Fuente de iluminación, consistente en una mecha que asciende por el interior de una barra de combustible sólido, como puede ser la cera, la grasa o la parafina (el más habitual en la actualidad). (Wikipedia)
“Decir que uno puede amar a una persona por toda una vida es como declarar que una vela puede mantenerse prendida mientras dure su existencia”
León Tolstói (1828-1910) Novelista ruso
BARRY LYNDON (Barry Lyndon) – 1975
Director Stanley Kubrick
Guion Stanley Kubrick
Fotografía John Alcott
Música Leonard Rosenman
Producción Hawk Films/Peregrine Productions/Warner Bros.
Nacionalidad Gran Bretaña/ Estados Unidos
Duración 179m. Color
Reparto Ryan O’Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee, Hardy Kruger, Steven Berkoff, Marie Kean, Leon Vitali, Leonard Rossiter.
«La dama que se enamora de un galán de uniforme ha de acostumbrarse a cambiar de amante o a vivir desconsolada. El corazón de Lischen era como muchas de las ciudades vecinas. Varias veces había sido ocupado, antes de que Barry lo invadiera»
Meticulosísima adaptación de la novela The luck of Barry Lyndon de William M. Thackeray, donde, a través de un tratamiento estético obsesivamente exquisito y un complejo sentido del humor, se ilustraba la trayectoria picaresca de un joven y ambicioso aventurero irlandés de origen plebeyo en la convulsa Inglaterra del Siglo XVIII, proyectando una acerada reflexión sobre el arribismo social, tan vigente y práctico en los tiempos que corren. El desmedido metraje del largometraje, fruto del enfermizo afán de perfeccionismo de su autor (que necesitó dos años y un despliegue técnico descomunal para finiquitarla), resultó a la postre un lastre insignificante en el cómputo total de este superlativo ejercicio de artesanía cinematográfica, engalanado por una sublime adecuación de partituras musicales clásicas y un refinado diseño de vestuario obra de Ulla-Britt Soderlund y Milena Canonero. Mención especial requiere la fotografía de John Alton, que iluminó enteramente la película con luz natural, sustituyendo los usuales focos para las escenas de interiores por una desorbitada cantidad de velas.
Otras películas que no escatiman en la utilización de VELAS
Macario – Roberto Gavaldón (1960)
La habitación verde – François Truffaut (1978)
La ansiedad de Veronika Voss – Rainer W. Fassbinder (1982)