JUNCO (Onibaba)

Se conoce como junco a numerosas especies de plantas monocotiledóneas ligadas al agua o a zonas húmedas, de altura media (50 centímetros o más), casi siempre radicantes y rizomatosas, con tallos erectos o ascendentes, cilíndricos o comprimidos, y que están englobadas en varios géneros, sobre todo de las familias Juncaceae y Cyperaceae. (Wikipedia)

“Antes que corten los juncos del río contempla la luna”
Matsuo Basho (1644-1694) Poeta japonés

ONIBABA (Onibaba) – 1964

onibaba2

Director Kaneto Shindô
Guion Kaneto Shindô
Fotografía Kyomi Kuroda
Música Hikari Hayashi
Producción Toho
Nacionalidad Japón
Duración 103m. B/N
Reparto Nobuko Otowa, Jitsuko Yoshimura, Kei Sato, Jukichi Uno, Taiji Tonoyama, Sensho Matsumoto, Kentaro Kaji, Hosui Araya.

«Dicen que los infiernos existen de verdad (…) El castigo para el amor pecaminoso es el más severo»

Apremiado, quizás, por las enormes dificultades por las que atravesaba la industria cinematográfica de su país durante los años sesenta, Kaneto Shindô restringió su ingénita inspiración artística para encauzar su carrera por los derroteros de la comercialidad; determinación, que, sin embargo, permitió algún que otro arrebato de impetuosa creatividad estilística como este exótico, tentador e intenso drama con trasfondo terrorífico en torno a las ávidas, crueles y desesperadas estratagemas criminales y amatorias acometidas por una mujer y su suegra para sobrevivir en unos frondosos campos de juncos, cercados por las contiendas civiles del Japón medieval. Este restringido planteamiento argumental fue eficazmente dignificado a través de diversos componentes entroncados con la magna tradición cultural nipona, como sus metafóricas e ingeniosas pinceladas fantásticas o sus subyugantes e irracionales asomos de turbio erotismo, consiguiendo una magistral obra de culto en lo referente a su atmósfera enfermiza e inmunda, su abrumadora plasticidad o su espeluznante tratamiento de la violencia.

Otras películas aderezadas con JUNCOS

Los juncos salvajes – André Techiné (1994)
Zaman, el hombre de los juncos – Amer Alwan (2003)
La León – Santiago Otheguy (2007)

3 comentarios

  1. Como dice Altaica, una película poderosa y asfixiante sobre las miserias del ser humano. Aparte de sus correspondientes ecos al trauma nuclear, hay una escena que es, directamente, una caza al hombre. Parece que a Shindo le ocurre como a Kurosawa, que va a hacer una obra alimenticia y comercial y te sale con un ‘Los siete samuráis’ o, en este caso, ‘Onibaba’.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.