Treat Williams

OPIO (Érase una vez en América)

El opio es una mezcla compleja de sustancias que se extrae de las cápsulas de la adormidera (Papaver somniferum), que contiene la droga narcótica y analgésica llamada morfina y otros alcaloides. La adormidera, igual a una amapola común, es una planta que puede llegar a crecer un metro y medio. Destacan sus flores blancas, violetas o fucsias.
Los fumaderos de opio eran establecimientos donde se vendía y fumaba opio. En el siglo XIX fueron comunes especialmente en China, el sudeste de Asia y los barrios chinos de Norteamérica y Francia. En Occidente, eran frecuentados y asociados con los chinos, ya que generalmente eran los que suministraban el opio y lo preparaban para fumadores no chinos. La mayoría de estos lugares mantuvieron un suministro de parafernalia de opio, como las tuberías y lámparas especializadas que eran necesarias para fumar la droga. Los clientes se reclinaban para sostener las largas pipas de opio sobre las lámparas de aceite, que calentaban la droga hasta que se vaporizara, permitiendo que el fumador inhalara los vapores.
(Wikipedia)

«Todo lo que uno hace en la vida, y lo mismo en el amor, se hace a bordo del tren expreso que rueda hacia la muerte. Fumar opio es abandonar el tren en marcha; es ocuparse en otra cosa que no es la vida ni la muerte» (libro Opio. Diario de una desintoxicación)
Jean Cocteau (1889-1963) Poeta, novelista, dramaturgo, pintor, ocultista, diseñador, crítico y cineasta francés.

ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA (Once upon a time in America) – 1984

Director Sergio Leone
Guion Sergio Leone, Leonardo Benevenuti, Piero de Bernardi, Enrico Medioli, Franco Arcalli y Franco Ferrini
Fotografía Tonino Delli Colli
Música Ennio Morricone
Producción Warner Bros./The Ladd Company/PSO/Embassy International
Nacionalidad Estados Unidos/ Italia
Duración 225m. Color
Reparto Robert De Niro, James Woods, Elizabeth McGovern, Tuesday Weld, William Forsythe, Treat Williams, Jennifer Connelly, Burt Young, Joe Pesci, Danny Aiello.

«La edad puede marchitarme, Noodles. Los dos nos estamos haciendo viejos. Todo lo que nos queda ahora son nuestros recuerdos»

Monumental fresco sobre la historia gangsteril estadounidense, inspirado en la novela autobiográfica The hoods de Harry Grey (en el film David Aaronson ‘Noodles’), que constituye uno de las títulos más apasionantes del cine americano de los ochenta, además del testamento definitivo de su ilustre realizador. Apoyándose en una compleja estructura narrativa, impasiblemente desarrollada en tres períodos (los años veinte, los treinta y los sesenta), Leone impregnó de un tono tan operístico como arrebatadoramente romántico el vínculo que une a dos jóvenes de origen hebreo y otros amigos de un suburbio de Manhattan, desde sus inicios como delincuentes hasta su prosperidad, auge y caída dentro del crimen organizado durante la Ley Seca. Una reflexión de opiáceo lirismo sobre la amistad y el sentido de la lealtad, sobre el transcurrir del tiempo y los imborrables recuerdos del pasado, beneficiada de un sensacional elenco actoral y una deliciosa bso de Ennio Morricone, que supuso un serio batacazo económico a causa de su excesiva duración (en su momento fue exhibida en dos partes) y las importantes amputaciones sufridas por un primer montaje de seis horas sobre diez de metraje utilizable.

Otras películas donde aparece un FUMADERO DE OPIO

Lirios rotos – David W. Griffith (1919)
Confessions of an opium eater – Albert Zugsmith (1962)
Desde el infierno – Albert Hughes y Allen Hughes (2001)

CORRUPCIÓN (El príncipe de la ciudad)

Acción y efecto de corromper, echar a perder algo, se refiere a la alteración, descomposición o putrefacción de una cosa, se asocia principalmente a los procesos políticos, cuando estos son transformados para el placer personal, dejando de lado la preocupación por el servicio a la comunidad. (Wikipedia)
La corrupción policial es un tipo de mala praxis policial, frecuentemente constitutiva de delito, consistente en el uso indebido de sus atribuciones, recursos o información con el objeto de obtener provecho económico o de otro tipo, así como avances en la carrera profesional e incluso fines políticos. Esa mala praxis consiste frecuentemente en el soborno, el chantaje o el uso selectivo de la persecución, investigación o arresto de terceros. (Wikipedia)

“En tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan”
Étienne Bonnot de Condillac (1715-1780) Filósofo y economista francés

EL PRÍNCIPE DE LA CIUDAD (Prince of the city) – 1981

prince

Director Sidney Lumet
Guión Sidney Lumet y Jay Presson Allen
Fotografía Andrzej Bartkowiak
Música Paul Chihara
Producción Orion-Warner
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 167m. Color
Reparto Treat Williams, Jerry Orbach, Richard Foronjy, Lindsay Crouse, James Tolkan, Don Billett, Kenny Marino, Tony Page, Norman Parker.

«Para la mayoría de los policías la corrupción comienza poco a poco, casi imperceptiblemente, pero abandonarla es algo que sólo puede hacerse dando un paso grande y peligroso. Un paso donde lo arriesgas todo»

Lumet, destacado componente de la denominada «generación de la televisión», insistió en la línea marcada en sus anteriores policíacos, SÉRPICO (1973) y TARDE DE PERROS (1975), para llevar a cabo esta sólida e impetuosa adaptación homónima de un caso real novelado por Robert Daley (Prince of the City: The true story of a cop who knew too much), que, sin lugar a dudas, constituye una de las obras más eminentes y desatendidas de su intermitente trayectoria. Recurriendo a un marcado carácter semidocumental y a una impronta narrativa tan enérgica como agobiante se pormenorizaba la historia de un agente de la brigada de estupefacientes que opta por colaborar con la policía federal para desenmascarar la corrupción existente dentro del cuerpo policial neoyorquino. Este prometedor material fue troquelado con precisión para confeccionar un absorbente retrato sobre los límites de la fidelidad, favorecido por la precisa caracterización de Treat Williams (asesorado por el auténtico inspirador del personaje protagonista, Robert Leuci) y al que, únicamente, pueda imputársele un metraje excesivamente dilatado.

Otras películas sobre CORRUPCIÓN POLICIAL

Teniente corrupto – Abel Ferrara (1992)
L.A. Confidential – Curtis Hanson (1997)
El bonaerense – Pablo Trapero (2002)