Hecho o circunstancia que está presente en diversas obras narrativas, dramáticas o en cualquier otra obra que cite los hechos de algún personaje o historia en concreto. Dicha historia se presenta como una situación adversa y repentina que sucede accidentalmente y sin previo aviso, lo cual provoca un cambio en la situación actual que se vive en lo relatado. (Wikipedia)
“Todos los días perdemos una docena de genios en el anonimato. Y se van. Y nadie sabe de ellos, de su historia, de su peripecia, de lo que han hecho, de sus angustias, de sus alegrías…»
Juan Antonio Cebrián (1965-2007) Periodista, escritor y locutor de radio español
BESOS ROBADOS (Baisers volés) – 1968
Director François Truffaut
Guion François Truffaut, Bernard Revon y Claude De Givray
Fotografía Denys Clerval
Música Antoine Duhamel
Producción Les Films du Carrosse/Les Productions Artistes Associés
Nacionalidad Francia
Duración 90m. Color
Reparto Jean-Pierre Léaud, Claude Jade, Delphine Seyrig, Harry-Max, Michael Lonsdale, André Falcon, Daniel Ceccaldi, Claire Duhamel.
«En el instituto, un profesor nos explicó la diferencia entre tacto y cortesía. Cuando un caballero empuja la puerta de un baño, y descubre una dama desnuda. Retrocede inmediatamente, y cierra diciendo: ‘Perdón, señora’. Eso es cortesía. El mismo caballero, empuja la puerta. Descubre a la misma dama desnuda, y dice: ‘Perdón, señor’. Eso es tacto»
Una vez mostrados sus primeros escarceos sentimentales en un episodio de EL AMOR A LOS VEINTE AÑOS (1962), Truffaut prosiguió en su relato de las peripecias cotidianas de Antoine Doinel (personaje/alter ego engendrado en LOS CUATROCIENTOS GOLPES (1959) e interpretado siempre por su amigo Léaud) en esta encantadora comedia costumbrista que sorprendía por la deleitosa humanidad e ironía de su narración, la ingeniosa desenvoltura de sus diálogos o la extrema sensibilidad y frescura que desprendían sus imágenes. El sugestivo misterio de los cuotidiano o el amor como fuente inagotable de agonía y desasosiego prevalecieron como temas capitales para transmitir con espontaneidad y cierto desenfado «naif» las sucesivas vacilaciones laborales (como vigilante nocturno de un hotel, detective privado o técnico-reparador de televisores) y devaneos amatorios del entrañable protagonista, que seguiría evolucionando bajo la mirada truffautiana en la emotiva y sobrecogedora DOMICILIO CONYUGAL (1970), y, finalmente, en la ya menos inspirada EL AMOR EN FUGA (1978).
Otras películas que describen las PERIPECIAS laborales y amorosas de su protagonista
El apartamento – Billy Wilder (1960)
Trenes rigurosamente vigilados – Jirí Menzel (1966)
Tootsie – Sydney Pollack (1982)
Distinguido amigo Antonio. Hace unos pocos días que descubrí tu blog «Diccineario» y me apetece seguirlo y disfrutar con tus entradas. Me parece una propuesta excelente y, en mi caso, una píldora para inducir recuerdos, unos hermosos otros más tristes. Cuando me tropecé con «Los inconquistables», descendía a la infancia y a los cines de verano; «Los amores de una rubia», me transportaron a unos tiempos de juventud inquieta y comprometida. En todo caso, puro gozo.
Sí, «Los cuatrocientos golpes», me impactaron profundamente. «Besos robados» y en general todo el cine de Truffaut me ha interesado siempre. Disculpa la extensión del comentario. Otro día comentaremos las palabras.
Saludos,
Cecilio
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No hay nada que disculpar, Cecilio. Al contrario, resulta muy satisfactorio recibir este tipo de comentarios, donde, además de elogiar mi trabajo, me explican como tú tan bien has hecho que Diccineario cumple una función como inductora de recuerdos. Muchas gracias por tus palabras (volvamos a ellas cuando gustes) y encantado de tenerte como seguidor. Un saludo.
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Esta fue la tercera gozosa entrega del seguimiento de las andanzas del joven Antoine Doinel. Truffaut nos la sirvió con el formato de una ágil, fresca y, por momentos, embelesante comedia pletórica de hallazgos expresivos, inspirados muchos de ellos por el amor y la sinceridad con que el autor se acercaba a sus criaturas. Un hombre de cine que amaba la vida y supo retratarla.
Un saludo.
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Pocos cineastas transmitieron a lo largo de su obra esa pasión por la vida, por las relaciones amorosas y por el propio cine como lo hizo Truffaut. Un saludo.
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Madre mía, qué película más magnífica. Me encanta el monólogo del final. Mira que una vez deconstruido queda un poco cuestionable. Pero es de los momentos más arrancacorazones que he visto en el cine
«Señorita. Sé que no le soy del todo desconocido. Hace tiempo que la vengo observando sin que se dé cuenta. Pero ya hace unos días que no intento ocultarme. Y ahora ha llegado el momento. Verá ……. Antes de conocerla a usted, nunca había amado a nadie. Odio lo provisional. Conozco bien la vida. Sé que todos traicionan a todos. Pero lo nuestro será diferente. Seremos un ejemplo. No nos separaremos ni una hora. Yo no trabajo, no tengo obligaciones en la vida. Usted será mi única preocupación. Comprendo … Comprendo que esto es demasiado súbito para que acepte inmediatamente, y que antes desea romper los lazos provisionales …. que la atan a personas provisionales. Yo soy definitivo. Soy muy feliz»
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Un momento espléndido, no cabe duda, de los muchos que nos aportan las andanzas de Antoine Doinel desde aquellos 400 golpes. Gracias por tu visita. Un saludo.
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