cargo de John Dankworth y el impagable concurso de uno de sus actores fetiche, Stanley Baker, intérprete de enérgico y temperamental magnetismo, habituado a revelar su imponente empaque antes las cámaras.

Otras películas donde se esconde un BOTÍN

La noche del cazador – Charles Laughton (1955)
El día de los tramposos – Joseph L. Mankiewicz (1970)
Directos al infierno – Alex Cox (1987)

INJUSTICIA (Prisionero del odio)

Falta o ausencia de justicia, ya sea en referencia a un suceso, acto o situación de hecho (statu quo). Puede estar referida a un sujeto o a un grupo social. La injusticia (y por extensión la justicia) puede ser considerada de distinta forma según los sistemas jurídicos vigentes en los distintos países. (Wikipedia)

«El último grado de perversidad es hacer servir las leyes para la injusticia»
Voltaire (1694-1778) Escritor, historiador, filósofo y abogado francés

PRISIONERO DEL ODIO (The prisoner of Shark Island) – 1936

Director John Ford
Guión Nunnally Johnson
Fotografía Bert Glennon
Música Louis Silvers
Producción 20th. Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. B/N
Reparto Warner Baxter, Gloria Stuart, Claude Gillingwater, John Carradine, Harry Carey, Douglas Wood, Joyce Kay, Arthur Byron. O.P. Heggie.

«¿Un asesino confía sus planes a alguien? ¿Estaba yo, un médico, en la trama porque era parte del plan de John Wilkes Booth romperse su pierna y necesitarme? ¿Un hombre, cuya primera devoción ya no es por una causa perdida o por una bandera, sino por su esposa e hijo, arriesgaría cualquier acto que pueda causar solo miseria y angustia en sus inocentes vidas?»

John Ford evidenciaba ya una notable madurez estilística y empezaba además a ser unánimemente respetado por la crítica cuando fue contratado por el mítico productor Darryl F. Zanuck para llevar a la pantalla esta conmovedora historia extraída de la realidad y que tenía como desdichado protagonista a Samuel A. Mudd, un médico, que, en 1865, fue injustamente condenado a cadena perpetua en el cruento penal de Shark Island por complicidad en el magnicidio de Abraham Lincoln, sólo por haber osado curar la pierna del auténtico asesino, John Wilkes Booth. Sustentada en un competente guión de Nunnally Johnson y en un adecuado conjunto de interpretaciones, en el que destaca la labor interpretativa del siempre correcto John Carradine, la película ilustraba este aciago golpe del azar con pasmoso poderío narrativo y una atmósfera dramática de un acentuado e intrépido realismo hasta prescribir una juiciosa y conmovedora exhortación a la ética profesional, presta a censurar las máculas de la justicia y del sistema penitenciario de un país por entonces poco dispuesto a apelar a su orgullo democrático.

Otras películas que abordan una tremenda INJUSTICIA de carácter penal

Furia – Fritz Lang (1936)
Yo creo en ti – Henry Hathaway (1948)
Falso culpable – Alfred Hitchcock (1956)